Verdad (16)


—Si Milka, pregunta dile que ellos vendrán más tarde —aconseja Ravenna antes de entrar al bar.

—¡Hola! —digo llamando la atención de Milka, quien al verme se acerca emocionada.

—Por fin estás aquí, pensé que tendría que terminar todo yo sola —suelta con aire dramático.

—Ya estoy aquí.

—¿Quién es ella? —pregunta señalando a la prometida de su cuñado.

—Ella es Ravenna Clapton, la prometida de Eiden —respondo dejándola perpleja—. Y no me mires así, que yo no tenía idea de nada.

—Con que bien guardadito se lo tenía —dice riendo por lo bajo.

—Es un poco reservado —habla Ravenna por fin.

—¿Poco? Yo diría irritantemente reservado —brama Milka dirigiéndose hacia la barra—. Lo mejor es que empecemos, no quiero retrasos.

—Vaya, también nos exiges —mascullo acercándome a ella junto con Ravenna—, estoy tentada a irme, aún estoy a tiempo.

—Tiempo es lo que no tenemos, ahora mueve tu lindo tracero hacia la escalera —ruedo los ojos y hago lo que me dice.

—Si me rompo una pierna, será tu culpa —informo tomado la guirnalda que me pasa.

—Deja el dramatismo —se queja dando una palmada en el tracero—. Y tu cuñada, ven estás botellas no van a ordenarse sola.

Milka se tomó muy enserio lo de ponernos a trabajar, no dejó que nos sentáramos ni un momento, mientras ella solo se dedicaba a repartir órdenes.

—Ya no pienso seguir, ni mucho menos ponerme ese ridículo disfraz —comunico a mi ahora jefa.

—Claro que te pondrás este disfraz, serás una linda chica gótica —grita emocionada, provocando que yo y Ravenna hagamos una mueca de molestia.

—No quiero se una mujer chupa sangre —digo sentándome en la cama.

—No cuando eres la mujer de un lobo —suelta Ravenna haciendo que yo la miremos sin entender a lo que se refiere—. Alix odia a los vampiros y ver a la mujer que ama vestida como una de ellos, lo volverá más loco de lo que está.

Giro mi cabeza hacia Milka, quien me interroga con la mirada.

—Es su nombre —respondo apartando la mirada.

—El del acosador nocturno, con ojos de colores y...

—Sí, es él —corroboro.

—¡Ay por Dios! —grita dando saltitos—. ¿Ya le viste el rostro? ¿Tiene músculos hasta en los dedos? Espera...No me digas, seguramente es ardiente.

—Es uno de los hombres más hermosos de su raza, gracias a su sangre pura —suma Ravenna con una sonrisa—. Ojalá lo hubieran visto en décadas pasadas, era ver un auténtico principe por la forma en que vestía. Claro aun conserva el título, pero no el mismo gusto por la ropa, ahora ni siquiera usa.

—Wow, wow, ¿has dicho príncipe? —pregunta Milka, dejando de reír.

—No... Él no...

—Sí, él sí —confirma Ravenna, ganándolo​ una mala mirada de mí parte—. Su título es noble, al menos en nuestro mundo, y técnicamente Eira también será una...

—Muy bien, ya es suficiente —digo levantándome de una de las sillas de las mesas del bar—. Vamos, tal vez Sulay necesita ayuda.

—Pero... —corto a Milka.

—Pero nada, tenemos una hora para terminar —suelto adentrándome a la cocina.

Con mucha dificultad logré que Milka olvidará el tema de Alix, aún que gracias a ella me he dado cuenta de que Ravenna sabe más de lo que quiere proyectar.

Bajo los escalones con un incómodo antifaz negro en la cara, lo único que Milka logro que usará, de ninguna manera dejaría mi suéter y ropa en cualquier parte, solo por un ridículo disfraz que a simple vista luce incómodo.

—Por fin te dignas a bajar —me reprocha Ethan a recostando a la barra, junto a su hermano, cuñada y Milka del otro lado—. No puedo creer que aún no me hayas felicitado por mi cumpleaños.

—Querrás decir: nuestro cumpleaños —interviene, Eiden con una ceja arqueada.

—Ignóralo, tiene problemas desde que nació —habla Ethan para después besar la mano de Milka lentamente.

—Bastardo, el único que tiene problemas aquí eres tú. Creí que mamá te había enseñado a compartir —dice su hermano dándole un puñetazo amistoso—. De todas maneras yo soy un minuto mayor que tú, así que merezco respeto.

—Y yo un minuto menor, ya saben lo que dicen: lo bueno se hace esperar —alude Ethan con chulería—, y tú perra amargada, lo único que mereces es que alguien te diga que irce a coger a mitad de la noche en el bosque, no lo hace menos obvio.

—¡¿Qué?! —suelta Eiden, mientras que Ravenna casi se atraganta con un trago de su cerveza.

—Mira hermano, se te cayó al cara, pero de vergüenza —continua Ethan mientras no para de reír.

—Hijo de p...

—¿Vas a insultarme? Porque técnicamente a quien vas a insultar es a nuestra santa madre.

—Me largo de aquí, disfruta tu puto cumpleaños de mierda, perra envidiosa —recalca haciendo que su hermano deje de reír.

—Okey, ya fue suficiente de tirarnos tanta mierda —reconoce Ethan tomando su cerveza y alzándola por los aires—. Yo, Ethan Stromberg, el más caliente de todos aquí, quiero hacer un brindis por mi y por el adefesio a mi derecha, por su compañía, amistad, hermandad y su lindo culo que trae vuelta loca a Ravenna.

»Eres el mejor bastardo de todos, gracias por estar para mi siempre. En conclusión te puto amo, hermano.

Ni siquiera yo puedo evitar reír tras la palabras de Ethan. Su hermano lo mira con fiereza, pero de igual forma levantan su cerveza y la golea contra la suya.

—Tambien te amo, princesita—confiesa Eiden dándole un abrazo a su hermano.

—¿Más que a tu futura esposa? —le pregunta Ethan apretujando con sus manos sus nalgas.

—No tienes tanta suerte, mierdecilla —le recuerda Eiden apartándole las manos.

—Dime lago que no sepa, follador del bosque —todos reímos, incluso quiénes alcanzan a escuchar el apodo a nuestro alrededor—. Muy bien, no pensé que tendría que preguntar esto, pero ¿quien carajos va a ser el primero en darme mi regalo?

—Querrás decir nuestro re...

—¡Tú cállate follador! —le reprende Ethan a su gemelo. Eiden rueda lo ojos y suelta un bufido.

—¿Y bien? —vuelve preguntar.

—Yo daré parte de mi regalo ahora —anuncia Ravenna, acercándose su rostro a el de su prometido, para fundir sus bocas en un beso intenso y apasionado.

—Okey, ya basta —pide Ethan empujado a su hermano tras de él para alejarlo Ravenna—. Si lo que quieren es montar una escena porno, las puertas están abiertas y el bosque es bastante amplio.

—Víbora envidiosa —masculla Ethan dándole un empujón—. Por favor ya denle su regalo para que deje de fastidiar.

Ethan asiente su cabeza en aprobación a las palabras de su hermano, mientras espera que alguien le tienda algún regalo, pero nadie, ni siquiera Milka, hace algún movimiento.

—No te preocupes hermano a veces la realidad te recuerda que no eres el centro del mundo —señala Eiden dándole palmadas en la espalda.

—Sé que no soy el centro del mundo, porque​ soy el centro del universo —suelta con una risa socarrona—, y si me disculpan iré a caminar por mí fiesta en busca de alguna peli negra que quiera darme un buen beso de cumpleaños.

—¡¿Qué irás a qué?! —brama Milka dejando de servir tragos.

—No lo repetiré por mí bien —dice Ethan acercando su rostro al de Milka.

Milka lo mira con una pisca de molestia tras sus palabras, pero para sorpresa de todos, esta toma una copa y bebe de golpe todo el contenido, para después dejarla de nuevo en la barra.

—Tu eres una peli negra muy parecida a la que busco —revela Ethan con voz suave y seductora.

—Lo sé, idiota —tras insultar a su hombre, Milka toma del cuello a Ethan y lo besa de forma positiva y sensual.

—¡Jodida madre! Es normal que se me pare al besar a la mujer que me gusta —grita Ethan cuando Milka lo libera, ganado gritos y felicitaciones de sus amigos—. Mi jodido pene, esta despierto y me duele como la mierda.

—¡Santa mierda, cierra la puta boca! —ruega su hermano mientras ríe sin parar.

—De verdad duele como el infierno —murmura en dirección a Milka, quien le guiña el ojo y le señala las escaleras—. ¿Tú y yo arriba? Que gran oferta.

—Tu y yo nada, el baño está disponible —le explica Milka, provocando que el desánimo aparezca en su cara—, pero por ser tú cumpleaños podría hacer una excepción y prestarte mi lindo sujetador.

—¿De que color es? —pregunta Ethan interesado.

—Es roja y con encaje.

—¡Joder! ¿Sabes lo que acabas de hacer? —apunta Ethan, para después saltearse la barra con una expresión de dolor e incomodidad  en su entrepierna—. Acabas de darle carta blanca a mi imaginación y claramente tú baño no va a solucionar mi problema a menos que entre en el lugar que yo deseo entrar.

Milka ríe y se aleja de la barra para perderse en la cocina.

—Vaya... La vida es cruel a veces —dice Ethan saltando nuevamente la barra, para ponerse​ de pie al lado de su hermano.

—Vive con ello —suelto ganando una mirada de pocos amigos de su parte.

De pronto todas la luces se apagan, haciendo que todos suelten gritos.

—Cumpleaños feliz, te deseamos a ti...—la voz de Milka y Sulay se escucha con la emblemática canción de cumpleaños a la que nos unimos todos de inmediato.

Dejo de cantar a la mitad de la canción al sentir la sensaciones que me aseguran que Alix está cerca, pero también siento que me vigilan y antes de que pueda girar mi cabeza en busca de quien pueda estar mirándome, una mano atrapa mi muñeca y me jala en dirección a la salida.

—No voltees, aún no te han ubicado —reconozco la vos de Ravenna, así que la sigo sin objetar—. Alix está cerca, es probable que haya venido para protegerte.

—¿Protegerme de qué?

—Mestizos, se han colado a la fiesta y han tratado de camuflar su olor, pero he logrado detectarlos —dice abriendo la puerta del bar—. Mira sobre tú hombro, usan la misma máscara blanca que usan los chicos en color negro.

Hago lo que me dice y efectivamente, tratan de encontrarme entre los invitados.

—¿Cómo es que no me han encontrado aun?

—Es gracias a mí, soy algo parecido a un escudo, conmigo a tu lado nadie puede percibir tu olor ni hacerte daño —explica obligándome a cambiar los la orilla de la calle—. Claro Alix es el único que literalmente puede hacerme tragar mis propias palabras. Él va olerte y encontrarte sin importar que.

—Lo sé, puedo sentirlo —murmuro mirando en entre los árboles del bosque, ahora que nos hemos desviado del camino principal.

—Parece que el apodo de acosador nocturno le queda bien —comenta riendo y no puedo evitar reír también.

—Milka se lo ha puesto solo porque las veces en las que me lo he cruzado es de noche —digo con una leve sonrisa en los labios—. La verdad le...

—Detente. —ordena, dando pasos lentos hacia atrás.

—¿Qué es lo qué... —Suelto un grito al ver un lobo inmenso saltar sobre nosotras, para llevar al suelo a un hombre de forma salvaje.

—Ya saben que no estamos en la fiesta —informa Ravenna observando al igual que yo, como el lobo negro lucha—. ¡Eira, corre!

La miró bloqueada, hasta que otro hombre llega y la derriba con fuerza.

—¡Corre! —grita desde el suelo.

De inmediato inicio a correr, mientras arranco el antifaz de mi cara y lo lanzó lejos de mí. Me detengo bruscamente al ver otro hombre frente a mí, pero rápidamente el mismo lobo salta por encima de mí y lo arrastra consigo hacia el bosque.

Retomó mi handar con la respiración agitada y mi corazón bombeando frenético.

Una camioneta pasa por mi lado y se detiene frente a mí.

—¡Eira, sube! —la voz de Almery me tranquiliza y de inmediato subo su camioneta—. ¿Estás bien?

—¿Qué está pasando? —pregunto mirando por los retrovisores.

—Mestizos, un ejercicio completo —responde Almery, dando un giro apresurado para entrar a la carretera de piedra, que lleva a la casa de los Stromberg.

—¿Me buscan a mí?

—Creo que sí. Tu eres una vía segura para conseguir atrapar a Alix —me hace saber.

—Entonces no dejemos que me atrapen.

Cierro mis ojos un instante, intentando poner en orden a mis pensamientos. Cuando los abro, las luces de la casa de los gemelos se empiezan a dividir a varios metros.

—Elliot te está esperando en su despacho, quiere hablar contigo antes de que sea demasiado tarde —revela Almery deteniéndose frente a la casa de Ethan y Eiden—. Corre hacia allá. No importa lo que veas, no te detengas.

Asiento con la cabeza​, para después abrir la puerta y comenzar a correr hacia la oficina de Elliot. Paso en medio de hombres vestidos de negro, en pose de ataque, algunos me miran, otros solo se apartan de mi camino, dejándome libre paso para llegar hacia mi destino.

—¡Eira! —Stella me mira con preocupación, pero no me detengo, hasta estar frente a la puerta de la oficina.

La abro apresuradamente, casi provocando que caiga de bruces al suelo.

—Sientate Eira, no tenemos mucho tiempo. Debemos irnos de aquí en minutos —específica Elliot, apuntando la silla frente a él—. Ten, quiero que leas las páginas con los resaltadores rojos.

Tomó el pequeño libró café entre mis manos y lo abro en la primera página resaltada.

Hay dibujo en blanco y negro.

Un hombre alto vestido de negro. Carga una ballesta en su mano derecha y en la izquierda una espada que está incrustada en el pecho de otro hombre, que se encuentra tirado en el suelo.

Leo la descripción de letras pequeñas al final de la página.

Dhampiro: criatura ficticia, un híbrido entre vampiro y humano. Se les atribuye ciertas características propias de los vampiros heredadas de su progenitor pero no sus debilidades. Capaces de detectar a los vampiros, así como de destruirlos por lo cual son efectivos cazadores de vampiros.

Levanto la vista sin entender a donde quiere llegar, pero este me incita con la mirada a continuar a las siguientes dos páginas faltantes.

Paso la segunda página y nuevamente observo detalladamente el siniestro dibujo plasmando en el papel.

Hay otro hombre vestido de negro y con capa. De su boca salen dos grandes y puntiagudos colmillos que van directo al cuello de la mujer atrapada en sus brazos.

Vampiros: criatura que se alimenta de la esencia vital de otros seres vivos para así mantenerse activo. En algunas culturas es una deidad demoníaca o un dios menor que forma parte del panteón siniestro en sus mitologías. 

—No entiendo...Yo...

—Continua a la última página, Eira —ordena mirando atentamente la gran ventana a nuestro costado izquierdo.

Paso varias páginas hasta llegar a la última página señala.

En ella se encuentra dibujado el símbolo yin-yang[1], pero con detalles diferentes. Su lado negro, muestra​ la cabeza de un lobo enfurecido, junto con la de un hombre que pareciera gritar.

Su parte blanca es similar, pero en ella el lobo y el hombre parecen estar llenos de paz y tranquilidad.

Hombres lobo: son licántropos que tienen rasgos de humano y de lobo. Son muy temidos por su agresividad y su naturaleza salvaje. En su forma humanoide es totalmente indistinguible del resto de los humanos. Su tamaño, inteligencia y demás características son las mismas que las de cualquier hombre.

De inmediato recuerdo la conversión que tuve con Ethan, en donde él hablaba de Alix y de su propia familia como seres diferentes.

Observó a el padre de los gemelos sin saber que decir o como sentirme.

Me levanto de golpe de la silla con intención de salir de ahí, pero Elliot me detiene tomándome del antebrazo.

—No puedes marcharte, Eira. No hay donde ir —miro su mano mientras pienso en como huir de esta conversación—. No podemos proclastimar está conversación más.

—Yo no fuí la que la retardó, fueron ustedes —responde safando mi brazo de su agarre.

Elliot me mira dispuesto a decirme algo más, pero en ese mismo instante la gran ventana es rota en pesados y por ella entra un hombre que se tira sobre él.

Ahogo un grito.

—Sal de aquí y busca a mis hijos —grita, Elliot mientras trata de impedir que el extraño lo destroce con sus garras.

Hago lo que me dice y corro hacia la puerta, pero justo cuando giro el plomo y la abro, una figura me obstruye la salida.

Levanto mi rostro lentamente y retroceso asustada.

—¿A dónde crees que vas, dulzura? —Koray me sonreí de forma macabra, para después empezar a dar pasos hacia mí—. Recuerdas lo que te dije sobre la tercera regla, pues está ya  expiró, al igual que tú en muy poco tiempo.

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[1]: figura redondo, mitad negra y mitad blanca que representa las dos fuerzas fundamentales como complementarias. El bien y el mal.

 

¡Hola! Disculpen la tardanza. (Problemas personales).

Ya casi nos estamos acercando a el final.

Y todos me preguntan: pero, ¿que es lo que esta pasando con todo Celeste?

Bueno ni siquiera yo lo sé, estos personajes parecen querer tomar sus propias decisiones.😂

Eira, ya conocé a el tan misterioso Alix, alías: acosador nocturno.

Eiden, alías: follador del bosque, nos resultó comprometido con la Ravenna.

Ethan y Milka, compartiendo besos.

Y lo más importante, pero que casi nadie se a dado cuenta. Es: ¿En dónde Gregory?!

¿Será un traidor?
¿Se está escondido?
O, aún peor ¿Estara muerto?

Hagan sus teorías y comenten. Estoy ansiosa por saber lo que pasa por sus cabecitas.

#TeamAlix.
#TeamEiden.
#TeamEthan.
#TeamGregory.

(Se valen los cuatro, que aún no son papás casadas.😂)

Espero disfruten el capítulo. Si tienen preguntas, pueden escribirme aquí al privado o por el chat en mi Instagram (link en mi perfil).

Nos vemos pronto.

Los amo.

M.C.Moreno.

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