Capítulo III
Natsu POV
Flare: ¿Cómo que lo nuestro acabo?
Ya no soportaba estar a lado de una mujer que ni siquiera me hace feliz.
Natsu: Así de simple, yo no siento nada por tí.
Flare: Pero... pero... ¡Yo te he perdonado que me hayas sido infiel en tus celebraciones en los burdeles e incluso te ayude a entrar a la lista de canditados! ¡Estás donde estás por mí! ¡Tú no puedes decir que me dejas así como si nada!
Natsu: ¿¡Qué donde estoy te lo debo a tí!? Sabes que, dile a tu "papí" que se meta su puta candidatura por el culo. ¡Me tienes harto! ¡Eres una berrinchuda, malcriada y altarnera! No puedo creer que haya soportado estar con una malcriada tanto tiempo...
Y una cachetada me hizo callar. Me ardía la mejilla pero solo la miré con desprecio.
Flare: ¡No puedes dejarme! ¡Nadie me deja!
Natsu: Pues adivina que, yo te estoy terminando.
Flare: ¡No puedes hacerme esto! ¿Acaso no soy suficiente para tí?
En este momento no podía sentirme peor pero no puedo negar que ella tiene sentimientos, que es más que obvio que he lastimado.
Natsu: Mira Flare no se trata de si eres o no suficiente para mí, es simplemente que nunca sentí nada por tí. Si estube contigo fue por que encontre en tí la oportunidad perfecta para subir de puesto en el pártido... Lo siento.
Ante mi confesión ella rompió en llanto. Empezo una de sus típicas rabietas y yo harto de todo esto me fui de su casa al único lugar en donde encontraba paz.
Al llegar al club, ví a Lucy atendiendo el bar y hablando muy animada con un señor de mayor de edad sobre golf. Cuando ella me vio, me sonrió y una sensación de calidez invadio mi pecho.
Lucy: Buenas Tardes, ¿qué le sirvo?
Natsu: Dame un escoces.
Me sirvió mi bebida y siguió hablando con el señor que parecía estar muy contento por haber realizado un Bird en el juego de hoy. Me incorporé a la plática y jamás imaginé que hablar de golf me animaría tanto o quizas no era el tema, quizas era la dulce voz de Lucy la que me animaba. Cuando el caballero se retiró, ella comenzó a limpiar el bar para marcharse y yo no quería perderla de vista, por lo que le hice una propuesta.
Natsu: ¿Quieres ir a cenar?
Lucy: ¿Perdón?
Natsu: Ya sabes salir a cenar... tú y yo...
Lucy: No, gracias.
Natsu: Te prometo que no lo hago con doble intención, solo a cenar.
Lucy: Lo siento, Sr. Bermot, yo...
Natsu: ¡Dime Dragneel!
Ella me miró confundida mientrás terminaba de limpiar unos vasos.
Lucy: ¿Dragneel? Yo creí...
Natsu: El apellido de mi padre biológico era Dragneel.
Lucy: ¿Se siente bien?
Natsu: No... Por primera vez en años... Quisiera hacer lo que realmente quiero con mi vida.
Y quizas esa fue la gota que derramó el vaso por que ante ella me quebrante. Agache mi cabeza para disimular las lágrimas pero ella llamó mi atención colocando un "Cuba Libre" al frente mío.
Lucy: Es más ron que soda... Le ayudará a calmarse y luego de eso podemos ir a cenar.
No sé que cara de bobo hice por que ella se sonrojó en gran manera y me parecio muy tierna su expresión. Ella no acepto ninguno de los restaurantes que le propuse sino que terminamos en la calle junto a un carrito de hot dogs.
Lucy: Acepte la invitación por que parecía que quería desahogarse sobre algo.
Natsu: En eso tienes razón, han pasado demasiadas cosas en mi vida desde que...
Me callé, no quería asustarla, no podía decirle que todo cambio desde aquella reunión en donde la conocí.
Lucy: ¿Desde...?
Natsu: Desde que me dí cuenta que durante la mayor parte de mi vida me deje manipular por mi padrastro.
Lucy: ¿Manipular?
Entonces le conté mi historia y mientrás lo hacía mi corazón comenzo a sentirse menos cargado. Incluso le hable de como muchas veces manipulaba a las mujeres bajo ordenes de mi padrastro para obtener algunos favores políticos y de que nunca me había importado los sentimientos de nadie.
Ella no dijo nada, simplemente estaba ahí escuchándome y comiendo su hot dog.
Natsu: Y creo que al final... me dí cuenta que soy una escoria humana.
Me miró con pena y suspiró. Agarro su bolso y creí que se marcharía pero en vez de eso saco una pequeña botella de ron.
Lucy: Tenía el presentimiento de que necesitaría otro cuba libre.
Tomó mi lata de soda y vació el contenido en el. Dio un sorbo y me paso la lata, yo la veía asombrado y agarre la lata despacio. Su cara de disgusto me parecio tierna y me hablo un poco molesta.
Lucy: Oye, no le estoy haciendo ningún embrujo ni nada, solo se me antojo un trago.
Me sonrió y lo único que pude hacer fue colocar la lata a un lado, me acerque rápidamente a ella, tomé su rostro entre mis manos y la besé.
Ella colocó sus manos en mi pecho para apartarme pero el sabor de sus labios me estaba enloqueciendo, una mezcla entre coca-cola, ron y bálsamo de coco. Me aparte lentamente y sus ojos erán una mezcla entre furia y asombro. Mi corazón latía a mil por hora, jamás me había sentido tan vivo con un beso.
Lucy: ¡Es un cretino!
Se puso de pie, tocando sus labios como aún no creía que la hubiera besado. Ella se iba a marchar pero la tome de la mano para impedirselo.
Natsu: Lo siento, yo...
En verdad no me arrepentía, es más quería volver a besarla.
Natsu: ... Es que...
Lucy: ¡Es que nada, todos buscan lo mismo!
Se intento liberar de mi agarre pero igual no se lo permití.
Natsu: Lo siento, en serio. Dejame llevarte a tu casa, me sentiría mal si algo te pasa. Te prometo que no lo volveré hacer.
Lucy: ¡No, ni loca!
Natsu: Vamos, Lucy.
Lucy: ¡Suélteme o grito!
Natsu: ¡Lucy, yo cambie desde el día en que te conocí!
Ella dejo de forcejear y la solté.
Lucy: ¿Qué?
Natsu: Que yo cambie desde el día en que te conocí... No sé que tienes, o sea si sé, eres linda... pero no solo por fuera... sino... sino por dentro tambien... eres diferente... eres alegre y desinteresada... por todos los cielos, eres una mujer fascinante y conforme fui concociendote más... siento que... siento que... me he enamorado de tí...
Lucy: Ok, fue mala idea darle el cuba libre...
Ella se alejó rapidamente y yo como loco la seguí. No podía dejarla ir.
Natsu: ¡Lucy, no es locura! Jamás me había sentido así por alguién, no dejo de pensar en tí, no dejo de pensar en tu sonrisa... ¡Debes creerme!
La gente alrededor miraba nuestro espectáculo y comenzaban a murmurar. Ella paró en seco y me miró.
Lucy: ¡Esta loco!
Natsu: ¡Por tí!
Se puso completamente roja.
Lucy: ¡Eso le ha de decir a todas! Mire, Sr. Ber... Dragneel, yo no nací ayer y el hecho de que me haya ayudado con lo de mi carro, no le da derecho a querer pasarse conmigo.
Natsu: ¿Lo del carro?
Hasta ya había olvidado eso. Unos hombres que estaban tomando en un bar se acercarón a nosotros. Era un rubio corpulento junto a un peliverde.
Laxus: Dísculpe, señorita, ¿le podemos ayudar?
Lucy: Ahhhh... Yo...
Freed: Señor, ¿algún problema con la dama?
Natsu: Tenemos asuntos pendientes, que a ustedes no les incumbe.
Lucy: ¡No tenemos nada que discutir! Me voy y por favor ya no llegue al club o lo reportaré con mi supervisor.
Natsu: ¡Lucy, por favor!
Lucy: ¡No! Ustedes los ricos creen que por tener dinero nosotros debemos bailar a su ritmo, yo no soy de esas y jamás lo seré, ni por todo el dinero del mundo!
Natsu: ¡Yo te estoy siendo sincero, en verdad siento algo por tí!
Lucy: Eso me puede decir ahora pero cuando le abra mis piernas, seguramente saldrá corriendo victorioso a contarle a sus amigotes, como siempre lo hacen al llegar al club.
Natsu: ¡Lucy, no, escuchame!
Ella solo se dio media vuelta e hizo parada a un taxi. Intente acercarme pero los dos hombres me lo impidieron, por lo que solo la ví partir.
Freed: Le doy un consejo... Si en verdad la quiere, dejela ir.
Me soltarón y yo con pesar caminé hasta mi auto, tomé el teléfono del asiento trasero en donde lo había dejado y me dí cuenta que tenía muchas llamadas de mi padrastro pero no me importo. En ese momento, lo que yo más quería era hablar con Lucy pero por desgracia no se donde vive, por lo que decidí mejor dar un paseo por la ciudad mientrás ordenaba mi mente y calmaba mi corazón.
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