Capítulo 13
Los amigos de Harry me llevaban casi a rastras por los oscuros pasillos. Mis piernas no respondían y mi cuerpo tampoco, había olvidado cuán mal solía reaccionar ante estas situaciones. Más adelante, Gemma se volteaba de vez en cuando para mirarme, veía la preocupación en sus ojos. ¿Por qué, si ella no me conocía?
Poco a poco me esforcé por mirar a mi alrededor. Como Harry me había dicho, esta área estaba separada de la mansión y estaba siendo remodelada hasta hace poco, cuando él decidió detener la obra. Los pasillos eran oscuros y olía a humedad, había muebles cubiertos con sábanas y las ventanas estaban selladas y cubiertas con plástico. Todo lucía fúnebre y apagado. Luego de caminar unos minutos, atravesamos un agujero en una pared y empezamos a bajar unas enormes y antiguas escaleras. Probablemente este lugar había tenido una apariencia muy diferente, estoy segura de que me habría gustado.
Los chicos que me escoltaban no se separaban ni un centímetro de mí, y me ayudaron a bajar las escaleras. Estaba un poco mareada y los golpes en verdad habían empezado a doler. No tuve noción de cuántos pasillos y puertas más atravesamos, a la derecha o a la izquierda.
De pronto, el panorama empezó a cambiar y caí en cuenta de que ya nos encontrábamos en la otra parte de la mansión, el lugar donde vivía Harry junto a su madre y hermana. El lugar gritaba lujo por todas partes, o al menos las que yo pude apreciar, tenía un lindo acabado rústico y resultaba acogedora. Simple pero con lo necesario. Subimos otras grandes escaleras y pasamos por otros pasillos, hasta llegar frente a una puerta de madera blanca con una linda pintura de un gato decorándola.
Gemma abrió esa puerta y supe que estábamos en su habitación. Era también blanca por dentro con algunos detalles de colores pastel, otras pinturas decoraban las paredes. Ella se dirigió a unos sillones pequeños de color lila y me indicó que me sentara. Luego entró al baño y regresó con un maletín en sus manos. Los amigos de Harry continuaban allí de pie mirándome con preocupación, talvez pensaban que en cualquier momento entraría en shock. Y es que realmente me sentía mal, estaba asustada y preocupada. No sabía que iba a pasar ahora ni qué sería de mí. Sin embargo, había un pequeño sentimiento de felicidad en mi pecho porque sabía que no tendría que seguir encerrada, aunque eso significara tener que cumplir con las condiciones de Desmond Styles. Decidí apartar esos pensamientos de mi mente por el momento.
Gemma se acercó a mí con el maletín en sus manos mientras sonreía.
-Soy Gemma Styles- se presentó.
-Heather Reynolds- respondí en un susurro con mi voz ronca.
-Encantada de conocerte, Heather. Ellos son Zayn y Liam- agregó ella, señalando a los chicos.
Respondí con un atisbo de una sonrisa y asentí levemente ante los chicos. Ellos me sonrieron de vuelta.
-Bien- dijo Gemma- Creo que es hora de que salgan de aquí chicos, necesito atender a Heather.
-De acuerdo, iremos con Harry- afirmó el chico de pelo negro, creo que su nombre era con zeta, ya no lo recordaba. Acto seguido, caminaron hacia la puerta y se fueron.
-¿Harry?- me atreví a preguntarle a Gemma con un hilo de voz. Estaba realmente ansiosa por verlo y saber que estaba bien. No quería que se enfrentara más a su padre por mí.
-Él estará bien- respondió sonriéndome- Harry es un chico listo.
Gemma tenía cierto parecido con Harry y su presencia era afable y muy tranquilizadora. Con mucho cuidado empezó a curar mis golpes y guardó silencio mientras se concentraba en su tarea. Dolía, y mucho, pero ella era cuidadosa con lo que hacía.
-¿Eres doctora?- pregunté sacando a la luz mi lado curioso.
-Enfermera- me informó.
-¿Cómo sabías de mí?- pregunté de nuevo sin poder guardarme la interrogante.
-Comencé a sospechar algo desde que noté que me faltaban algunas cosas- dijo entre risas- Luego, no veía nunca a Harry y siempre que preguntábamos por él nos enterábamos que estaba en el área de remodelación, lo cual era muy extraño ya que la construcción estaba detenida desde hacía algunas semanas. Así que, interrogué a la señora Johnson y ella no tuvo más remedio que contármelo todo.
-Eres buena en esto- solté una carcajada.
-Nada se me escapa- dijo guiñándome un ojo. Era tan carismática como Harry.
Ella continuó trabajando en mis golpes y mi mente nuevamente viajó hacia Harry. Quería verlo, quería saber si estaba bien.
-Eso sucedió ayer, ¿sabes?- Gemma dijo interrumpiendo mis pensamientos- Planeaba decírselo a Harry hoy cuando regresara de la universidad, y entonces fue cuando vi a la señora Johnson entrar en pánico cuando mi padre vino. Ella inmediatamente llamó a mi madre y se lo contó todo.
-Tu madre y tú han sido extremadamente generosas al ayudarme- agradecí.
-Ha sido con todo el gusto, creo que Harry debe haber visto algo especial en ti, así que ¿por qué no ayudarle?- respondió con una sonrisa en su rostro.
-No sé qué pasará conmigo ahora- susurré.
-No te preocupes por eso ahora, Heather- me animó- Ya veremos lo que nos dicen Harry y mi madre.
-¿Así que los rompecabezas de gatos eran tuyos?- cambié de tema.
- Sí, los había comprado para armarlos y colgarlos en la pared. Pero con mis estudios y el trabajo no tenía tiempo para armarlos. ¡Y tú lo has hecho en unos días!- exclamó.
-Harry me ayudó- respondí riendo.
-¡Oh, Dios!- exclamó riéndose- Lo escucho y no lo creo, ¡Harry Styles armando rompecabezas de gatos!
Comenzamos a reírnos juntas hasta que empecé a sentir dolor en mi mejilla y me topé con un par de ojos verdes. Nos detuvimos las dos y vimos a Harry apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados y una sonrisa en su rostro. Al verlo mi corazón empezó a acelerarse como siempre.
-Harry...- susurré mientras me ponía de pie.
Él clavó sus ojos en mí y pude apreciar la tormenta que se producía en ellos. Miedo, preocupación, tristeza y culpa también. No quería que se sintiera culpable por lo sucedido, él no tenía nada que ver ni podría haber evitado que su padre viniera a enfrentarme. Debía demostrarle que no tenía nada porqué disculparse.
Acorté la distancia entre los dos sin decir palabra alguna y justo cuando él estaba por abrir su boca, me lancé a sus brazos y me fundí con él en el que era nuestro tercer abrazo. Aferré mis brazos a él con fuerza y descansé mi cabeza en su hombro. Harry suspiró y acarició mi cabello para luego aferrar sus brazos también alrededor de mi cuerpo.
Jamás imaginé que un abrazo pudiera transmitir tanto.
Nos quedamos así abrazados, sin importarnos estar delante de Gemma. Sin necesidad de palabras por el momento, sin necesidad de explicaciones. Solamente estaba feliz porque él estaba conmigo.
♡♡♡♡♡
Primero que nada quiero disculparme por no haber subido capítulo el fin de semana pasado. Padezco una enfermedad y no he tenido días buenos últimamente, además mi hermana se casó este sábado y había mucho por hacer. Mil disculpas por hacerlos esperar.
En fin, queridos lectores, gracias por leer. Ahora es una nueva etapa para Heather, nuevos obstáculos para enfrentar.
¡Voten y comenten, por favor!
Gemma en multimedia.
Love, Sallymoon :)
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