Capítulo 17
Ni siquiera tuve tiempo de reaccionar al beso de Charlie cuando sentí como lo alejaban violentamente de mí. Cuando recuperé el equilibrio, distinguí la imponente figura de Harry a mi lado. Sus facciones y su cuerpo estaban tensos, sus ojos miraban con dureza al chico que me había besado sin mi consentimiento hacía unos instantes.
-¿Qué demonios?- vociferó Charlie, su rostro y cuerpo también estaban tensos.
-¿Quién diablos te crees para besarla de esa manera, imbécil? ¡No vuelvas a tocarla!- gritó Harry furioso.
-¡No te metas en esto, maldito niño!- advirtió Charlie- ¡Esto es entre mi novia y yo!
Vi la confusión cruzar por el rostro y la mirada de Harry, quien inmediatamente volteó a verme buscando una explicación. Sentía mi cara arder por la vergüenza y por el espectáculo que estábamos dando afuera del bar. Miré nerviosa a Harry y las palabras se atoraron en mi garganta, no sé porqué pero sentía que le debía una explicación.
-¿Es eso cierto, Heather?- me apuró Harry por una respuesta.
-Es mi ex novio.
Ahí estaba, lo había dicho ya. El ceño de Harry se frunció a más no poder y parecía molesto, hasta podía decir que herido. No entendía nada y solo quería salir corriendo de allí. Reencontrarme con Charlie en ese lugar solo había removido viejos sentimientos y recuerdos en mí que estaban bien enterrados hacía meses; no quería pelear más con él, pero la presencia de Harry lo hacía todo más difícil.
-Ahí lo tienes idiota- soltó Charlie provocando la furia de Harry nuevamente.
-¡Charlie es suficiente!- le reclamé- No puedes simplemente aparecerte y fingir que todo está bien. No hay nada entre tú y yo y no lo habrá jamás.
-Heather, por favor- suplicó él tomando una de mis manos- déjame explicarte, charlemos y solucionemos esto.
-¡No!- negué soltándome de su agarre- No hay nada que arreglar, Charlie.
-Ya la oíste, idiota- agregó Harry mientras yo lo fulminaba con la mirada.
-Basta, Harry- lo reprendí- ¿Podrías dejarnos solos, por favor?
Lo mire suplicante, tenía que acabar esta conversación con Charlie pero con él a mi lado se me hacía muy difícil. Sé que no le gustó que le pidiera irse, me miró indignado y luego clavó su amenazadora mirada en Charlie. No conocía este lado agresivo y sobreprotector de Harry, no pude evitar sentir curiosidad por saber por qué reaccionaba de esta manera. Y entonces, desapareció como un huracán dejándome ahí con Charlie.
-¿Quién era ese tipo, Heather?- preguntó molesto Charlie.
-Es Harry, mi amigo- le dije cortante.
-Es un imbécil.
Solamente rodé los ojos ante su comentario y guardé silencio.
-Heather, te he buscado por todos lados, he ido a tu casa miles de veces en estas semanas. Es como si te hubiera tragado la tierra- me dijo.
-No vayas más a mi casa, ya no vivo allí- expliqué.
-Entonces dime dónde vives ahora- insistió.
Una vez más guardé silencio. No quería decirle que vivía con Harry, no tenía que darle explicaciones.
-¿Heather?- me llamó con el tono dulce que solía utilizar cuando estábamos juntos- Nena, todo está bien, podemos empezar de nuevo, lo sé, no volveré a fallarte.
Entonces la ira inundó mi sistema.
-¡¿Cómo te atreves a decir eso después de todo este tiempo?! ¡¿Crees que ahora voy a creerte y olvidarme de todo solo porque pareces estar arrepentido?! ¡Ni siquiera me has pedido disculpas, maldita sea!- le grité con todo el enojo que salía desde lo más profundo de mi ser.
Di la vuelta para alejarme de él pero retuvo una de mis muñecas con su mano y tiró de mí nuevamente.
-No me detendré hasta recuperarte, preciosa- dijo seguro de sí mismo.
-Dios, eres un idiota- suspiré resignada- No entiendo cómo pude haber estado tres años contigo, aléjate de mí y no me busques más.
Charlie solo soltó mi muñeca y me dedicó una impasible mirada mientras me alejaba de él y hacía mi camino de regreso al bar, con suerte y Harry estaría todavía allí con los demás. Estaba por abrir la puerta cuando me percaté del chico rizado a unos metros de la entrada recostado a la pared con sus manos en los bolsillos de sus ajustados vaqueros.
-¿Lo escuchaste todo, no es así?- le pregunté en un susurro dejando caer mis hombros.
-Cada palabra- afirmó.
-Es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas.
-¡Lo siento! Solo trataba de cuidarte y evitar que terminaras siendo violada en ese sucio callejón- exclamó Harry molesto.
-¡¿Qué diablos sucede contigo, Harry?!- exclamé molesta y al borde de derrumbarme- ¿por qué actúas como un idiota?
-Quizás es porque lo soy. Soy un idiota por pensar que tú y yo teníamos algo cuando es claro que tienes a alguien más en tu vida- soltó de repente.
No me dio tiempo de asimilarlo, su revelación me golpeó como una gigantesca ola de agua fría. ¿Harry y yo teníamos algo? Sí, nos hemos besado, abrazado y dado caricias; pero él nunca me pidió salir conmigo, tampoco preguntó nunca qué clase de relación teníamos. Demonios...¿qué éramos?
-Es injusto lo que estás diciendo, nunca habíamos hablado de ello antes- me defendí.
-¡Por Dios, Heather! ¡¿es que acaso no lo ves?!- dijo desesperado.
-¡Tú nunca has hablado de eso, Harry! ¡¿Pretendes que adivine?!- respondí exaltada- Tú tienes una novia que para ti no significa nada pero aún así sigues con ella y yo simplemente me he dejado atrapar por ti.
-¡Yo no te he obligado! ¡Tú tampoco dijiste ni preguntaste nada! ¡Sabías que Taylor y yo no éramos exclusivos!- me gritó de vuelta.
Mi cabeza había comenzado a doler y un nudo se instaló en mi garganta, ya sentía como las lágrimas se agolpaban en mis ojos y no quería derrumbarme delante de Harry. Estaba más que confundida y necesitaba pensar. ¿Era yo una más para él? ¿Por qué me hacía sentir especial si en realidad no lo era? ¿Estaba jugando conmigo como Charlie lo hizo?
Mierda, debo irme de aquí ahora...
-¿Sabes, Harry?- dije con un hilo de voz quebrada- Eso fue precisamente lo que no funcionó entre Charlie y yo, él quería no ser exclusivo, yo no fui suficiente para él.
Harry enmudeció y apartó sus verdes ojos de mí. No dijo nada y su silencio dolió más que todas las palabras que tal vez pudo llegar a decir.
-Me iré a...a tu casa- dije despidiéndome, ni siquiera podía llamarlo mi hogar.
Me di media vuelta y entré al bar, me dirigí a la mesa donde habíamos estado antes. Toda la noche de celebración se había arruinado con la aparición de Charlie. Vi a lo lejos a los amigos de Harry bailando y riendo, pensé en cómo me gustaría por una vez ser como ellos, sin problemas y sin tantas preocupaciones. Suspiré y tomé mi bolso y mi chaqueta, me la coloqué y me dispuse a salir. Atravesé nuevamente la multitud y antes de salir del lugar dirigí mi mirada a la barra, desde donde Harry me miraba con su ceño fruncido y una dura mirada. Tragué grueso y salí sin volver a ver atrás.
****
Me desperté sobresaltada al escuchar la abundante lluvia y los fuertes truenos.
¡Oh, no! ¿qué haré ahora?
Era un poco extraño que una chica de 20 años le tuviera un miedo irracional a las tormentas, pero todo se remontaba a las infinitas noches que pasé en vela cuidando de mi hermano Noah mientras mis padres tomaban turnos nocturnos en sus trabajos. Las violentas luces de los relámpagos alumbraban desde la ventana provocando que la habitación mostrara sombras reflejadas en todo el lugar. No me di cuenta que estaba tiritando del frío y del miedo. En estos momentos, después de haberme quedado dormida llorando, necesitaba a alguien que me ayudara a pasar esta tormenta. Miré el reloj que estaba en mi mesa de noche, eran las cuatro de la madrugada.
Me levanté y me coloqué un grueso abrigo y mis pantuflas. Salí sigilosamente al pasillo y al instante me arrepentí al ver que estaba sumido en penumbras, levemente iluminado por los relámpagos. Di un salto en mi lugar cuando cayó un trueno. Prácticamente corrí hasta la puerta de la habitación de Gemma y mi boca se abrió con temor cuando vi la nota pegada en su puerta que decía que tenía turno nocturno en el hospital.
Me abracé a mí misma y me recargué contra la pared mientras pensaba qué hacer. Mi corazón latía a mil por hora mientras estaba temblando. Me sentía estúpida por este miedo tonto pero sabía que no podía pasarlo sola.
¡Oh, al demonio con todo!
Apresuré mis pasos hasta encontrarme frente a la puerta de la habitación de Harry. No sabía si ya había regresado a casa después de su celebración de cumpleaños pero lo necesitaba ahora. Después de nuestra pelea tenía miedo de que me rechazara pero tendría que averiguarlo ahora.
-¿Harry?- pregunté tocando con mis nudillos la puerta suavemente.
Después de llamar por lo menos unas cuatro veces escuché pasos en el interior de la habitación. La puerta se abrió dejándome ver la imagen de un Harry somnoliento con sus rizos despeinados, su torso estaba desnudo y solamente llevaba unos pantalones de chándal. Me quedé muda por unos instantes, era simplemente hermoso.
-¿Heather? ¿Qué haces aquí?- preguntó con su profunda y ronca voz, rascándose un poco sus ojos para aclararse.
-Ummm, yo...yo solo he venido porque...-me sobresalto en mi lugar siendo interrumpida por un fuerte trueno.
Me tambaleo hacia atrás asustada.
-¿Estás bien?- pregunta Harry preocupado.
-Yo sólo necesito que...
-¿Harry?- escuché una voz femenina desde dentro de la habitación.
Esa voz...
Hay una chica con Harry en su habitación...
Veo a Harry palidecer al instante y cerrar más la puerta detrás de él. Me mira como queriéndome decir muchas cosas pero no abre su boca. Un escalofrío recorre mi espalda y sé que no es producto de la rayería, casi podía escuchar el sonido de mi corazón al romperse un poco más esta vez. El nudo en mi garganta se instala en su lugar de nuevo y mi vista se nubla sin yo percatarme.
-Heather, no es lo que...
-¿Harry, vas a regresar a la cama o qué?- otra vez la voz femenina lo interrumpe y reclama.
Es Taylor...
Oh no, sal de ahí, Heather...
¡Ahora!
Rápidamente me di la vuelta y eché a correr a mi habitación, apenas me dio tiempo de cerrar la puerta cuando me derrumbé en el suelo sin poder controlar el llanto que me asaltaba. Era demasiado para mí en un solo día: la partida de mi familia, los momentos con Harry, la celebración frustrada, la aparición de Charlie y la pelea con Harry. Era demasiado para mí en este momento. Relámpagos surcaban el cielo y los truenos me hacían sobresaltar mientras lloraba desconsolada en el suelo. Harry estaba en su habitación con Taylor, durmiendo juntos probablemente luego de haber hecho quién sabe qué cosas con ella. Me dolía. Me dolía porque muy en el fondo yo sabía lo que sentía por él, me dolía por todas las ilusiones que había creado en mi mente, me dolía porque yo quería ser la que estuviera allí con él.
Oh sí, dolía como el infierno...
De pronto escuché pasos en el pasillo y después escuché cómo tocaban a mi puerta. Podía sentirlo, era él.
-¿Heather?
*****
¡Hola! gracias por leer Locked in!
Espero les haya gustado!
Liam Hemsworth interpreta el papel de Charlie.
¡Nos leemos pronto!
Voten y comenten please... :(
Besos, Sallymoon :)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top