Taehyung despertó en esa habitación otra vez. Esta vez sintió algo en su cuello y al tocarse sintió un collar grueso de cuero, tenía un candado. -¿Para qué me pusieron eso?- Pensó.
Intentó levantarse de la cama, pero no pudo. Un fuerte calor le recorrió el cuerpo entero y volvió a caer en la cama. –Esto no puede ser!, mi celo llegó.- se dijo.


En la agencia JungKook era preparado, ese día iba a ir a un cabaret de la ciudad para comenzar el proceso de infiltración.
Repitió los pasos una y otra vez. Le enseñaron a manejar un arma para autodefensa. Si el plan fallaba debían abandonar toda esperanza de encontrar al omega rápido.


Cuando el alfa entró a la habitación Tae ya no podía hacer nada, sentía que perdía la conciencia. Sabía que iba a pasar, uno de sus lobos lo poseería y no quería eso. Especialmente con ese lobo.
Pero no pudo controlarlo. Sus ojos se tornaron dorados y recibió sin quejas todas las caricias que el alfa le daba desesperado por ese aroma que desprendía debido a su celo.
-Maldición!! Te quiero ahora.- Dijo Hoseok, mientras besaba al omega.
-Tómame.- Le dijo. Tomó el rostro del alfa y comenzó a besarlo.
Se quitaron sus ropas apresuradamente. El omega se posicionó sobre el alfa.
-¿Con que éste es tu otro lobo? Me gusta más que el otro y que la personalidad de Taehyung.- Dijo eso mientras lo penetraba violentamente y saciando su apetito sexual.
Taehyung solo gemía como nunca.
Hoseok moría por marcarlo en ese instante pero sabía que si hacía eso le iba a ser imposible trabajar como lo estaba haciendo hasta ahora. Por esa razón puso el collar “anti-mordidas”.
Un lazo era lo que menos quería, pero tampoco quería soltar a ese omega. Lo había reclamado como suyo y así iba a ser.



La noche llegó y JungKook entró a uno de los tantos cabarets que había en la ciudad, con el fin de encontrar a algún mafioso que le proporcionara “carne fresca”.
Al entrar al lugar, la música lo aturdió. Las luces lo enceguecían. La verdad odio el lugar. Además de que a medida que se adentraba veía como tipos tenían a un omega sobre ellos como si fuesen sus sirvientes sexuales, eso le dio asco. La verdad que quería golpear a esos alfas por no saber tratar a los omegas. JungKook tenía un arma y por su cabeza pasó en llenar de tiros a esos hijos de puta, pero toda la misión se iría a la basura. Solo se dignó a caminar hasta la barra y pedir hablar con el “Perro Verde”, con ese apodo se lo hacía llamar al jefe de ese bar; quien dirigía todo en ese lugar y se encargaba de vender omegas según lo investigado por la agencia de Min.
Lo hicieron entrar a una habitación aislada de todo lo demás.
-Preséntate!.- Dijo el tipo, realmente más desagradable que todo lo que vió al entrar al cabaret. Ese era un beta, gordo y peludo, estaba fumando un porro y tomando Tequila.
-Solo vengo por “carne fresca”, no necesito presentarme. Hacemos el negocio y me voy de aquí.- Dijo JungKook. Mientras balanceaba una valija, haciendo entender que ahí tiene el dinero listo para ser entregado.
- Tipo desconocido, y de pocas palabras…no puedo dudar si ya traes el dinero. ¿Qué tipo de omega andas buscando?- Le preguntó.
-Tráeme lo que tienes y yo elijo, sólo necesito a uno.-
- Bien! Ya escucharon! – le dijo el tipo desagradable a sus dos guardias que estaban en la puerta.- Tráiganme a Jin.-
-Sí, señor.- Dijeron.
-Tengo un omega que no me sirve, está marcado. Pero digámoslo así es un adonis.-
-¿Por qué no te sirve?.-
-Está marcado, como te dije. Y eso significa que en algún momento el omega cae en depresión por no poder estar con su alfa y toda esa mierda. Ya intentó matarse tres veces. Me haces un favor si te lo llevas. No sé si te sirve de juguete sexual, pero bien puedes vender en el mercado negro sus órganos.- Dijo sin pudor.
¿Cómo puede ser que estos tipos desprecien tanto las vidas humanas? Se preguntaba JungKook. No veía la hora de salir de allí, las ganas de pegarle un tiro al tipo le estaban ganando.
Pudo llevarse al omega de ese lugar, lo cargó en su auto. Y se dirigió hacia un hotel donde lo esperaba Min Yoongi más dos investigadores más. Eligieron esa ubicación por si lo seguían a JungKook cosa que pasó, al estar en un hotel no sospecharían mucho ya que podía pensar que es viajero que solo estaba de paso para hacer negocios.
JungKook estaba muy enojado. De solo pensar que su pequeño omega estaba en manos de tipos como con el que trató esa noche.