Décimo capítulo

Décimo capítulo: ¿De quién es el bebé?

Era una situación extraña para él, es decir, estaba llorando como magdalena en medio de una sala de parto, con varios enfermeros a su lado mirándolo desnudo de la cintura para abajo con las piernas abiertas y pidiéndole que pujara y aguantara un poco más.

-¡Puja más fuerte!

-¡No puedo hacerlo más fuerte! -gritó, sintiéndose frustrado por el incesante dolor en su vientre bajo y la presión de los enfermeros.

-Está dilatando, pero nada está saliendo -mencionó uno de los enfermeros, que tenía la atención fija entre sus piernas. -Esto no parece muy seguro, doctora Song ¿Está segura que él va a poder aguantar un parto natural?

-No, no lo creo, tendremos que recurrir a la cesárea, no hay de otra -sentenció la doctora, quitándose el cubrebocas y encaminándose fuera de la sala. -Traigan al doctor Choi y preparen al paciente para la operación.

El equipo de enfermeros asintió sincrónicamente, luego comenzaron a esparcirse por la sala lo cual a él le colocó los nervios de punta -: ¿Qué están haciendo? ¿Qué va a pasar conmigo?

-No se altere, vamos a realizar una cesárea, por favor, guarde la calma -le habló una enfermera, tomando su hombro y haciendo que se recostara completamente en la camilla.

-¿Qué es una cesárea? -estaba asustado, no descartaba el hecho de que la doctora Song le haya hablado de ese procedimiento antes, pero él en ese momento no recordaba exactamente qué era.

-Es una operación muy sencilla, señor Chae, haremos una incisión en su vientre bajo y en su útero para sacar sano y salvo al bebé.

-Bien, procedan con la anestesia -escuchó que hablaba otra enfermera.

-¿Anestesia local o general? -la misma enfermera que había dado la orden le dio un vistazo a HyungWon, notando al instante que sin duda era un primerizo y además era muy joven.

-General.

Aunque hace un segundo una de las enfermeras le había dicho que lo hacían por el bien del bebé, él estaba nervioso como nunca, tenía miedo de que le abrieran el estómago y mucho más miedo le daba saber que llegaban hasta su útero ¿Cuáles eran las probabilidades de riesgo en esa operación? No sabía nada del procedimiento, la doctora Song le había explicado brevemente de que se trataba, pero él no le había prestado atención porque él quería un parto natural.

Estaba alterado, pero lo estuvo aún más cuando vio a la doctora Song y a otro enfermero entrar acompañados de un doctor más, luego vio que otro más estaba trayendo una bandeja con muchos implementos que se veían afilados. Empezó a gritar, pidiéndoles que se alejaran de él, que se fueran y que él solo tendría a su bebé sin ayuda de nadie, pero lo callaron de inmediato colocando una mascarilla en su rostro, de ahí salía un olor extraño que a poco fue haciéndolo perder la conciencia, primero dejó de sentir sus manos y pies y luego sus ojos se cerraban casi por inercia, todo hasta que se redujo en nada.

Fue extraño, realmente extraño, porque recordaba que hace unos segundos estaba en medio de una sala llena de gritos suyos y enfermeros con bisturís, pero luego solo se despertó y estaba solo en una habitación común de hospital; ya no tenía esa mascarilla incómoda en la cara y podía sentir nuevamente sus extremidades, aunque desearía no hacerlo porque el cuerpo le dolía demasiado y cuando intentó tomar asiento, soltó un quejido de dolor.

-No hagas esfuerzos de más, niño, puedes lastimarte.

Soltó un respingo al escuchar la voz a un costado suyo, pudo ver otra camilla a su lado, con una mujer que estaba recostada allí de forma agotada, tenía el cabello revuelto y la piel bastante pálida. Dio una mirada al resto de la habitación, encontrando otras camillas, dónde también había mujeres solo que estas se encontraban durmiendo plácidamente.

-¿Dónde estoy?

-Estás recuperándote del parto -ella le respondió, su voz sonaba algo rasposa y baja. -¿Hace cuánto fue tu parto?

-N-No lo sé -nuevamente se recostó en la camilla, sabiendo que moverse solo le haría daño. -Ellos pusieron algo raro en mi cara y cuando desperté ya estaba aquí.

-Parece que lo tuyo fue una cesárea.

Soltó un suspiro, estaba agotado a pesar de que acababa de levantarse, solo quería algo que le ayudara a calmar el dolor y algo de comer también, las tripas le rugían.

-¿Cómo pido algo de comer aquí? -le preguntó a la mujer.

-Debes primero llamar una enfermera, a tu costado debe haber un control con unos botones, uno de esos es para solicitar una enfermera.

HyungWon dio una rápida mirada por su cama, encontrándolo efectivamente a su costado, había mucho botones, así que los presionó todos por si acaso pero no pensó que fuera buena idea cuando su cama se movió hacía adelante y quedó erguido de una forma que su estómago dolió demasiado.

Por suerte la enfermera si llegó, y una vez lo vio en su estado le ayudó bajando de nuevo la camilla hasta que estuvo nivelada.

-Ya despertó nuestro padre primerizo -ella sonaba alegre, acomodando las almohadas de su camilla. -¿Cómo se ha sentido?

-Adolorido.

-Es algo normal, acaba de tener un bebé -ella rio.

-¿Dónde está mi bebé? -recién cayó en cuenta, durante todo ese tiempo le estaban diciendo que había tenido un bebé y blah blah blah, pero ese bebé no estaba con él, no le habían permitido saber nada de él.

-Está en observación.

-¿O-Observación? -se sintió preocupado repentinamente, asustado. -¿P-Por qué en observación? ¿Acaso tiene algo?

-El solo...

-¿Por qué no me dejaron verlo cuando nació? -interrumpió. -¿Por qué no está conmigo aquí? ¡Es mío! ¡Denme a mi bebé!

-Cálmese, señor Chae, no es nada grave. Es un chequeo común para ver que todo esté en orden.

-Yo quiero verlo ¿Dónde está?

-Lo podrá ver luego -ella sonaba calmada a pesar de que él parecía al bordo del colapso. -Usted tiene visitas ¿Quiere que las haga pasar?

-No, que se vayan al demonio, quiero que me traigan al bebé.

-Está bien, está bien, cálmese -ella le ayudo a recostarse suavemente en la camilla y le cubrió con las sábanas heladas de aquella cama. -Veré si puedo traerlo ahora.

HyungWon asintió un poco más calmado, la vio salir de la habitación y esperó pacientemente a que ella entrara con su hijo en brazos. Eran demasiado insensibles, él quería ver a su hijo nacer, quería escucharlo llorar como su primer signo de vida, quería compartir ese momento con él, sin embargo, lo habían dormido y le habían sacado al bebé como si fuera un parásito ¿Eso no era algo un poco criminal? No lo sabía, probablemente no, pero él sentía aquello como un robo.

-Miren quien está aquí -la enfermera efectivamente llegó con un bulto de mantas en los brazos, y vio como unas manitas sobresalieron de ellos en ese momento y casi se desmaya de la emoción.

La mujer dejó al bebé en sus brazos, enseñándole a como cargarlo correctamente. Era pequeño, tan pequeño que se le hacía increíble ver unos pies y manos tan diminutos, sus ojos estaban todavía cerrados, pero él boqueaba constantemente en medio de sus sueños y sus manitas también se movían de vez en cuando.

-E-Es tan lindo -no pudo evitar llorar, pero estaba feliz de hacerlo, porque no era un llanto amargo que dolía, estaba por primera vez llorando de felicidad. Estaba feliz de tener un ser humano tan pequeño en sus brazos.

-¿Había pensado en un nombre para su hijo?

-Sí -mencionó entre lágrimas. Lo había pensado mucho durante los últimos meses, quería que fuera un nombre hermoso, porque sabía que su bebé iba a ser hermoso. -HaYul, Chae HaYul.

-Bueno, HaYul está en condiciones óptimas, su peso es el ideal y mide lo perfecto.

-Me alegra mucho saberlo -una de las manitas se había estirado hacia él y HyungWon aprovechó para dejar un beso en ella, quería comerse a besos al pequeño bebé, pero temía despertarlo del feliz mundo de los sueños en el que parecía estar.

No quiso que le alejaran de su bebé por el resto de la mañana, le trajeron una bandeja de comida después y aunque fue difícil comer con una sola mano y sostener a si bebé con la otra, se las arregló para tomar su sopa y mirar el pequeño rostro de su hijo.

-Señor Chae, tiene visitas -habló la misma enfermera luego de que se llevó la bandeja vacía de comida.

La verdad es que no quería ver a nadie, estaba horrible, sentía su cabello enredado y seco, además podía deducir que tenía unas ojeras enormes gracias a su cansancio, quería solo quedarse con su bebé todo el día y que ambos durmieran todo el día juntos. Iba a negarse, pero ella los hizo pasar lo cual le forzó a poner una sonrisa.

-Oh, por Dios -MinHyuk tenía una canasta en sus manos, no sabía que tenía adentro, pero olía delicioso y nuevamente se le despertó el hambre. -No puedo creerlo, HyungWon, ya nació tu bebé, es tan pequeño.

-Es hermoso -YoonA también había entrado junto a MinHyuk, ambos llevaban cosas en sus manos que no sabía realmente que eran, pero ojalá fuera comida deliciosa. -HaYul es uno de los bebés más bonitos que he visto.

-¿HaYul? ¿Cuándo le pusiste ese nombre? -habló MinHyuk, inclinándose hacía adelante en un intento de poder ver más de su bebé, pero él estaba algo sensible y alerta así que lo alejaba de otras personas.

-Lo pensé en las últimas semanas, es un nombre bonito ¿Verdad? Es un nombre bonito para un bebé bonito.

MinHyuk rio al escucharlo, siguieron hablando unos minutos largos sobre el bebé, por fin pudo desahogarse sobre lo molesto que estaba por el hecho de haber sido sedado durante el parto, ellos le mostraron lo que habían traído para él que eran unos panes dulces y se veían esponjosos y deliciosos.

-Te vamos a dejar descansar, debes estar agotado -MinHyuk dejó la canasta con panes dulces en la mesa a un lado de su camilla. -Sabes, antes de irnos, quiero decirte que... hay otras personas en la sala de espera.

-¿Qué personas? -preguntó, llevando su mano a la canasta de panes y tomando uno.

-Solo... Debes mantenerte en calma, tranquilo, aún estás débil y es mejor que permanezcas en calma, por tu bebé.

HyungWon frunció el ceño, pero MinHyuk no le dijo nada más y YoonA tampoco, ambos salieron de allí dándole un beso en la frente y mirando una última vez a HaYul que aún se encontraba dormido. Una vez ellos cruzaron la puerta de salida él dejo de sonreír y soltó un suspiro aliviado, los quería mucho, pero que bien que se habían ido.

-Tiene un par de visitas más ¿Quiere verlos o descansar un poco? -la enfermera entró segundos después de sus visitas.

-Dígales que estoy dormido, por favor, no quiero ver a nadie más -gimió cansado. -Quiero descansar un poco.

-Está bien, me llevaré al bebé -ella se acercó, pero instintivamente HyungWon lo apretó contra su pecho -No puede dormir con él aquí, señor Chae, lo llevaremos a la sala de recién nacidos.

-Lo voy a cuidar bien, en serio.

-Y no tengo duda de eso, pero no puede tenerlo mientras duerme, démelo y descanse un rato.

HyungWon, aún indeciso, entregó desconfiadamente a su hijo, la enfermera lo aceptó de inmediato colocando una sonrisa tierna al ver al bebé.

-¿Y si le da hambre?

-Si le da hambre lo traeremos de nuevo, pero si usted no está disponible, hay muchas madres aquí también, alguna podrá prestarle su pecho por un rato.

Asintió nuevamente, los ojos prácticamente se le cerraban del cansancio, pero no despegó la vista hasta que la mujer desapareció por el pasillo con el bebé en brazos. Estaba un poco preocupado, sentía que ahora que ese bebé estaba en el mundo era su responsabilidad mantenerlo en sus brazos siempre y cuidarlo de todos y de todo, por eso creí sentirse ansioso al no tenerlo cerca.

Solo esperaba no tener más visitas de nadie, quería dormir una buena siesta, luego que le trajeran a su hijo y poder pasar más tiempo admirando su carita pequeña y roja, sus manitas y sus piecitos. Estaba encantado sin duda alguna, aún mientras intentaba dormir, no pudo evitar sonreír levemente al pensar un "Qué loco, acabo de hacer un humano"

Mientras, en el otro lado del hospital, el pelinegro de grandes anteojos se mordía las uñas mientras caminaba de un lado para otro en espera de una respuesta.

-El paciente está dormido, no puede pasar a verlo -le dijo la mujer que hace un rato le dijo que estaría preguntando por Chae HyungWon.

-Por favor, estoy aquí desde la madrugada, tenga compasión -le suplicó, juntando sus manos.

-No puedo hacer nada, el paciente está dormido -ella levantó los hombros. -Además aún no me aclara qué es usted del paciente.

-¿Puedo pasar o no puedo pasar? -evadió la pregunta, viendo como la mujer ya le daba una mirada un poco más seria y molesta. -¿Al menos puedo ver al bebé?

Ella suspiró largo, pasando sus manos por su cabello perfectamente recogido, finalmente hablando -: Puede verlo, pero no sin antes especificar qué relación tiene usted con él paciente o el bebé.

-Soy su otro padre ¿De acuerdo? -se rindió finalmente, diciendo aquello con mejillas rojas -Soy el padre del bebé.

-Haberlo dicho antes -ella no pareció inmutarse con la declaración y con un ademán de mano le pidió que le siguiera.

Lo guío hasta una enorme sala que estaba cerrada, pero había una gran ventana de cristal y entonces supo que se trataba de la sala de recién nacidos. Había muchos bebés, algunos estaban llorando mientras otros estaban simplemente durmiendo, había una enfermera allí dentro atendiéndolos, buscó con la mirada algún bebé que tuviera algo similar con él, pero se dio cuenta que era inútil porque no sabía nada de ese bebé, sabía que era un varón porque HyungWon se lo había dicho de mala gana, pero él nunca le soltó más información que esa.

Desde la charla con los padres de HyungWon, estos les habían obligado a pagar todo lo que incluyera HyungWon porque, en palabras de ellos, no estaba dispuestos a dar un solo centavo más por HyungWon; sus padres claro que enloquecieron, le dijeron que no le darían un solo centavo si era para dárselo al muerto de hambre al que había embarazado, pero él tenía sus trucos, sabía donde estaba la caja fuerte y la combinación fue bastante sencilla de descifrar, así que de vez en cuando sacaba dinero de ahí y se lo daba a HyungWon, no es como si fuera a faltarle a su padre, él tenía tanto dinero que muchas veces no sabía que hacer con él.

Comenzó a pagar sus cosas, a darle dinero para que pudiera comprar el almuerzo todos los días en la escuela, que no pasara hambre, que pagara las citas médicas y todo lo que pudiera necesitar, sin embargo, HyungWon seguía con esa actitud seca y venenosa, le agradeció las primeras veces que le dio dinero, pero luego de la quinta consignación ya no daba ni siquiera eso. Esperaba que al menos lo mantuviera al tanto del bebé, pero siempre le repetía él "tú dijiste que no querías nada que ver con él hasta que naciera".

Demonios, sabía que había dicho eso, no tenía que repetírselo todo el tiempo.

-¿Cuál es? -preguntó después de un rato, en el que estuvo buscando a su hijo.

-Es ese que está en la fila del medio a la izquierda -ella le señaló.

Ahí había un bebé que parecía un pequeño ángel por la forma tan pacífica en la que dormía, una manta azul lo estaba cubriendo del frío y tenía un gorro blanco en la cabeza, bajó un poco la mirada y notó una placa en su cuna la cual decía "Hola, mi nombre es Chae HaYul"

Quiso preguntarle si podía entrar a verlo, pero tal vez sonaba muy atrevido así que solo se conformó con verlo desde la ventana.

Cuando recibió una llamada a las tres de la mañana de un número desconocido se asustó, pero aun así respondió.

-Tu hijo está naciendo, ven al hospital que está en la avenida 12.

No supo que responder en ese momento, y tampoco tuvo tiempo de hacerlo porque le cortaron tan pronto fue dicho eso. Pensó que podía ser una broma, pero nadie hacía bromas a las tres de la mañana, mucho menos con la increíble coincidencia que el hospital que le habían dicho era el mismo hospital en el que HyungWon estaba yendo a sus controles.

Dejó el teléfono de su hogar bruscamente sobre su puesto, probablemente mal colgado, pero se preocupó en subir rápidamente a su habitación y cambiarse de zapatos y por una chaqueta mucho más abrigadora que su bata de descanso.

Al llegar al hospital no pudo reconocer a nadie cerca suyo, bueno ¿A quién supone que encontraría? Él no conocía muchas personas y estaba allí únicamente por HyungWon, se acercó a la recepción y preguntó por HyungWon, y cuando ella le dijo que estaba en labor de parto se dedicó a esperar en las nada cómodas sillas del hospital a que pasara lo que tuviera que pasar.

Se estaba muriendo del sueño, se le cerraban los ojos constantemente, pero al mismo tiempo no podía conciliar sueño porque la silla le lastimaba la espalda y el trasero, además de su cuello que tronaba y dolía. Escuchaba cuchicheos a sus espaldas, no les tomó realmente importancia hasta que escuchó un "¿Él es el novio de HyungWon?"

-No, no es su novio, solo es el inútil padre de su hijo.

-Shh, baja la voz, podría escucharnos.

-A mí no me importa que me escuche.

Tuvo la fuerte tentación de girarse y encarar a las personas que estaban hablando a sus espaldas, pero estaba demasiado cansado como para eso, así que prefirió quedarse sentado y hacer como que no escuchaba lo que estaban diciendo. Por suerte ellos no dijeron mucho más luego de eso, o si lo hicieron, tuvieron mucha más discreción.

A eso de las seis de la mañana llegó un doctor preguntando por los familiares de HyungWon, él se levantó de aquella silla como resorte y fue hasta el doctor, pero fue incómodo cuando al mismo tiempo llegaron las personas que habían estado hablando a sus espaldas, no podía reconocerlos, al menos hasta que vio al pelinegro que llevaba un gran poncho puesto encima, era el mismo que había ido a su casa a crear una revuelta revelando su pequeño sucio secreto.

-Está en óptimas condiciones, y el bebé también lo está.

Sonrío por inercia, estaba genuinamente preocupado de que el cuerpo de HyungWon no pudiera aguantar el parto, pero por suerte todo había salido bien.

-¿Puedo pasar a verlo?

-¿Podemos pasar a verlo? -habló seguido de él el pelinegro el cual desconocía su nombre, pero odiosamente había marcado él "Podemos".

-Aún no, tuvieron que sedarlo porque estaba alterado durante el procedimiento y aún se encuentra bajo los efectos de la anestesia.

Les dijo que luego podrían verlo, así que esperó en la sala nuevamente porque si ya había esperado lo más no le molestaría esperar lo menos, sin embargo, a eso de las siete de la mañana el estómago le empezó a rugir, vio como uno de los amigos de HyungWon venía con una bandeja de cafés, pero cuando pasó enfrente suyo solo le dio una mala mirada con la nariz fruncida y siguió de largo.

Okay, no había café para él.

Vio como el engreído del café y la mujer alta pudieron pasar luego de un rato, más sin embargo cuando él quiso pasar le dijeron que el paciente estaba dormido y no podía pasar a verlo. Eso era una mierda ¿Para qué lo habían despertado a las tres de la mañana si no podía saber nada?

Luego de un muy buen rato fue que le dijeron que podía pasar, estaba aliviado, así que dándoles una última mirada a los otros presentes allí se fue siguiendo a la enfermera. Entró en una sala muy grande también, había muchas mujeres ese día y algunas tenían a sus bebés en brazos, lo llevaron hasta una de las penúltimas camillas y ahí fue donde vio un rostro conocido.

HyungWon tenía el pequeño bulto de mantas en los brazos y su bata estaba abierta mostrando parte de su hombro y clavícula derecho, tenía toda su atención fija en lo que tenía en brazos, hasta que se dirigió a la enfermera -: ¿Es normal que succione tan fuerte?

Cuando lo vio allí de pie cambió su expresión de felicidad por una de seriedad, la enfermera le respondió a la pregunta como si nada estuviera pasando entre ellos y finalmente le dijo que volvería cuando hubiera terminado de alimentar a HaYul.

-¿Qué haces aquí?

-¿Cómo que qué hago aquí? Vine a conocer al bebé.

-¿Para qué?

-Es mi hijo, creo que tengo ese derecho ¿No?

-Tu dijiste que no querías tener nada que ver con el bebé hasta que naciera -el bebé de repente soltó el pecho que estaba succionando y empezó a gimotear.

-¿Cuántas veces vas a repetirme lo mismo? Siempre que te preguntaba algo del bebé me decías lo mismo.

-Son tus propias palabras -intentó calmar al bebé que estaba gimoteando más fuerte y de repente comenzó a llorar.

-Bueno, está bien, te dije que lo haría hasta que naciera ¿Verdad? Bueno, eso que tienes ahí ya nació y yo estoy aquí, así que déjame verlo.

-HaYul no te necesita, es mío.

-¡Eres tan...! -sus manos se apretaron en puños, frustrado. -Deja de pensar en ti un minuto y piensa en el bebé.

-¿Qué con el bebé? Acaba de nacer.

-Si, y desde ya le estamos causando problemas, mira, está llorando como loco ¿Qué es lo que tiene?

-N-No lo sé -miró al bebé que seguía llorando a vivo pulmón, asustado intentó acercarle el pecho de nuevo, pero él alejó su rostro y continúo llorando.

La enfermera tuvo que venir de nuevo, ella le dijo que en realidad el bebé no le gustaba la forma en que lo estaba cargando así que HyungWon solo tuvo que cargarlo correctamente y al instante su bebé se calmó y nuevamente pidió por su pecho.

-No quiero verte cerca de nosotros -sentenció.

-Pues lástima, porque ese bebé también es mío -y el firmemente le respondió.

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hey, actu a

tiempo, yupi.

ya nació nuestro
bebé y con eso
se abre nuestra
caja de pandora.

¿cómo creen que
va a reaccionar
los padres de
ambos?

hoy me dió algo
de flojera revisar
así que lo hago
luego.

nos vemos la
próxima, cuidense
y que empiecen
con toda la semana.

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