36 "Probando la ducha"

Nora

En cuanto Laila me dice eso me quedo paralizada ¿¡Qué narices!? ¿Cómo lo sabe? Marco y yo hemos sido lo más prudentes posible, ni yo nunca he dicho nada relacionado con su pasado ni él, no entiendo nada.

—¿De qué me estás hablando, Laila?—decido el hacerme la tonta, nos hemos quedado solas en el patio, no tardará en venir algún profesor y echarnos la bronca, pero sinceramente, ahora es lo último que me preocupa.

—Nora, sabes perfectamente de lo que te estoy hablando, pero no te preocupes, no voy a decírselo a nadie—se encoge de hombros y me sonríe.

—¿Puedes explicarme un poco todo?—estoy intentando que me diga cómo lo sabe sin confirmar su teoría.

—Esta mañana me llegó un mensaje de un número desconocido, en el ponía:

Tú amiga Nora y su noviecito os han engañado, no son lo que os pensáis.

—Yo me he quedado súper rayada, no entendía a qué se refería, le pregunté si era algún tipo de broma, pero me dijo que buscara en internet asesinato en Barcelona en un centro comercial y una fecha exacta que ahora mismo no me acuerdo cuál es, yo le hice caso, por quitarme la duda, sabes que soy cotilla y no dejo pasar una—dice sonriendo, es verdad que es muy cotilla, igual que yo.

Me quedo helada, esta mañana le han mandado un mensaje, igual que a mí, aunque en el mío no ponía eso exactamente. Sino que ponía:

Esto aún no ha acabado, os quiero muertos a todos.

Se que debería contarlo, pero me da miedo, así que por ahora voy a hacer como si nada hubiese pasado.

Laila va a seguir con la historia, pero como me temía, viene el profesor de biología y nos dice que vayamos a clase. Por el camino Laila sigue.

—Encontré fotos del crimen y entre ellas había una de Marco, en el texto de abajo de su foto ponía que había asesinado a un rehén con un francotirador y que después había sido pillado por un policía.

—Laila yo...—intento explicarme, pero me interrumpe.

—Déjame terminar, Nora, luego hablas tú—me coge de la mano y sigue—Me asusté un huevo, ¿Quién me iba a decir a mí que había ido de fiesta con un asesino? Y además, recordé lo que le hizo a León, le dio una buena paliza, pero también pensaba en cómo se había comportado con nosotros y como te trataba a ti y algo no me encajaba, no parece un asesino, así que yo seguí buscando sobre el tema y me salió que el policía que le había detenido era tu padre, y que él juez había dictado que su sentencia sería hacer trabajo "comunitario" en tu casa, me quedé flipando y decidí que quería que me explicaras por qué nos habías engañado y nos habías hecho compartir espacio con un asesino que podría matarnos en cualquier momento—se calla y siento que es mi turno de explicarme.

—Tienes razón, no debí haberos juntado, pero Marco no es malo, todo tiene una explicación, él es una buena persona que no ha tenido la mejor suerte del mundo, pero nunca os haría nada, ni a mí—me callo cuando llegamos a clase y ambas nos sentamos en unas mesas apartadas a seguir con la conversación—Y no os dije la verdad por miedo, no quería que me dejarais de lado por juntarme con un asesino, está claro que si lo hubieseis sabido me habríais tomado por la loca, de verdad me caísteis bien y no quería fastidiarla. Además, no sé porqué, pero desde un primer momento supe que Marco era inofensivo, si hubiese sido un chico problemático y agresivo, nunca hubiese hecho las fiestas, ni las quedadas ni nada, pero de verdad que siempre supe que Marco en el fondo no era malo—ella me mira seria.

—¿Cómo sabes que mañana no va a coger una pistola y va a matar a toda tu familia?—cojo aire y le cuento toda la historia que Marco me contó, se la resumo bastante porque no me da tiempo a contársela entera, pero le cuento lo más importante, lo de su padre, las amenazas, su cambio de chip... En cuanto termino, temo por su reacción.

Laila me cae súper bien y no quiero que nada cambie y tampoco quiero que los demás se enteren.

—Vale—dice después de un rato de silencio.

—¿Solo dices eso?—le digo confundida.

—Te creo, solo quería que me pusieras en el contexto entero, yo también sabía desde un primer momento que Marco no nos iba a hacer nada, solo hace falta ver como te trata para saber que es un trozo de pan, pero quería saber por qué lo había hecho, porque no me cuadraba nada, ahora que me has dicho todo... Te creo y me alegro de que me lo hayas contado y no te preocupes porque no le voy a decir nada a estos—suelto un suspiro de alivio y le doy el abrazo más fuerte que he dado en mi vida.

—Muchas gracias por no juzgarnos—al soltarme veo que me mira con una ceja enarcada y una gran sonrisa.

—Ahora dime, ¿Cómo se te ocurrió liarte con él? Vale que está bueno que te cagas, pero es un asesino, a ver qué no te digo yo que viviendo con semejante Dios no lo habría hecho yo también—dice riéndose.

—No sé, todo surgió tan de repente... Yo le detestaba, pero supongo que al vernos todos los días no se pudo evitar, al fin y al cabo, el roce hace el cariño, y Marco es tan dulce y divertido que es imposible no caer ante él, lo que me extraña es que él se fijara en mí, fui una mala pécora con él—siempre me lo pregunto y siempre me lo preguntaré, le traté fatal y aún así supo ver mi lado bueno y quererme, ese chico vale mucho.

—Que romántico, el asesino y la borde buenorro—dice riéndose—Suena a película porno—me contagia la risa con ese comentario y empezamos a reírnos sin parar hasta que llega el profesor y damos la charla por terminada.

La verdad que me siento súper bien después de haberle contado todo a Laila, es verdad que podía hablar con Inés sobre todo lo que pasaba con Marco, pero no era lo mismo porque está no le conocía, solo por lo que yo le había contado, así que no sé, necesitaba a alguien de aquí que lo supiera para poder desahogarme de vez en cuando, lo bien que me habría venido que lo supiera en el momento en el que no sabía que hacer con mi vida, al principio cuando nos dimos el primer beso y después cuando encontré la pistola, en ese momento me habría venido genial tener una amiga en la que apoyarme y que me aconsejara, pero bueno ya está todo bien y siento que puedo volver a respirar.

Eso sí, no se me pasa desapercibido que alguien le mandó un mensaje a Laila acusando a Marco, ¿¡quién narices pudo ser!? Mi intuición me dice que seguro que son esa panda de locos con los que trabajaba Marco, pero ¿cómo consiguieron el número de Laila? ¿y por qué querrían que ella se enterara? No entiendo nada.

Después de clase, me voy a casa, necesito echarme una gran siesta, mis amigos van a ir a tomar algo, pero yo paso, esta noche no he dormido nada por los nervios, así que me viene bien descansar un poco. Marco viene a por Nico y por mí como siempre, al verle le planto un beso.

—Sabes que ya no tienes que venir a por nosotros ¿no?—le sonrío, ya se ha acabado todo el drama de las bandas, Marco hizo su trabajo y ya nos han dejado en paz por fin, así que ya no necesitamos un guardaespaldas.

—Lo sé, pero quiero hacerlo, es de los pocos momentos en los que puedo salir de esa casa sin que me pite la puta tobillera—es verdad, la tobillera, siempre se me olvida que la tiene, ahora que papá está más amable, le ha dado a Marco más libertad con la tobillera, ahora puede salir una vez al día a hacer lo que quiera, y por otra parte, puede salir solo para hacer sus recados, y como venir a por nosotros cuenta como recado, tiene otra oportunidad para salir.

—Démonos prisa porque tiene pinta de que va a llover—digo aligerando el paso, no hemos traído paraguas y no me apetece mojarme.

El último tramo hacia casa lo hacemos corriendo porque ha empezado a diluviar. Cuando llegamos, yo corro hacia mi cuarto de baño, necesito una ducha caliente, al llegar a mi cuarto me doy cuenta de que Marco me ha seguido.

—Tiene pinta de que te va a tocar fregar el suelo—digo de broma, aunque es cierto que lo hemos empapado.

—Luego lo hago, total, hoy tus padres se han ido otra vez al club de caza y se quedan allí a dormir—le miro incrédula.

—¿Qué dices?—¿por qué nadie nunca me dice nada sobre sus planes?

—Tu madre me lo ha dicho esta mañana, ellos querían una escapadita romántica y me han dejado al cargo de la casa hasta mañana—típico de ellos, unos padres normales cuando quieren acostarse, le dan dinero a sus hijos para ir al cine, los míos no, los míos se van a cualquier hotel, club o lo que sea... Que no me quejo, así tengo más intimidad con Marco.

—¿Y qué me propones que hagamos?—le digo con voz seductora, mientras me acerco a él para acariciarle la mejilla y bueno, todo su cuerpo, es como una droga, me encanta tocarle, los abdominales, la mandíbula, el cuello...

—A ver, ahora mismo tengo un frío de cojones y ambos necesitamos un ducha, Nico está con la play y los cascos puesto, así que yo voto por una ducha calentita—me lanza esa sonrisa caliente que tanto me gusta y es suficiente para convencerme.

—Vale—me encanta esa sensación que tengo de no tener vergüenza por desnudarme delante de él, es algo que nunca había podido sentir y ahora, mírame... Metiéndome en la ducha con Marco.

—Me encanta verte desnuda, tu piel es como el marfil... tan blanquita y adorable—me sonríe y yo me muerdo el labio, se podría decir que estoy muy cachonda.

Enchufo el agua y nos empieza a arder la piel, suelo ducharme con agua híper caliente y más ahora que estamos empapados por la lluvia, yo me pongo jabón en el pelo mientras Marco me enjabona la espalda, y me va dando besos por las zonas en las que ya ha pasado la esponja.

—¿Me dejas hacer una cosa?—dice cogiéndome de la cintura para darme la vuelta y quedarnos cara a cara.

—Depende—digo haciendo la dura, en verdad estoy deseando saber que quiere hacer.

Atrapa mi labio con sus dientes y me da una pequeña mordida, después coge la alcachofa y ya voy viendo sus intenciones, me siento mojada en el mismo instante en el que veo en sus ojos reflejado lo que quiere hacerme. Se agacha poco a poco, besándome primero un pezon, luego el otro, luego besa toda la parte que rodea mi ombligo, baja un poco más y empieza con los muslos, hasta que se pone de rodillas y me empuja un poco para que me siente en el borde de la bañera, me abre la piernas y pone la presión de la alcachofa a tope, yo cierro los ojos y echo la cabeza hacia atrás para dejarme disfrutar.

Apunta la presión del chorro hacia mis partes y mientras, me empieza a masajear el clítoris con su pulgar, la presión del agua y su dedo hace que sienta un cosquilleo cada vez mayor en mi interior y cuando siento que ya no puedo sentir mayor gusto, Marco acerca su lengua a donde apuntaba el chorro de agua y me empieza a succionar, yo le cojo del pelo y le acerco más y más a mi interior, nunca me saciaré de esta sensación, cuando ya estoy en otra dimensión, exploto y me corro con su lengua aún en mi interior.

Es increíble lo bien que conoce mi cuerpo, al principio, es verdad que no siempre conseguía hacerme llegar al orgasmo, aunque a veces lo conseguía, pero poco a poco a ido aprendiendo las zonas en las que mas placer siento, hasta el punto de ser imposible no correrme cada vez que me toca.

Cuando ambos recuperamos el aliento, me mira y me lanza una sonrisa pícara.

—¿Te ha gustado?

—Ha sido increíble—le beso y tiro de él para que se ponga de pie.

—Ahora déjame a mí, pero vamos a hacer una cosa para no malgastar agua—se me ocurre al instante una idea para poder darle un orgasmo mientras nos seguimos duchando y no perder agua.

—Sorpréndeme, CatWoman—siento como se me revuelve el cuerpo al escuchar ese mote, cada vez me gusta más.

—Mientras yo te la chupo, tú me lavas el pelo—le sonrío como una niña comprando un helado y él suelta una carcajada.

—Pervertida, pero concienciada con el medio ambiente—dice riéndose de mí.

—Exacto.

Después de nuestro momento porno en la ducha, salimos a cambiarnos y nos echamos la siesta en mi cama.

Cuando me despierto, busco a Marco con el brazo, pero no está.


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Momento HOT, espero que os haya gustado, poco a poco se viene el final y las sorpresas, estoy deseando que entendáis todo lo que pasa en cada capítulo y las cosas que están relacionadas entre sí😙😙😙

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