Vigésimo capítulo
Vigésimo capítulo: Mentiras y consecuencias.
El sol quemaba alto en el cielo mientras el chico algo y delgado se sentía arder bajo su caliente luz, llevaba varias horas ahí en el patio, los señores Yoo le habían pedido limpiar las camionetas que se usaban en esa casa, incluyendo la del chófer, y, hasta ahora, era uno de los oficios que menos le gustaba.
Tenía los pantalones arremangados al igual que las mangas de su camisa, sentía el rostro rojo y caliente por las extensas horas bajo el sol, era algo ridículo lo que estaba haciendo ¿Por qué ser tan cruel con él? Los Yoo podían pagar el mejor lavadero de autos en la ciudad, pero no, habían decidido que él se encargara de la limpieza de dos enormes camionetas y un auto deportivo.
Sabía que era obra del señor SeungMin, desde que tenía en la cabeza que él había estado mirando a su amante, le colocaba trabajo de más e incluso algo pesado para él, la semana pasada le había pedido que arreglar las tuberías, sabiendo que él no tenía ningún conocimiento de plomería, y cuando creó un desastre y tuvieron que llamar a un experto, lo descontó de su sueldo.
El chófer le pidió el favor de terminar rápido ya que necesitaba la camioneta para recoger unos encargos que el señor Yoo le había encomendado, tuvo que apresurarse porque aún debía hacer el almuerzo y el pequeño DongMin despertaría de su siesta en cualquier momento, su trabajo se estaba haciendo más pesado, pero esperaba que a sí mismo le pagaran.
Luego de que terminó con los autos, tuvo que preparar el almuerzo, ninguno de los señores Yoo acostumbraba a almorzar en casa, siempre lo hacían fuera, pero ese día el señor SeungMin le dijo que preparara el almuerzo. Él estaba bastante tenso por esos días, HaYul había estado enfermo del estómago y tuvo que pagar la clínica y medicamentos para su bebé, además de estar despierto varias horas en la noche porque su bebé no paraba de llorar por el dolor.
Y para más, no había visto a JiCheol desde aquella noche.
Se sentía como un tonto, mientras más lo pensaba, más creía que debió verse como un desesperado frente a ese hombre. Seguramente lo había sacado corriendo, pero ya no había nada más que hacer, no lo había vuelto a ver en todo ese tiempo y dudaba que fuera verlo pronto.
—HaYul, por favor, come un poco más —estaba alimentando a su bebé mientras tomaba un descanso, sentía el pecho lleno y pensaba que HaYul tendría el hambre suficiente para tomársela toda la leche, pero su bebé s había alejado luego de unos segundos el rostro y había empezado a gimotear molesto cuando él le acercaba el pecho al rostro.
Había olvidado el extractor, pensó que su HaYul tendría el hambre suficiente de tomarse toda la leche porque esos días no había estado comiendo mucho por el dolor de estómago, pero al parecer aún no tenía demasiado apetito y tuvo que abrocharse de nuevo la camisa porque obligarlo a comer no estaba funcionando, encima de eso, DongMin despertó de la siesta de muy mal humor y tuvo que lidiar con él también.
DongMin, al igual que HaYul hace un rato, tenía hambre y estaba clamando por su comida, él estaba estresado buscando en los cajones de siempre la fórmula del bebé de los Yoo pero simplemente no estaba, tal vez ya se había acabado y no se habría dado cuenta, el punto era que tendría que salir hasta la farmacia por la fórmula y no creía que DongMin aguantara hasta ya, el bebé estaba rojo de furia y sus manitas apretaban con fuerza su camisa.
Se le ocurrió una idea algo descabellada, pero el llanto de DongMin lo tenía desesperado, así que decidió desabrocharse la camisa y acercarle el pecho al rostro, no sabía bien como DongMin lo tomaría, ese bebé no bebía leche materna desde que lo conocía. DongMin y HaYul eran contemporáneos, se llevaban solo un mes de diferencia, por lo cual la señora Yoo debería seguir lactando a su hijo, pero nunca la había visto hacerlo o al menos dejar biberones con su leche, DongMin solo se alimentaba de fórmula.
El bebé se mostró incómodo al principio, alejando el rostro, sin embargo, el olor a leche tuvo que haberle llamando la atención, porque se acercó dudoso al pezón y lo tomó entre sus labios. Sus succiones eran considerablemente más leves que las de HaYul, parecía estar tanteando el terreno, no sabía si podía gustarle, él parecía estar muy acostumbrado a la fórmula, pero contrario a eso, el bebé se calmó y continuó alimentándose de su pecho.
Si era sincero, DongMin era un bebé al que le tenía compasión, los señores Yoo pagaban su sueldo y todo eso, pero no podía negar que eran unos malos padres. Al menos en los parámetros que él tenía. Un bebé requería demasiado tiempo y atención, no solo juguetes caros y cunas de roble, tal vez por ello fue que DongMin empezó a tener una conexión con él, desde hace un tiempo, DongMin no quería separarse de su lado, le gustaba que lo durmiera en sus brazos y era algo complicado en las noches, según le había comentado la señora Yoo, ya que ella tenía complicaciones para dormirlo.
Luego de que DongMin comió y él tuvo su pecho menos pesado, lo colocó en su mini patio de juegos para que se entretuviera, nuevamente, el bebé no estaba nada sorprendido por la gran cantidad de juguetes allí y solo se entretuvo con una pelota de goma. Él tenía que tener el almuerzo listo para su jefe, era probable que invitara a alguien, así que había hecho una porción más de la usual, esperaba que fuera JiCheol en esta ocasión, aún no perdía del todo la esperanza de volver a verlo.
Llegó a eso de las dos de la tarde, venía en la camioneta que había limpiado para el chófer, él tuvo que salir a recibirlo, efectivamente venía acompañado, y fue un placer saber que era JiCheol quien lo hacía, estaba tan guapo como siempre, tenía un traje azul oscuro y su cabello prolijamente peinado hacía atrás. Por más que intentó apartar la mirada de él, no le fue posible, por ello fue que cayó en vergüenza cuando su jefe lo llamó.
—¡HyungWon!
—Señor, lo siento —dio una corta reverencia con la cabeza al darse cuenta de su error. —¿Sucede algo?
—Te he estado preguntando ¿Qué hiciste de comer?
—Hice estofado de carne de res, señor Yoo.
—Te pedí que hicieras una comida decente, HyungWon, no algo tan simple como un estofado —le regañó él, lo cual lo hizo sentir tremendamente avergonzado, no por el hecho en sí de estar siendo reprendido, si no, por estarlo siendo frente a JiCheol.
—Lo lamento, usted no me especificó la comida que quería y yo...
—Llevas casi un año trabajando aquí ¿Y no sabes aún cosas tan simples como esa? —eso estaba siendo realmente degradante, quería gritarle a ese maldito que no era adivino para saber que mierda era la que quería tragar ese día, pero había aprendido con el tiempo que no siempre podía hacer lo que quería, que lo mejor era callar y soportar.
—No seas tan duro con él, a mí me encanta el estofado de carne, cualquier cosa que prepare HyungWon, es una delicia para mí.
El aliento se le fue al escuchar al señor Bae salir en su defensa, mantenía la mirada gacha, porque temía que se dieran cuenta del sonrojo que estaba cubriendo su rostro, por suerte, el señor Yoo no le dijo nada más y solo le pidió que sirviera la comida, él iba en su camino a la cocina mientras los dos hombres iban a la sala charlando.
—HyungWon.
Nuevamente escuchó la voz del señor Yoo, esta sonaba baja pero aun molesto, así que caminó hasta donde ellos estaban encontrando que ambos estaban de pie frente a su hijo, el cual estaba sentado en la sala, viéndose lindo con el chupón en su boca y vestido con su overol azul, tenía un montón de juguetes esparcidos a su alrededor, él tocando insistentemente el piano pequeño que hacía ruidos de animales de granja cuando presionaba alguna tecla.
Su chiquito miraba sin miedo a los dos hombres que estaba de pie a su lado, tan impotentes, los miraba con ojos curiosos, hasta que estiró su manita al señor Yoo, ofreciéndole uno de sus juguetes. Él, en cambio, se sentía colapsar, había olvidado guardar a HaYul cuando vio a los dos hombres llegar, ahora el señor Bae observaba con curiosidad al bebé que estaba invadiendo la sala con sus juguetes.
—L-Lo lamento mucho —su voz flaqueaba, sentía que iba a llorar en cualquier momento, tomó con rapidez a su bebé en brazos y al mismo tiempo intentaba recoger todos los juguetes posibles, su bebé se había empezado a quejar, porque él quería seguir jugando, pero no tenía tiempo de prestarle atención cuando tuvo que salir corriendo de allí con él en brazos.
Tuvo que dejarlo en la habitación de DongMin, el bebé, al igual que su hijo hace un rato, estaba jugando en su mini patio de juegos y cuando lo vio entrar solo empezó a lloriquear por atención, lo cual tampoco le ayudó, porque su hijo ya estaba haciendo un escándalo y quería retirarse de sus brazos. En cuestión de segundos tenía un desastre de bebés, los dos estaban quejándose, DongMin porque quería que lo cargaran y HaYul porque no quería quedarse en la carriola, aparte de eso, el señor Yoo le estaba llamando a la sala porqué querían que les sirviera el almuerzo.
A este paso, iba a terminar en un manicomio.
—SeungMin es un desconsiderado —el señor Bae había aparecido en la habitación del pequeño DongMin, recargado en el umbral de la puerta mientras lo veía hecho un desastre. —Estas cuidando a sus hijos y él solo piensa en comida.
¿Sus hijos? ¿Él pensaba que HaYul también era hijo del señor Yoo? Solo sonrió levemente, mientras intentaba zafarse a HaYul, que se aferraba su cuello mientras lloraba en su oído.
—No son sus hijos —murmuró, cuando finalmente arregló las cosas dejando a HaYul en el mini patio de juegos del hijo de los Yoo, con sus juguetes esparcidos y tomando a DongMin en brazos, usando el cargador para hacer más fácil su tarea.
—Lo sé, solo estaba bromeando —el mayor nuevamente le sonrió. —SeungMin me dice que siempre traes ese niño al trabajo, que tal vez por eso eres tan lento últimamente.
—N-No, lo juro que no, es solo que hoy... No es mi día, pero puedo asegurarles que es cosa sin importancia, ahora mismo voy a servirles —el hombre se le quedó mirando por un rato analizando su rostro, para finalmente sonreírle de lado y guiñarle un ojo, saliendo de allí como si nada.
HyungWon quedó petrificado, sentía el corazón latirle con fuerza, en definitiva, no sabía cómo comportarse frente a un hombre de verdad, se volvía torpe y nervioso, decía lo primero que se le venía a la cabeza y respondía a cualquier cosa que su cuerpo le pidiera. Salió segundos después de la habitación, corriendo hasta la cocina donde tomó los platos en los que le serviría a ambos hombres, finalmente, luego de unos minutos, colocó la comida frente a cada uno de ellos.
Como era usual, ellos estaban hablando animadamente entre ellos, él no podía quedarse a escuchar por más que le gustara escuchar la ronca voz del señor Bae, así que nuevamente estaba en la cocina, prestando atención a DongMin que gorgoreaba feliz en su pecho mientras intentaba meter sus deditos en la boca de HyunWon, hizo eso hasta que se mostró más calmado luego de unos minutos y pudo dejarlo de nuevo en su habitación, aprovechó aquello para vigilar a su hijo que seguía jugando con los bloques de juguete del hijo de los Yoo, esperaba que su HaYul se mantuviera tranquilo por más tiempo, aunque sabía que él disfrutaba un poco más de los juguetes que DongMin, no lo mantendrían atento por siempre y en algún momento le pediría su almuerzo.
—SeungMin, quería hacerte una propuesta, más bien, es pedirte un favor —él estaba sirviendo el vino que los hombres le habían pedido después de almorzar, entonces fue el señor Bae quien habló. —Mi casa está hecha un real desastre, me vendría bien una mano para arreglarla ¿Te importaría prestarme tu empleado por una semana?
—¿Qué dices? —él también estaba sorprendido al igual que el señor Yoo, que lo había mirado con el ceño fruncido. —¿Por qué quieres a HyungWon?
—Es eficiente.
—Lo que es HyungWon es un dolor de cabeza —negó con la cabeza suavemente, bebiendo de su copa de vino. —Por mi parte está bien, la casa la veo igual con o sin HyungWon.
Apretó sus labios, más que ofendido, estaba enojado, él se rompía el lomo todos los días limpiando cada rincón de su casa, cuidando ese endemoniado bebé e incluso atendiendo asuntos que no era su responsabilidad y él se atrevía a decir que no había diferencia. No pudo opinar nada, solo bajó la mirada y esperó a que los hombres tomaran una decisión.
—Creo que el verdadero problema debe ser JiMin —-habló de nuevo JiCheol, y tenía razón, la señora Yoo fue quien lo contrató y quien siempre decía que su ayuda era realmente valiosa en la casa.
—De ella me encargo yo, que busque otro empleado —habló de nuevo SeungMin.
—N-No —fue cuando decidió interrumpir, llamando la atención de los dos hombres. —No me despida, por favor, yo necesito el trabajo.
—No te voy a despedir, HyungWon ¿Eres estúpido? —dijo SeungMin, con una expresión molesta. —Es temporal, después de todo, tienes un contrato y no creo que JiMin quiera deshacerse de ti tan fácil.
Ese hombre realmente lo tenía cansado, maldita fuera la hora en la que a él se le ocurrió trabajar en esa casa, era como un pequeño infierno. El señor SeungMin era un maldito infiel que descargaba su mal humor con él, la señora JiMin era una mujer que presumía de muchos estudios, pero no era capaz de ver que su marido le ponía cuerno con cualquiera, el único que podría rescatar era al pequeño DongMin, un bebé inocente que no tenía culpa en nada.
El señor Bae era un hombre misterioso, no sabía qué clase de cosas pasaban por su mente, si estaba jugando con él, no era divertido, le estaba creando falsas ilusiones, primero se le había insinuado con descaro y luego lo dejaba sin nada por semanas, ahora no sabía que esperar, era algo raro eso de querer tenerlo como empleado.
—HyungWon, si frunces tanto el ceño te van a salir arrugas —nuevamente el señor JiCheol estaba atacándolo en sus momentos a solas. Él se giró para verle el rostro, estaba con esa expresión coqueta de nuevo.
—¿Necesita algo?
—¿Estás molesto por lo que le propuse a SeungMin?
—Es mi trabajo obedecer a los señores Yoo en todo, si ellos deciden que trabaje para usted también, entonces lo haré.
—No seas tan rígido, HyungWon —JiCheol se acercó a él lentamente. —Lo hago por los dos.
—¿Por los dos?
—Claro, es decir, no somos niños para no entender lo que pasa aquí —había tomado su mentón entre sus dedos, haciendo que levantara la mirada. HyungWon sentía todo aquello como un dejá vu, temía nuevamente quedar como un tonto y no ser correspondido. —Con SeungMin y su esposa rondando por toda la casa esto jamás va a llegar a nada.
—¿A qué se refiere?
Lo que llegó entonces fue inesperado, el señor Bae había puesto algunos de sus mechones sueltos detrás de su oreja, tomó entre sus grandes manos su rostro y luego lo besó, él demoró un momento en procesarlo, sus ojos estaban abiertos mientras aún no podía creerse lo que estaba pasando. Era un beso lento, pero erótico sin duda, el señor Be sabía mover muy bien sus labios y cuando golpeó con su lengua su labio inferior no pudo resistirse a él y abrió la boca lentamente, se dejó llevar, sus ojos se cerraron también y llevó sus manos a la nuca del mayor. El señor Bae también se había ensimismado suficiente en el beso, tenía sus manos sobre su cintura y lo había arrinconado contra él mesón.
HyungWon se sentía fallecer en los brazos de ese hombre, era mucho más de lo que esperaba recibir, podía sentir el aliento cálido contra su boca y el leve sabor a licor en su boca, estaba embriagado de ese hombre, se rindió ante él y no le importó nada más entonces, sin embargo, su momento mágico fue interrumpido cuando escuchó el llanto de un niño, y seguido de eso, el grito del señor Yoo que le ordenaba callar al niño que estuviera llorando. El señor Bae lo soltó entonces, y él se sintió vacío, como si algo le faltara.
Fue corriendo hasta la habitación donde los dos bebés estaban reposando, era HaYul quien estaba clamando atención, claramente se había aburrido y ahora quería que lo cargaran, así que lo hizo, lo tomó en brazos y lo acercó a su pecho, el bebé, al sentir su calor, comenzó a calmarse y solo respiraba tranquilamente contra su piel, no estaba tirando de su camisa para comer, solo estaba ahí, disfrutando de tenerlo cerca.
—¿También traerás a ese niño cuando estés trabajando para mí? —nuevamente el señor Bae lo había asaltado en un momento inesperado, él estaba de pie bajo el umbral de la puerta, con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón y mirando curioso al bebé en sus brazos.
—Tengo que —respondió a cambio, acariciando la cabeza de su pequeño. —Nadie más puede hacerse cargo de él.
—¿Estás criando a tu hijo tú solo?
Calló, el mayor lo veía sin ningún tipo de expresión en el rostro, solo esperando una respuesta, luego pasó su mirada al rostro pequeño de su bebé. Ni siquiera sabía porque lo estaba pensando de más, era tan sencillo como soltar un sí, pero nuevamente la duda lo atacaba y lo hacía temblar, fue entonces, cuando solo soltó las cosas sin pensar.
—No —respondió, el mayor aún estaba mirándolo, pero entonces levantó una ceja, como si no supiera a qué se refería exactamente. —N-No... No es mi hijo.
—¿No? Pensé que sí, SeungMin me dijo que nunca te despegas de él.
—Es porque es mi hermano, no hay nadie más que pueda cuidarlo aparte de mí —tragó saliva, ni siquiera sabía que tenía esa habilidad de mentir tan rápido, lo había dicho con una naturalidad impresionante y sería difícil no creerle.
El señor Bae pareció hacerlo, porque rápidamente colocó una expresión de sorpresa en su rostro, y seguido de eso, dijo —: Eso explica mejor el parecido que tienen —dio unos pasos dentro de la habitación hasta que estuvo a su lado. —¿Y tus padres? ¿Por qué lo cuidas tú?
—No quiero... hablar de eso —no se creía capaz de soltar otra mentira, bastante mal se estaba empezando a sentir con lo que había dicho, decir otra mentira, solo lo haría quedar peor.
—Oh, entiendo... Son huérfanos —concluyó el hombre por sí solo, podría haberle dicho que no era cierto, que sus padres estaban actualmente vivos y que lo odiaban, lo odiaban porque el bebé que tenía en brazos era suyo, de su propia carne, pero no lo hizo, solo calló y asintió levemente. —Está bien, también soy huérfano, o algo así, perdí a mis dos padres hace algunos años. Entiendo que debes extrañarlos mucho, sobre todo cuando tienes que hacerte cargo de tu hermano menor.
No fue capaz de decir nada más y el hombre mayor tampoco se molestó en preguntar, tanto el señor Yoo como el señor Bae estuvieron unos minutos más en casa hasta que nuevamente salieron, él se quedó solo de nuevo, con los dos bebés a su cargo. Tuvo que salir y hacer las comprar, fue un lío, porque tuvo que salir con los dos bebés, a DongMin lo paseó en el carrito del supermercado apto para niños mientras que a HaYul tuvo que cargarlo contra su pecho, instintivamente, estaba dejando de lado al hijo de los Yoo para darle toda su atención a HaYul, no podía evitarlo, se estaba sintiendo terriblemente culpable, quería llenar a su bebé de arrumacos, comida y juguetes, como si eso compensara el hecho de que lo había negado.
"HaYul apenas y tiene un año ¿Cómo podría él juzgarme? No sabe ni siquiera hablar" se decía a sí mismo, intentando mermar la culpa que sentía en el pecho, pero, mientras estaba organizando la biblioteca del señor Yoo, veía a su bebé gatear por toda la sala, solo estaba explorando todo, se veía tan lindo e inocente que no podía evitar sentirse peor de lo que se sentía en un principio.
Las horas en el trabajo se le hicieron eternas, estaba fuera de sí y no podía concentrarse correctamente, incluso, cuando la señora Yoo llegó y le preguntó algo sobre DongMin él solo balbuceó en respuesta, ni siquiera recordaba que era lo que le había preguntado, esperaba y no fuera algo importante. Al llegar a casa MinHyuk estaba allí nuevamente, se veía recién salido de la ducha y tenía una toalla alrededor de su cuello.
—¿Quieres que pidamos algo para cenar? Tú pagas la mitad y me prestas dinero para que yo pague la otra —rio, sin embargo, dejó de hacerlo cuando no vio ninguna reacción de su parte. —Estoy jugando, yo pagaré la otra mitad.
—Está bien —murmuró, estaba de pie a un lado de la cuna de HaYul, donde su bebé estaba recostado, intentando quitarse los calcetines que le había puesto para dormir.
—¿Qué te pasa? ¿Por qué tienes esa cara? —rápidamente, su amigo se había mostrado preocupado, adentrándose a su habitación y colocándose a un lado suyo.
Él estaba mirando en silencio a su bebé, cuestionando todo lo que estaba pasando, estaba ansioso pero al mismo tiempo molesto, molesto con alguien, no sabía con quién, solo sentía que alguien tenía la culpa de todo lo que estaba pasando y quería encontrar a ese alguien para gritarle que su vida estaba arruinada, pero en su lugar, solo soltó un suspiro y dijo —: No pasa nada.
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hola, mi regreso
después de estar
tanto tiempo
perdida.
quiero avisar que
esta historia no va
a estar siendo
actualizada tan
seguido, porque
necesito terminar
otros fics que he
dejado muy
abandonados, y
este fic es en el que
más me he estado
enfocando en este
año.
pero bueno, cuéntenme
¿qué tal el capítulo
de hoy?
no quiero preguntar
que piensan de
hyungwon porque
ya me lo imagino jaja
¿qué piensan de
seungmin?
¿tienen teorías
de qué va a pasar
con wonho y el
2won de ahora en
adelante?
¿quieren que
empiece a dedicar
capítulos?
nos vemos en otra
ocasión, las quiero
y cuídense mucho ♡
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