Capítulo 15

-No lo sé, Harry- respondí un poco insegura, mientras salíamos del edificio donde se encontraba la oficina del decano de la universidad.

Era tan curioso que Harry y yo estuviéramos en la misma universidad, él estudiaba derecho y arquitectura, era un chico impresionante. Yo por mi parte estudiaba para ser maestra de jardín de niños, amaba mi carrera. Gracias al cielo, el decano era amigo de Anne y luego de explicarle "lo terriblemente enferma" que estuve durante casi un mes, me dejó reanudar mis estudios sin ningún atraso. Tendría muchísimo que reponer, pero me agradaba estar con mi mente ocupada para no torturarme con pensamientos de mi padre y mi familia.

-¡Oh, vamos Heather! ¡Es mi cumpleaños! Recuerda que te había invitado hace semanas!- exclamó Harry perdiendo un poco la paciencia y colocándose a mi lado.

Todos los años para el cumpleaños de Harry, él y sus amigos iban a su bar favorito durante la noche a beber y a divertirse según él me había contado. Yo no era una persona de salir de fiesta y realmente estaba un poco nerviosa de conocer a sus amigos y de estar con él en otro ambiente al que no estaba familiarizada. Realmente, me gustaba más cuando estábamos en nuestra pequeña burbuja mientras estuve encerrada. Pero no podía decirle que no, no luego de todo lo que él hacía por mí.

-Umm, está bien, iré a tu celebración de cumpleaños- dije rendida y una pequeña sonrisa se formó en mis labios al ver como los ojos de Harry se iluminaron con mi respuesta.

-La pasaremos bien, además no estarás sola, las novias de Liam y Zayn estarán ahí, son buenas chicas y te encantará conocerlas- explicó apresuradamente antes de llegar a su auto en el estacionamiento.

Me detuve enfrente de la puerta del auto y solamente asentí a lo que había dicho Harry, la verdad es que ahora mi mente estaba puesta en lo que seguía: ir a despedirme de mi familia. No quería mostrarlo, pero estaba destrozada. Harry me miró a los ojos y pareció descifrar el rumbo de mis pensamientos; se acercó a mí acorralándome contra el auto y apoyándose con uno de sus brazos. No resistí su mirada indagadora por mucho tiempo y desvié mis ojos al suelo, él se acercó más a mí y con su mano libre levantó mi cabeza con una suave caricia en mi mentón. Podía sentir las lágrimas picando detrás de mis ojos y un ligero temblor me recorrió de pies a cabeza. Eran demasiadas sensaciones, la tristeza y la cercanía de Harry me abrumaban.

-Hey- dijo suavemente Harry con su ronca voz- sé lo que estás pensando, y no puedo decirte que no te sientas así pero sabes que estaré a tu lado pase lo que pase. Estaré contigo para ayudarte a pasar por esto.

No le respondí de inmediato, su tacto estaba causando estragos en mi sistema y sin darme cuenta una de mis manos se levantó para acariciar su mejilla y luego pasarla suavemente por sus castaños rizos en un intento de peinarlos. Harry soltó una pequeña risita y luego su vista se posó en mis labios. Inmediatamente me sonrojé al pensar en lo que yo había hecho la noche anterior, él no lo había mencionado pero sabía que lo estaba recordando en este momento. Lentamente sentí como mis preocupaciones se desvanecieron un poco y solamente le sonreí antes de envolver mis brazos alrededor de su cintura. Harry respondió a mi abrazo y me atrajo más hacia él, se puso a mi altura colocando su cabeza en uno de mis hombros y me envolvió fuertemente entre sus brazos.

Se sentía como un hogar estar en sus brazos...

Luego de unos minutos nos separamos y entramos al auto. Harry me sonrió tiernamente antes de encender el motor del auto y salir del estacionamiento. Sentí como el nerviosismo se apoderó de mí otra vez en cuanto entramos a la carretera. Iría a despedirme de lo que más quería en el mundo, mi familia necesitaba estabilidad y seguridad y yo estaba dispuesta a aceptar que se fueran de aquí para encontrarla. Sabía que Desmond seguiría vigilando pero yo me encargaría de que él jamás pudiera llegar hasta ellos para hacerles daño. Yo encontraría a mi padre y le haría pagar por su abandono y por haber arruinado nuestra familia.

*****

Abrí mis ojos lentamente, tenía un horrible dolor de cabeza y me dolía el cuello. Inmediatamente me di cuenta dónde estaba al sentir una superficie blanda bajo mi cabeza. Me había quedado dormida hace unas horas en el regazo de Harry. Luego de haber despedido a mi madre y a mis hermanos, habíamos regresado a la casa y me derrumbé por completo. Delante de mi familia no lloré, tenía que ser fuerte por ellos, pero delante de Harry no pude disimular y comencé a llorar desconsoladamente. Él me llevó hasta mi habitación y me recostó en su regazo dejándome llorar libremente mientras él acariciaba mi cabello, no me di cuenta en qué momento me había quedado dormida.

Me incorporé lentamente, quité de mi rostro algunos mechones de mi cabello mojados por el sudor y sacudí un par de veces mi cabeza en un intento de ordenar mis ideas. Harry también había cedido ante el sueño y se había dormido sentado contra el respaldar de mi cama. Miré a mi alrededor y vi varias de las maletas que había traído con mi ropa y mis pertenencias. Alcancé una y la abrí, comencé a colocar algunas fotos en el escritorio y mis implementos de la universidad en los cajones. No sé cuánto tiempo pasó hasta que un leve carraspeo interrumpió mis labores y me hizo sobresaltarme.

-Harry, me asustaste- dije volviéndome hacia él con una mano en mi pecho. Mi corazón latía descontroladamente.

En serio, Heather, debes relajarte ahora mismo...
Harry creerá que estoy demente...

-Te asustas con tanta facilidad- se burló de mí Harry con su risa más ronca de lo normal.

Lo miré por unos segundos, su cabello estaba revuelto con algunos rizos rebeldes en su cara y sus ojos más cerrados a causa de haber estado durmiendo. El brillo tenue del atardecer tenía la habitación en una colorida penumbra. Dios, parecía una visión o un jodido ángel. Sentí el rubor alcanzar mi rostro y rápidamente me volteé para seguir con lo que hacía.

-¿Cómo te encuentras ahora, Heather?- preguntó él.

-Umm, me siento un poco mejor- dije volteándome para agradecerle- gracias por haber sido mi pañuelo de lágrimas, fue muy dulce de tu parte.

-Cuando quieras, linda- me sonrió mientras me guiñaba un ojo.

Estaba a punto de desmayarme...

Forcé una sonrisa y me acerqué un poco más a la cama donde él aún estaba recostado. Me senté en la orilla contraria, de espaldas a Harry viendo hacia algún punto de la pared. De pronto muchos recuerdos surgieron en mi mente y sentí mi corazón estrujarse al comprender cómo había cambiado mi vida en tan poco tiempo.

-Sabes, Harry, mi vida siempre ha apestado- dije soltando una risa burlona que más bien sonó como un quejido.

-¿A qué te refieres?- preguntó.

-Es una larga historia- rectifiqué, arrepintiéndome de mi impulsivo comentario.

-Aun tenemos tiempo- afirmó Harry, su tono de voz me dejaba ver que realmente estaba interesado en conocer la historia.

Nunca había hablado de esto con nadie, ni siquiera con Charlie con quien estuve tres años. Confiaba en Harry y realmente necesitaba sacar todo y solamente contarle a alguien todo lo que había sucedido. Era difícil, pero quería dejarlo ir de una buena vez. Me mantuve en mi lugar y Harry también, creo que no quería presionarme. Respiré profundamente antes de empezar a hablar.

-Nunca he celebrado uno solo de mis cumpleaños con mi familia completa, Harry- empecé a contarle- Mi padre y mi madre estaban ahogados en deudas cuando yo nací, y vivimos al borde de la miseria mis primeros años de vida. Pronto llegó mi hermano Noah y las cosas empeoraron. Ellos trabajaban todo el día y a Noah y a mí nos cuidaba una de las vecinas hasta bien entrada la noche. Nunca hubo cumpleaños, paseos, ni navidades felices. Cuando los gemelos llegaron fue cuando mi padre tocó fondo; se entregó a sí mismo al alcohol e iba a beber con sus amigos tres o cuatro noches a la semana. Mamá tuvo que dejar de trabajar para cuidar a mis hermanos y el salario de mi padre no era suficiente para mantenernos a todos y a su vicio.

Harry estaba en completo silencio y aunque estaba de espaldas a él, podría sentir la tensión que emanaba de su cuerpo. Me armé de valor para seguir con la historia.

-Cada noche cuando él llegaba borracho discutía con mi madre, había más deudas y muy poca comida, el dinero no alcanzaba. Discutían fuertemente y mi padre comenzó a golpear a mi madre...- un sollozo ahogado salió involuntariamente de mi boca mientras sentía a Harry acercarse y pasar su brazo por encima de mis hombros- las primeras veces solo la golpeaba una o dos veces; mi madre siempre nos decía que cuando llegara mi padre corriéramos a mi habitación para escondernos hasta que todo pasara. Casi todas las noches era como una ruta de evacuación, corría con mis hermanos y nos escondíamos debajo de mi cama, yo sostenía un bate de béisbol en mis manos. Sabía que jamás podría dañar a mi padre, pero por mis hermanos tenía abierta la posibilidad de hacerlo. Las peleas pronto se hicieron peores...

Lágrimas bajaban nuevamente por mi rostro y el agarre de Harry se intensificó. Su cercanía y su calor me reconfortaban.

-No tienes que seguir si no quieres, nena- habló por primera vez Harry desde que había empezado.

-No, quiero hacerlo- le aseguré sollozando- Una noche no lo soporté más, los gritos eran peores, platos y cosas de vidrio se rompían, mamá lloraba aterrorizada y mi padre estaba fuera de sí; mis tres hermanos lloraban y cubrían con sus manos sus oídos. Fue ahí cuando supe que tenía que detenerlo antes de que fuera tarde. Así que, tomé el bate de béisbol y salí de la habitación, no sin antes dejar encerrados a mis hermanos. Me dirigí a la cocina y me encontré a mi padre arrastrando del pelo a mi madre por el piso y rompiéndolo todo a su paso. Sin pensarlo lo golpeé lo más fuerte que pude en sus piernas, él cayó adolorido al suelo y abrió sus ojos de la impresión. Creo que verme golpeándolo para detenerlo lo hizo finalmente reaccionar, se puso de pie y salió por la puerta. Luego de esa noche, no lo volvimos a ver por tres años.

Harry me miraba incrédulo sin saber qué decir. Sentí como jugueteaba nerviosamente con mi cabello mientras me abrazaba.

-¿Cuántos años tenías cuando todo eso pasó, Heather?- indagó él.

-Quince años- respondí por lo bajo.

-¿Y cuándo regresó?- preguntó nuevamente.

- Tres años después apareció un día de la nada en la puerta de la casa. Dijo que luego de que lo golpeara se había sentido arrepentido de las cosas que había hecho y se había internado en un centro de rehabilitación todos esos años. Había regresado recompuesto, con dinero y con un trabajo; mi madre lo perdonó sin guardarle rencor alguno, pero le costó más trabajo conmigo y con mis hermanos- le expliqué- ¿pero a costo de qué? Nunca más se mostró violento, dejó de beber, pagó cada deuda y empezó a comprar cosas para nosotros y para la casa. Pero destruyó nuevamente a nuestra familia, ahora comprendo cada cosa que me parecía fuera de lugar: las llamadas, las salidas de noche, el dinero. Se equivocó nuevamente, Harry, hizo las cosas mal.

-Eso no puedo discutírtelo, Heather, pero solo estás viendo un lado de la historia. No sabes las razones del porqué ha hecho todas estas cosas- me aconsejó Harry.

-Lo sé, y sé que él cambió y se ganó nuestra confianza de nuevo, es solo que...- sollocé nuevamente- siento que nos ha fallado de nuevo y siento que esta vez se ha ido para siempre.

-Te prometo que lo encontraremos- me aseguró Harry mientras tomaba mi rostro entre sus manos y besaba lentamente la comisura de sus labios- y resolveremos esto.

-Es lo que más quiero en este mundo- le confesé mientras yo igualmente besaba la comisura de sus rosados labios- ahora solo tú lo sabes, gracias por escucharme.

-En cualquier momento y hora, nena- me dijo con esa sonrisa de medio lado que tanto me gustaba de él.

A regañadientes nos separamos porque Harry me recordó de la salida de esta noche con sus amigos para celebrar su cumpleaños. Harry cumplía 21 años al día siguiente y necesitaba comprarle un regalo. Él salió de mi habitación, no sin antes decirme que en una hora nos iríamos a encontrar con los chicos. Estaba nerviosa. Empecé a arreglarme con la incertidumbre de no saber lo que pasaría en esta noche.

****

¡Hola! Perdón por haber estado tan desaparecida con Locked in, es que simplemente se me fue la inspiración por algunas semanas, pero ya he vuelto con más de Harry y Heather.
Espero les guste y puedan votar y comentar. Cuéntenme algo sobre ustedes, cualquier cosa que quieran.

Mil besos por estar aquí, Sallymoon :)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top