Vigésimo primer capítulo
Vigésimo primer capítulo: Sentidos.
Muchos dirían a su edad, tener un hijo era una locura, un error, y tal vez estaban parcialmente correctos, pero para HoSeok se encontraban errados en muchos sentidos, porque él había encontrado algo que siempre estuvo buscando y nunca supo cómo hacerlo: felicidad.
No tenía dinero, no tenía ahora ni dónde caerse muerto, pero sentía ahora que su mundo no giraba en torno a eso, el dinero era algo material y momentáneo, bien podrías estar hoy en un cuarto rentado y a la mañana siguiente en una mansión, pero también pasado mañana podrías perder todo y volver a ese cuarto rentado del que tanto te habías quejado. Todo era material y debías aprender a desprenderte de las cosas materiales, para empezar a apreciar todo aquello en lo que el dinero no podía intervenir.
Estaba disfrutando ese momento a la luz del sol de la tarde en el parque, el viento soplaba con fuerza porque pronto se acercaba el otoño, pero no era un viento helado lo cual les alegró. Sí, a él y a su bebé, que estaba sentado en sus piernas, tomando entre sus manitas su biberón cargado de leche, los sonidos de succión eran apenas perceptibles, porque su bebé se veía muy concentrado en la tarea de comer. Acarició sus cabellos oscuros con adoración, era imposible para él quitar la mirada de su hijo, ese pequeño ser que no podía hablar aun, pero que no necesitaba hacerlo para ser alguien demasiado importante en su vida.
Su HaYul era su todo ahora, él era el sol por el que su planeta tierra giraba alrededor, lo necesitaba para poder continuar, para saber que la vida era más que dinero, egoísmo y malas personas, que también había belleza en medio de tanto caos. Cuando el biberón estuvo vacío, HaYul lo agitó en su rostro como si así pudiera obtener más, pero lastimosamente ese era el segundo biberón y el último que HyungWon les había dado para ese paseo.
—Lo siento, bebé, ya no hay más leche —HaYul era como su nuevo accesorio, mientras todos tenían abrigos nuevos o bolsos caros, HoSeok tenía un bebé gordito entre los brazos, al igual que la mochila de pingüinos en su hombro que siempre estaba cargada con todo lo que HaYul pudiera necesitar.
Le había prometido a HyungWon que volverían antes de las seis, últimamente HyungWon tenía unos horarios extraños en su trabajo, sabía que trabajaba de siete a siete, pero últimamente había días en los que trabajaba menos tiempo o incluso hubo una noche en la que no volvió y él tuvo que quedarse con HaYul. Todo muy extraño.
Iba de camino a casa de HyungWon, con su hijo que miraba asombrado el globo que él le había comprado y amarrado en su muñeca para que no se escapara, al llegar el que le abrió la puerta fue el amigo de HyungWon, MinHyuk, y cuando él le preguntó por la ausencia del padre de su hijo, este no pudo responderle.
—No lo sé, dijo que tenía que irse urgente y me dijo que me encargara de HaYul hasta que él regrese —la voz del chico era monótona y sin emoción, era obvio para HoSeok que a MinHyuk aun no le agradaba, pero podía vivir con eso.
—Está bien, pero quiero estar seguro que va a venir esta noche, si no es así, creo que lo mejor sería llevarme a HaYul conmigo esta noche.
—¿Qué? ¿Crees que yo no puedo cuidar de HaYul mientras HyungWon no está? —ahora el rubio se mostraba ofendido, cruzando sus brazos sobre su pecho.
—¿Qué? No, claro que no, pero HaYul no es responsabilidad tuya.
—Es como si lo fuera, yo vi a ese bebé nacer y también lo he visto crecer, es como si fuera mi bebé.
—Escucha, no voy a tener esta discusión, si HyungWon cree poder volver esta noche, que me llame y lo diga, por mientras, me llevaré a HaYul conmigo.
—¿Llevártelo a dónde? —de pronto HyungWon hizo aparición en la escena, jugando con la llave entre sus manos mientras daba pasos lentos por el lugar, se veía ciertamente cansado, con el cabello revuelto y una mueca sería en su rostro. Tan pronto estuvo cerca de él, le quitó a HaYul de los brazos con algo de brusquedad, haciendo que el bebé se quejara, pero olvidándolo rápidamente al reconocer el rostro de su papi.
En los últimos días HyungWon estaba realmente irritante, o al menos eso pensaba él, cuando creyó que podría tener una relación sana y civilizada con HyungWon por HaYul, el más joven había vuelto a ser arisco con él, respondiéndole de manera brusca siempre, quejándose de su presencia y haciéndole mala cara cada vez que sus miradas se encontraban. Él esperaba al menos llevarse bien con él por HaYul, sabía que de lo romántico no podría tener esperanza alguna, pero al menos ser buenos conocidos ayudaría a HaYul a desarrollarse mejor.
Cuando HyungWon se giró a verlo, solo le dio una mirada molesta, incluso le mostró la lengua de forma grosera antes de adentrarse al cuarto, con su hijo en brazos, todo eso era muy extraño y, para ser sincero, estaba algo fastidiado de eso. MinHyuk, quien también había visto la muy infantil acción de HyungWon, estaba recargado en el umbral de su puerta mientras miraba extrañado toda la escena.
—¿Qué hice mal ahora? —preguntó en voz alta, más, sin embargo, la pregunta parecía ser más para sí mismo.
—No lo sé, no creo que sea cosa tuya, desde hace un tiempo viene comportándose muy extraño —en cambio le respondió MinHyuk, también intrigado por los cambios de humor frecuentes en su amigo. Bien un día podía estar feliz, pero a las horas lo veía completamente nervioso, caminando por toda la casa como alma en pena, sin un rumbo fijo, y luego estaría molesto e hirviendo como volcán, gritándole a todo lo que se le atravesara, y eso lo incluía a él también. Los dos hombres se quedaron en silencio, ambos intrigados por el muchacho alto, más, cuando se dieron cuenta que estaban pasando demasiado tiempo juntos allí de pie, MinHyuk frunció sus labios con algo de desagrado y seguidamente también se encerró en su cuarto, así, quedando HoSeok solo en aquel pasillo.
Él la verdad era una persona muy ocupada, solo sacaba tiempo para ver a su bebé, pero del resto, siempre tenía algo que hacer. Por ahora estaba trabajando en un parque de diversiones, uno de sus muchos trabajos porque se dedicaba a coleccionar trabajos, en la joyería lo despidieron por recorte de personal y en el cine renunció porque su horario era realmente pesado, y además detestaba el olor de las palomitas con caramelo, era simplemente repugnante.
Ese fin de semana era libre para él, por ello fue que aprovechó para sacar a su bebé a dar un paseo, ahora que estaba creciendo pensaba que era mejor que tuviera mucho más contacto con el mundo externo, aunque su bebé le había hecho un berrinche porque no quería seguir siendo cargado, no podía tirarlo al suelo y dejarlo gatear por allí, así que tuvo que aguantar eso.
Aún seguía viviendo con Jeong y su familia, todos ellos eran demasiado agradables con él y él no sabía cómo agradecerles eso, la esposa de Jeong decía que con que les ayudara en los gastos de la casa era suficiente, pero él no pensaba eso, él seguía gastando luz, agua y comida, era por eso que discretamente estaba buscando un lugar en el que pudiera quedarse, sabía que llevaba poco tiempo viviendo lejos de su padre y que vivir solo era algo difícil, pero se arriesgaría, después de todo, ese momento iba a llegar algún día y él solo se estaba adelantando a las circunstancias.
—Gracias, señora Hye —agradeció a la mujer cuando esta le sirvió un plato de comida caliente en frente, era arroz con verduras salteadas y un poco de carne de cerdo, una comida sencilla, pero en definitiva muy deliciosa, frente a él estaba el único hijo del matrimonio, era unos años mayor a él y se llamaba WooSeok.
Al principio creyó que podría ser un problema con él su estadía en esa casa, pero fue más bien todo lo contrario, el hijo de Jeong lo había aceptado rápidamente aunque él en un principio se comportara como todo un mimado, no quería compartir la habitación ni tampoco hacer los deberes de la casa, pero esa era otra ventaja que él creía había ganado saliendo de la casa de sus padres, su burbuja de privilegios le había estallado en toda la casa, él no era mejor que el hijo de Jeong solo por llevar el Lee en su nombre, en aquel momento, eran exactamente igual, dos jóvenes intentando salir adelante en ese mundo lleno de depredadores.
Fue entonces cuando mejoró su relación con él, incluso el hijo de Jeong le había enseñado que el ejercicio era mucho mejor de lo que parecía, él tenía un cuerpo bien trabajado, sus hombros eran anchos y firmes, al igual que sus brazos en los que se marcaban unos bíceps duros, mientras él seguía delgado, incluso más de lo que era antes, y entonces aceptó la idea de WooSeok para trabajar su cuerpo, en realidad, cuando lo hacías por gusto propio, era una buena forma de desestresarse e incluso la veía como una forma de poder canalizar su ansiedad.
Creía él que estaba en uno de los mejores momentos de su vida, aunque muchos no lo creyeran, porque estaba descubriéndose a sí mismo, estaba por fin pensando ¿Quién es realmente Lee HoSeok? ¿Qué le gusta? ¿Qué le apasiona y por qué vive?
En cambio, el camino era algo más estrecho y lleno de trampas para HyungWon, que estaba en un espiral del que difícilmente creía poder salir.
—Mucha gente cree que HaYul es mi hijo por lo mucho que nos parecemos, incluso los señores Yoo lo creen, pero debes creerme cuando digo que él es mi hermano —la lengua se le movía con maestría mientras decía todas esas mentiras juntas, salían tan fluidas de su boca que daba miedo, pero a este punto, ya sentía un poco menos de culpa, estaba tan metido en esa mentira, que seguirla manteniendo ya le daba igual.
—Te creo —JiCheol lo tenía atrapado en su sofá, con su gran cuerpo sobre el suyo, haciéndole algo de peso, pero a HyungWon no le importaba —Solo que se me hizo extraño cuando la esposa de SeungMin me dijo que era tu hijo.
—Oh, ya te expliqué porque lo dice —soltó un suspiro, acariciando los cabellos del hombre sobre sí. —Tuve que mentirle a ella, si no, nunca me hubiera dado el trabajo.
JiCheol no le dijo nada más, solo escondió su rostro entre la curvatura de su cuello y su hombro, dejando castos besos ahí que e iban ascendiendo lentamente hasta su oreja, sin embargo, HyungWon no disfrutaba de nada de eso como debería, solo tenía la mirada perdida en el techo mientras sentía los húmedos besos por su piel. Últimamente se sentía como en una dimensión diferente, sentía como que su cuerpo estaba funcionando en automático, pero su mente y alma estaban en otra parte.
—Basta, no —golpeó las manos del hombre cuando estás iban tomando el borde de su camisa, levantándola de a poco. El mayor se detuvo tan pronto se lo pidió, levantando su rostro para mirarlo directo a la cara. —Ya te dije, no estoy listo aún.
—Entiendo eso, pero te he explicado que seré tan suave como lo necesites —JiCheol nuevamente comenzó su ronda de besos a lo largo de su cuello, haciendo que HyungWon cerrara sus ojos por inercia. —Solo déjame ser tu primera vez.
Esa era otra mentira que había dicho, que era virgen, cuando la viva prueba de su vida sexual iniciada estaba en casa esperándolo, sin embargo, JiCheol no necesitaba saber eso, seguramente pensaría que él era un precoz y no quería dar una mala impresión frente a un hombre como él. Desde que había trabajado aquella semana en la casa del señor Bae su relación era mucho más cercana, había sido una semana muy interesante a su parecer, el señor Bae era un hombre que lograba hacerlo sentir cosas intensas con solo hablarle.
Los primeros días de aquella semana fueron normales para él, el señor Bae manejaba un horario similar al del señor Yoo, así que se había quedado solo gran parte del día, junto a su bebé, porque también había tenido que llevarlo consigo a esa casa. HaYul por su parte no estaba muy feliz con el cambio de ambiente, hace poco HoSeok le había regalado un moisés, para que HaYul no tuviera que dormir la siesta en la carriola, pero para ser sincero HaYul se mantenía más despierto que nada, él quería hacer más que solo recostarse y quería gatear por todo el lugar, pero al estar en una casa desconocida, le estreso no conocer nada y por ello es que lloraba.
Era casi su hora de salida, estaba lavando los utensilios de cocina que había utilizado para prepararle la cena al señor Bae, tenía sus audífonos puestos y HaYul estaba durmiendo, así que no estaba prestando atención realmente a su alrededor, solo estaba tarareando las canciones que escuchaba y mojando muy bien toda la loza, por ello fue que no escuchó al señor Bae entrar a su hogar, el cual lo estaba llamando, pero al no verlo, se adentró más en la casa hasta que lo vio en la cocina, de espaldas a él, moviéndose con mucha gracia por toda la cocina y cantando en voz baja.
Caminó con lentitud hasta él, HyungWon tampoco podía escuchar los pasos, pero si sentía la presencia de alguien allí, fue por eso, que se dio la vuelta, pero al encontrarse tan de cerca al señor Bae solo pudo tartamudear nervioso, quitando sus audífonos también.
—Perdón, no había escuchado que llegó.
—No se escucha música en el trabajo, HyungWon —el hombre seguía detrás suyo, sin moverse un solo centímetro, y eso hizo sentir más nervioso al menor.
—Lo sé, lo siento, es solo que aún no lo esperaba, siempre suele llegar a las siete —pasó un trago de saliva, tratando de evitar la mirada del hombre que estaba demasiado cerca suyo, el señor Bae era así, unos días podía estar pasando de él completamente y al otro era el centro de toda su atención, como en ese momento.
JiCheol se había acercado más a él, podía sentir el calor de su cuerpo en su espalda y eso empezaba a hacerlo sentir ansioso, no de una mala manera, sentía que las manos le temblaban y por ello fue que empezó a apretar la esponja húmeda y llena de jabón entre sus manos, sabía que era un idiota por mentir, pero en su defensa, lo que JiCheol le hacía sentir estaba fuera de ese mundo, le temblaban las piernas y el corazón le latía rápido, era más intenso que cualquier otra cosa que hubiera sentido antes.
—Señor Bae —estaba perdido en las sensaciones de su cuerpo, pronto la mano del mayor había comenzado a recorrer la piel de su cuello mientras su nariz se hundía en sus cabellos oscuros, aspirando el aroma que desprendían. —Esto no está bien.
—¿Es siquiera lógico seguir fingiendo, HyungWon? —él continuaba acariciando su piel, mientras hablaba de forma baja cerca de su oído, haciéndolo temblar.
—No me gusta esto —susurró, cerrando los ojos levemente. —No me gusta que juegue conmigo.
Fue entonces cuando se dio vuelta, quedando frente al hombre, que tan pronto tuvo a la vista su bonito rostro, lo tomó entre sus manos y dio con sus labios, acariciando estos con el pulgar de su dedo para luego inclinarse y besarlo, HyungWon no opuso resistencia, dejó que él dominara sus labios tanto como quisiera. Sintió las manos grandes del señor Bae recorrer su cintura, apreciando lo pequeña que era esta y como podía abarcarla casi en su totalidad con sus manos, HyungWon disfrutaba de ser tocado y de tocar también, recorría con sus manos los fuertes brazos del mayor, se sentían fuertes a su tacto, incluso por debajo de su traje.
—No estoy listo para eso, ve más despacio conmigo —susurró cuando sintió las manos ajenas un poco más abajo de su cadera, desde aquella vez en la casa de los Yoo no había vuelto a tener un encuentro de esa clase, el señor Bae trabajaba demasiado y llegaba tarde al hogar, por ello fue que no lo había vuelto a ver, pero ahora, ambos parecían dos hombres sedientos porque no podía dejar de besarse, HyungWon había botado la esponja con la que estaba fregando y solo dejo que el hombre mayor lo guiara hasta la sala.
—SeungMin dice que su mujer esta histérica sin ti, el reemplazo que te buscó por esta semana le ha arruinado dos trajes y DongMin lo odia —JiCHeol le relataba todo eso, mientras besaba la piel expuesta en su cuello, eran besos suaves y lentos, esos que solían volverlo loco.
—La señora JiMin es muy exigente, yo he sabido acoplarme a sus caprichos y exigencias.
—Te quieren de vuelta, cuanto antes —fue entonces cuando el mayor lo miró directo a la cara, HyungWon pudo sentir la seriedad en la voz del otro hombre, y entonces colocó una expresión seria también.
—No quiero, me gusta trabajar para ti —contestó en cambio, pasando sus manos por el rostro del otro hombre.
—No tienes un contrato conmigo, HyungWon, esto es solo un trato que hice con SeungMin, pero eres su empleado aún.
—Pero cuando regrese allí vas a dejarme de nuevo, siempre lo haces, me abandonas y luego me buscas como si nada —abultó su labio inferior, lo cual causó algo de gracia en JiCheol, que soltó una risa corta y se acercó a besar su labio sobresaliente.
—SeungMin es muy deductivo y se daría cuenta de lo que pasa entre nosotros si fuera descuidado, por eso mantenía a raya esta atracción, pero prometo manejarlo mejor.
Y desde entonces HyungWon lo veía más seguido que antes, los fines de semana estaban prácticamente dedicados a él, JiCheol era un hombre solo, así que no había problema en que se vieran en su casa las veces que quisieran, el verdadero problema era HyungWon, que tenía un bebé a su cargo, a HoSeok y a MinHyuk, MinHyuk siendo quien más representaba una molestia para él.
—¿A dónde vas, HyungWon? ¿Eh? Quiero explicaciones, estos días has estado muy extraño, mira que dejar a HaYul solo tanto tiempo no es normal —lo había enfrentado una tarde en la que había quedado con JiCheol de verse en su casa, no tenían un plan en específico, probablemente solo se recostarían en el sofá a ver alguna película, se besarían y JiCheol continuaría insistiendo en hacer el amor.
—Son solo unas horas ¿No puedo tener tiempo para mí? Quiero vivir mi vida —se quejó mientras distraía a HaYul con su conejo de peluche, colocándolo cerca de su carita, como si el peluche le estuviera dando un beso, y luego lo alejaba para repetir la misma acción de nuevo, a HaYul realmente parecía gustarle ese juego, porque soltaba una carcajada cada vez que el conejo se acercaba él.
—Esto va más allá de ser un tiempo a solas para ti, sales sin avisar, de la nada, y llegas demasiado tarde, HyungWon, esto es muy extraño, dime qué es lo que sucede.
—Si ibas a poner tanto problema porque te dije que cuidaras a HaYul, entonces no lo hagas, le diré a HoSeok o a la señora Choi que lo cuiden por mí.
—No trates de evadir el tema, HyungWon —MinHyuk no se rendía, estaba dispuesto a conseguir respuestas, y eso estaba molestando a HyungWon en cierto grado. —¿Te estás viendo con alguien?
Calló, no era sensato hacerse el tonto frente a MinHyuk, él era demasiado intuitivo y rápidamente notaría su mentira, así que prefirió guardar silencio, pero ese silencio MinHyuk lo tomó como una respuesta afirmativa.
—HyungWon ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿Dónde lo conociste?
—¡Detente! No te responderé nada, voy a llamar a HoSeok —resolvió dejar el conejo en manos de HaYul, quién tan pronto lo tuvo para sí, comenzó a babear la cara del peluche mientras le daba besos. HyungWon caminó hasta la mesa de noche en la que guardaba su teléfono y de ahí, lo tomó para llamar al padre de su hijo.
—Te comportas como un niño, HyungWon ¿Qué tienes? ¿Trece años? Sí estás saliendo con alguien dímelo, así al menos sé que estás haciendo —HyungWon lo ignoró, continuando con la cabeza hundida en el teléfono mientras mensajeaba a quien suponía debía ser HoSeok. MinHyuk soltó un bufido, se sentía como un padre con su hijo adolescente, HyungWon parecía no entender que tener un bebé no era un juego, que no podía decir "Quiero mi libertad" cuando tenía una responsabilidad tan grande como era un bebé. —HyungWon, esto es en serio.
Nuevamente, HyungWon no le respondió, solo dejó el teléfono de lado y comenzó a rondar por su habitación mientras buscaba su otro zapato, HaYul seguía recostado en la cama, ahora cubriendo con gran parte de su boca el rostro del peluche, MinHyuk supo que no pudo hacer nada más y fue entonces cuando se dio vuelta, saliendo de la habitación justo como las otras veces que había intentado hablar con HyungWon, sin nada.
Escuchó a HyungWon salir de la casa, la puerta de su habitación cerrarse y segundos después, sus pasos por el pasillo, rodó los ojos con cansancio, esa situación lo estaba aborreciendo, y no era por el hecho de que HyungWon estuviera saliendo con alguien, solo le importaba HaYul, el cual estaba viviendo una situación extraña con HyungWon, porque habían días en los que su padre parecía simplemente no querer tenerlo cerca, lo cargaba consigo porque era su obligación, pero no parecía que en realidad quisiera tenerlo a su lado, sin embargo, segundos después veías a HyungWon abrazando al bebé con fuerzas contra su pecho, con una expresión ansiosa en el rostro mientras acariciaba los cabellos oscuros, era en realidad todo muy extraño.
Así transcurrieron las semanas, HyungWon continuaba en un estado de ánimo similar, pero entonces ya no fue MinHyuk quien lo notó también, HoSeok siempre hacía una mueca cuando lo veía caminar como muerto viviente por ahí, además de que lo miraba con odio sin ningún sentido aparente. Por ello, fue que decidió hablarlo directamente.
—HyungWon —decidió hacerlo en una de sus visitas a HaYul, su bebé estaba dormido en su cuna luego de un paseo por el acuario, realmente le había gustado ese paseo, su bebé se reía con ganas al ver los peces nadar, el color azulado de las peceras se reflejaba de manera hermosa en las tiernas facciones de su bebé, HyungWon, como siempre no quiso acompañarlos.
—¿Qué quieres? —HyungWon estaba en la cocina, intentando abrir un bote de aceitunas, tenía una mala cara y cuando lo vio acercarse esta se acentuó mucho más.
—Hablar —respondió, simple, sin querer sonar grosero tampoco.
—Tú y yo no tenemos nada de qué hablar —él seguía batallando con aquel bote mientras le hablaba.
—Lo tenemos si sigues mirándome de esa forma cada vez que vengo —eso hizo que HyungWon se detuviera, soltando lentamente el frasco mientras lo dejaba sobre la encimera. —¿Puedes decirme que he estado haciendo mal?
—¿A qué te refieres?
—Vamos, ¿Mostrarme la lengua cada vez que te veo directamente a la cara es algo normal? No tienes cinco años y yo tampoco, HyungWon, aceptaría estos gestos de HaYul, pero no de ti, vamos, si algo te molesta dímelo para poder darle solución ¿Es algo referente a HaYul?
—No, nada tiene que ver HaYul —soltó un suspiro pesado. —No es nada ¿Por qué armas un drama sobre esto?
—¿Yo? Eres tú el que me trata mal sin razón alguna.
—¿Y eso a ti en qué te afecta?
—No se trata sobre mí, pero no quiero que HaYul crezca en un ambiente donde nos odiamos, es importante que sepa que, aunque no estamos juntos, tenemos una relación civilizada y podemos llevarnos bien.
—HaYul tiene un año ¿Cómo pude él entender sobre esto?
—Pero no va a tener un año por siempre, y es nuestro deber ser maduros, así que, si tienes un problema conmigo, será mejor que me lo digas para encontrarle solución lo más pronto posible.
—¡No está pasando nada ¿Bien?! Es algo personal, he estado confundido y estresado.
HoSeok no le respondió, solo soltó un suspiro también y recargó su cadera en la mesa de la cocina, eso hizo sentir incómodo a HyungWon, que pasó un trago de saliva y continuó tratando de abrir el frasco de aceitunas, HoSeok solo estaba buscando las palabras indicadas para responder a ello.
—¿Quieres hablar de eso? —HyungWon entonces se detuvo, mirándolo con sorpresa y algo de incredulidad. —¿Hablarlo contigo? —le respondió el más alto, con un tono de voz burlón.
—No, bueno, solo si quieres —tal vez decir aquello no fue lo mejor, porque ahora se sentía avergonzado. —Me refiero a que no deberías cargar con todo tu solo ¿Bien? No te obligo a que te abras conmigo, pero si necesitas ayuda en algo, quiero que sepas que también puedes contar conmigo.
—¿Por qué me dices todas estas cosas? —el menor seguía a la defensiva, aunque ya no tanto, se veía menos tenso.
—Porque eres el padre de mi hijo, HyungWon, sé que puede ser difícil tener que cuidar de HaYul y tener que cuidar de ti mismo al tiempo, por ello, es que, si necesitas ayuda en algo, puedes pedírmelo. Si necesitas hablar con alguien, puedes hacerlo conmigo, y si no, te recuerdo que tienes muchísimos amigos que se preocupan por ti, que te aman y solo quieren lo mejor para ti.
Ambos quedaron sumidos en el silencio, HyungWon aun procesando las palabras recién dichas, tal vez aquello era lo que estaba necesitando en esos días, alguien que le abriera los ojos, que esclareciera aunque fuera un poco su tormenta de ideas, estaba siendo ciertamente injusto con todos, con MinHyuk, con su preciado HaYul e incluso con HoSeok, eso lo hizo sentirse avergonzado de repente, porque debió ser muy confuso para él que lo tratara de forma agria sin siquiera haber hecho algo para merecerlo, y todo solo porque HyungWon estaba teniendo malos días.
Sintió unas manos cálidas tomando las suyas, lo cual lo sacó de su ensoñación y lo hizo reaccionar rápido, eran las manos de HoSeok, pero él solo estaba tomando el frasco aún si abrir de sus manos, y entonces, en menos de nada, él había logrado destaparlo. Eso era algo nuevo en él, HoSeok nunca había sido una persona especialmente fuerte, recuerda muy bien como sus brazos eran casi tan delgados como los suyos, pero ahora, incluso debajo de su camisa, se notaban unos hombros más anchos y unos brazos más marcados.
Fue entonces cuando levantó su vista hasta el rostro del dueño de aquellos brazos, HoSeok le sonreía suavemente mientras le extendía el frasco abierto, era una sonrisa amable, pero HyungWon no pudo evitar perderse en esos ojos oscuros, los había visto muchas veces, pero ahora creía que tenían un brillo más especial que antes, y aquello le hizo sonreírle de vuelta mientras aceptaba el frasco abierto, sintiendo nuevamente sus tibios dedos rozar con los suyos.
vengo con toda en
estos nuevos caps,
se vienen las
dedicatorias así
que pendientes.
por si se querían
hacer a una idea
de cómo se ve
jicheol, nuestro
¿villano o héroe?
díganme qué creen
ustedes.
nos veremos pronto,
me emociona volver
a esta historia.
cuídense mucho.
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