—¿Pájaro Ocol, ves algo? —aúlla Nerón esperando dos señales: el silbido del hombre y el canto del pájaro Ocol avisando que debe correr.

          Se escucha en el viento el silbido esperado, así que el joven lobo entiende que eso significa que la presa está yendo al lugar de la emboscada así que espera la otra señal para empezar a correr.

          —¡Corre, corre Nerón! —croaja el cuervo en los cielos, justo en ese momento Nerón corre y empieza a esquivar los arboles que se topa en su camino, percibe el olor del ciervo que persiguen pero algo parece diferente, hay otro olor más un olor que desconoce, sin embargo eso no lo detiene.

          Una vez llega al lugar donde planeó la emboscada, puede ver al ciervo cerca que no nota su presencia, Nerón empieza a ladrarle para que retroceda como se planeó y como hacen siempre.

          —Emergencia, emergencia —croaja el cuervo Ocol desde el cielo.

          —¿Pero por qué emergencia? El ciervo estaba ahí de acuerdo al plan.

          Nerón le ladra nuevamente al ciervo y este retrocede pero muy poco. El ciervo se ve muy estresado mira a todos lados sin saber qué hacer.

          El cuervo desciende del cielo en un último intento por advertirle a Nerón en el peligro que se encuentra.

          —¿Oye amigo, que a caso estás loco? —croaja el cuervo alborotado y asustado —.  Dijimos que en caso de emergencia saldríamos de acá, esta emergencia tiene por nombre “puma” —grajea el pájaro Ocol aleteando para luego posarse en la cabeza de Nerón y darle picotazos.

          Nerón escuchó de los Pumas una vez pero recuerda que Deux le contó que los pumas estaban bien lejos del lugar donde ellos estaban.

          —Acá no hay pumas es imposible —expresa Nerón con chillidos suaves al cuervo.

          —¿En serio, a caso tienes idea dónde estás amigo? —pregunta el cuervo y le picotea la cabeza nuevamente esperando que reaccione.

          —¡Oye, oye! Tranquilo tienes razón pájaro —chilla Nerón. Se percata que realmente no sabe que tan lejos está de su viejo bosque. En los viajes con el hombre su principal motivación es encontrar a su manada.

          —Bueno… salgamos de acá, no seas bobo. Antes de que nos maten —dice Ocol y revolotea al cielo entre los árboles.

          El hombre al ver que el ciervo no retrocede se dirige hacia donde él está se adelanta en su búsqueda con una de sus lanzas en la mano.

          El ciervo retrocede lentamente ante la vista de Nerón hasta que de la nada de un camuflaje entre arboles marrones como su pelaje salta el puma que mencionó el cuervo anteriormente y toma del cuello al ciervo con sus grandes dientes. Nerón está asustado y se alarma, aquél puma es mucho más grande que él, ni el incendio ni los osos le parecieron tan aterradores.

          El joven lobo sabe que a pesar de que el hombre es muy inteligente y astuto también es muy frágil y por eso utiliza sus herramientas de madera y piedra para defenderse.

          —¡Cuidado, cuidado! —ladra Nerón y el hombre se acerca alerta hasta que escucha los gruñidos del puma.

          Ambos están frente a frente con el puma que se siente acorralado y amenazado lo que lo hace aún más peligroso.

          —Calma, calma, te puedes quedar con la presa —ladra Nerón y el puma lo ve por un instante pero no sirve de nada ahora el puma solo se guía por sus instintos.

          El puma suelta al ciervo de sus dientes y mira al hombre, el hombre sin pensar mucho le lanza la lanza pero el puma logra esquivarla fácilmente. El puma concentra su mirada en el hombre que ahora está desarmado. No hay escapatoria y el hombre lo sabe. En un momento decisivo el puma da un gran salto con intención de contraatacar.

          El hombre intenta sacar un cuchillo pero el puma se lo arrebata de sus manos dándole un golpe con sus garras, el puma es muchísimo más fuerte que él y sin embargo el hombre lo resiste encima de sí pero no va a aguantar por mucho más tiempo.
El instinto de fidelidad que se creó estos últimos meses entre el joven lobo Nerón y el hombre hacen que Nerón salte en su ayuda.

          Nerón hace su típico salto con sus dos patas traseras para atacar al puma. El tiempo parece detenerse por un instante, mientras Nerón sigue en el aire las cosas pasan muy rápido; el puma deja de atacar al hombre dejándole un brazo ensangrentado y  cuando ve que el lobo lo atacará lo contraataca con un golpe justo en la cara con sus garras todo esto mientras Nerón aún está aproximándose con su salto. El golpe lanza a Nerón contra un árbol para luego caer en el suelo sin poder levantarse.

          Por suerte el puma luego de ver a sus dos amenazas heridas toma el ciervo y se lo lleva arrastrándolo con sus dientes.
Para Nerón todo se torna oscuro y borroso, puede oler sangre sobre su hocico y casi no puede ver hasta que simplemente se desvanece. 
.....

          El joven lobo viendo borroso el lugar donde se encuentra, tan solo un poco consiente logra ver que aquél hombre lo arrastra sobre lo que parece ser una tela y mallas, pero cae inconsciente una vez más tornándose todo oscuro de nuevo.
….

          Cachorros de hombre lo están rodeando, algo le pasa en la cara, le arde como nunca y además no puede abrir su ojo derecho ni siquiera tiene fuerzas para mantenerse despierto.
…

          A Nerón lo están sosteniendo y está aterrado, sostienen su hocico y sus patas muchos hombres y le hacen algo a su ojo derecho por lo que él solo chilla al no poder hacer nada para moverse, tampoco tiene suficiente fuerzas, los hombres toman algo que huele como a una hoja y se la ponen en la cara y con hilos se lo colocan para que se sostenga y cubra su ojo.
..
.

          Los hombres al terminar de curar el ojo de Nerón lo sueltan y él débil se levanta.

          —Con que aún estás vivo amigo —grajea el pájaro Ocol y Nerón lo ve con ahora su único ojo está triste y deprimido —. Tranquilo amigo, todo estará bien además ahora te ves más amenazante.

          —Estoy cada vez más lejos de encontrar a mi manada y ahora tengo un solo ojo —responde deprimido Nerón.

          —Cálmate amigo, te has convertido en un buen cazador, hemos comido grandes banquetes nosotros tres, el hombre tú y yo somos un gran equipo —dice el cuervo.

          —¿Dónde está el hombre? —Nerón se siente vinculado al hombre todavía puede oler su rastro cerca. Mira a su alrededor y se da cuenta que él y Ocol se encuentran en algo parecido a una cueva pero hecha de paja, ramas y troncos de árboles, sabe que es una de las creaciones de los hombres porque pasó tiempo observando las que hace aquél  que es su compañero de caza.
Aquél cazador de dos patas entra al lugar donde se encuentran el pájaro Ocol y Nerón, el también tiene muchas hojas rodeando el brazo que hirió el puma.

          —Estás mucho mejor lobo, me alegro por ti —dice el hombre y aunque Nerón no lo entiende también le alegra que esté bien. El hombre empieza a acariciar el pelaje de Nerón intentando animarlo —. Ven lobo, sal de acá para que conozcas mi hogar.

          El joven lobo Nerón sale junto al pájaro Ocol que se alza y toma vuelo en busca de algo para comer. El sueño de Ocol siempre fue encontrar una aldea de hombres, es un privilegio para un cuervo estar en una aldea.

          Nerón percibe muchos olores similares, es una manada de hombres de todos los tamaños y con muchas pieles abrigándolos el ambiente se torna frío el invierno se está acercando nuevamente, a los ojos de Nerón todo el lugar está rodeado de cuevas de hojas y partes de arboles.

          —Hay una cosa que harás mientras te recuperas lobo —dice el hombre, Nerón sigue sin entenderle pero sabe que esa mirada que le hace es porque quiere que haga algo por él y como un fiel amigo Nerón lo hará.

          —¡Vandal, detente, hey! —grita alguien desde lejos llamando al cazador y es la primera vez que Nerón escucha su nombre —. ¿Ya te vas tan pronto? —dice aquella criatura que se parece a Vandal pero que para Nerón huele diferente.

          —Ahhhh ya sé, Vandal es tu nombre y ella es tu hembra —ladra Nerón entusiasmado pero ellos no entienden solo ríen y miran como el joven lobo mueve la cola.

          —Savage —responde Vandal mirando a la hembra sonriendo —. ¿Cómo estás? No todavía no me voy, le enseñaré a lobo a cuidar el ganado quiero que sea útil, no lo creerás pero los lobos son criaturas muy confiables o al menos él lo es.

          —Sabes que está prohibido, los lobos han asesinado muchos niños acá —responde la hembra Savage.

          —Guau guau —ladra Nerón para llamar la atención de Vandal se está aburriendo, no está acostumbrado a otras personas. Savage la hembra no puede evitar asustarse y busca ayuda apoyándose sobre Vandal, aunque en realidad parece que lo abraza.

          —Debes tener cuidado no es normal que un lobo te haga caso —dice Savage que todavía está asustada y abraza a Vandal —. Disculpa te voy a soltar ya, supongo que todavía les tengo miedo a los lobos desde la última vez.

          A la aldea hace unos años la atacó una manada de lobos, cuando Savage era tan solo una niña, ella no resultó herida pero su hermano y otros niños murieron por esos ataques. Esa es la razón por la que Savage les tiene mucho miedo a los lobos.

          —Sí, sé lo que pasó pero él es mi amigo, este lobo me salvó la vida —responde el hombre de nombre Vandal —. Confío en él.

          —¿El fue el que te salvó? —No es nada normal una relación entre un lobo y un hombre. Vandal tuvo que buscar a las personas más confiables para que le ayudaran a curarlo.

          —Sí, así es, y eso le costó un ojo al pobre, le debo mi vida.

          Es la primera relación que surge entre un hombre y un lobo en esta aldea.  

          —Bueno, ya te dejo le enseñaré a proteger el ganado —dice Vandal, Nerón intenta entender lo que dicen y solo puede entender cuando hablan de él y esto porque lo miran, siempre termina aburrido cuando Vandal le habla.

          —Si quieres te acompaño ¿te parece? —dice sonriendo Savage —. Y así intento superar mi miedo.

          —Sí claro está bien, me parece una muy buena idea.

          El ganado no está muy lejos de la aldea pero sí se encuentra cerca de un lugar rocoso. La humedad y el frío de las rocas molestan a Nerón le dan escalofríos y también hacen que le duela la cuenca de su ojo derecho y recuerde que ya no tiene ese ojo lo que lo entristece.

          Nerón está ante criaturas que no vio antes, son peludos y grandes él cree que parecen osos con pezuñas pero están a cuatro patas siempre, ni siquiera sabe cómo llamarlos y el cuervo que desciende del cielo tampoco sabe sus nombres.

          —Esto se ve apetitoso —dice el pájaro Ocol que se posa en la espalda de una de las bestias con pezuñas y empieza a comer algunos insectos que se posan en estas criaturas.

          —Tú debes cuidarlos —dice Vandal mientras señala a Nerón que luce confundido, el si puede entender que es “cuidar” porque muchas veces cuidó del hombre pero él siempre suele decir “cazar” cuando se refiere a otros animales.

          Nerón no entiende por qué debe cuidar esos animales pero lo que si entiende es que este es su nuevo trabajo y no defraudará a su amigo.

          —¿Pájaro Ocol me ayudarás a cuidarlos? —pregunta el joven lobo.

          —Por supuesto. No ves que estoy disfrutando de tan deliciosos insectos.

          Nerón sonríe, probablemente ya es tiempo de dejar de buscar, ya no es un simple cachorro y toda esta búsqueda solo le trae problemas.
A pesar de su juventud Nerón se siente cansado. El invierno se acerca e imagina a sus hermanos osos yéndose a hibernar por segunda vez.

          Las hojas de los arboles terminan de caer el tono rojizo cambia a un tono blanco. Es el segundo invierno que ve Nerón y a pesar de que tiene su pelaje siente muchísimo frío, lo bueno es que su ojo con el tiempo deja de doler y cada noche el resguarda el ganado y durante el día juega con los niños de la aldea todos están impresionados con él, algunos le temen pero otros solo se impresionan, la aldea empieza a confiar en el joven lobo.

          Nerón vio un par de zorros acercarse a la aldea pero solo con ladrarles se iban corriendo, además de esos zorros ninguna otra criatura se acercaba. A veces cuando se siente muy aburrido entra al bosque con el pájaro Ocol pero al llegar a cierto punto ambos regresan a casa. Siempre que salen de la aldea tiene la esperanza de encontrarse a sus hermanos osos o quizás a sus hermanos lobos pero ya empieza a resignarse.

          Caminar resulta difícil en la nieve y mucho más por las noches, Nerón ya no pasa mucho tiempo con el cazador solo comparten un tiempo juntos cuando Vandal le da de comer, ya no van de caza, los demás hombres todavía piensan que es muy peligroso ir a cazar con un lobo.

          El pájaro Ocol decide volar a otro lugar ya que cada vez hace más frío y se le hace difícil poder volar. Le promete a Nerón que volverá. El invierno tiene muy triste al joven lobo que cada vez muestra más rasgo de un lobo adulto ya empieza a crecer tan grande como un alfa pero él no se da cuenta de esto.

          Vandal encuentra una hembra es aquella de nombre Savage, esta es una de la razones por las que se alejó un poco de Nerón.

          Con el paso del tiempo Nerón ahora tiene una nueva amiga, una hembra de la raza de los hombres de nombre Lepi a esta hembra le encanta jugar con Nerón y realmente lo hace feliz, ella le recuerda a Belisa es igual de juguetona y atenta que su hermana loba a diferencia de que Lepi es una hembra en dos patas. Lepi es muy buena haciendo cosas con la piel de los animales ella utiliza las agujas de algunas plantas y forma cosas que le lanza a Nerón el busca y regresa alegre a traérselas. Lepi incluso le pone en el ojo piel de animal para protegerlo una especie de parche.

          Por desgracia Lepi también se tiene que marchar con su familia. La mayoría de los hombres de aquella aldea se fueron por el frío solo unos pocos se quedan cuidándola incluyendo a Nerón.

          Nerón esta vez sí está solo, sin rumbo ni propósito se convirtió en un lobo solitario en un lobo que a pesar estar rodeado de multitud se siente muy solo y lo peor es que él quiere estar así. Su vida cayó en rutina y ni siquiera tiene que pensar. Simplemente está en el vacío, su curiosidad se desvanece.

          Pasa un tiempo y un día Nerón está solo ante la oscura noche. Tiembla de frío, aquellos osos con pezuñas y gran pelaje tiemblan también estos no son muy conversadores.

          La nieve no deja ver a Nerón con su único ojo y mucho menos olfatear, pero él sabe que esta es la ocasión donde tiene que estar más atento porque de seguro algún animal vendrá a buscar refugio ante tanta nieve. A Nerón las patas se le hunden al caminar.

          Algo se acerca Nerón a penas puede olerlo entre las nieves y ya sabe de qué se trata. Esta vez está solo, solo para enfrentarse a aquél puma que lo dejó sin ojo derecho.

          El miedo lo invade se acuerda de el ojo que perdió y se queda congelado. No sabe que puede hacer, si ladra para avisar de seguro el puma lo encontrará y hay muy pocos hombres en la aldea como para venir a ayudarle.

          Nerón piensa que si puede hablar con el puma puede lograr llegar a un acuerdo en el que él se quedara y se fuese en la mañana pero la última vez el puma no fue nada razonable, probablemente solo vino a buscar algo que comer. Los pumas de seguro aguantan muy bien el frío quizás mucho mejor que los lobos.

          Espera…
         
          Hay…
       
          Hay otro olor...

          ¿De dónde Nerón recuerda este otro olor tan particular?

          Ya es demasiado tarde Nerón no puede escapar del puma ya puede percibir que está cerca, el frío lo está atormentando, el frío lo hace más lento al caminar. No sabe que pensar está en un estado donde toda la experiencia que tiene le ayudará a reaccionar en este momento.

          ¿Estará bien luchar con el puma? De cualquier manera la naturaleza se verá afectada con la muerte de Nerón o la muerte de este puma.

          —Voy a cumplir con el único propósito que se me ha dado, de igual forma dudo que sea nuevamente feliz en este mundo —aúlla Nerón mientras empieza a avanzar en busca de el puma que lo dejó sin un ojo.

          El puma toma a una de las bestias con pezuña que se encuentra muy lejos. Nerón corre en su ayuda.

          —¿Realmente daré mi vida, pero qué es la vida sin un propósito? Quizás este sea mi propósito.

          Nerón nació con un propósito ser el macho alfa de su manada y ese propósito se lo arrebataron. Nerón muchas veces soñó lo que sería ser un lobo solitario y ahora que posiblemente lo es no le gusta cómo se siente.

          “Cuando rondamos en círculos, el mundo resulta ser un mal mundo”.

          Así que esta será la acción definitiva por su amigo, por la aldea a la que tanto le agarró cariño esta vez va a cumplir el propósito que se le asignó un “lobo guardián” si muere no importar y si vive sabe que vendrá una gran recompensa.

          Nerón corre con todas sus fuerzas y sus instintos de lobo lo dominan, ahora es mucho más veloz y fuerte, aprendió de la última batalla con el puma.

          El puma muerde a aquella bestia con pezuñas y Nerón llega rápidamente a ayudarla antes de que sea muy tarde. Se levanta en sus dos patas y se encima frente al puma sus patas ya no están en el piso y lo empuja haciendo que suelte a la criatura con pezuñas y caiga al suelo, Nerón muerde al puma sobre el cuello con todas sus fuerzas mientras el puma intenta reincorporarse.

          Ambos caminan dando vueltas en círculos viéndose y gruñéndose. Están guiados solo por sus instintos.

          —Grrrr, fuera de aquí, yo soy Nerón, el lobo solitario y el guardián de este lugar.

          —Otra vez tú, acabaré con esto —gruñe el puma frustrado y enojado, es la segunda vez que Nerón interfiere con sus planes.

          El puma no dice mucho más y se aproxima a atacar  y Nerón lo esquiva y muerde en el cuello nuevamente, El sabe que si alguna garra del puma le acierta será su fin pero la nieve hace al puma lento y como Nerón es más pequeño lo puede esquivar.

          Nerón tiene la ventaja pero por más que muerde, golpea con sus patas y lo esquiva, sus ataques no parecen ser efectivos.
Pero… algo sucede la criatura a la que pertenece el segundo olor se hace presente.

          —Auuuuuuuuuuu —aúlla el lobo Dawn, con un aullido que retumba el viento e incluso hace que deje de nevar, Dawn se impone al frente del puma que atemorizado ante el gran tamaño del viejo lobo huye por temer enfrentarse a los dos lobos adultos.

          —¿Viejo Dawn eres tú? —pregunta Nerón alegre.

          —Sabía que conocía ese olor —ladra Dawn —. ¿Tú eres ese cachorro que me ayudó cierto, el hijo de Churchill?

          El viejo Dawn no es un lobo común es más bien un tipo de lobo gigante.