Vigésimo quinto capítulo

Vigésimo quinto capítulo: Propuestas. 

El trabajo en el parque de diversiones era algo sencillo entre semana, agradecía cuando su turno cambiaba a los días entre semana, no había muchas personas, ese día juraba solo haber visto dos familias, una pareja de jóvenes y un grupo de chicos que parecían haberse escapado del colegio para estar allá, porque todos tenían uniforme de escuela. Su día estaba especialmente aburrido porque a él le había correspondido uno de los juegos a los que nadie quería subirse, las tazas de té.

No le molestaría si pudiera estar en la sombra, descansando, pero su supervisora estaba pendiente y pasando a cada rato por el área, así que no podía simplemente sentarse por ahí en la sombra, debía estar bajo el sol en la espera de que alguien quisiera subirse a la atracción de las tazas.

Estaba cansado, realmente, sentía que la piel se le estaba quemando bajo el sol y también tenía hambre, más todavía no era la hora de su almuerzo, le quedaban veinte minutos esperando a que nadie llegara y ahí si que podría salir a comer algo. Estaba siendo presa del aburrimiento en ese momento, sin embargo, su teléfono comenzó a sonar en medio del silencio en el que estaba, se aseguró que su supervisora no estuviera cerca y pudo responder su teléfono.

—Hola, HoSeok —la voz al otro lado de la línea la conocía muy bien, lo cual le hizo sonreír un poco.

—¿Qué tal, MinHyuk?

—Muy bien, mi turno acabó hace poco, estoy algo cansado, pero también hambriento.

—Ya veo. Bueno, tienes suerte que tu turno haya terminado, yo aún tengo que estar aquí hasta las cuatro, está haciendo un sol terrible y estos zapatos me están matando —se quejó.

—Pobre Seokkie —MinHyuk utilizó un tono dulce, haciendo reír a HoSeok que al soltar la risa hizo que MinHyuk riera también. —¿Está cerca tu hora de descanso? Podríamos vernos y comer algo.

—No quisiera molestarte, Min, debes estar cansado del trabajo y yo solo tengo una hora de descanso.

—No es para nada una molestia, no hay nadie en casa y no me gusta mucho comer solo, por favor, acepta salir conmigo.

—Ah... —mordió el interior de su mejilla con duda, en realidad no había pensado salir del parque para su hora de descanso, comería algo que vendieran allí mismo y solo tomaría un descanso bajo la sombra, pero MinHyuk sonaba realmente insistente, estaba pensando en que responder cuando a lo lejos pudo ver a su supervisora, así que tuvo que apresurarse antes de ser descubierto. —Sí, sí, nos vemos en veinte minutos. Adiós.

Min no tuvo tiempo de responder porque entonces la llamada se había cortado, pero aquello no le molestó, porque HoSeok había accedido a comer con él, así que emocionado había emprendido camino hasta el parque de diversiones en el que HoSeok le había comentado alguna vez que trabajaba. Tenía planeado algo muy importante ese día, aquel sería el momento perfecto para confesar sus sentimientos, creía que ya era tiempo de hacerlo, estaba más que seguro de lo que sentía y esperaba ser correspondido, pues no había nada que pudiera evitar que ambos estuvieran juntos, ambos estaban solteros y HaYul no era un problema, para nada, él amaba a ese bebé casi como si fuera suyo.

Estuvo en corto tiempo frente al parque, veinte minutos, tal y como le había dicho HoSeok, así que espero un poco bajo el ardiente sol, pero por suerte tenía su gorra estilo quepis que cubría un poco su rostro del sol. HoSeok salió unos minutos después de allí, con una chaqueta de mezclilla que cubría su camisa con el logo del parque y su cabello negro desordenado.

—Hola —le sonrió, viéndolo acercarse a paso lento.

—Hola —él también le sonrió, lo cual hizo que Min sintiera el pecho latirle de manera acelerada, así que tomó del brazo al pelinegro mientras empezaba a guiarlo lejos de allí.

—¿Te gusta el cangrejo? Hay un lugar de mariscos por aquí cerca que tiene el mejor cangrejo de la ciudad.

Fueron caminando hasta un lugar que efectivamente se veía muy bien desde lejos, HoSeok comentó jocoso que todo allí debería costar una fortuna, pero no se equivocó cuando le pasaron la carta y pudo ver los precios de todos los platillos, el parecía algo impresionado por las grandes cantidades, a diferencia de MinHyuk, que miraba todo con una expresión relajada.

—¿Puedes traernos un cangrejo rey? Bien hervido, por favor, y kimchi de cebolla verde para acompañar.

Entonces el mesero se había llevado ambas cartas, HoSeok sentía que la boca se le hacía agua de solo haber escuchado que comería cangrejo, hace mucho no lo hacía, mucho menos cangrejo rey, así que se mostró emocionado cuando a la mesa llegó un enorme cangrejo rojo, con tenazas gigantes y largas patas.

MinHyuk había pedido un par de tijeras para poder retirar las patas del cuerpo, pero HoSeok había logrado retirar algunas con sus propias manos, haciendo que MinHyuk lo admirara, diciendo que era un hombre muy fuerte, pero MinHyuk no fue el único impresionado, HoSeok también alabó la increíble manera de MinHyuk para comer, parecía una aspiradora de comida, podía dar grandes bocados y sorber de manera rápida.

—Pensé que extrañabas tu antigua vida —comentó MinHyuk mientras salían de aquel restaurante, había sido una gran comida, y ambos estaban satisfechos. Ahora solo caminaban de nuevo al parque de diversiones, ya que le quedaban pocos minutos de descanso a HoSeok.

—Tal vez, un poco, pero por lo económico, ya sabes, era una buena vida tener todo lo que quisieras y no pensar en que estabas gastando lo de la renta o lo de la comida, pero... No lo sé, tal vez llegué a esa edad en la que maduras y te das cuenta que hay cosas que el dinero no puede comprar —ríe un poco, sin ganas realmente. —Es probable que estuviera viviendo un infierno ahora si siguiera con mis padres, ni siquiera podría ver a mi HaYul, todo sería tan diferente.

—¿De verdad? —MinHyuk había detenido un poco su paso, haciéndolo más lento mientras prestaba toda su atención en el rostro del pelinegro, el cual había disminuido el paso de su caminata también, hasta que ambos se quedaron de pie, uno frente al otro. —¿Y cómo crees que es tu vida ahora?

HoSeok tomó una inspiración antes de responder, sus ojos bailando por todo el entorno mientras pensaba su respuesta. —: Difícil. Pero no mala. Es decir, no estoy acostumbrado a trabajar, esto es difícil y no es como esperaba terminar, pero en definitiva creo que muchas cosas han cambiado para mí, cambiaron en un buen sentido.

MinHyuk entonces sonrió, dando un paso adelante, quedando mucho más cerca de HoSeok, quien lo miraba a través de sus anteojos de manera atenta, mucho más cuando MinHyuk estaba tan cerca suyo. —: He podido notarlo, HoSeok, eres una gran persona, eres carismático, generoso y muy agradable.

—No pensé que tuvieras una perspectiva así de mí —rio de nuevo, metiendo sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta.

—Sé que no nos llevamos bien en un principio, lamento mucho haber sido tan malo contigo en un principio.

—No, está bien, eres amigo de HyungWon y sé que no tuve la mejor actitud en un principio con él —le sonrió suavemente, para aligerar las cosas.

—Lo sé, pero ahora eres distinto, eres alguien... Completamente diferente —nuevamente dio un paso, quedando a centímetros del pelinegro. HoSeok se sintió nervioso entonces, evadiendo la mirada del rubio, e intentando pensar en algo que decir.

—Min, yo...

Él lo había hecho callar, pero no de la forma pensada usualmente, Min se había acercado a su rostro y sin imprevisto había juntado sus labios, fue difícil para el mayor procesar lo que estaba pasando, pero cuando pudo sentir el aroma que desprendía el cabello rubio de Min, tan característico con olor a coco, supo que estaba pasando algo, algo grave.

Hizo un pequeño ruido, un quejido, y entonces MinHyuk se había separado, mirándolo a los ojos, respirando por la boca, como si estuviera agitado.

—No quiero seguir ignorando mis sentimientos, HoSeok, me gustas demasiado —aunque el beso había sido inesperado, para ambos, Min no parecía arrepentido por ello, es más, se veía ilusionado y con esperanza. —Sé que es repentino para ti, por favor, no te molestes conmigo.

—No, n-no —negó con la cabeza, rápidamente. —No quiero que pienses que estoy molesto, no, yo solo... Estoy sorprendido.

—Siento decírtelo de esta forma, quisiera hubiera sido en otras circunstancias, pero espero me entiendas —el rubio soltó un suspiro, aunque aún estaba nervioso, no podía negar que se sentía mucho mejor, como si una gran carga se hubiera quitado de su espalda. No le gustaba fingir que las tazas de café eran plena cortesía, claro que no, quería hacerle entender a HoSeok que él le atraía, pero al parecer Seok no era muy buena leyendo señales.

—Yo solo... Es algo difícil de procesar.

—Te entiendo, lamento mucho si te hice pasar un mal rato.

HoSeok le sonrió entonces, solo un poco, en realidad estaba halagado con la declaración de MinHyuk, porque él era un chico realmente hermoso, era muy lindo con su cabello rubio brillante, con sus ojos de cachorro y sus labios delgados y rosados, sin embargo, no creía que fuera del todo correspondido, es decir, por su mente no se había cruzado hace mucho el hecho de tener una relación con alguien, estaba muy enfocado en su bebé, solo quería verlo crecer bien y poder darle todo lo que necesitara y quisiera.

MinHyuk lo acompañó hasta el parque, diciendo que había sido una gran comida la de esa tarde, y segundos después despidiéndose. HoSeok se mantuvo el resto de la tarde pensando en lo que MinHyuk le había dicho, estaba realmente ansioso al respecto, porque, por un lado, creía que no era tan malo todo ese asunto con MinHyuk ¿Verdad? ¿Qué había de malo? Nada, Min era un chico disponible y totalmente lindo, además que cumplía uno de los requisitos que eran los más importantes para él, que aceptaran a HaYul.

¿Pero entonces qué era lo que no lo hacía convencerse del todo? Durante las últimas semanas había visto en MinHyuk un buen amigo, no tenía muchos amigos, no los tenía ahora y no los había tenido antes tampoco, así que estaba feliz de tener a alguien con quien charlar y compartir diferentes cosas, por ello fue que la declaración lo había tomado por sorpresa.

Definitivamente tenía muchas cosas en qué pensar.

Por otro lado, HyungWon estaba de lo más cansado, la discusión ya llevaba horas y a él le estaba doliendo la planta de los pies, así que tenía una mala cara y una actitud arisca con el hombre que estaba frente a él.

—¿Por qué no me escribiste? —no tenía planeado encontrarse con JiCheol ese día, pero JiCheol le dijo que saliera de casa por un momento, él le dijo que no podía hacerlo, porque estaba cuidando de dos bebés y no podía dejarlos solos, pero JiCheol no prestó atención a eso, solo le dijo que lo encontrara en media hora en un café de nombre extraño.

—Los fines de semana también tengo cosas que hacer, JiCheol, me ocupo de mi casa y de mis cosas —le había respondido de manera altanera, no le estaba gustando esa repentina posesividad, tal vez en la cama la encontraba caliente, pero ver a JiCheol de esa forma, ahí, haciendo un escándalo en medio de la cafetería, le ponía irritable. Y también le daba algo de miedo, debía admitir.

—¿Qué tanto te demoras en escribir un mensaje, eh? ¿Qué no te importa lo que pueda pasarme? ¿Qué si mi avión se hubiera caído y hubiera muerto?

—Deja de decir tonterías, no te pasó nada, prometo escribirte más la próxima vez, pero deja este tema de lado.

JiCheol entonces pareció tomar calma, acomodándose sobre su asiento y apoyando correctamente su espalda en la silla, entonces había tomado su mano por encima de la mesa, acariciando sus nudillos con el pulgar. HyungWon miró esa acción con atención entonces, eran esos momentos en los que creía que en serio adoraba a ese hombre, cuando lo trataba de una manera tan dulce o lo hacía sentir tan bien en la habitación, era entonces cuando realmente creía que él valía la pena.

—¿Pensaste en lo que te dije?

—JiCheol, ya hablamos de esto —soltó un suspiro corto, intentando no ceder ante los dulces gestos. —No puedo renunciar.

—¿Y por qué no?

—Porque los Yoo me hicieron firmar un contrato por escrito, no puedo fallar en eso.

Era cierto, los Yoo le habían hecho firmar un contrato en el que no podía renunciar al menos hasta cumplir los dos años allí, algo exagerado si le preguntaban, pero ellos parecían manejar todo de ese modo. Además, más allá de eso, estaba muy apegado al bebé de los Yoo, DongMin. Sentía compasión por el bebé, sus padres no estaban muy presentes en casa y él había desarrollado sentimientos por quien más compartía su tiempo, quien resultaba ser HyungWon, entonces el bebé se había convertido en una fuente de cariño para ese niño. DongMin aún no sabía caminar como HaYul lo hacía, pero en definitiva era más activo, gateaba por todo su hogar, por su habitación, por la habitación de sus padres e incluso por el baño, y solo bastaba que el bebé viera a HyungWon en algún lugar de la casa, para llegar allí en sus manos y rodillas.

JiCheol de un tiempo para acá estaba insistiendo fuertemente con que dejara a los Yoo, que, si el problema era el dinero, él le daría todo lo que quisiera, estaba bastante insistente con el tema, y eso a HyungWon le extrañaba un poco, porque él quería saber todo el tiempo dónde y qué estaba haciendo HyungWon, no parecía tranquilo, incluso si sabía que HyungWon estaba trabajando.

—Necesito volver, el bebé de los Yoo está tomando la siesta y necesita que yo esté ahí cuando él despierte.

—Podrías ahorrarte todo esto si vinieras conmigo, incluso acepto a ese bebé que siempre llevas contigo, no tengo problema.

No le gustaba hablar sobre HaYul, por ello fue que solo apretó sus labios en una línea y prefirió mantenerse en silencio. En realidad, mantenía lo más lejos a HaYul de JiCheol y a JiCheol de HaYul, por algo era que nadie sabía de JiCheol, eso era algo suyo y de nadie más, no necesitaba que todo el mundo supiera que estaba saliendo con un hombre, no necesitaba que todo el mundo pensara que estaba buscándole un padrastro a su hijo.

—Nos vemos este fin de semana —prefirió decir, dando por terminado el tema.

JiCheol lo llevó de vuelta a la casa de los Yoo, procurando no ser visto por las cámaras que ellos tenían a las afueras de su hogar, y al llegar se había encontrado a los dos bebés tal y como los había dejado, DongMin estaba tomando la siesta en su cuna y HaYul estaba sentando en el sofá, muy entretenido con las caricaturas que le había dejado en la gran pantalla plana de la sala, su chupón se resbalaba cuando él balbuceaba al intentar imitar a las caricaturas que bailaban y cantaban.

Fue un día relativamente tranquilo, los bebés estaban calmados luego de que les dio a ambos su refrigerio, es decir, leche de pecho, porque ninguno de los dos se negaba aún a dejarla, pensaba que cuando Yul empezara a comer cosas sólidas se olvidaría de la leche, pero nada de eso, él seguía reclamando su leche antes de ir a dormir y cuando comía en horas de la tarde.

La señora Yoo había llegado a eso de las seis de la tarde, así que él se había encargado de terminar rápido la cena para poder servírsela a la mujer, pero ella no parecía tener prisa mientras dejaba sus pertenencias tiradas por ahí e iba directamente a un cajón donde había diferentes botellas de licor.

—HyungWon, dame la llave del cajón —dictaminó ella, haciendo que HyungWon se sintiera un poco extrañado, ya que la mujer no solía beber, al menos no enfrente suyo, siempre le había dicho que tomar licor engordaba y envejecía la piel. Pero ahora ella parecía tan desesperada por no poder tener un trago.

—Señora... ¿No cree que es mejor cenar algo antes de beber? —intentó persuadir, sin embargo, la mujer le dio una mala mirada y solo le indicó que abriera el cajón.

Ellos mantenían el licor bajo llave por DongMin, es cierto que el bebé no tenía aún nada de compresión sobre eso, pero ellos creían que era lo mejor tenerlo lejos de cosas como esas desde bebé. HyungWon era quien tenía la llave del cajón ya que él se encargaba de toda la casa, así que tuvo que agacharse y entre todas las llaves que tenía, sacar la que pertenecía a aquel cajón.

—No quiero cena de ningún tipo, HyungWon, tampoco le hagas nada a SeungMin —se veía molesta y algo estresada también, tomando con fuerza la botella de ese whisky que había sacado de aquel cajón y un vaso también, dejando ambos con fuerza sobre la mesa de centro de la sala.

—¿Y la comida que...

—Llévatela o bótala, HyungWon, has lo que quieras —entonces había servido su primera copa, sin hielo ni nada por el estilo, solo sirvió un poco en ese vaso de vidrio y lo tomó tan rápido como si se tratara de un sorbo de agua.

—Señora Yoo, su bebé...

—Ah, no te vayas sin antes dejarlo dormido, HyungWon, no quiero lidiar con él ahora, solo duérmelo y vete.

No lo dejaba siquiera terminar las frases, de verdad estaba irritable, así que prefirió hacer caso antes de recibir otro regaño, dio un asentimiento a la mujer antes de emprender su camino hasta la habitación del bebé, pero antes de eso, ella le detuvo de nuevo con su voz.

—HyungWon —ella hizo una seña entonces con su dedo, lo cual le dio a entender que quería que se acercara, así que a paso lento él obedeció. —Necesito que mañana estés puntual aquí, muy puntual, de verdad. En la tarde viene SeungMin con su familia a cenar, te daré unas indicaciones antes de irme para que tengas un almuerzo perfecto cuando lleguemos, así que ten eso en cuenta.

Él asintió, dando así por terminada la charla. La verdad ella tampoco se veía muy feliz con la idea de que los familiares de SeungMin estuvieran allí, en realidad, estaba notando que la relación de los Yoo tambaleaba de a poco ¿Tendría que ver con la posible amante del señor Yoo? No lo sabía, tal vez ella lo estaba sospechando, o tal vez todo era imaginación de HyungWon y no había ninguna amante allí, lo cierto era que nada estaba siendo igual que antes.

JiCheol le había dicho que él lo recogería en la tarde, no se negó porque en serio no le gustaba tomar transporte público siendo cerca la noche, así que había aceptado que fuera en su auto a recogerlo, luego de dormir al bebé de los Yoo y mensajear a JiCheol, tuvo que caminar unas calles lejos de la casa de los Yoo para no levantar sospechas, y tal como le había dicho JiCheol, su lujoso auto negro estaba allí, esperando por él.

Todo había estado normal en el viaje, JiCheol le hablaba de cosas banales y él le respondía de vez en cuando, desde los asientos de atrás, porque obviamente JiCheol no tenía asientos para bebés, así que él tuvo que ir en los asientos de atrás con su bebé en brazos, el cual se estaba durmiendo de a poco por el suave movimiento del auto.

—Siempre he tenido curiosidad sobre tu hermano —JiCheol entonces había cambiado de tema, un tema que, personalmente, HyungWon deseaba nunca hubiera tocado. —Es muy pequeño, tus padres murieron hace poco ¿No?

Tragó saliva, en serio no quería tocar ese tema, pero debió suponer que en algún momento él querría hablar sobre ello. JiCheol miraba por a través del retrovisor al bebé que se rendía ante el sueño, con sus espesas pestañas acariciando su piel y su pequeña boquita quedándose un poco abierta.

—Si, fue hace poco.

—Debió ser muy duro, lamento mucho tu pérdida —soltó un suspiro. —Yo también perdí a los míos, no tan joven, claro, pero fue algo bastante duro también. Mi mamá tenía cáncer de útero y fue cuestión de tiempo para que partiera, meses después murió mi papá, no soportó la pérdida y simplemente amaneció muerto una mañana.

—Lamento mucho tu pérdida también —HyungWon se sentía de lo peor, porque ese hombre estaba allí, contándole todos sus pesares, pensando que compartían un mismo dolor, pero nada más alejado de la realidad.

—Pero te admiro, de verdad, eres tan joven y estás haciéndote cargo de tu hermano, es admirable —le sonrió a través del espejo, HyungWon intentó hacerlo también, pero solo había salido una mueca.

—H-Hago lo que puedo —no quería estar ahí más, quería llegar a casa rápido, tomar una ducha caliente y poder dormir con su bebé toda la noche juntos, no quería seguir teniendo esa conversación, negando a su hijo en su propia carita y seguirle mintiendo a JiCheol.

—No tendrías que hacerlo si vinieras conmigo, le daría a ese niño la niñera más calificada de toda la ciudad, la mejor, así no tendrías que tener esa carga todo el tiempo.

Tomó una inspiración, aunque no quisiera, escuchar eso le había hecho pensar en todo lo que podría hacer si HaYul no ocupara la gran mayoría de tiempo, podría salir cuando quiera, hacer lo que quiera sin preocuparse por horarios. Sin embargo, esfumó rápidamente esos pensamientos, era como si tuviera un diablillo en su hombre izquierdo y un ángel en su hombro derecho, ambos le decían cosas diferentes.

—Aquí me bajo —avisó cuando vio la puerta de su casa enfrente, en realidad, era la primera vez que JiCheol lo llevaba directo hasta su hogar, él siempre lo dejaba unas calles antes, pero nunca lo llevaba hasta allá.

—¿Esta es tu casa? —preguntó él, tratando de mirar mejor por la ventana aquella casa que muy glamorosa no se veía.

—Sí, vivo en el segundo piso —se quitó el cinturón de seguridad, tratando de no despertar a su bebé, que estaba profundamente dormido en sus brazos.

JiCheol tuvo que salir del auto ya que en su baúl habían guardado la carriola perteneciente a HaYul, así que el mayor la sacó de allí mientras la volvía a armar.

—¿Entonces nos vemos este fin de semana?

—Por supuesto que sí, ya te lo había prometido —HyungWon mecía con suavidad a HaYul, ya que este había empezado a gimotear entre sueño, probablemente porque estaba haciendo frío afuera y la manta no alcanzaba a cubrir sus piecitos, así que necesitaba entrar pronto, pero JiCheol no parecía querer soltarlo pronto.

—Estaré ansioso entonces —se había acercado a darle un beso, no cualquier beso, un beso de esos que lo volvían loco. Ladeó su cabeza un poco mientras sentía a JiCheol lamerle el labio inferior en una sutil petición de dejar entrar su lengua, lo cual HyungWon no le negó, porque él le rezaba a aquella lengua que hacía sus besos tan deliciosos.

HaYul aún estaba en sus brazos y de hecho se sentía algo pesado, porque JiCheol lo estaba apretando un poco a medida que se acercaba, así que torpemente, sin soltar el beso, intentaba acomodar a HaYul entre sus brazos, pero entonces su bebé empezó a gimotear porque se sentía incómodo, estaba, ahora sí, despierto. Despierto y de mal humor.

Al escuchar su primer quejido, intentó alejarse, abriendo un poco sus ojos, sin embargo, el quejido de HaYul no fue lo único que lo hizo alejarse rápidamente de aquel beso, fue una presencia que venía llegando a casa, al igual que él, pero que tuvo que toparse con tan inoportuna situación.

Se separó con un quejido corto, parecía asustado, cuando vio a MinHyuk a unos pasos de la puerta de la casa, mirando todo algo anonadado, primero se encargó de mirar al hombre alto que acompañaba a HyungWon, era incluso más alto que el mismo Chae, vestía con un traje claramente claro, además de que su cabello estaba bien peinado hacía atrás. Luego se encargó de mirar a HyungWon, que cargaba a su bebé en brazos, el cual ya estaba llorando fuertemente e intentando apartar con sus manitas la manta que le cubría el rostro.

HyungWon vio a MinHyuk apretar sus labios en una línea y simplemente entrar a casa, introduciendo rápidamente su llave en la cerradura y abriendo y cerrando la puerta con tal prisa, que un pequeño ventarrón acompañó a la puerta cuando la cerró. Chae también se encontraba en un estado de impresión, con sus ojos bien abiertos y el corazón latiéndole rápido.

—Es mejor que te vayas —despidió a JiCheol, sin besos, abrazos, ni nada por el estilo, solo dijo aquello, tomó la carriola y sus pertenencias y, con la misma velocidad de Min, abrió y cerró la puerta de su casa.

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hola amigas, otro capítulo en el que las cosas andan que arden.

espero les esté gustando el rumbo que está tomando la historia, pq a mi me emociona escribirlo.

vi comentarios bastante variados el  sobre la relación de min y hoseok, así que producción se encuentra en líos sobre la decisión que vaya a tomar con esta pareja.

extraño sus comentarios un montón, así que espero que me dejan algunos ♡ las quiero, cuídense y recuerden ser responsables con sus bebés, no como hyungwon.

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