Octavo capítulo
Octavo capítulo: Revelaciones.
Esa mañana en especial tenía un fuerte antojo de algo de mariscos, lo que fuera, pero debido al dinero que estaba ahorrando no tenía mucho que gastar.
Iba de camino a la escuela y pasó enfrente de un carro de comida callejera, veía esas vieiras asarse deliciosamente y solo rogaba por una de ellas, dio pasos lentos mientras pasaba por enfrente del carro de comida pues al menos quería llenarse de su olor.
Pensaba que eso de los antojos en ocasiones podía ser una exageración de los embarazados y embarazadas, pero ahora que lo vivía en carne propia a sus cinco meses de embarazo, entendía esa fuerte de necesidad de querer comer algo y no sentirse bien hasta poder hacerlo. Hacía bastantes días que tenía ganas de algo de mariscos, sentir el sabor del mar en su lengua, pero sus padres no habían comprado nada del mar en esos días.
Al llegar al instituto estaban en una formación en el patio delantero, había olvidado que era un día importante y todo el día estarían en eventos, estaban a casi nada de terminar el año escolar y hacían eventos como ese para enseñar todo lo que habían logrado en el año. Al llegar lo formaron como siempre de últimas en la fila de su salón, era mucho más alto que muchos de sus compañeros y siempre estaba en los puestos de atrás.
Sin embargo, luego de un rato sus pies le empezaron a doler por el peso extra de su cuerpo, efectivamente durante ese tiempo había ganado peso no solo por su vientre abultado, sino también por su buen comer durante los últimos meses, procuraba desayunar todos los días incluso si llegaba algo tarde al instituto, prefería eso a tener que ponerse a sí mismo y a su bebé en riesgo por su mala alimentación.
Su maestra notó su malestar y tan pronto él se lo confirmó ella trajo una silla, se veía algo extraño que todo el mundo estuviera de pie y él sentado en la formación, pero no prestó mucha atención a eso cuando sus pies le agradecieron al momento de sentarse, se sintió mucho más relajado e incluso pensó que podía aguantar dos horas más de formación si lo dejaban estar sentado. Sin embargo, luego de las extensas palabras del director tuvieron que levantarse y comenzar a rotar por cada una de las exposiciones que se tenían preparadas.
Era una de esas mierdas dónde celebraban el aniversario del instituto, no sabía cuántos años llevaba activo el instituto o que habían logrado, y tampoco le importaba, solo quería que llegara la hora del almuerzo para comer algo, sin embargo, alguien allá arriba pareció apiadarse de él cuando dijeron que estaban dando refrigerios de cortesía cerca de la cancha así que sin dudarlo buscó la fila para reclamar el suyo.
Era un yogurt griego con una manzana y lo que parecía ser un croissant de queso, el yogurt griego no era su favorito por ser tan bajo de dulce, pero tenía hambre y no lo rechazaría, primero quitó el sello de aluminio que cubría el envase y lo lamió ante de desecharlo, estaba distraído sin duda, porque si hubiera estado en sus cinco sentidos jamás hubiera permitido que lo que iba a pasar, pasara.
De repente sintió al costado de su cuerpo un impacto fuerte que lo hizo tambalearse y que su refrigerio cayera al piso, se le fue el aire por unos segundos, luego fue inminente que soltara un chillido de dolor mientras llevaba sus manos a la parte adolorida. Sintió de inmediato una presencia cerca suya.
—Lo lamento mucho, no te había visto —por lo poco que pudo ver a través de sus ojos empañados, era un chico de un grado menor al suyo, tal vez tenía unos catorce años.
—¿Qué sucedió? —esta vez era una voz más madura, la de un maestro, probablemente.
—Le tiraron un balón y le dio en el estómago —habló alguien, no sabía quién, pues de repente muchas personas estaban a su alrededor.
—¿Puedes caminar?
Como pudo asintió y dejó que le tomaran del brazo, lo llevaron a la enfermería dónde rápidamente la enfermera hizo lo suyo y le revisó, lo tranquilizó a él y a todos los demás presentes en la sala diciendo que por suerte no había sangre, sin embargo, era lo mejor llevarlo a la clínica.
—Vamos a tener que llamar a tus padres, HyungWon.
—No, por favor, ya estoy bien &se apoyó en sus codos, haciendo el amago de levantarse sin embargo la enfermera lo recostó nuevamente en la camilla.
—HyungWon, esto es serio, un golpe cerca del estómago en tu estado puede ser peligroso —en esta ocasión la mujer se mostraba seria, renuente a lo que había propuesto HyungWon. —Los voy a llamar.
Dicho eso ella salió de allí camino quien sabe a dónde, el al instante se mostró preocupado, sus padres muy claramente le habían dicho que poco o nada querían verse involucrados en el tema de su bebé. A los segundos entraron MinHyuk, HyunWoo y ChangKyun a la habitación, se veían genuinamente preocupados.
—Escuchamos en el pasillo lo que pasó —los tres de inmediato se pusieron en frente suyo, MinHyuk siendo quien hablaba. —¿Estás bien?
—Lo estoy, la enfermera dice que por suerte no hubo sangre —su voz era relajada, también le agradaba saber que no había sangrado y que solo había sido un susto, aunque aún le dolía un poco el cuerpo.
—Eso es bueno —afirmó MinHyuk, tomando su mano y apretándola con cariño. —¿Vas a ir a casa?
—No quería, pero la enfermera insistió en llamar a mis padres —soltó un quejido, pasando sus manos por cabello. —No quiero verlos aquí, no sé qué pueda pasar.
Ninguno de los demás presentes dijo algo al respecto, estaban al tanto de la situación de HyungWon con sus padres y lo difícil que era esta, pero poco o nada podían ayudar en ese caso. En realidad, no existía alguien quien pudiera ayudarlo.
—HyungWon, sé que no te gusta que te lo diga, pero...
Y ahí iba MinHyuk de nuevo, durante el último tiempo tanto él como HyunWoo y ChangKyun habían estado insistiendo con el tema del papá de su bebé. Él les había dejado claro que no tenía intención de buscarlo de nuevo, ya lo había humillado lo suficiente como para que fuera en busca de más, y en parte, tampoco creía que él quisiera aparecerse luego de la discusión de la última vez.
—...No puede fajarse de esa responsabilidad tan fácil ¿Sí? No lo hago por él, lo hago por ti y por ese bebé, HyungWon.
—¿Por qué lo necesito? Yo los tengo a ustedes, ustedes son mejores que él —sonrió, mostrándose tierno ante ellos que soltaron un suspiro algo preocupado al tiempo.
—Ese es el problema —dijo ChangKyun.
Sus rostros eran serios, lo cual le preocupó al instante y cambió su expresión sonriente y cálida a una más seria. Ninguno dijo nada, él empezó a comprender que, aunque sus amigos estuvieran ahí ahora... No lo estarían siempre.
—Estamos aquí contigo, lo sabes —MinHyuk nuevamente tomó la palabra. —Y vamos a estarlo todo el tiempo que podamos, pero sabes que... Entiendes que puede... Y-Yo, digo, nosotros —sus labios temblaban y su voz vacilaba lo cual le hacía sentir nervioso a él también.
—Tal vez no siempre estemos para ti —HyunWoo, quien no hablaba mucho, tomó la palabra con seriedad y firmeza. —Te lo pedimos nuevamente, HyungWon, busca al papá de ese bebé y hazle saber que tiene una gran responsabilidad por la cual responder.
Se sintió de repente con malestar, un deje de abandono al escucharlos decir esas palabras. En ocasiones olvidaba que realmente estaba solo en todo el asunto del bebé, que solo él tendría que parirlo, alimentarlo y criarlo, nadie haría nada de esas cosas por él. Sus manos ahora estaban entrelazadas sobre su estómago mientras sus dedos jugaban entre sí y su mirada estaba perdida entre ellos.
—Yo te acompañaré, no tienes que ir a enfrentarlo solo si no te sientes listo, yo estaré contigo todo el tiempo y te daré mi mano.
No pudo evitar que una lágrima resbalara al escuchar esas palabras de parte del mayor de todos los tres, culpaba a las hormonas del embarazo por hacerlo más sensible, o tal vez en realidad estaba tan solitario que palabras así le conmovían el corazón.
—E-Está bien —susurró, por suerte en el silencio de la sala logró ser escuchado por los otros tres. —Iré, pero tendremos que hacerlo mañana, luego de clases, ahora tengo otro... problema.
Asintieron, se despidieron luego de eso porque, aunque él tuviera la excusa de no asistir más a las actividades, ellos no y tendrían un llamado de atención si no volvían con su grupo. La enfermera llegó poco después con la noticia de que sus padres venían en camino, lo cual le puso algo nervioso, pero supo disimularlo bien.
Efectivamente ellos llegaron allí, sabían disimular bien ante los directivos que poco o nada les importaba que le había pasado, llenaron los permisos para poder llevarlo a casa y seguido de eso los tres se fueron en el auto.
—¿Hay que llevarte a algún hospital o algo así? —habló su madre desde el asiento del copiloto.
—No quiero ir a un hospital —mencionó bajo, mirando por la ventana en una negación a mirarlos a ellos.
—Bien.
El viaje emprendió, ninguno dijo nada durante el trayecto y eso le tranquilizó porque suponía sus padres le dirían algo, pero por suerte no fue nada. Ahora su único problema era buscar al padre de su hijo, ni siquiera entendía bien porque accedió si no tenía la más mínima idea de que decirle, ya había quedado claro que ese bebé contaría únicamente con él y no entendía cuál era el problema con eso.
Cuando sus padres estacionaron el auto frente a la casa, él fue el primero en salir de allí y adentrarse en la casa sin esperar por los mayores, sinceramente no quería verlos ni escucharlos tampoco, por suerte sus padres pensaban lo mismo y no lo molestaron en el resto del día.
Mentiría si dijera que no estaba ansioso desde la charla con los chicos, se convencía una y otra vez que las intenciones de sus amigos eran las mejores pero sentía como un castigo el hecho de buscar nuevamente a WonHo, los encuentros que había tenido con el hombre desde su embarazo para nada habían sido agradables.
Pensó que podría saltarse esa charla, sin embargo, al día siguiente cuando llegó al instituto sus amigos rápidamente le interceptaron para preguntarle si se encontrarían a la salida de las clases.
—Chicos, yo... No sé, tal vez...
—HyungWon, no te eches para atrás, por favor —MinHyuk siempre manejaba un tono calmado y tranquilizador, esta vez no era la excepción, hablaba mientras se le acercaba y lo abrazaba por los hombros. —Estaremos ahí para ti, no te preocupes, si él te hace o dice algo no dudes que nosotros vamos a responder si tú no puedes hacerlo.
—¿D-De verdad? —levantó su mirada ya vidriosa por las lágrimas hacía los tres chicos, todos asintieron sin dudar lo cual le hizo sonreír levemente.
—A la salida de clases iremos a su casa, HyungWon, hablaremos con él, llegaremos a un acuerdo y ya verás como todo se pondrá mejor —ChangKyun también le hablaba dulcemente, tomándolo con confianza de gancho de su brazo izquierdo.
Les creyó, al menos momentáneamente, tenía la esperanza de que con ellos presente no pasaría nada malo. Durante las clases estuvo calmado, aunque con una opresión en el pecho, pero que prefirió ignorar para que su cerebro no empezara a plantarle situaciones hipotéticas en las que todo saldría terriblemente mal.
Al salir, justo como sus amigos le habían dicho lo estaban esperando en el gran portón con sonrisas amables y, en el caso de MinHyuk, con la mano estirada esperando la suya. En ocasiones se sentía algo incómodo cuando MinHyuk lo trataba de forma tan... maternal, muchas veces lo había pillado tomándole de la mano cuando cruzaban los semáforos o diciéndole que mirara a ambos lados antes de cruzar, también cuando había mucha multitud en la calle le sostenía la mano para que no se alejara y se perdiera.
Como si fuera posible para él perderse de vista, es decir, medía un metro con ochenta y tres.
A pesar de que eran guiados por HyungWon, MinHyuk iba adelante como un líder mientras le tomaba de la mano, tomaron el autobús hasta aquella parada que muy bien conocía. No había día en que no se tratara a él mismo como un estúpido por haber tomado tantas veces ese autobús directo a esa casa, por perder el tiempo haciendo cosas que no debía y no haberse quedado justo y como estaba.
Pasó un trago de saliva mientras caminaban por las calles de casas y edificios ostentosos que él ya conocía muy bien, siempre se había asegurado de pasar desapercibido ya que WonHo le había dicho alguna vez que sus padres tenían muchos amigos por la zona y que si le veían entrar a la casa no demorarían en hacer correr el rumor.
—¿Es la casa de enfrente?
Asintió, suave y dudosamente, sus amigos no tomaron atención a su semblante nervioso y continuaron su camino, sin embargo, él no pudo dar un paso más, se detuvo mientras sus manos se soltaban de las de MinHyuk y se juntaban detrás de su espalda. Rápidamente el trío notó su falta de compañía y se detuvieron también.
No quería ir a esa casa, tenía miedo, no sabía exactamente de qué, pero sentía que se desmayaría en cualquier momento. Tenía la paranoia de que todo el mundo en esa calle lo estaba viendo y lo estaba juzgado por el vientre crecido que sobresalía de su uniforme, también tenía miedo de que fueran a hacer sus amigos, ellos le habían dicho que estarían ahí pero no tenía la seguridad de que si las cosas se ponían feas no empezarían un escándalo que alertara a todo el mundo.
—HyungWon...
—No quiero hacerlo —le interrumpió a ChangKyun, quien rápidamente se mostró sorprendido por su voz firme.
—Pero ya llegamos hasta acá, no puedes echarte para atrás.
—Vine únicamente porque ustedes me están obligando.
—¿Obligando? —MinHyuk jadeó sorprendido. —No te estamos obligando a nada, solo tratamos de ayudarte.
—Pero yo no quiero hacer esto, no quiero verlo, no quiero ver a nadie de esa casa —sus puños se apretaron a sus costados, al igual que sentía sus mejillas calentarse por el enojo que empezaba a sentir.
—No salgas con eso HyungWon, vinimos hasta aquí y no hay que darnos vuelta atrás —sus amigos también parecían alterados ante la situación, habían perdido el tono suave y amable que llevaban desde un principio.
—No quiero, no voy a entrar a esa casa.
—¡Eres un terco! ¿Por qué nos hiciste venir hasta acá si no ibas a cumplir con lo dicho? —MinHyuk fue quien se mostró más alterado.
—¡Ya no quiero su ayuda! Voy a tener este bebé yo solo, no necesito de nadie —hizo énfasis en la palabra "yo" y seguidamente, molesto zapateó y se dio la vuelta, yéndose del lugar sin dar la mirada atrás.
Estaba molesto, si tanto deseaban sus supuestos amigos deshacerse de él no tenían por qué obligarlo a ver y hablar con alguien que no quería. Conocía muy bien las calles por las que vivía HoSeok, así que decidió evitar la parada de autobús e irse caminando hasta su casa.
Durante el fin de semana no tuvo noticias de sus amigos, de ninguno de ellos, y aunque pretendía que eso no le afectaba en lo más mínimo la verdad es que sí. Temía haberse equivocado con ellos, tal vez de verdad tenían una buena intención al querer buscar al otro responsable de ese bebé, pero él con su miedo y capricho se había comportado como un niño mimado y desagradable. Aunque también otra parte de sí mismo le decía que sus amigos no debieron obligarlo a ir a esa casa, que ellos no debían insistir en cosas que nos les incumbía.
Mentiría si dijera que no lloró un poco respecto al tema, el sábado en la noche había tomado una ducha de agua caliente y se había vestido con una cómoda pijama de felpa que tenía nubes estampadas, él solía ser una persona bastante friolenta y le gustaba dormir abrigado en la noche, además era el único pijama que le quedaba. Lo había meditado el domingo también, se tomó un tiempo para pensar en la situación y sabía que lo mejor era reconciliarse con sus amigos.
El lunes despertó con un humor un poco mejor que el de los anteriores días, estaba decidido a hablar con las únicas personas que le habían tendido la mano en uno de los momentos más difíciles de su vida. Pensaba que debería llevar algo como una ofrenda de perdón para sus amigos, pero no tenía dinero para comprar caramelos o cosas por el estilo, así que esperaba su sincero perdón fuera más que suficiente.
Al llegar al instituto todo el mundo estaba en su revuelo común, caminaban de un lado a otro en los pasillos y la charla era normal. Si bien él en algún tiempo había sido blanco de murmullos y chismes, la gente perdió el interés con el pasar de los días. Estaban tan acostumbrados a verlo todos los días en los pasillos con su vientre abultado y su caminar lento, y también influía el que sus amigos le hayan enseñado a hacer oídos sordos a todo lo que pudieran comentar de él, ninguna de esas personas le daría un paquete de pañales cuando su bebé naciera, por lo tanto, su opinión no era importante.
Buscó a alguno de sus amigos la primera hora, pero ninguno se veía cerca y eso no le hizo sentir bien para nada, porque llegó a pensar que ellos le estaban evitando y que realmente no querían verlo. Mordió la uña de su dedo pulgar mientras algunas lágrimas se juntaban en la comisura de sus ojos, no podía evitar sentirse culpable de todo lo que estaba sucediendo. Mantuvo esa constante preocupación en sus primeras clases hasta que llegó la hora de almuerzo y cerca de las mesas del centro encontró a ChangKyun comiendo solitario.
—Hola.
El menor levantó la mirada cuando lo vio llegar con su bandeja de comida a la mesa, no le dijo nada porque tenía la boca llena pero le hizo un ademán con su mentón para que tomara asiento frente suyo. Nervioso, HyungWon tomó asiento junto a él y desenvolvió sus palillos para comenzar a comer.
ChangKyun no le habló por un largo rato, en realidad, él no era con quién mantenía más charlas, siempre era MinHyuk quien iniciaba un tema y luego todos daban su opinión o agregaban algo más, pero ChangKyun era un poco taciturno y comenzar una conversación con él se le dificultaba.
—Umh, yo quería... Yo quería —su intento por hablar llamó la atención de ChangKyun, quien pasó la comida que estaba en sus mejillas prestándole mejor atención. —Quería pedir perdón por lo que hice el viernes... Por decirles todas esas cosas.
ChangKyun asintió. A HyungWon le desesperaba un poco su silencio, no sabía si todo estaba bien o si estaba tan molesto que no quería entablar una conversación con él, sus pies se movieron ansiosos antes de volver a hablar.
—¿Cómo... Llegaron a casa después de que me fui?
—Tomamos el autobús equivocado y nos perdimos —comentó sin darle una mirada mientras se llevaba un bocado de arroz a la boca. —Llegamos al atardecer después de recorrer toda la ciudad en autobús.
Agachó la cabeza, sintiéndose peor de lo que se sentía en un principio. Bajó los palillos que estaban en sus manos y escondió estas debajo de la mesa —: Lo lamento mucho, no debí haberlos abandonado.
—Sí, no debiste.
—Por favor, acepta mis disculpas, lamento mucho haberlos gritado y haberlos abandonado. Ustedes son muy importantes para mí, no quiero alejarlos.
ChangKyun pasó nuevamente su bocado de comida, esta vez habló con voz calmada —: Está bien, HyungWon, no estoy molesto contigo realmente. Pero creo que sí deberías decirle todo esto a MinHyuk, él se veía muy afectado.
—Sí, lo sé y me siento muy mal por ello. He estado buscándolo desde esta mañana, pero no lo he visto en todo el día ¿Acaso no vino a clases?
—Si vino, solo que ha estado con un bajo humor hoy y no quiso almorzar, así que vine yo solo.
—Entiendo ¿Sabes dónde puedo encontrarlo?
—Está junto a HyunWoo en las bancas cerca de la zona verde, le gusta estar ahí cuando está triste.
Siguió hablando por un tiempo con ChangKyun mientras almorzaban juntos. Con más comodidad y un poco de humor, él le contó como se habían perdido en la ciudad por tomar el autobús equivocado y gastaron un montón de dinero en pasajes. Cuando la hora del almuerzo pasó ChangKyun le dijo que lo mejor era hablar con MinHyuk después de clases ya que era mejor entablar una charla con él cuando se sintiera mejor.
Aunque ChangKyun expresó no estar molesto con él no sabía que pasaba con MinHyuk y que tan molesto estaba, y eso le preocupaba. ChangKyun no le había dicho porque MinHyuk estaba de un humor tan bajo, y no quería sonar pretencioso, pero temía que fuera por su culpa que él se sintiera de ese modo.
Al llegar la hora de salida esperó encontrarse con sus amigos, pero en cambio, fue una pareja mayor la que se interceptó en su camino dejándolo estupefacto. Al principio se mostró algo molesto por la situación, pero cuando pudo detallar bien sus rostros, sobre todo el de la mujer, su piel palideció casi de inmediato y sintió la fuerte necesidad de salir corriendo.
Eran los padres de WonHo.
—¿Usted es HyungWon?
No sabía que responderles, estaba tentado a decirles que no, pero sabía que ellos no eran ningunos tontos y no lo dejarían ir tan fácil. Era inútil negarlo.
—¿Q-Quienes son ustedes? —intentó no sonar sorprendido, su mirada rehuía de ellos constantemente y temía que su voz se escuchara débil.
—Somos los padres de HoSeok, Lee HoSeok ¿Lo conoces, cierto?
—No.
El hombre y la mujer soltaron una risa amarga luego de escucharlo, lo cual de inmediato asustó a HyungWon que escondió sus manos detrás de su espalda y agachó su cabeza.
—Tú y mi hijo llevan un buen tiempo jugando a ser adultos ¿No? —la mujer hablaba firme, con un porte altanero que lo hacía sentir pequeño. —No intentes pasar de nosotros, niño.
Remarcó fuertemente el 'niño', lo cual le hizo sentirse algo humillado porque en definitiva ellos tenían toda la razón. Él no era un hombre, era un niño jugando a serlo.
—No queremos problemas, solo charlar contigo. Encuéntranos mañana. Tu bien sabes dónde, después de todo tú eras el que ultrajaba cada espacio de mi casa ¿No es así?
Tragó saliva, su garganta seca y sus ojos enlagunados que denotaban temor delataban su debilidad ante los mayores. Asintió luego de un rato sin poder decir más y por suerte los mayores no buscaron otra respuesta y se dieron vuelta yéndose como si nada hubiera ocurrido.
Aún con sus ojos enlagunados, pudo notar el auto que estaba aparcado no muy lejos suyo y la ventana abajo de uno de los asientos de atrás, WonHo o HoSeok, como se llamaba realmente, estaba dentro del auto con la mirada perdida enfrente, tenía una mascarilla negra que cubría parcialmente su rostro, pero no cubría la parte de arriba, dónde un inusual color morado, casi negro, rodeaba su ojo derecho, acompañado de una hinchazón al punto que ni siquiera podía abrirlo bien.
No pudo ver más de él porque los mayores arrancaron el auto y se fueron de allí como alma que llevaba el diablo, él en cambio, se quedó allí de pie, congelado, sin poder formular una sola sílaba al ser presa del miedo. Su primera reacción fue soltar un corto quejido y dejar que las lágrimas comenzaran a resbalar por sus ojos como grifo abierto.
Sus amigos estaban a unos metros de él, viendo todo desde lejos, él tan pronto los divisó salió corriendo en búsqueda de un consuelo, inusualmente quien le tendió los brazos fue ChangKyun mientras MinHyuk se alejaba un paso de él.
—HyungWon, todo estará bien. Estamos contigo.
—¿C-Cómo me encontraron? —sollozó contra su hombro, dejando salir todas las lágrimas sin vergüenza alguna.
Ninguno de ellos le respondió, lo cual le pareció extraño e hizo que alejara su rostro del hombro de ChangKyun. MinHyuk se mantenía callado con su cabeza gacha, HyunWoo se veía del mismo modo, el único que pretendía parecer más relajado era ChangKyun, pero aun así se veía tenso.
—¿Ustedes... Ustedes saben algo?
Ahora sí que el ambiente era denso, sus amigos rápidamente se mostraron nerviosos, su curiosidad incrementó y continúo insistiendo hasta que finalmente uno de ellos fue capaz de decir algo.
—Fuimos nosotros quienes les dijeron que estabas esperando un bebé de su hijo —MinHyuk lo dijo entre dientes, evadiendo su mirada mientras acariciaba su propio brazo en una muestra de nerviosismo.
—¿Por qué? —estaba sorprendido, pero mucho más allá de eso, estaba molesto.
—Porque ellos necesitaban saberlo, necesitaban saber de tu existencia, no podíamos permitir que él se saliera con la suya.
—¡Ese no es tu problema, MinHyuk! —gritó, molesto, con las lágrimas nuevamente desbordándose de sus ojos, pero en esta ocasión sabía que eran de impotencia. —No tienes idea del problema en el que estoy metido ahora por tu culpa.
—HyungWon, no tienes...
—¡No! —interrumpió bruscamente a HyunWoo antes de que pudiera persuadirlo de ninguna manera. —¡No debieron haberlo hecho! Estoy en un hoyo sin salida ahora, no lo entienden, no sé de qué sean capaces esos señores y-y... Y aparte se atrevieron a golpearlo, no puedo creer que ustedes hayan sido capaces de hacer algo así.
—Nosotros no golpeamos a nadie, HyungWon ¿Qué clase de personas crees que somos? —HyunWoo fue quien se mostró molesto repentinamente cuando lo escuchó decir eso.
Él creía que ellos tenían que ver con el ojo hinchado y morado que WonHo tenía, en su mente sus amigos habían armado un escándalo de lo peor en aquel barrio fino, casi podía escuchar los gritos por la calle y el sonido de los puños chocar contra la piel. Podría dudar de eso, claramente, sus amigos nunca habían mostrado ser personas violentas o impulsivas, pero en ese momento el enojo era quien manejaba su sentido común y solo podía atribuirle todo a ellos.
—Nuestra intención no era lastimarte —por primera vez MinHyuk se atrevió a mirarlo, también tenía sus ojos brillantes por las lágrimas acumuladas. —Era lo mejor para ti.
—¡Deja de decirme qué es lo mejor para mí! &de un momento a otro sus movimientos corporales eran bruscos, delatando todo su coraje. —Deja de querer controlarme, yo no soy tu hijo, déjame en paz.
Eso pareció ser un golpe bajo para él, ya que sus ojos se abrieron desmesurados al igual que su boca. Para nada era algo que a HyungWon le gustara admitir, pero por alguna razón siempre solía decirle cosas hirientes a las personas cuando sentía que estaba perdiendo una pelea, sacaba lo que más podía dolerle a esa persona y lo decía sin pensar.
—Haz lo que quieras, maldita sea, jamás debimos ayudarte —la voz de MinHyuk salió ácida, tenía la mandíbula apretada mientras una de sus lágrimas escapaba rodando por su mejilla. Salió de allí a paso rápido, siendo seguido casi de inmediato por HyunWoo.
ChangKyun aún estaba a su lado, pero uno de sus pies se movió al frente en un impulso por seguir a su amigo, sin embargo, también miró a HyungWon que no podía controlar tampoco su llanto mientras se abrazaba a sí mismo. Su mirada vaciló por unos largos segundos.
—Lo siento mucho, HyungWon.
Dicho eso, el menor salió corriendo en la dirección en la que sus amigos se habían ido. HyungWon lloró por un largo rato al estar solo, habían compañeros suyos aún rondando por ahí, pero nadie le prestaba real atención así que se sentía como si estuviera completamente solo allí mismo.
Solo y perdido.
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el fin de semana
pasado no subí
cap pq 1, la
plataforma
estaba fallando
y no me dejaba
entrar a publicar,
y 2, estoy haciendo
un respaldo de mis
historias pq vivo
con el constante
miedo de que las
borren.
déjenme comentarios
con sus opiniones :(
de ellos sacó muchas
veces inspiración y
me gusta leerlas.
hoy estoy seca, no
tengo preguntas
que hacer pero
díganme qué
piensan de esta
situación.
¿nuestro trío hizo
bien en delatar a
wonho con sus
padres o fueron
demasiado lejos?
nos vemos en una
próxima actu, las
quiero y cuidense
mucho.
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