Ichigo estaba bastante relajado. Después de bastante tiempo en el mar, salieron para acostarse un rato en aquellas sillas pertencientes a la familia Kuchiki. Afortunadamente había podido salvar su silla, desafortunadamente, tenía un acompañante en ella.

Shinji había alegado que no habían más sillas para él, y que nadie quería estar con él. Por eso, sin siquiera hacer mucho caso a Ichigo, se había acomodado en la silla del pelinaranja antes de que este se acostara en ella. El menor se había quejado un poco al principio pero sus quejas fueron calladas cuando el de gran sonrisa lo jaló repentinamente.

-Deja de quejarte y acuestate un rato- no se veía molesto, pero Shinji parecía irritado.

Ni siquiera intento luchar, el mar lo había dejado bastante calmado y ese Sol no lo apoyaba demasiado. Decidió rendirse y acostarse un rato con Shinji, dormitar no le hacia daño a nadie. Además, el agarre de Shinji era bastante fuerte, literalmente lo estaba aprisionando desde atrás.

-Qué tierno se ve Ichigo- comentó Shinji, el más joven se encontraba con los ojos cerrados.- Se ve muy pacífico y lindo.

-No estoy durmiendo, escucho todo lo que dices- advirtió, procurando que Shinji no soltara ningún comentario que no se le antojara oír.

-Oh, pensé que dormías.

-¡Chicos, miren lo que atrapamos!- Kokuto y Shirosaki se habían parado frente a los muchachos, con una cubeta con varios peces. Ichigo los observó perturbado, esas cosas lo estuvieron molestando todo el tiempo. -Nos vengamos por ti, Mi rey.

-Gracias.

-Si bueno, voy adentro. Me encargaré de estos amiguitos- anunció Kokuto, Shirosaki lo siguió después de que se vaya. Ulquiorra apareció de la nada y los empezó a seguir, al parecer, él también quería ayudar con los peces que serían su almuerzo.

-Voy adentro un rato. No soy muy fan de quedarme aquí.

-Oi, Rukia. ¿Tienes piscina, no?- preguntó Nnoitra.

-Si, esta cubierta por esa cosa de rallas. Solo aprietas el botoncito que está a un lado y jalas la manija. Se va a mover la cubierta- dijo, mientras viendo hacia atrás, señalaba al punto donde se suponía que estaba la piscina. No les sorprendía, la familia de Rukia realmente tenía su nivel económico bastante alto.- Está llena.

Por más que no quería, Shinji no pudo desaprovechar la oportunidad de meterse en la piscina, por lo que soltando a Ichigo corrió, siguiendo a Nnoitra y Grimmjow. Renji también fue tras ellos.

Los restantes se dedicaron a observar a las demás personas que estaban en la playa, hablando mayormente sobre los hombres. Quién era atractivo y quién no.

-Dios mío... ¿Ya viste a ese?- Kon ya se había rendido y retirado a la piscina. -Está hermoso- no es que fueran superficiales, pero a veces les gustaba hablar así. Sin preocupaciones y cómo jóvenes normales.

Ichigo no se había mantenido activo en la conversación (nunca es activo ^^), pero no pudo evitar quedarse con la boca abierta apenas vio al hombre del que hablaba Rukia.

Castaño, alto, apuesto, buen cuerpo. Un manjar para la vista.

-Vaya que está guapo...- ni siquiera la calmada Orihime pudo evitar comentar sobre él.

-Sí...- las tres voltearon a ver a Ichigo como en la famosa escena de "El exorcista". Era una de las pocas veces que habían escuchado decir a Ichigo que alguien estaba guapo.

Bueno, el muchacho no era ciego y mucho menos de piedra. Estaba consciente de que habían hombres demasiado guapos, y lo sabía muy bien, convivía con un montón de ellos en su día a día. Solo que estaba acostumbrado a tener tales rostros y cuerpos atractivos cerca, mas a veces algún que otro hombre se cruzaba en su camino y no podía evitar decir "Está para comérselo", Ichigo no era un santo.

-Oigan- Nel parecía sorprendida, por lo que entrecerró los ojos y observo más detalladamente al hombre.- Es Aizen.

-¿Ese es Aizen?- Rukia estaba sorprendida. Siempre habían escuchado hablar de aquel universitario cabecilla de los Arrancars, pero nunca lo habían visto en persona. Se imaginaban a un delincuente feo y malo. En cambio, ese hombre, era exquisito.- Ya sé porque estas en ese grupito, creía que era por tu primo y novio.

-No malinterpreten. Sí estoy ahí para cuidar a los descerebrados- sonrió-. Aizen es un bonus.

-Y que bonus...

-¿Es hetero?- pregunto sin rodeos Ichigo, no hablaba mucho del tema, pero estaban más que claro sus preferencias.

-No, es bisexual. O al menos eso dice.- Informó Nel.

-Veamos que prefiere hoy.- Rukia sonrió divertida para después dirigirle una mirada a Inoue e Ichigo.- Eso es su trabajo. Ichigo quítate esa camisa, tú Orihime, quitate el vestido.

-¡Rukia!

-Vamos, sé que no te importaría.

-No soy un desesperado en busca de un revolcón, sólo quiero disfrutar de la vista.

-Aburrido, al menos acompaña a Orihime por la pelota.

-¿Qué pelota?- Nel pateó una pelota, la cual cayo a unos metros de distancia de Aizen.

-Esa pelota.- Ichigo soltó un gruñido mas se paró, dónde estaba Aizen, había un grupo de varios muchachos, no estaba seguro que tuvieran malas intenciones, pero no le pareció adecuado dejar que su voluptuosa amiga en bikini vaya sola.

-Vamos Orihime.- Ambos se pararon y empezaron a dirigirse a la pelota. A Rukia le pareció divertido que de espaldas ellos dos parecían familia. La diferencia de altura no era tanta, ambos tenían buenos cuerpos, el pelo era del mismo color y su color de piel era parecido. Sí, parecían hermanos.

Ichigo se detuvo y dejó que Orihime agarrará aquella estúpida pelota, no pudo evitar observar al tal Aizen. De cerca era demasiado atractivo, sintió que su respiración se cortaba. Justo como se sintió cuando conoció a ciertas personas, claro, esta vez de manera más superficial.

Ichigo pudo percibir que Aizen se le quedó viendo, aun alejándose.

Civilizadamente se sentó y en el momento que notó, al igual que sus amigas, que lo dejaba de observar para hablar con una rubia de buen cuerpo, hicieron el escándalo discreto.

-¿Lo viste? Se te quedo viendo. Te estaba sabroseando- Rukia estaba frenética, moviendo sus manos y señalando al castaño, pero susurrando y muy cerca de Ichigo.

-Obviamente se lo iba a sabrosear, ni el gran Aizen puede evitar caer rendido ante Ichigo Kurosaki- el muchacho se sonrojó, la forma en la que lo decía Nel no sonaba como una broma.

Y es que no lo era. Ichigo Kurosaki era realmente conocido en Karakura; muchacho apuesto y aparentemente sin interés en tener alguna relación.
Sí que era conocido por ser alguien temerario, las peleas que a veces tenía eran muy sonadas por la ciudad.
Pero también eran escuchados los comentarios de lo muy buen chico que era, literalmente. Aunque no con una sonrisa, siempre ayudaba a los demás y era muy amable con los pequeños y adultos.

Personas que lo conocían podían percatarse que a pesar de ser alguien con apariencia ruda, si lo veías más detalladamente, te dabas cuenta que era alguien tierno y a veces, ingenuo. Su pelo de color naranja era algo que realmente atraía la atención y era guapo. Muy guapo. Cualquier persona con x orientación sexual no podría evitar percatarse de lo muy guapo y atrayente que era el muchacho. (Tal vez exageré, pero si lo pensamos mejor, en la serie pasa algomsimilar. Casi todos se enamoran de Ichigo o le prestan atención.)

-Fuiste bendecido... A veces me pregunto si tus antepasados provienen de alguna raza de Adonis- comentó Rukia. Recordando a la madre del muchacho, realmente era una mujer muy hermosa.- Tu padre tampoco estaba feo, he visto fotos de cuando estaba joven.

-No sé como sentirme con el hecho de que estés chuleando a mis padres.

-No tiene nada de malo, decir que alguien está guapo no quiere decir que te guste. Solo estas afirmando algo que es muy obvio y estas dando tu punto de vista- soltó Orihime, a pesar de que ella lo había dicho, en sí, los cuatro pensaban de una forma similar.

-No es justo Hime- se quejó tiernamente Ichigo-. No es divertido cuando te pones seria.

-No sé que acaba de pasar.

-Ni yo, pero me gustó.

-Solo estoy bromeando, no lo disfruten mucho.