Décimo tercer capítulo

Décimo tercer capítulo: Decepción.

HaYul había estado inquieto desde la cena de aquella noche, al igual que él, desde entonces nuevamente había retornado a la rutina de salir de su habitación únicamente si necesitaba ir a la cocina a comer algo, evitaba a sus padres al máximo y ellos tampoco ponían un esfuerzo en hablar con él.

Le era difícil procesar todavía lo de la cena, lo atormentaban las palabras "esposo", "matrimonio" y por sobre todas las cosas le atormentaba el nombre de Kim JangSuk. Luego de buscar un poco en sus recuerdos supo que ese hombre era el hijo de un amigo de su padre, lo había visto muchas veces cuando asistían a esas fiestas sosas y aburridas que organizaban las amistades de sus padres. Su padre no hace mucho se había retirado del mundo de los negocios, había cumplido la edad para pensionarse y también los años necesarios de trabajo, muchos hombres no lograban pensionarse, pero su padre lo había hecho sin ningún problema.

Su madre claramente era más joven que él, mientras su padre rebasaba los sesenta, su madre apenas tenía cuarenta y cinco, los años de diferencia que ambos se llevaban le habían hecho cuestionarse en muchas ocasiones si ella se había casado con él por el dinero o porque realmente lo quería, pero suponía que era la segunda ya que ellos nunca habían mostrado una actitud agresiva contra el otro, es más, pasaban mucho tiempo juntos y estaban de acuerdo en muchas decisiones siempre y cuando estas involucraran hacerle la vida imposible a su hijo.

Fuera como fuera la relación de sus padres, a él no podía importarle menos, porque aún si el matrimonio de ellos era algo forzado él se negaba a repetir lo mismo con un hombre que le duplicaba la edad. Era grotesco, demonios, él tenía diecisiete y ese hombre estaba pisando los treinta y seis, de solo imaginarse como sería estar casado con alguien así le daban náuseas.

Sus cavilaciones lo mantenían como un zombie por esos días, aunque muchas veces ni siquiera tenía mucho tiempo de pensar en la situación porque al instante estaba HaYul llorando y clamando por atención, siempre estaba llorando por algo, ya ni siquiera dormía tanto como lo hacía los primeros días y se la pasaba llorando todo el día incluso si era por la estupidez más grande como que le quitaran la manta de encima porque le daba calor.

Ese día exactamente HaYul estaba cumpliendo dos meses de vida con diez días, y cualquiera pensaría que eran días felices, pero para él no lo eran realmente.

-Cállate, maldita sea -murmuró entre dientes, yendo a la habitación donde estaba HaYul llorando sobre la cama, quien sabe por qué, así que tuvo que acercarse y revisarlo, notando rápidamente que era su pañal él que estaba cargado y sucio.

Casi trabajando como una máquina, comenzó a cambiar a su hijo, ya había aprendido bien cómo hacerlo: pañitos, crema, talcos y pañal. Era la misma rutina siempre. También había aprendido a usar los pañales de tela que YoonA le había obsequiado, eran más complicados por el hecho de que tenía que doblarlos bien y estar más pendiente de HaYul ya que la tela no aguantaba mucho líquido, lo supo cuando usó uno en la noche y en la mañana su cama estaba empapada de orina de HaYul.

Su hijo se había calmado luego de eso, estaba empezando a tener conciencia de las cosas y ahora se la pasaba mirando con interés todo lo que pasaba enfrente suyo y agarrando lo que se le cruzará enfrente, incluso tenía rasguños en el pecho porque en una ocasión mientras lo amamantaba él tomó la piel de su pecho entre sus manitas y comenzó a golpearle y apretujarle, y sin querer causándole daño.

No sé había duchado probablemente en dos días, tenía el cabello hecho un nudo y vestía pijama siempre, desde que HaYul estaba su vida no giraba alrededor de nada más que no fuera ese bebé, quería dormir, quería poder tomar una ducha tranquila, quería poder leer un libro o ver una película en calma. Simplemente quería volver a estar como estaba antes.

Los momentos en los que HaYul se mantenía en silencio eran sus favoritos, así como ese momento justo que estaba callado mientras miraba distraído las nubes que se dejaban ver desde su ventana, él estaba sentando en la cama a un lado vigilando al pequeño que no parecía querer dormir, mientras que sus propios ojos se cerraban casi por inercia, aunque quería mantenerse despierto porque tenía la lavadora funcionando con su ropa y la de HaYul en ella, pero le era casi imposible considerando que literalmente no había dormido nada anoche.

Su teléfono comenzó a sonar por la habitación, así que de mala gana tomó el aparato y contestó la llamada no molestándose en mirar quien era el emisor.

-¿Hola?

-HyungWon, soy yo -era HoSeok, en las últimas semanas se había acostumbrado a llamarle por su nombre real porque ya consideraba ridículo seguir llamándole por ese sobrenombre que le había dado. -¿Está listo HaYul?

-¿Listo para qué? -respondió de mala gana, alcanzando con su mano a su hijo que se había comenzado a mover de más en esa cama y temía que se cayera.

-¿Cómo que para qué? Hoy le toca su vacuna -demonios, había olvidado ese detalle, sabía que tenía algo que hacer ese día, pero no recordaba exactamente qué. Por suerte su hijo había tomado un baño temprano y estaba limpio.

-Si sí, ven por él, pero rápido -no esperó a que el contrario le respondiera, él sabía bien como llegar a su casa y tampoco tenía muchos ánimos de hablar con él.

Las cosas eran tensas entre ellos, realmente no hablaban mucho porque mayormente HyungWon aprovechaba cada situación para soltar algún comentario venenoso como un "Bueno, pues no debiste haberme embarazado" y ahí simplemente terminaba la conversación ¿Qué si WonHo se lo merecía? Probablemente no, al menos el noventa porciento del tiempo no, él no se le dirigía de una manera descortés o grosera, siempre intentaba ser amable y crear un buen ambiente, pero HyungWon cargaba con mucho estrés y no tenía como o con quién descargarlo.

Las clases efectivamente ya habían iniciado, pero él estaba aún en su dieta de embarazo y el instituto le había dicho que era mejor que respetara los meses de reposo y luego mirara si podía regresar, era una mierda, porque ahora sus amigos no podían estar todo el tiempo con él ya que estaban estudiando, al menos así era ChangKyun y HyunWoo, MinHyuk no tenía mucho tiempo para él porque estaba estudiando en una universidad de bajo renombre y aparte trabajaba los fines de semana también.

Nadie tenía tiempo para él ahora, era como un cero a la izquierda.

-Cálmate, cálmate, deja que te coloque los guantes -HoSeok había llegado a su casa unos minutos después de la llamada y ahora se encontraba batallando con el bebé para colocarle sus guantes de un solo dedo que evitaban se rasguñara el rostro.

Él estaba tomándose un respiro y comiendo un poco de yogurt griego con frutas, mientras alimentara a HaYul debía mantener esa tonta dieta lejos de tanta grasa y azúcares, no decía que los había dejado de comer por completo, pero trataba de no hacerlo la mayoría del tiempo.

-¿Piensas ir así? -habló WonHo luego de que logró colocarle los guantes a su hijo y lo tenía envuelto en una manta sobre sus brazos.

-¿Ir a dónde? -estaba distraído raspando lo que quedaba de su envase de yogurt con una cuchara.

-Al consultorio -le respondió como si fuera obvio. -Estás en pijama, te lo pregunto por eso, pero si quieres ir así te recuerdo que no es mi problema.

-¿Quién dijo que yo pensaba ir?

-¿Qué dices? Es la primera vacuna del bebé.

-Si ¿Y? Tú vas a estar ahí.

-HyungWon, demonios, es tú hijo, deja de hacer una escena y sube al auto.

-¡Que no quiero ir, no entiendes! -había levantado la voz, sí, pero por suerte eso no pareció afectarle a HaYul que se había empezado a quedar dormido en los brazos de su otro padre. -Déjame en paz, tú siempre quieres andar controlándome, no soy tu marioneta para que decidas cuando me muevo y cuando no.

-Solo te estoy pidiendo un favor -se notaba que HoSeok hacía un esfuerzo grande por no levantar la voz, pero HyungWon no.

-Pues no quiero hacerlo, no voy a ir a esa tonta vacuna, tú fuiste el que se ofreció a llevarlo en primer lugar, si crees que no puedes con HaYul solo entonces devuélvemelo y yo lo llevaré algún día a qué le pongan su vacuna.

-¿Sabes qué? Estas demasiado irritable y tenso, no puedo tener una conversación contigo si siempre vas a estar a la defensiva como si alguien te estuviera atacando en primer lugar -se había rendido muy fácil, lo cual causó mucha más molestia en HyungWon que solo deseaba gritarle a alguien para sacarse todo eso que lo estaba carcomiendo por dentro. Apretó sus puños e infló las mejillas con furia cuando lo vio darse la vuelta, tomar la mochila del bebé, y decirle que se verían dentro de unas horas mientras desaparecía por la puerta.

Una vez solo no pudo evitar su enojó y pateó con fuerza una de las sillas del comedor, haciendo que está cayera estruendosamente, deseaba con fuerza golpear o gritarle a algo, pero se vería como un estúpido haciéndolo, así que, guardando nuevamente sus intensas emociones, fue al cuarto de lavado el cual le anunció que el ciclo de la lavadora había terminado.

Durante la tarde se encargó de secar la ropa, de esterilizar los biberones de HaYul, de doblar la ropa seca, y cuando le quedó algo de tiempo, cayó como roca en la cama. No había dormido para nada bien en las últimas semanas y realmente solo quería un poco de descanso, o al menos algo de ayuda, HoSeok iba constantemente a visitar a HaYul, pero su ayuda solo se reducía a un paquete de pañales y conjuntos de ropa nuevos, y eso no era mucho, a decir verdad.

Sus padres solo se quejaban a la mañana siguiente de que el bebé no les había dejado dormir, pero ellos simplemente no sabían la batalla que era para él dormir a HaYul, le gustaría que al menos una vez su madre le hubiera dado indicaciones de cómo lidiar con el bebé.

Cuando se despertó notó que estaba oscuro, no era completamente de noche, así que deducía eran las cinco o seis de la tarde, se levantó, pero al dormir boca abajo notó que su camisa estaba empapada al igual que parte de su colchón, y supo exactamente de qué estaba empapado cuando el pecho le dolió como la mierda, los pezones le ardían y tenía una fuerte sensación de querer rascarlos, pero sabía que eso solo empeoraría las cosas.

Esa era otra de las cosas que odiaba, aparte de perder todo tipo de libertad, su cuerpo se había deformado de una forma horrible, en su vientre bajo había una horrible cicatriz y también estrías en gran parte de su estómago, pero por sobre todas las cosas odiaba su pecho, desde que estaba lactando su pecho se hinchaba, no era tan plano como lo tenía antes y eso le incomodaba, siempre usaba camisas grandes que ocultaran su pecho hinchado.

YoonA y algunas enfermeras le habían dicho que los hombres producían poca leche, que tal vez en algún punto sería necesario complementar la alimentación del bebé con fórmula, pero era una vil mentira, porque a él le bajaba como cascada la leche materna; tenía un montón de camisas y sábanas manchadas y debía decir que esa no era mancha fácil de quitar, no podía creer que de un pecho tan pequeño escurriera tanta leche.

Tuvo que usar el extractor, era una mierda porque esa cosa le lastimaba más de lo que lo hacía HaYul, o eso pensaba, no sabía realmente si el que le tenía los pezones tan irritados era HaYul o el extractor, pero los mantenía rojos, hinchados e irritados, temía incluso que sangraran. Cuando se cercioró que la leche estaba afuera tuvo que guardar el biberón en la nevera, se lo daría a HaYul cuando estuviera de regreso para que no le siguiera destruyendo el pecho al menos por ese día.

Mientras guardaba el biberón cayó en la cuenta de que HaYul y HoSeok se habían ido hace ya un largo rato, se fueron a las once de la mañana y ya casi estaba anocheciendo, así que preocupado tomó su teléfono y le marcó al padre de su hijo.

-¿Hola?

-¿Dónde estás?

-Hola a ti también, HyungWon -él le respondió, intentando sonar divertido, pero al no recibir respuesta continúo. -Ya vamos en camino.

-Dime en dónde estabas.

-¿No dijiste que era yo el que siempre quería controlarte?

-¡Idiota! Tienes a mi hijo contigo, lo que pase contigo me importa una mierda, te puedes morir si quieres, pero te pregunto por mi hijo.

Él no le respondió luego de un largo rato después de ello, la agresividad claramente no era necesaria, pero él se había acostumbrado mucho a tratarlo de esa forma en el último tiempo, y pensaba que WonHo estaba bien con eso, pues nunca se había quejado realmente.

-Vamos en camino -él le respondió, más serio que antes y luego simplemente cortó.

Saliendo de la cocina se encontró con su madre, ellos habían estado en casa todo el día, pero ahora eran prácticamente extraños y él se sentía solo en esa enorme casa. Ella se le quedó mirando por un rato, al igual que él, pero cuando intentó cruzar por su lado ella habló -: Arréglate que vamos a cenar.

Soltó un suspiro, bajando la mirada, sin embargo, no contestó nada y siguió su camino hasta la habitación, era ridículo que el señor Kim siguiera asistiendo a cenar en su casa, y era aún más ridículo que él siguiera asistiendo a dichas cenas como si no tuviera dignidad. Por una parte, vivía furioso, quería gritarles a sus padres que eran unos seres humanos horribles, pero por otra les guardaba cierto respeto y temor, así que no se encontraba con las agallas para soltar su enojo.

Era entonces cuando se desquitaba con personas que tenían poco o nada que ver con su situación.

HoSeok golpeó su puerta luego de un rato, había comenzado a llover y tuvo que dejarlo pasar, aunque no quisiera. -: ¿Por qué te demoraste tanto? -le preguntó al mayor una vez dentro.

-Por nada -él le respondió, con voz calmada pero demasiado seria para ser normal. Estaba bajando al bebé de sus brazos y acomodándolo sobre el sofá mientras le retiraba los guantes de las manitas.

-Está lloviendo y tú estabas con mi hijo afuera ¿Acaso quieres que le dé pulmonía o algo así? Maldita sea, tenía que estar aquí hace horas.

-Se presentó algo, nada grave, y no tiene mojado ni un solo cabello, así que relájate. Ya está aquí que es lo importante.

-Nada importante, nada importante -canturreó, con un tono altanero e irritado. -Dime en este mismo instante en dónde estabas y porque tenías que llevarte a mi hijo.

Estaba irritado, y que HoSeok no le respondiera y continuara acariciando a su bebé de forma tan tranquila solo le alteraba los nervios y quería golpearlo. Durante todo ese tiempo HoSeok había estado dándole la espalda y en la entrada no pudo verlo muy bien debido a que estaba enfocado en HaYul, por ello fue que se sorprendió un poco cuando él se giró a darle la cara y vio un gran moretón en su pómulo.

-Ya me tengo que ir, el chófer me está esperando -únicamente dijo eso, como si el tremendo golpe en su rostro no llamara la atención de todo el que lo viera. Le dio una última mirada al bebé, acariciando su redonda pancita por encima del mameluco y dándole un beso en la frente. -Vendré a ver a HaYul el otro fin de semana, hasta luego.

Se levantó de allí sin decir nada más, pensó que se quedaría ahí hasta que la lluvia cesara, pero estaba colocando de nuevo sus zapatos en el portón de la casa, tenía ganas de decir algo, porque ciertamente estaba en shock por el gran golpe en su rostro, pero ¿Qué podría decirle? No eran nada, ni siquiera eran amigos para poder dar su opinión al respecto, eran extraños con algo en común.

Sintió el pecho un poco pesado cuando la puerta principal se cerró, al menos debió molestarse en responderle su despedida, pero no lo había hecho y tampoco era como si HoSeok esperara que lo hiciera. No pudo pensar mucho más en ello, porque HaYul empezó a quejarse en la sala, así que tuvo que recurrir a su ayuda.

Pensó que al menos podría sacar algo bueno de la lluvia, y era el hecho de saltarse la cena con el famoso señor Kim, pero para su desgracia este llegó unos minutos después con una sombrilla y cargado de sonrisas con comentarios idiotas como "Parece que se hubiera roto el cielo". Pensó usar como excusa para no bajar el hecho de que HaYul estaba irritado y molesto, sabía que era por la vacuna porque movía su piernita en la que fue aplicada con insistencia mientras lloraba desesperado, aunque fue difícil, logró tranquilizar a su chiquito dándole un poco de leche y arrullándolo en medio de la oscuridad.

Últimamente clamaba en silencio por una ama de llaves que le ayudara a hacer la carga de HaYul mucho más liviana, su familia extrañamente era una de las pocas que nunca había tenido una criada, y no es porque no pudieran pagarla, de hecho, creía que a ese punto quedaba muy claro lo tacaños que eran sus padres. Además, su madre solía decir que las malditas criadas solo servían para esparcir chismes sobre sus amos a todo el mundo, no era un precio que estaba dispuesta a pagar solo para que limpiaran su casa.

Cuando logró asegurarse que HaYul estaba bien dormido, bajó a la primera planta, cayendo en la cuenta de que, para su desgracia, el señor Kim seguía ahí después de todo ese tiempo. Estaban ebrios, sin duda, él tenía el rostro sonrojado y su mano temblaba un poco mientras seguía sosteniendo la copa con vino, tan pronto como los vio, dio un paso atrás en la escalera dispuesto a irse, pero entonces su padre lo notó y, siendo más risueño que siempre debido a la ebriedad, le invitó a sentarse con ellos.

Su madre le sirvió un plato con pollo a la naranja y un tazón de arroz con verduras, siempre pensaba que no valía la pena hacer platos tan buenos por alguien como el señor Kim, pero no lo expresó y en cambio comenzó a comer en silencio, procurando no levantar la mirada de su plato.

-Sería completamente imprudente de mi parte dejarlo ir así, señor Kim, es peligroso conducir en su estado y además está lloviendo.

-No quiero ser una molestia, su esposa y su hijo deben estar deseando que me vaya -rio levemente, palmeando confianzudamente el hombro de su padre.

"¿Cómo sabes?" Pensó HyungWon, llevándose a la boca otro trozo de pollo. Su madre rio también, negando con amabilidad y diciendo que prepararía el cuarto de invitados para él, HyungWon no podía creer que de verdad permitieran al señor Kim quedarse esa noche, iba a reclamar, pero su madre le dio una mirada que supo descifrar cómo una amenaza, así que se quedó callado, terminando la cena sumisamente.

¿Había mencionado antes que HaYul le robaba el sueño últimamente? Bueno, lo hacía, a veces sin querer, como esa noche. Desde que HaYul había cenado no se había despertado en toda la noche y eso lo mantuvo nervioso, cuando por fin creía podía dormir correctamente de la nada su mente le traía a colación pensamientos tales como "¿Estará respirando?" "¿Y si tuvo una reacción negativa a la vacuna?" "¿Qué tal si en realidad está muerto?"

Asustado se despertó varias veces en la noche, acercando sus manos a HaYul, tomando su pulso y notando como este seguía presente, al igual que su respiración calmada y profunda. Necesitaba calmarse por sobre todas las cosas, sabía que debía aprovechar esa noche que HaYul estaba calmado y descansar el también, pero estaba tan extrañado de su silencio que por un momento deseó que empezara a llorar y pedir por atención, pero prefirió salir de la cama muy cuidadosamente antes de que terminara levantando así bebé por puro impulso y luego no pudiera calmarlo.

Bajó a la primera planta a tientas en la oscuridad, esperaba que con un vaso de leche caliente estuviera mejor y pudiera descansar, sin embargo, al encontrar la luz de la cocina encendida un temor lo recorrió, cabía la posibilidad de que fueran sus padres despiertos, pero su mente ansiosa le repetía que podía ser un ladrón y aquello le ponía los nervios de punta; en la entrada de la cocina se chocó con la silueta de un hombre que iba saliendo, lo cual le sacó un grito a ambos, pero cuando se reconocieron se calmaron.

-Me duele la cabeza, no grites -el mayor arrastraba sus palabras, sosteniendo su cabeza con una mano y apoyándose en la pared con la otra.

-¿Qué hace usted a esta hora en la cocina, señor Kim? -tenía su mano sobre su pecho, con el corazón latiéndole fuertemente.

-Busco algo para el dolor, me está taladrando la cabeza.

-Es un poco descortés de su parte revisar la cocina de una casa ajena -HyungWon pasó de largo suyo, yendo hasta la nevera dónde tomó el cartón de leche deslactosada.

-No es una casa ajena, es la casa de mis suegros -respondió altanero.

Sus manos se apretaron en torno al cartón de leche, sin embargo, no dice mucho más y continúa su tarea en silencio, pensó que el hombre iba a irse una vez dicho eso, pero cuando se giró para tomar un vaso nuevamente se llevó un susto cuando lo vio aún de pie bajo el marco de la cocina. -: ¿Qué hace aquí aún?

-De verdad eres una molestia, tus papás de verdad insistieron mucho para que me casara contigo.

-Pues debería saber usted y mis padres que están perdiendo su tiempo. No quiero casarme con nadie, mucho menos con usted -aunque pretendía parecer firme ante él, la realidad era que estaba asustado, solo le separaba de ese hombre la isla de la cocina y cuando esté dio un paso adelante él retrocedió uno.

-Claro -soltó una risa burlona, lo cual a él le causó estragos, moviendo sus pies entre sí nerviosamente. -Eres alguien bastante engreído ¿No crees? No me estoy muriendo de amor por ti ni mucho menos, de hecho, ni siquiera había reparado en tu existencia hasta que tú padre habló con el mío.

Estaba un poco extrañado con lo que le decía el hombre, a decir verdad. No hería su ego saber que ese hombre no lo quería, si de lastimar su ego se trataba, le ofendía más que HoSeok no le prestara la misma atención que le prestaba al bebé, pero ese era otro asunto. Sin embargo, el otro hombre parecía molesto con él por alguna razón, nunca había visto bien su rostro porque la mayoría de cenas que compartían él se la pasaba con la mirada gacha, pero ahora que podía verlo bien no lo consideraba físicamente feo, se veía bastante bien para estar en sus treinta, pero él solo hecho de saber que ese hombre pretendía casarse con él le quitaba cualquier atractivo que pudiera tener.

-¿Entonces por qué está aquí? Si usted no me quiere y tiene muy en cuenta que yo tampoco ¿Cuál es el punto de esto? Deje de obedecer a mis padres. Hágase y hágame un favor.

-Estamos hablando de la familia Chae -él respondió como si fuera obvio. -Tu fortuna es mucho más grande que la mía ¿Crees que voy a dejar pasar esta oportunidad?

Miró entonces ofendido al hombre, su ceño estaba fruncido y su boca estaba dispuesta a soltar un insulto, pero el otro hombre le interrumpió nuevamente -: Aunque no creas, sigues siendo un insoportable, a mí no fue al único al que le hicieron la propuesta de casarse contigo, solo que muchos decidieron no arriesgarse a contraer nupcias con alguien que tiene dieciséis y un hijo, es decir, ¿Qué piensas que eso dice de ti?

-T-Tengo diecisiete -respondió bajo, asustado de repente porque el hombre se había acercado a medida que hablaba, y él daba pasos hacia atrás, pero realmente no parecía alejarse porque cada vez lo veía más cerca.

-Lo que sea, el punto es que yo fui el único que decidió arriesgarse a recibirte a tí y a tu cosa. Deberías estar agradecido -de alguna manera lo había acorralado contra el refrigerador, sentía a través de su bata de seda el frío metal de la nevera, pero no dejaba de observar asustado al hombre que tenía enfrente.

-N-No puedo sentirme agradecido -había tomado una inspiración previa para tener fuerza de decir aquello. -Aléjese, por favor.

-Vas a tener que acostumbrarte a tenerme cerca, porque ahora eres mi prometido, una vez cumplas la mayoría de edad vas a casarte conmigo y solo conmigo -apoyó una de sus manos cerca de su cabeza, haciendo que la respiración de HyungWon se cortara por un momento.

-Le pido que por favor se aleje de mí -nuevamente le rogó entre dientes, presa del miedo.

-Necesitamos mejorar nuestra relación ¿No crees? Vamos a casarnos después de todo, un beso entre prometidos no es un pecado.

Su rostro se acercó al suyo, aún olía a ese vino añejo que sus padres le habían dado en la cena combinando con menta, que debía ser de la pasta dental. Sus ojos se cerraron fuertemente mientras él acercaba su rostro al suyo. Estaba paniqueado, creía que lo más sensato era empujarlo lejos, pero los brazos le temblaban y tenía miedo de hacerlo, por lo que solo soltó un sollozo cuando la punta de la nariz contraria acarició sus mejillas.

-Bueno, aunque tú ya estás acostumbrado a comer el postre antes de siquiera ser invitado a cenar ¿No? Ese bebé no se hizo por obra y milagro del espíritu santo.

-Por favor, no haga esto -su voz salió en algo parecido a un sollozo, aunque no había abierto los ojos aún, las lágrimas se empezaron acumular ahí. -Déjeme ir, señor.

-Solo un beso -su mano libre tomó su cintura, lo cual encendió una alarma en HyungWon que empezó a llorar y a gritar por auxilio.

La leche que había estado calentando subió y se derramó por la estufa, pero no le tomó importancia a ello cuando logró zafarse del agarre y correr lejos, el hombre comenzó a perseguirlo por la cocina, HyungWon lloraba mientras le pedía que lo dejara tranquilo, pero él seguía intentando alcanzarlo. En algún momento logró hacerlo, tomándolo de la cintura desde atrás y arrastrándolo consigo, por lo cual HyungWon empezó a sollozar más fuerte y a gritar por ayuda mientras arañaba las manos que sostenían su cuerpo.

-¿Qué pasa aquí?

Su madre había hecho aparición en la escena, sus ojos se habían abierto levemente al verlos en esa posición tan sugerente, sin embargo, sabía que algo malo pasaba cuando vió los ojos llorosos e irritados de su hijo. Su bata se había abierto levemente por el forcejeo, dejando ver parte de su clavícula y su pecho, y se le hizo obsceno ver cómo una de las manos del otro hombre estaba cerca de la piel desnuda.

El hombre al ver a la mujer cerca soltó rápidamente al menor, haciendo que este se acercara llorando como un niño pequeño a su madre, escondiéndose detrás de ella. -: Intentó besarme, me estaba obligando a hacerlo.

Momentos después su padre también bajó, HyungWon continuaba llorando desconsolado mientras sostenía las solapas de su bata entre sus manos, su madre lo miraba con tintes de preocupación al verlo llorando de forma tan escandalosa, pero no le decía nada ni tampoco le había ofrecido su ayuda.

-Pueden decirme que fue lo que pasó aquí -habló su padre, fuerte y claro, tanto que hizo temblar tanto al señor Kim como a él.

-Él me estaba obligando a besarlo -en medio de su llanto logró relatar. -Me acorraló contra la nevera y empezó a-a decirme muchas cosas...

-¿Estás haciendo este escándalo por un beso?

Sus ojos estaban cristalizados, sus labios estaban entreabiertos por la impresión, creía que su padre iba a decirle algo al hombre mayor, pero al contrario estaba mirándolo furioso a él. Empezó a tartamudear intentando defenderse, pero su padre seguía interrumpiéndolo con lo mismo.

-Es tu prometido, HyungWon, próximamente tu esposo. Debes tratarlo como tal.

Ninguna persona dijo algo más, se sintió solo y sin apoyo, le dio una última mirada a su madre buscando su ayuda, pero ella, al igual que siempre, solo volteó la mirada y se cruzó de brazos. No había detenido su llanto, aún sentía miedo de que ese hombre fuera capaz de hacerle algo y ahora sabiendo que no tenía el apoyo de sus padres, solo corrió hasta su habitación cerrando la puerta y dejándola con el seguro puesto.

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fijamos que es
domingo y
actualicé a tiempo.

uff, díganme si
para el otro cap
quieren un punto
de vista de
wonhito, o quieren
saber que va a
pasar con
hyungwon y sus
padres.

ya sabemos que
los padres de
hyungwon son
unos pésimos
padres, no necesito
hacerles una
pregunta
para saber que
piensan lo mismo.

¿que creen que
va a suceder
ahora? leo
sus suposiciones.

cuídense mucho,
nos vemos la
próxima
actualización,
besitos y hasta
luego.

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