Décimo séptimo capítulo
Décimo séptimo capítulo: Sacrificios por los que amas.
—No, no, no y no.
—¿Por qué no? Necesito trabajar, MinHyuk —HyungWon llevaba varios días persiguiendo a MinHyuk por toda la casa, él se paseaba con sus libros y sus carpetas mientras seguía repitiéndole un "no".
—Ya te dije que no necesitas pagarme nada, HyungWon, lo que hago lo hago porque me nace y no espero nada de ti a cambio —soltó un suspiro, finalmente dándose vuelta hacia él, tenía una expresión cálida en el rostro, esa que siempre ponía cuando se portaba como una madre cariñosa. —Escucha, espera al menos hasta que tengas la edad de ir a trabajar, son pocos los lugares en los que te van a recibir.
—MinHyuk, por favor, no puedo esperar tanto tiempo, aún estamos a mitad de año y HaYul cada día va creciendo ¿Y cuando llegue navidad qué? Quiero hacerlo bien, quiero darle ropa y juguetes como a cualquier otro bebé, porque se merece eso y mucho más —se acercó también, tomando a su amigo por los hombros y pidiéndole que le mirara a los ojos. —Necesito hacerlo.
MinHyuk negó nuevamente, agachando su mirada, HyungWon sabía que sería difícil convencerlo, así que empezó a hablar nuevamente. —: Puedes buscarme trabajo en el bar donde...
—¡No, mierda, cualquier otro lugar menos ese!
Se vio más alterado que antes, comenzando a remover con brusquedad sus libros y dejándolos sin cuidado alguno sobre la cama, su chiquito estaba en la cuna que recientemente se había animado a armar, no lo dejaba dormir ahí aún, solo lo recostaba en las tardes ahí porque la cuna estaba cercana a la ventana y el sol de la tarde daba justo ahí.
—¿Por qué no?
—Es solo... agh, no aguantarías un segundo allí —pasó su lengua por sus labios, mojándolos en saliva. —Son los clientes, HyungWon... Algunos son realmente molestos ¿Comprendes?
En realidad, no, pero MinHyuk se veía algo afligido así que tuvo que asentir como si en verdad lo entendiera.
—Si de verdad estás tan desesperado por un trabajo puedo decirle a mi madre por uno que conozco, es mucho más liviano que esto que hago en el bar y tal vez te adaptes mejor, no lo acepté porque era un trabajo de toda la semana y no cuadraba con mi horario, pero a ti puede que si te ayude —sonrió como un niño al que le dan su juguete soñado en navidad, incluso aplaudió un poco con sus manos y le agradeció a MinHyuk, este también le sonrió, un poco más forzado, pero al final fue una sonrisa. —Bien, ya me voy, HyungWon, hay unas presas de pollo en la nevera, haz la cena con ellas. Hasta luego, Yullie —como siempre, él se acercó a la cuna del bebé a despedirse, frotando su nariz con la pequeña de HaYul mientras este estiraba sus manitas y palmeaba las mejillas de su rubio amigo.
HaYul en verdad era un bebé cariñoso, siempre había escuchado que los niños pequeños podían ser ariscos con otras personas, pero HaYul era calmado y amigable, de hecho, hasta un poco confianzudo, pero eso lo consideraban un plus para toda su ternura. Nuevamente se quedó solo en casa, así que tuvo que iniciar sus labores diarias, por suerte HaYul desde muy temprano estaba duchado y limpio, solo debía esperar a que tomara la siesta de la tarde para comenzar con sus labores; tenía que hacerse cargo de la cocina, barrer todo y lavar la ropa de su chiquito, no sabía cómo HaYul lo hacía, pero estando todo el día acostado en la cama ensuciaba más ropa de la que él o MinHyuk hacían.
Sacó a HaYul de la cuna, tomándolo en sus brazos y empezando a arrullarlo para que fuera más sencillo dormir, pensaba que tomar una siesta los dos juntos sería ideal, pero tenía que limpiar bien la casa porque ese era su deber, bueno, al menos por ahora. Su bebé se quedó con el tiempo dormido, le gustaba que lo mecieran y que le cantaran y fue sencillo por esa vez dormirlo, sus manitas que estaban prendidas de las solapas de su camisa fueron cediendo de a poco y el chupón que estaba en su boca se fue escurriendo fuera de ella.
Tenía en mente que decía mucho que amaba a HaYul, pero no podía evitarlo, era lindo como ningún otro bebé que haya visto, tenía un rostro tierno que a la gente llamaba la atención y eso de cierto modo le preocupaba, porque HaYul estaría bien mientras era un niño, porque estaría junto a él y él se había prometido desde el primer momento que lo tuvo en brazos que lo cuidaría con su vida, moriría por él, pero cuando fuera mayor ¿Qué pasaría?
Nadie más aparte de él y HoSeok lo sabían, pero HaYul también había nacido con un útero.
Cuando estuvo en el hospital las enfermeras le preguntaron si deseaba retirarle el útero, lo pensó durante toda la noche, él pensaba que era algo cruel quitarle una parte de su cuerpo, ellos le habían dicho que no era ningún órgano vital y que su vida continuaría normal aún sin el útero, en algunos momentos él pensó en hacerlo, pero luego reflexionó sobre que ese útero no tenía por qué ser una desgracia para HaYul, era parte de él.
Entonces tomó la decisión, él sería diferente a sus padres, no cometería su mismo error, él amaría a su bebé tal y como era, le enseñaría que su útero solo era una parte de su cuerpo que lo hacía muy especial y no había nada de qué avergonzarse.
Recostó a HaYul en la cuna de nuevo, lo cubrió con una manta delgada ya que aún hacía sol y no sería agradable que él se despertara molesto por el calor. Comenzó a preparar el almuerzo, una sopa simple con las presas de pollo y arroz, él aprovecharía que HaYul estaba durmiendo para comer sin que estuviera su hijo llorándole en el oído y salpicándole la comida en el rostro cuando se ponía inquieto.
Estaba aún curioso por el trabajo que HoSeok dijo iba a conseguir ¿En qué podría ocuparse? Ni siquiera tenía un semestre de derecho terminado, no tenía alguna clase de estudio superior terminado, así que sus opciones de trabajo tampoco eran muchas, se hubiera reído, si no fuera porque él ni siquiera había terminado la escuela y sus opciones de trabajo eran mucho menores que las de HoSeok.
Soltó un suspiro entrecortado mientras planchaba una de las camisas de MinHyuk, estaba molesto de solo imaginarse lavando algún baño o sirviendo tragos, pero nuevamente, se reiteraba que todo eso lo hacía por HaYul y que se arriesgaría a lavar baños por él.
En la noche, MinHyuk llegó cansado y él tuvo que servirle la cena, la lengua le picaba por preguntarle sobre su trabajo, pero no quería parecer desesperado aunque en realidad si lo estaba.
—No es en el bar donde yo trabajo —empezó MinHyuk a platicar mientras cenaba, ambos estaban sentados en la pequeña mesa de suelo que el mayor tenía. —Es un trabajo en una casa de familia, HyungWon, es una pareja joven que hace poco tuvieron un bebé y necesitan de alguien que se los cuide —se detuvo un momento mientras levantaba el tazón con sopa y tomaba lo que quedaba de él. —También necesitan que les hagan el aseo del hogar y les tengan la cena preparada.
No había opinado nada hasta entonces, pero aquello realmente no le sonó un mal trabajo, de hecho, no era nada diferente a lo que ya estaba haciendo, cada día cuidaba a un bebé y limpiaba una casa, la diferencia es que ahora le pagarían por hacerlo.
—¿Y quiénes son la pareja?
—Creo que se apellidan Yoo —frunció el ceño, pero tan pronto como ese apellido fue pronunciado la sangre se le heló al instante, mientras MinHyuk parecía recordar los nombres —SeungMin y JiMin Yoo, así se llaman.
Soltó un suspiro entrecortado, sabía el nombre de los padres de KiHyun y no era ninguno de los anteriores mencionados, lo cual le relajó bastante porque igualmente Yoo era un apellido muy común en Corea —: ¿Este trabajo te lo habían ofrecido antes? ¿Por qué no lo aceptaste? Se oye muy bueno.
—Es bueno hasta que te mencionan el horario —él respondió seco, haciendo que al instante la sonrisa de HyungWon se borrara. —Los señores Yoo se van a sus trabajos a las siete de la mañana, por lo que piden que estés una hora antes de que ellos se vayan, así que tienes que estar a las seis de la mañana allí, luego, tienes que dejarles la cena caliente para que cuando ellos lleguen solo tengan que servirla y no calentarla, entonces estarías saliendo más o menos a las siete de la noche.
—¿T-Tanto tiempo? —sus ojos se abrieron desmesuradamente. —MinHyuk, no puedo estar tanto tiempo fuera de casa, son doce horas, mi HaYul... Él... ¿Dónde se supone que voy a dejarlo? Sería una locura dejarlo aquí solo.
MinHyuk levantó sus hombros en respuesta, como si él tampoco supiera que hacer, continúo comiendo su arroz en silencio hasta que de nuevo habló —: ¿Y si le pides a la vecina que te lo cuide? Ella está aquí las tardes.
—No, mierda, me mataría antes que dejarle mi hijo a cargo a esa mujer —mordió el interior de su mejilla mientras pensaba. —¿Y no hay otro trabajo?
—Es el único trabajo que conozco y que está disponible, HyungWon, lo siento —él terminó de limpiar los granos de arroz de su tazón y levantó la loza utilizada. —Voy a lavar los trastes, tu ve y descansa, consulta con la almohada lo que te dije y toma una decisión mañana.
Hizo exactamente eso, luego de un rato estuvo recostado junto a su bebé en la cama, acariciaba el estómago redondo del pequeño en un arrullo mientras al mismo tiempo pensaba sobre el trabajo, por una parte lo consideraba bueno ya que no era algo que se saliera de sus capacidades, podía mantener una casa limpia y a un bebé bien cuidado, pero le preocupaba seriamente que no pudiera cuidar el suyo propio, le gustaría recibir una segunda opinión en ese entonces porque MinHyuk estaba completamente imparcial en el tema, le decía que estaba bien si decidía o no ir a trabajar. Al amanecer fue la misma rutina de todos los días, le preparó café a Min y un par de tostadas, le dio un baño a su bebé y lo tenía junto a él en el cargador, ya que HaYul estaba algo sensible ese día y quería tenerlo cerca todo el tiempo.
—Necesito el trabajo, pero no puedo dejar a Yullie solo.
—¿Y qué pasa con esa otra cosa que se hace llamar su papá? ¿Él no puede cuidarlo?
HyungWon soltó un suspiro, al menos si él lo cuidara no estaría tan preocupado. —: No puede hacerlo.
—Claro, desapareció desde que te fuiste de la casa de tus padres —negó con la cabeza mientras le daba otra mordida a su tostada. HyungWon calló, no creía que a MinHyuk le hiciera muy feliz saber que él estaba yendo recurrentemente allí, seguramente si lo viera, lo estrangularía.
Cuando MinHyuk se fue tuvo que continuar con sus labores en la casa, estaba realmente cansado y no ayudaba que HaYul estuviera hiperactivo ese día, se negaba a tomar la siesta y solo se la pasó soltando gritos cuando él intentaba dormirlo, y justo cuando pensó que pudo haberlo logrado, su teléfono sonó con una llamada entrante y eso claramente le molestó al bebé que empezó a hacer un berrinche molesto, era HoSeok, le llamó a preguntarle si podría ver a HaYul esa tarde, y él, con tal de que otra persona se hiciera cargo de su hijo por ese día, le dijo que sí.
Él llegó unos minutos después, con una bolsa de papel en la mano, a pesar de que ese día no tenía nada extraordinario puesto, él consideró que, relativamente, ese día se veía más guapo que los otros.
—Le traje algo a HaYul —una vez entró en la casa, se acercó al bebé que estaba recostado en la cama con su conejo de peluche, y al reconocer su voz, él chupón que estaba en su boca se soltó mientras él daba gritos de felicidad.
Por suerte no tenía que hacerse cargo de HaYul el resto de la tarde, es más, podría tomar una siesta si se le daba la gana. Lavó los trastes y la ropa mientras escuchaba en la habitación como HaYul se reía y a HoSeok mimándolo con esa voz ridícula que era más delgada de lo usual. Cuando terminó con la ropa estaba dispuesto a dormir al menos una hora porque estaba en serio cansado, pero entonces fue cuando HoSeok se acercó a él con el bebé completamente dormido en brazos.
—Necesito irme, HyungWon, tengo turno dentro de un par de horas y tengo que pasar a casa primero —con cuidado le pasó al bebé, HyungWon acomodándolo contra su pecho de inmediato.
—¿En qué... Estás trabajando? —preguntó algo dudoso, HoSeok y él realmente no tenían charlas amistosas o algo por estilo, porque ellos mismos se habían creado una barrera en la que no estaba permitido otro tipo de contacto que no tuviera algo que ver con HaYul.
—Ahora mismo, en un cine —por suerte él no se negó a darle esa información, mientras nuevamente se colocaba su abrigo que había estado extendido en un respaldar de una silla. —Pero solo en la noche, en el día trabajo en una joyería.
—¿Cómo conseguiste trabajo en una joyería? —dejando de lado su nerviosismo, empezó a cuestionar más al mayor.
—Ya te dije, Jeong y su familia me ayudaron, su esposa trabaja en el centro comercial y me ayudó con ese trabajo. No sé nada de joyas, pero tengo que pretender que sí.
—Ya veo —asintió, distraído, estaba en un debate mental por decirle sobre su oferta de trabajo o no. —A mí también me ofrecieron trabajo.
—¿De verdad? ¿En qué?
Soltó un suspiro antes de continuar. —: En una casa de familia, me encargaré del aseo y de cuidar un bebé también.
—Ese se oye como un buen trabajo ¿Lo aceptaste?
—En realidad no, al menos todavía, estoy pensándolo. Su horario es en verdad extenso y no puedo dejar a HaYul solo todo ese tiempo.
—Entiendo —era una de las primeras conversaciones que tenían desde que había pasado lo de HaYul, y no se sintió tan extraña como había pensado, de hecho, creía que él era la persona idónea para darle esa segunda opinión que necesitaba.
—¿Tú crees que debería aceptarlo?
—Bueno... No creo que sea conveniente dejar a HaYul solo, mucho menos a esta edad ¿No hay alguien que pueda cuidarlo?
—Diablos, no, ni siquiera he empezado a trabajar y ya tendría una deuda con una niñera.
—Entiendo, sí —asintió lentamente, como si ahora estuviera pensando en otra solución. —¿Y no puedes llevarlo contigo al trabajo?
—¿Ah? —preguntó, realmente confundido.
—Sí, mira, tu trabajo no es peligroso o inapropiado para un bebé, podrías hablar con los dueños de casa y explicarles tu situación.
—No había pensado en eso —susurró, más que todo para sí mismo.
—Puedes intentarlo, si no, pues tendrás que volver a la cacería de trabajo —puntuando aquello, él finalmente se dirigió a la puerta, listo para irse. —Adiós, HyungWon, vendré el fin de semana para pasear con HaYul.
Estuvo pensándolo lo que quedó de día, de vez en cuando se quedaba mirando a su pequeño como si este pudiera darle alguna respuesta, pero él solo metía todo su puño a la boca mientras lo miraba a los ojos, en momentos así era cuando le gustaba recordarse que toda decisión que tomaba de ahora en adelante lo hacía pensando en él, en su HaYul, en darle una mejor vida de la que él podría tener. Al llegar la noche habló con MinHyuk, le dijo que aceptaría el trabajo y que trataría de acordar un horario más flexible con los dueños, MinHyuk le dijo que no sabía qué tan buena idea era hacer aquello, pero pasó de largo de esa advertencia y continuó con la idea.
MinHyuk le agendó una cita con los dueños para dentro de dos días, ese día se había arreglado bien ya que era importante una buena primera impresión, solo esperaba que los dueños supieran que él aún era menor de edad, porque si le pedían los permisos, estaría en problemas. Creyó estar completamente listo, sin embargo, cuando vio a su bebé recostado en la cama y con un chupón en la boca, se dio cuenta que tenía un problema mucho más grande.
¿Quién cuidaría a HaYul?
Pensó en su primera opción, HoSeok, pero cuando lo llamó su teléfono lo mandó directo al correo de buzón, lo cual le hizo recordar que a esa hora él debería estar trabajando. Entró en desesperación, porque todas las personas que conocía estarían ocupadas, o estarían trabajando o estudiando, así que sus opciones se reducían a cero, y no le ayudaba que afuera se escuchara una algarabía que pintaba a ser una pelea pronto. Si seguía así, pronto iba a alterar a HaYul, el cual empezó a gimotear ya que su intento de dormir se veía afectado, así que lo tomó en sus brazos y salió de la habitación, listo para pedir a quien fuera que estuviera ahí afuera un poco de silencio.
—Le estoy diciendo, señorita, que me tendré que ver en la penosa obligación de pedirle el cuarto si no cumple con las reglas de esta casa —la que hablaba era una mujer de mediana edad, y a juzgar por sus palabras, parecía tratarse de la dueña de casa.
—Eso no es justo, el mocoso que vive en la otra habitación se la pasa metiendo un tipo también, y... —ambas mujeres quedaron calladas cuando lo vieron en el marco de la puerta, su vecina bajó la mirada como si estuviera avergonzada mientras que la otra mujer se le quedaba mirando sin ninguna expresión.
Su vecina se encerró en su cuarto de inmediato, pero la que era la dueña se quedó allí de pie por un buen rato, lo cual a él lo obligó a dar una reverencia y saludar —: Buen día, señora.
—¿Tú eres el otro chico que vive con MinHyuk?
—Sí, así es, señora —la pregunta le tensionó, nunca había hablado con esa mujer y no sabía realmente cómo ella había tomado la noticia de él viviendo ahí con MinHyuk, sabía que lo había aceptado, pero, ¿Lo había aceptado de buena manera o realmente le molestaba que estuviera ahí y solo lo había aceptado porque MinHyuk le había rogado?
—Oh, Dios, ¿Ese es el bebé? —la mujer cambió su semblante serio en un instante, acercándose a paso largo hasta él, mirando al bebé como si se tratara de una escultura. Ahora que lo veía de cerca, la mujer tenía un aspecto... peculiar, es decir, su ropa era de estilo deportiva, probablemente para presumir que tenía un buen cuerpo a su edad, y también era de colores vibrantes y llamativos, además de tener su cabello atado en una coleta alta y una banda de ejercicio en la cabeza. Tenía variados anillos en las manos y junto a ellos una gran cantidad de brazaletes de colores en el brazo derecho. —Es tan lindo, nunca había visto un bebé tan hermoso ¿Cómo se llama?
—Se llama HaYul —respondió, aun un poco nervioso.
—Min me había comentado de ustedes dos, pero él tan descortés como siempre, no me los presentó en persona.
—Pensó que podríamos molestarla.
—¡Ay no! ¿Cómo dices eso? —incluso palmeó su antebrazo con confianza. —¿Cómo podría molestarme una cosa tan linda como lo es este bebé? —se inclinó levemente, su rostro quedando cerca del de HaYul que sonrió al verla hacerle una mueca graciosa. —: Apenas MinHyuk me dijo sobre ustedes le dije que sí, creo que un bebé era lo que le hacía falta a esta casa, es decir, la familia de abajo tiene un par de niños de siete y ocho años, y esos sí que son un dolor de cabeza, si somos sinceros, pero este bebé ni siquiera se escucha.
—Trato de mantenerlo calmado para que no sea una molestia para los demás vecinos.
La mujer continúo ahí de pie, jugando con el bebé que ahora sostenía una de sus manos, mirando con curiosidad las uñas postizas que ella llevaba, la mujer se veía realmente agradable y él estaba desesperado, por ello, fue que sacó valor para preguntar.
—Perdón, señora...
—Me llamo MinHee, pero puedes decirme noona —le sonrió.
—Noona —mencionó, sintiéndose extraño porque ese honorífico solo lo utilizaba con YoonA. —Se qué es algo demasiado atrevido de mi parte, y entiendo si dice que no, pero tengo una entrevista de trabajo y mi bebé...
—¿Se va a quedar solo? —lo interrumpió.
—Bueno, sí... No tengo con quién dejarlo y...
—¡Haberlo dicho antes! —esa mujer no le dejaba terminar ni una sola frase. —Yo te lo cuido, no hay problema.
—¿En serio? —preguntó aún nervioso, como si todo aquello fuera una broma, porque estaba siendo relativamente sencillo.
—Claro que sí —la mujer tomó confianzudamente al bebé de los costados, quitándoselo y pronto acomodándolo sobre su cadera. —Oh, Dios, me siento tan joven ahora, es como si tuviera veinte de nuevo y estuviera cuidando a uno de mis hijos.
—No sé cómo pagarle este favor, señora, pero le prometo que si consigo el trabajo yo le recompensaré este favor de inmediato.
—Ni hablar, muchacho, es un gusto para mí cuidar de este bebé —a HaYul parecía agradarle la mujer también, porque no se había quejado en lo absoluto cuando lo tomó en brazos e incluso le estaba ignorando, muy concentrado en la mujer de brillante vestimenta. —Aunque no lo parezca, este cuerpo ha dado a luz a tres hijos, dos niñas y un varón, sé cómo lidiar con un bebé, así que no te preocupes.
Con esa promesa en mente, HyungWon le entregó a la mujer el bolso de HaYul con sus pañales, cremas, talcos, ropa de cambio y dos biberones llenos de leche por sí le daba hambre. Se fue de allí antes de que la tarde lo alcanzara, aunque los señores Yoo no le dieron una hora fija, solo le dijeron que fuera en la tarde, no quería parecer un impuntual y llegar a la hora que se le diera la gana.
Tuvo que tomar transporte público, pero por suerte no había tráfico y pudo llegar en veinte minutos a la dirección que MinHyuk le había dado, se notaba que era un barrio fino por las casas y edificios de apartamentos que estaban por las zonas, la dirección le llevaba a una casa enorme que estaba algo alejada de las demás, lo primero que lo recibía era una enorme puerta de rejas que servía como protección a la casa, luego estaba un enorme jardín delantero que tenía varios arbustos e incluso una fuente.
Tocó el timbre una vez, con algo de temor, porque en definitiva esa casa era más grande que la suya y se sentía algo intimidado con tanto lujo. De la casa salió un hombre con un traje pulcro y bien planchado, tenía el cabello peinado en coma y sus manos se escondían detrás de su espalda —: ¿Puedo ayudarle en algo?
—Hola, mi nombre es HyungWon —dio una reverencia corta. —Vengo por el trabajo de... ¿M-Mucama?
—Oh, usted debe ser a quienes los señores Yoo están esperando —apretando un botón, el hombre hizo que las puertas se abrieran y le permitieran el paso, el hombre le guio por la enorme casa hasta que llegaron a un gran salón, estaba decorado con diferentes pinturas, que, si bien eran imitaciones, eran unas muy buenas. Había una mujer sentada en uno de los sillones color rojo carmín de la sala, tenía la pierna cruzada elegantemente mientras pasaba con pereza las hojas de una revista.
—Señora Yoo, ha llegado el joven que viene por el trabajo de mucama —habló el hombre con voz fuerte y clara, haciendo que ella levantara la mirada y la dirigiera justamente a él.
—Gracias, Park, ve al auto, el señor SeungMin tiene una junta dentro de una hora y necesita que lo lleves —ella dejó su revista de lado y se colocó de pie, acercándose a paso lento a él. —¿Usted es HyungWon?
—Si, señora, Chae HyungWon —dio una reverencia bien inclinada. —Vengo recomendado por MinHyuk.
—Ah, MinHyuk, sí —con una seña de su mano le indicó que le siguiera por la casa. —Le ofrecimos este trabajo antes, somos amigos de sus padres y su madre me pidió que le diera un empleo, pero él se negó, aun no sé por qué.
—Si me permite, señora, MinHyuk me explico que este trabajo no quedaba bien con su horario, por ello tuvo que rechazarlo.
—Está bien, ya pasó —se detuvo en la cocina, que era enorme con una nevera de casi dos metros, una isla grandísima y diferentes cajones en todos lados. —Esta es la cocina ¿Sabe cocinar HyungWon?
"No importa que no sepas, finge que si lo sabes" le había recomendado MinHyuk cuando le dio la cita de trabajo, así que, rememorando el consejo de su amigo, dijo —: Si, señora.
—Bien, necesito que llegue aquí temprano y haga el desayuno para el señor SeungMin, mi esposo, y antes de que su turno termine, necesito que deje la cena lista y caliente, no me gusta comer frío. Ah, y nada de ollas o utensilios sucios, quiero todo reluciente tal y como lo ves ahora.
—Si, señora —asentía obediente, como un cachorro regañado.
—Venga —nuevamente le pidió seguirla, llegó allí entonces a otro cuarto enorme que tenía una gran lavadora y un estante lleno de productos de limpieza. —¿Sabe usar este tipo de lavadora?
—Si, señora.
—Bien, no deje acumular la ropa sucia, el SeungMin necesita camisas limpias todo el tiempo y yo también necesito ropa limpia —palmeó levemente la lavadora que en ese momento estaba funcionando. —Lea muy bien las indicaciones de lavado de cada prensa, si llega a dañar algo, lo voy a descontar de su sueldo.
—De acuerdo.
—Planche y doble la ropa una vez seca, mantenga ordenados los cuartos, las camas hechas y el piso limpio, quiero esta casa como un espejo, muchacho, soy muy exigente con el aseo —ella seguía dando órdenes mientras caminaba de aquí para allá, con HyungWon detrás suyo como perro fiel. Finalmente se detuvieron en una puerta pintada de un azul cielo —Y finalmente, lo más importante de todo —ella abrió la puerta y allí se mostraron diferentes cosas de bebé, desde una cuna ostentosa con un gran toldo a un estante lleno de peluches y perfumes de bebé.
—Este es DongMin, es el heredero de la familia Yoo, es nuestro tesoro, y quiero que lo cuide como si fuera su propio hijo —la mujer sacó de allí a un bebé que parecía ser contemporáneo de HaYul a juzgar por su tamaño, era en extremado lindo, compartía rasgos con la mujer que lo cargaba en brazos, como esos ojos oscuros y gatunos, además de pestañas tupidas y largas, era de piel muy blanca y tersa, simplemente un bebé divino.
Al niño no pareció gustarle su presencia porque al verlo soltó el chupón que tenía en la boca y comenzó a gimotear molesto, la mujer comenzó a calmarlo meciéndolo, pero el niño simplemente no parecía feliz de tenerlo cerca ¿Debería tomar eso como una mala señal?
—Se acostumbrará con el tiempo —dijo ella, dejándole de nuevo en la cuna una vez el niño se calmó. Ambos salieron de la habitación para dejar al niño en calma, nuevamente comenzó su recorrido por la casa; él debía hacerse cargo de todo, lo único que se salvaba era el jardín porque para eso ellos tenían su propio jardinero, pero del resto, era su responsabilidad.
Había empezado a cuestionarse si era una buena idea aceptar aquel trabajo, es decir, esa casa era tres veces más grandes que toda la pensión en la que vivían, una cosa era limpiar el cuarto que usaba con Min y otra muy diferente era limpiar toda una mansión, en definitiva, lo único que le haría quedarse allí sería que le permitieran traer a HaYul consigo.
—Como verá, no puedo hacerle un contrato porque aún es menor de edad, lo cual quiere decir que tampoco tiene seguro de salud, pero no se preocupe, si llega haber algún accidente, nosotros correremos con todos los gastos del hospital. Eso sería todo por ahora ¿Tiene alguna duda?
—Respecto al trabajo no, señora Yoo, todo está muy claro —pasó un trago de saliva mientras limpiaba sus manos sudorosas en la parte trasera de su pantalón. Bien, era momento de decirle —P-Pero quisiera comentarle algo, más bien, pedirle.
Eso no pareció agradarle a la mujer, que solo levantó una ceja y lo miró de manera intimidante, lo cual logró ponerle más nervioso. —: Hable.
—Es que yo... tengo un bebé en casa, es... mi h-hijo, y no puedo dejarlo solo por tantas horas, y yo solo me preguntaba si usted me permitiría traerlo aquí conmigo —sus manos jugaban entre sí nerviosamente, manteniendo la mirada gacha para mostrar respeto y solo levantándola de vez en cuando para mirar el rostro de la mujer.
—¿Tiene todas estas obligaciones y quiere una más? Ese niño lo distraería demasiado, lo necesito eficiente.
—Le prometo que no, señora Yoo, seré tan eficiente como usted me pide, él nunca causa problemas, y si lo hace, aceptaré todas las consecuencias que quiera ponerme. Por favor, se lo ruego, es la único que voy a pedirle, de verdad. Soy lo único que él tiene y no puedo dejarlo abandonado.
—No lo sé, no considero eso como una buena decisión.
—Por favor, al menos déjeme traerlo la primera semana, si usted cree que no estoy rindiendo tanto como debería, dejaré de traer al niño —estaba a punto de tirarse de rodillas ante la mujer, pero sabía que eso probablemente le molestaría, así que solo mantenía la cabeza gacha.
Ella se quedó en silencio por un largo rato, meditándolo, y luego de unos segundos le pidió que levantara la cabeza y se irguiera correctamente, le habló entonces con voz dura y firme.
—Una semana.
——————————
hola, hola, amigas,
aquí les traje cap
nuevo y a tiempo.
aparte de minhee
y los señores yoo
había otro personaje
que iba a
introducir, mucho
más importante,
pero ya se estaba
pasando de largo
este cap, así que
les voy a dejar la
incógnita.
¿alguna prediccion
para lo que se viene?
¿quién creen que va
a ser el nuevo
personaje? ¿hombre
o mujer? ¿bueno o
malo?
ojo, nuevo, no
salgan con que es
el retorno de kihyun.
nos vemos el
próximo fin de
semana,
cuídense mucho
y que tengan
buen inicio de
semana.
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