Capítulo 18
Pasaron al menos 20 minutos en los que estuve llamando a la puerta de la habitación de Heather. Sabía que había sido una estúpida idea traer a Taylor a mi casa después de todo lo que había sucedido esta noche. Era un imbécil. Me sentía como una mierda al escuchar a Heather llorar dentro de su habitación sin yo poder darle una explicación. Yo había actuado mal al alimentar las esperanzas y sentimientos de Heather, sin siquiera poner en orden mi "relación" con Taylor.
-Heather, por favor abre la puerta- intenté una vez más.
De pronto escuché que se hizo un silencio en su habitación y luego escuché pasos acercándose a la puerta. Retrocedí unos pasos y la puerta se abrió. Heather lucía una holgada camiseta con la cara enorme de un gato y unos pantalones de pijama rosados. Su cabello estaba algo alborotado y sus ojos hinchados por el llanto. Me sorprendí a mí mismo al pensar que se veía adorable, pero al mismo tiempo no pude dejar de sentirme como un idiota. Ella solo me miraba con recelo.
-Heather, por favor déjame explicarte- empecé.
-¡No!- me interrumpió ella inmediatamente- No tienes que darme ninguna explicación, Harry. Taylor es tu novia y realmente lo que yo piense no es importante porque tú y yo no somos nada.
Un trueno surcó el cielo y retumbó en las paredes de la vieja mansión. Heather saltó en su lugar mientras yo me quedé petrificado por sus palabras. Tenía razón en todos los sentidos. Tenía que actuar rápido si no quería perder mi oportunidad con ella.
-Hablemos- sugerí suplicante- déjame aclararte todo.
Ella me miró con dudas en sus ojos y al cabo de unos segundos asintió. Caminó unos pasos y se sentó en uno de los sillones que había en la habitación y envolvió su cuerpo en una manta. Yo la seguí y me senté a su lado, guardé algo de distancia porque no quería agobiarla o presionarla. Ella esperó en silencio hasta que yo empezara a hablar.
-Esta noche terminé con Taylor- solté sin ningún preámbulo.
-¿Hablas en serio?- preguntó Heather, el asombro cruzó su voz.
Probablemente ella no me cree nada después de haberla visto hace un rato en mi habitación...
-Sí, luego de que te fueras del bar yo estuve pensando, y me di cuenta de que mi relación con ella ya no tenía sentido para mí, era algo solamente físico- expliqué lo mejor que pude- así que, la busqué y traté de razonar con ella, pero se enojó muchísimo y empezó a beber sin control, a bailar como una loca y se besó con unos tres chicos. Trató de hacerme cambiar de opinión, pero no lo logró. Al final de la noche la vi casi inconsciente sobre una mesa y sabía que había venido sola, entonces la traje a casa. Las habitaciones de huéspedes están en el tercer piso y no quise cargarla hasta allí, así que, el lugar más cercano era mi cuarto.
-¿Dormiste con ella?- indagó Heather.
De todas las cosas que pensé que preguntaría, esa era la última que esperaba.
-No, la dejé en el sofá- dije con una sonrisa malvada.
-Qué poco caballeroso- agregó ella con una pequeña sonrisa maliciosa.
Me reí ante nuestro cambio de humor tan repentino.
-Harry, ¿por qué tu relación con ella ya no tiene sentido?- preguntó Heather.
-¿De verdad no sabes la razón?- contesté con otra pregunta, acercándome un poco más a ella.
-Quisiera escucharla de tu boca.
Tomé una profunda respiración y ordené mis pensamientos. Ninguna idea parecía ser lo suficientemente romántica o convincente para decirle cómo realmente me sentía. Sus ojos estaban clavados en mí esperando una respuesta y supe que ya no había vuelta atrás. Muchas veces llegué a pensar que jamás habría algo así para mí de nuevo, no después de todos los errores que cometí, no después de quien fui, no después de ella. Pero ahora, todo eso parecía desvanecer ante la mirada expectante de Heather, todo parecía quedar atrás y sentí mi pecho abrirse ante un atisbo del sentimiento que jamás pensé volver a sentir: esperanza.
-Heather, tú eres la razón- finalmente dije, acercando mi mano a su mejilla y acariciándola como si fuera una preciada muñequita de porcelana- No hay nadie más.
Sus ojos se abrieron de repente y un adorable rubor se apoderó de sus mejillas mientras recibía mi caricia con gusto. No dijo nada y sólo me observó por unos segundos. Comencé a sentirme nervioso ante la idea de su rechazo.
-Aún pienso que guardas muchos secretos, Harry Styles- sentenció al final.
Oh nena, si supieras...
-Lo hago- respondí sinceramente.
-¿Crees que alguna vez serás capaz de compartirlos conmigo?
¿Seré capaz?
-Es lo que más quiero- expresé- Liberarme de ellos.
-Libérate conmigo- pidió ella.
-¿Serás capaz de entenderlos?- cuestioné con temor.
-Juro que trataré con todas mis fuerzas, Harry.
No me di cuenta de nuestra cercanía hasta ese momento, mis manos sujetaban las mejillas de Heather y nuestras frentes estaban casi juntas, podía sentir las tibias respiraciones de Heather contra mi rostro y la suavidad de su piel me hacía querer probar más y más de ella.
-Promete que no huirás de mí, nena- le pedí mientras acariciaba sus mejillas con la punta de mi nariz.
-Creo que ya no hay forma en que pueda huir de ti, estoy aquí atrapada contigo, ¿recuerdas?- señaló con una leve risa.
-Seré el mejor captor que hayas tenido, bebé- susurré besando la comisura de sus labios. La sentí estremecerse.
-¿Así que ya no más Taylor?- preguntó devolviendo un suave beso a la comisura de mis labios.
-Nunca más- aseguré dejando un pequeño beso en su cuello, ella se estremeció aún más en mis brazos. -¿Qué hay de Charlie, linda? ¿Hay alguna historia que deba saber?- indagué.
-Charlie es un idiota.
Me reí contra su cuello y la besé una vez más. Sus manos se tomaban turnos para acariciar mi espalda y mi cabello. Empezaba a sentir calor en la habitación, pero no quería llevar las cosas más lejos con ella, al menos no esta noche.
-Eso no me dice nada, nena- señalé.
-Charlie es historia- ella aseguró- Prometo contártelo, pero no ahora. Arruinaría este momento.
-Umm, ¿cuál momento?- pregunté riéndome contra su cuello nuevamente.
-Nuestro momento- dijo ella levantando mi rostro para que la mirara- ¿qué estás esperando para besarme, Harry Styles?
Tuve que contenerme para no abalanzarme sobre ella y cerrar su lista boca con mis besos. Todo mi cuerpo reaccionó a sus palabras y mi corazón latió con fuerza. Este era nuestro momento y no podía estar más jodidamente agradecido de que el imbécil de mi padre hubiera encerrado a Heather en mi casa y no en otro lugar.
-Heather, ¿quieres ser mi exclusiva?- pregunté sin temor mirándola a los ojos.
Su rostro se iluminó y una sonrisa hermosa atravesó su rostro. En segundos hizo desaparecer el poco espacio entre los dos cuando juntó sus labios con los míos. Esa necesidad de besarnos que había estado electrizando las últimas horas entre nosotros estaba siendo satisfecha ahora. Nos besamos con fuerza, con necesidad, reclamándonos el uno al otro. Probar el sabor de sus labios de esta manera era la muerte en vida. Pronto la tuve en mi regazo y ella rodeó mi cintura con sus piernas. Iniciamos un ritmo imposible de detener, sus labios atacando los míos y yo respondiéndole de la misma manera. Éramos todo besos, caricias, susurros y suspiros. Me levante del sillón, aún llevándola conmigo sin interrumpir nuestro trance. Los relámpagos y truenos surcaban el cielo, dándonos algunos reflejos de luz para observarnos el uno al otro mientras nos besábamos. Con una mano la sostuve y con la otra aparté las sábanas de la cama sin dejar de besarla. La coloqué cuidadosamente sobre la cama y me puse sobre ella. La acaricié con adoración y besé su cuello mientras la escuchaba gemir y suspirar por lo bajo. La besé una y mil veces más, no quería parar pero debía hacerlo. No sé cuánto tiempo pasó hasta que nos detuvimos para respirar. Ella tomó mis rizos entre sus manos y los acarició con dulzura, con sus pulgares trazó el contorno de mis labios y no apartó sus ojos de los míos.
-Sí, Harry, sí quiero- respondió en un susurro.
Aquella noche la besé hasta que se quedó dormida. La besé hasta que la tormenta se extinguió en el horizonte y los primeros rayos de sol aparecieron tras la ventana.
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¡Hola! Montañas, valles y desiertos he tenido que atravesar en los meses pasados y evidentemente Locked in no fue mi prioridad. Pido disculpas a los que me leen y estaban esperando capítulo hace mucho. Me esforcé mucho en este capítulo para que fuera digno de ser mi regreso.
¡Gracias por leer Locked in!
Besos, Sallymoon ❤️
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