Capítulo 14

Maldición...

Tenía a Heather entre mis brazos y no hacía más que sentirme culpable por lo sucedido, por haberla dejado sola. Lentamente la separé de mí y vi como dirigió sus ojos buscando los míos con algo de decepción en su rostro.

-Heather, yo- traté de empezar a disculparme, pero ella me interrumpió antes.

-Harry, no- cortó tajante- sé lo que vas a hacer y quiero que te detengas ahora.

Fruncí mis cejas en desconcierto al no entenderla del todo bien y dirigí rápidamente mi mirada hacia Gemma que miraba la escena con gran interés. Carraspeé molesto hacia ella en un intento de que se percatara de que quería que me dejara a solas con Heather.

-¡Lo siento, lo siento!- dijo rápidamente Gemma- Yo, ummm, los dejaré para que hablen.

Dicho eso, Gemma abandonó la habitación y me enfoqué nuevamente en Heather que no había apartado sus ojos de mí ni un segundo. Pude ver su pómulo hinchado por los golpes que le había dado Desmond y apreté fuertemente mis puños muy enojado. De verdad me sentía muy culpable por lo sucedido y quería compensarla de alguna forma.

-Harry- empezó ella nuevamente pero la interrumpí como ella había hecho conmigo.

-Te prometí que no volvería a dejar que él te hiciera daño, y no pude cumplir con mi promesa- le confesé por lo bajo, mientras acariciaba lentamente su cara con cuidado de no lastimarla.

Sentí su respiración acelerarse con mi toque y ella cerró levemente sus ojos disfrutando de mi caricia.

-Tú no has roto ninguna promesa- afirmó ella.

-Claro que lo hice- seguí- Debí haber regresado lo antes posible.

-Estoy segura de que tienes una explicación increíble para eso- respondió Heather con una sonrisa en sus labios.

Separé mis dedos de su rostro y la tomé de la mano para llevarla hacia el sillón donde estaba sentada minutos atrás. Ella se sentó y yo a su lado, ambos nos miramos de frente sin separar nuestras manos.

-Alguien le dio información a Zayn sobre tu padre- le expliqué- Le dijeron que lo habían visto en unas bodegas abandonadas en las afueras de Holmes Chapel y entonces, fui con ellos para comprobarlo. Estuvimos esperando por unas horas pero el lugar estaba desierto, cuando venía de regreso la señora Johnson me llamó y me dijo lo que estaba pasando. Traté de llegar lo más rápido que pude, Heather, de verdad siento muchísimo que pasaras por esto.

-No tienes porqué disculparte ni sentirte culpable por nada, Harry- dijo ella dulcemente acariciando mi mano- Nadie en este mundo ha hecho jamás todo lo que tú has hecho por mí en estas semanas. Jamás podré darte las gracias lo suficiente.

-Saber que ahora eres libre es más que suficiente para mí, linda- le respondí con una sonrisa.

Heather sonrió igual y volvió a rodear mi cuerpo con sus brazos.

Demonios, podría acostumbrarme a esto...

Pasados unos segundos, escuchamos a alguien aclararse la garganta. Ambos levantamos nuestros rostros para ver a mi madre en la puerta con una sonrisa divertida en su cara.

-¿Interrumpo algo?- preguntó mientras seguía sonriendo.

Vi el rostro de Heather sonrojarse y separarse un poco de mí avergonzada.

-No mamá, no interrumpes nada- le dije fulminándola con la mirada.

-Solamente quería ver como estaba Heather y presentarme formalmente, ya que seguramente tú no lo harás, Harry- siguió hablando mientras se acercaba a Heather y a mí- Hola Heather, soy Anne, es un placer conocerte.

-Mucho gusto, señora- saludó Heather extendiendo su mano y estrechándola con mi madre.

-Llámame Anne, por favor- pidió mi madre- Ahora me gustaría que tomaran asiento porque hay algunas cosas que debemos hablar.

-Sí, umm, yo quería darle las gracias por haberme ayudado hoy- agradeció Heather.

-Puedes tutearme, querida- agregó mi madre- Y no tienes nada que agradecer, has pasado por mucho y me alegra que Harry te encontrara y ayudara. Mira, Heather, debo advertirte; aunque parezca que Desmond te ha dejado libre, las cosas con él nunca son fáciles. Él no se hará a un lado hasta que consiga lo que quiere.

-Mamá- intervení- no tienes porqué asustarla.

-Ella debe saberlo, Harry- sentenció mi madre seriamente- Heather, si Desmond cree que tú tienes alguna información o si siente que puede volver a utilizarte de alguna manera, él regresará y lo hará, ¿lo sabes, no?

-Sí, lo sé- respondió Heather bajando su cabeza.

-Es por eso que creo que debes quedarte aquí- añadió mi madre, a lo cual tanto Heather como yo levantamos nuestras cabezas rápidamente- Harry puede cuidarte, podrás regresar a la universidad y a tu trabajo si así quieres, pero sabes que aquí estarás más segura que si regresas con tu familia.

Heather pareció tomarse unos segundos para pensarlo y me miró buscando saber mis pensamientos.

-Heather, sabes que quiero que estés bien y para mí no supone un problema tenerte aquí en lo absoluto, ¿somos amigos no es cierto?-la alenté.

-Bien, creo que es lo mejor para mí y para mi familia. Si Desmond vuelve no quiero que ellos estén cerca y seguiré tratando de encontrar a mi padre, aunque es muy posible que a estas alturas esté muy lejos de aquí- dijo ella con algo de tristeza.

-De acuerdo, entonces no se hable más, Harry te llevará a la habitación que podrás ocupar- respondió mi madre alegre.

-De nuevo muchas gracias, Anne- dijo Heather.

-No hay de qué, querida- añadió mi madre.

****

Caminé por los pasillos mientras escuchaba los suaves pasos de Heather detrás de mí, no hacía falta ser un genio para saber en qué estaba pensando mientras me seguía. Sabía que la situación la superaba y no me gustaba verla así nuevamente: sin esperanza. A pesar de no tener que estar encerrada en una habitación todo el día, en cierta parte todavía tenía que vivir de esa forma, solamente era cuestión de tiempo para que Desmond reapareciera con una nueva exigencia. Mi cabeza también iba a mil por hora, ya que yo tenía los medios necesarios para ayudarla y protegerla, no quería fallarle nuevamente; y más importante no quería cometer un error que le costara la vida a Heather. No de nuevo.

Por el momento, mañana la llevaría a la universidad a hablar con el decano y tratar de convencerlo para dejarla retomar este semestre, tendríamos que inventar alguna excusa creíble. Suponía que el asunto de su trabajo era caso perdido, porque no había manera que alguien que había desaparecido de su trabajo por tres semanas sin excusa alguna pudiera recuperarlo. La otra cosa difícil de hacer sería llevarla a su casa a recoger todas sus cosas y a despedirse de su familia. Pero estaría ahí para ella, para no dejarla darse por vencida. Era la primera vez que me encontraba a mí mismo preocupándome por alguien más que no fuera yo en mucho tiempo. Sí, tenía a mi familia y mis amigos, pero ellos siempre habían estado para mí; una persona fuera de ellos no me interesaba en lo absoluto y no despertaba nada en mí. Pero Heather llegó para cambiar todo eso, aun después de ella.

Me detuve frente a una puerta luego de algunos segundos y la abrí, dejando que Heather entrara primero. La habitación que ella ocuparía estaba cerca de la mía y de la de Gemma, esperaba que ella se sintiera lo más cómoda posible. Me quedé en el marco de la puerta mientras observaba como Heather daba unos pasos y estudiaba todo lo que había a su alrededor con asombro. Se volteó para verme y en sus ojos vi algo de emoción.

-¿Te gusta?- le pregunté con una sonrisa.

-¿Hablas en serio? Es una habitación preciosa, Harry- dijo emocionada.

-Que bueno que lo piensas- agregué contento- Ponte cómoda mientras voy por las cosas que tenías en el otro lugar.

-De acuerdo- dijo sonriéndome.

Con ayuda de la señora Johnson traje las pocas cosas que le habíamos dado a Heather mientras estuvo encerrada y las acomodamos los tres en la nueva habitación. Luego tomamos té con algunas galletas y rearmamos uno de los rompecabezas de gatos que se había arruinado al trasladarlo, solamente porque Heather quería enseñárselo terminado a mi hermana.

-¡Listo!- exclamó Heather poniéndose de pie y estirándose un poco.

-¡Demonios!- dije algo irritado- Esto ha sido jodidamente agotador.

-Eres muy malo con las artes manuales- rió Heather al ver mi expresión de aburrimiento y agonía.

-¡Oh no, nena! Créeme, soy muy bueno usando mis manos- le dije sugestivamente clavando mis ojos en ella.

Eso es jugar sucio, Styles.

Vi como el rostro de Heather se adornaba con ese cálido rubor que tanto me gustaba y apartaba su mirada de la mía como de costumbre. Aproveché para seguirla molestando.

-Estás sonrojada, Heather- afirmé con una pequeña sonrisa.

-¿Qué? No es cierto- se defendió con prisa en sus palabras.

-Sí lo es, estás sonrojada porque te pongo nerviosa- sentencié mientras me reía.

Ella frunció levemente el ceño y se alejó molesta tratando de ocultarse.

-Pues te equivocas, no me pones ni un poco nerviosa- dijo con el filo de la molestia en su voz.

-Te apuesto lo que sea a que sí- continué, poniéndome yo también de pie y acercándome lentamente a ella.

-No voy a apostar nada contigo, Harry- se negó ella.

-Bien, si no quieres apostar conmigo, entonces pruébamelo- cambié de estrategia acercándome más.

-¿Pr-probarte qué?- tartamudeó en un susurro.

-Que no te pongo ni un poco nerviosa, Heather- dije mirándola a los ojos y poniendo mis manos suavemente sobre sus hombros.

-No, umm, no lo haces- respondió ella y noté como tenía su respiración acelerada y su cara se sonrojaba a más no poder.

Ya la tienes, Harry.

Acerqué lentamente mi rostro al suyo y ella quiso retroceder, lo cual aproveché para tomarla por la cintura y hundir mi cara en su cuello. Respiré su delicioso aroma y coloqué un suave beso en su cuello. Casi podía escuchar los desbocados latidos de su corazón y no podía negar que me encantaba ser yo el responsable de provocarle todas esas sensaciones. Ella nunca lo sabría, así como nunca sabría todo lo que ella provocaba en mí. Acaricié su cabello y pasé la punta de mi nariz despacio por las lindas facciones de su rostro; luego acerqué mis labios a los suyos. La sentí relajarse en mis brazos y justo cuando estaba a punto de perder mi control y besarla aparté mis labios y los llevé a su oreja rápidamente.

-Buenas noches, linda- le susurré al oído y la solté, emprendiendo mi camino hasta la puerta para salir e irme a mi habitación. Yo también estaba completamente acelerado. No quise quedarme a observar la reacción de Heather porque probablemente estaría furiosa conmigo, pero no pude resistirme a ponerla así.

Salí de su habitación cerrando la puerta y no había ni dado tres pasos cuando escuché la puerta abrirse de nuevo. Me volví para ver a Heather en la puerta mirándome.

-¿Harry?- susurró.

-¿Sí?- pregunté, preparándome para lo peor.

Ella no dijo nada y solo acortó la distancia entre los dos rápidamente para depositar un suave y dulce beso en mis labios, luego se apartó y puso su frente con la mía. Ella suspiró levemente y luego se alejó de mí regresando a la puerta.

-Gracias por todo- volvió a susurrar con una pequeña sonrisa en sus labios, para mirarme por última vez y cerrar la puerta, dejándome en medio pasillo con una sonrisa estúpida en mis labios.

♡♡♡♡♡

¡Me di cuenta de que Wattpad había borrado la mitad de este capítulo! ¡Lo siento! :(

En fin, aquí está la otra parte que faltaba, espero les guste.

Gracias por leer y les deseo a todos un Feliz Año Nuevo :)

Con cariño, Sallymoon :)

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