Capitulo 33.

Narrador omnisciente.

--Amor mio....ya llegue.--río estúpidamente. Se acerco tambaleando y tropezando con todo a su peso hacia su mujer.

--Otra vez llegas borracho.

--Así es querida. Y dime, ¿otra vez te acostaste con tu amante? --tomo bruscamente su cara, apretándola y obligándola a que la mire.

--No tengo ningún amante Fernando.

--¿Ah no?.--río con ironía.--Y yo soy un estúpido que nació ayer. ¿No es así querida?--la soltó bruscamente.

--Al único que amo es a ti Fernando....--Mariana sintió como caía al suelo después de sentir un golpe en la mejilla. Fernando le había pegado.

--Maldita perra. ¿Crees que yo me voy a tragar ese cuentito?--la tomo del cuello.--¿Me crees estúpido Mariana?--solo obtuvo lágrimas por parte de ella.--Respóndeme cuando te hablo.

--No. No se de que estas hablando Fernando.--grito Mariana.

--Claro que lo sabes.--la levanto bruscamente del suelo.--¿Crees que yo no se que te estas acostando con el esposo de tu mejor amiga? Te revuelcas con Carlos todas las noches como una gran puta Mariana.

--¿Que es lo que dices?

--Lo que oyes amor mio....Eres toda una puta barata que se acuesta con el esposo de tu mejor amiga.

--No puedo creerlo....no puedo creer que....

--¿Que yo halla descubierto toda tu mierda amor mio? ¿Que eres una puta?--A Fernando le había aguantado todo. Que llegara borracho, que la insultara, que le pegara, pero esto había sido la cita que derramo el vaso. Mariana no aguanto e hizo lo que desde un principio debio haber echo. Le dio una cachetada que logro que Fernando callera al suelo.

--El unico puto en esta casa eres tu. Di absolutamente todo por ti, deje a mi familia, a mis amigos por el chico que creía que realmente lo amaba y el a mi.--saco fuerzas de donde pudo par continuar.--No puedo creer que hayas preferido creerle al cretino y sin vida de Luis, que a tu propia esposa que dio la vida por ti. ¿El fue el que te  dijo esa semejante mentira verdad?.--silencio.--No te quiero mas en mi vida Fernando ni en la de mis hijos.--Fernando miraba atónito a Mariana y ella con lágrimas en los ojos.

--Esto se acabo. Me marcho y sera para siempre.

Fer POV.

--Perdón por la demora mamá.

--No te preocupes cariño.--sonrió.--Pero miren que tenemos acá. ¿Como has estado pequeño?

--No soy pequeño.--dijo Miguel con voz gruñona.

--Entonces ¿que eres?

--Soy un homble, verdad mami?.--Mis padres rieron por el comentario de Miguel.

--No. Tu eres mi pequeño.--lo abrace mientras protestaba.

--Mami pala ti soy un pequeño pelo pala el lesto soy un homble.--reímos al escuchar eso.

--Esta bien jovencito pero ya pasen.--dijo mi mamá.--Vamos a la cocina, que tu padre y yo cocinamos un rico pastel.

--Pastel.--grito Miguel, corriendo junto con mi padre a la cocina.

--Solo espera a que Miguel crezca y veraz como te van a salir canas hasta en los pies.--reí por lo que dijo mi madre. Dios no quiero imaginarme como Miguel sera cuando crezca. Tal vez sea como su padre, todo un rompe corazones.

Nos sentamos y mi mama llevó a la mesa un enorme pastel de chocolate.

--¡Pastel, pastel! ¡Quiero pastel!
¿Mami me das pastel?

--Toma pequeño.--Miguel chillo de alegría al ver un plato de pastel y empezó a comérselo contento.

--Bueno papi aquí estoy, de que quieres que hablemos.

--Bueno.--Carlos se puso un poco nervioso.--Quiero saber que es de tu vida.--Sabia que mi papá no quería hablar en realidad de esto. Lo mire atentamente.--Sobre todo...de tu matrimonio.--levante una ceja, porque quería saber de mi matrimonio.




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