Rompiendo el hielo (Part Three)


Cuando mi taxi llegó al departamento de Rei, encontré a Misato esperando afuera. Ella se había ofrecido a llevar el vestido a Rei y a ayudarle a prepararse para nuestra cita. Yo había estado renuente a aceptar su ayuda, pero cuando dijo que creía que Rei no sabía lucir propiamente femenina, no pude negarme. 


Mientras que Rei difícilmente se veía como una marimacha, era claro por el modo en que trataba sus ropas y su rebelde cabello que no se preocupaba mucho por su apariencia. A diferencia de Asuka, quien a veces podía monopolizar el baño hasta por una hora.


"¡Tu cita esta aquí, Rei! Misato gritó.


Era bueno que Rei no pareciera tener vecinos, de lo contrario, todos la habrían oído.


Estaba a punto de regañar a Misato cuando de pronto, Rei apareció. Las palabras simplemente murieron en mi boca y mi corazón empezó a palpitar.


"Kawaii..."


Parpadeé, entonces froté mis ojos, pero la imagen que tenía enfrente de ellos no cambió.


¡Se veía impresionante!


Llevaba un largo vestido azul de noche, el cual mostraba las curvas de su delgado cuerpo casi tan bien como su traje de conexión. La parte superior, con excepción de un cuello de encaje, aparentemente estaba hecha de ligero nylon azul el cual hacía juego con su cabello, a través del cual era posible ver sus hombros, brazos y una linda vista de su escote. 


La parte inferior del vestido, de un azul más oscuro y hecho de satín, tenía un corte en cada lado y revelaba parte de sus lindas piernas.


"Aya... Rei... ¡Estás tan hermosa!"


Sus mejillas se pusieron rojas, haciéndola ver aún más perfecta, si es que eso era posible.


"Tú estás muy elegante, Ikari-kun".


"No, no, Rei. ¿Qué te dije?" Dijo una visiblemente decepcionada Misato.


Rei asintió.


"Estás muy elegante, Shinji-kun".


Pude ver como Misato se golpeaba la frente con su palma en total desesperación. Pero por mí estaba bien. Shinji-kun. Me gustaba la manera en que sonaba dicho por Rei.


Extendí mi mano hacia ella y sonreí tímidamente.


"¿Nos vamos?"


Rei sonrió en respuesta.


"Podemos".


Abrí la puerta del taxi y la conduje dentro.


"¿Estás seguro que no quieres que los lleve ahí, Shinji? Preguntó Misato mientras cerraba la puerta.


"No". Le respondí de camino a mi lado del auto. "Agradezco tu oferta, pero puedo manejarlo. Además, no quiero que Ayanami se sienta mal antes de comer".


Me uní a Rei dentro del taxi antes de que Misato pudiera responder, una sonrisa maliciosa en mi cara.


Sabía que la Mayor tendría su venganza más tarde... pero ahora mismo, no me importaba. Estaba con una de las dos chicas más importantes del mundo, y estábamos en una cita.



Cuando entramos al restaurante, estaba impresionado. Mientras que no era realmente lujoso, el lugar aún se veía elegante en lo que probablemente sería un estilo típico europeo. A pesar de que por fuera lucía como cualquier otro edifico de Tokyo-3, hecho de acero altamente resistente, el interior era completamente diferente. 


Como si una pequeña casa hubiese sido construida dentro. Las paredes, el piso y el techo eran de madera, probablemente roble o alguna otra madera extranjera. Las mesas y sillas parecían ser réplicas perfectas, o al menos eso pensé, de antiguos muebles europeos. 


Había muchas plantas por todo el restaurante e incluso dos peceras: una que contenía una variedad de maravillosos peces, y la otra tenía en su interior varias langostas vivas, seguramente para el menú. 


Todo el personal estaba en atuendo formal, y tres músicos estaban en un escenario tocando una dulce melodía de violín.


El mesero a quien le pregunté por mi reservación me miró dubitativo por un rato, pero al enseñarle mi tarjeta ID de NERV se resolvió el problema. Rei y yo fuimos cortésmente escoltados a nuestra mesa, donde nos entregaron los menús.


"Así que... ¿Qué piensas, Rei?"


"Es... inusual".


Sonreí.


"Esa es la idea. Es una manera de escapar de Tokyo-3. Esta noche, no somos los pilotos Ayanami e Ikari, sino Ayanami Rei e Ikari Shinji en una cita. Nada de Ángeles. Nada de EVAS. Sólo nosotros..."


"No tiene caso tratar de escapar de la realidad..."


Casi me sentí mal de haberla llevado ahí cuando ella continúo, esta vez con una sonrisa.


"... pero es una experiencia interesante. Y es un lindo pensamiento el tenerte todo para mí".


Oyendo esto, la palabra "alegría" podía probablemente leerse en todo mi rostro.


Entonces, miré el menú. Era bastante grande y estaba protegido por una cubierta de piel. Estaba sorprendido de ver qué tan detallado era. Por cada platillo, podíamos ver una apetitosa imagen. ¡Qué práctico!


Mi estómago empezó a gruñir. Después, me sorprendí de ver a Rei dejando escapar una risita.


"Debes estar hambriento".


"¡Lo estoy! Admití.


Rei tomó su propio menú y empezó a buscar en él un platillo.


"Verifiqué antes de hacer las reservaciones. Tienen una buena variedad de platillos vegetarianos. Incluso tienen salsas vegetarianas para sus platos de pasta".


"Ya veo. Es lindo que te hayas acordado".


Pronto ordenamos nuestros platillos. Rei pidió un fettuccini Alfredo con una ensalada César mientras que yo pedí un filete de costilla con salsa de pimienta y puré de papas.


"¿Desde cuándo?"


Rei me dio una mirada inquisitoria.


"¿Desde cuándo tienes esos sentimientos?. ¿Por mí?" Pregunté tímidamente.


"No... no estoy segura. Quizás desde la primera vez. Siempre me he sentido confundida por tu decisión de pilotear sin ningún entrenamiento sólo para salvar mi vida. Eres el único, con excepción de tu padre, a quien ha parecido importarle mi bienestar. Y desde ese día, nunca ha dejado de importarte..."


Asentí. Me importaba. Probablemente más de lo que me importaba mi propia vida.


"Es extraño. Pero a veces siento como si siempre te hubiera conocido..." añadió Rei, medio perdida en sus pensamientos.


Entendía cómo se sentía. A veces yo me sentía igual. Algo acerca de ella, algo que no podía identificar claramente, era vagamente familiar, pero a la vez diferente. Era una sensación rara.


Pronto, nuestras órdenes llegaron. Jadeé cuando las vi. Los platos eran enorme, lo suficiente como para alimentarnos a los dos con una sola orden. Probé un bocado de mi filete. ¡También estaba bueno!. ¡Excelente! Un gran cambio de la cocina de Misato, o incluso la mía.


"¡Oh Dios!"


Le di a Rei una mirada de preocupación. Eso no era algo que ella dijese con frecuencia.


"¡Oishii!


Con una mirada feroz en su rostro, comenzó a literalmente inhalar el contenido de su plato.


Eso era raro.


"¿Puedo... puedo probar un poco?"


Apenas había dicho esas palabras cuando Rei se irguió, su tenedor justo debajo de mi nariz. Parpadeé, y después abrí mi boca donde con gentileza depositó el contenido del tenedor. Tenía que estar de acuerdo con ella... era inusual... pero verdaderamente delicioso.


Continuamos comiendo por un rato, en silencio, cuando finalmente encontré el valor para preguntarle algo que había esta pensando desde el Día de San Valentín.


"Dime Rei. ¿Por qué tú?... Esa noche... ya sabes..."


Sabía que me estaba sonrojando. Pareció hacerla sonreír.


"Porque sentía que era lo correcto".


Le di una mirada inquisitoria.


"Porque es lo que verdaderamente quiero. Volverme una contigo. Cuerpo, mente y alma".


Ponderé la pregunta un rato.


"Nunca había tenido ese tipo de relación antes... pero creo que el sexo no es suficiente para unir dos corazones. De hecho. ¿No debería hacerse una vez que dos corazones ya están unidos? De lo contrario. ¿No sería algo vacío y sin significado?"


Rei parpadeó sorprendida.


"Tal vez... tal vez tengas razón".


Entonces, el rostro de Rei se oscureció considerablemente. Casi se veía triste. No pude evitar preocuparme. Era la primera vez que veía semejante expresión en Rei y sabía que no me gustaba.


"¿Qué sucede, Rei?"


"Si... si tienes razón... entonces yo... yo no sé qué debo hacer para ser una contigo..."


"Yo tampoco lo sé... pero... tal vez no hay algo que deba hacerse. Tal vez es algo que solamente pasa. Sólo... sólo tienes que ser honesto contigo mismo. Ser quien eres, nada más, y mostrárselo al mundo. Aceptar lo que sientes. Decirlo. 


Entonces... ya verás... si alo debe pasar, pasará. Si dos personas están hechas la una para la otra. ¿Acaso sus corazones no se llamarán el uno al otro?"


Sacudí mi cabeza.


"No tiene mucho sentido. ¿Verdad?"


Sorprendentemente, Rei sonrió de nuevo.


"No. Tiene sentido. Creo que tú y yo es lo correcto. Es lo que debería ser. Y lo será, Mi corazón está buscando al tuyo. Y tu corazón responderá, Shinji-kun".


"Me gustaría estar tan seguro como tú".


"Lo estarás. Hasta entonces, esperaré a que me elijas sobre Sohryu".


Con esto dicho, Rei sonrió una vez más y felizmente regresó su atención a su platillo. No pude evitar sonreír en respuesta.


Tal vez ella tenía razón. Tal vez Rei y yo estábamos destinados a esta juntos...



Solamente sueño contigo.


Supongo que Kaji había tenido razón. Eso sonaba como una película del tipo romántico.


El cine de Tokyo-3 seguía como lo recordaba. Había venido una vez aquí, tras la batalla contra el Cuarto Ángel. En ese entonces, había estado bastante confundido y sólo quería huir. El cine había lucido como un buen lugar para evadir la realidad por un rato. 


No es que haya funcionado realmente. Fui devuelto a la realidad rápidamente por el sonido de dos adolescentes besándose. Aún recuerdo lo solitario que me sentía en ese entonces. Pero ahora, mientras miraba a Rei, ya no me sentía solo.


Por primera vez, me di cuenta de qué tan grande era realmente el cine. Y qué vacío. Además de Rei y yo, sólo había alrededor de otros veinte clientes. 


No era sorprendente. Con los ataques de los Ángeles, el interés por las películas había decaído, al igual que población de Tokyo-3. Por un momento me pregunté si el dueño no había cerrado todavía. Estaba, sin embargo, aliviado de que siguiera abierto.


Escogí lo que pensé eran buenos asientos. En el centro, no demasiado cerca de la pantalla, pero tampoco muy lejos. Justo en el lugar indicado para que no tuviéramos que hacer ningún esfuerzo para levantar nuestras cabezas para ver la pantalla.


Pronto, las luces se apagaron, lo que sobresaltó un poco a Rei. Era, después de todo, la primera vez que ponía un pie dentro de un cine. La miré y le di una sonrisa tranquilizadora. Ella asintió y luego miró a la pantalla que ahora había cobrado vida.


Al principio, me pregunté si había sido una buena idea. Rei miraba la pantalla con esa mirada tan lejana suya. Rápidamente temí que se estuviese aburriendo, pero cuando la relación entre los personajes pareció tomar lugar, mostró una mirada de genuina fascinación.. Sus ojos parecían ser atraídos por la pantalla. 


Aunque estaba feliz de que le gustara la película, creo que estaba un poco decepcionado también. Supongo que había esperado que me prestara atención a mí también.


Entonces, su mano tomó la mía. Sus ojos no habían dejado la pantalla para hacerlo, pero aún así yo estaba bastante feliz.


Perdí completamente el interés en la película. Estaba sorprendido por su tacto tan ligero, el calor y la suavidad de su mano. Por un largo rato, me olvidé de la pantalla y sólo la contemplé a ella.



Mientras esperaba fuera del cine a que Rei volviera del tocador, traté de regresar algo de vida a mi cuerpo. Ver una película fue lindo, pero dos horas de estar sentado cómodamente tenían esa molesta tendencia a dormir todos tus músculos. 


Por suerte, el clima era bastante bueno, a diferencia de la semana pasada cuando acompañé a Rei a su casa. Me sonrojé al pensar en lo que había pasado después. Bueno... lo que casi había pasado... me arrepentí un poco por no haber actuado diferente...


"Espero que Touji y Kensuke jamás se enteren de eso. De lo contrario, no oiré jamás el fin de ello..."


"¿Qué secreto deben ignorar?"


Sorprendido, me alejé de un salto de la fuente de la voz. ¡Rei! De alguna forma, se había logrado poner detrás de mi sin haber hecho el más mínimo ruido.


"¿Nos vamos?" preguntó. "Es hora de volver a casa".


Tomé mi teléfono celular para llamar un taxi. Adivinando mis intenciones, Rei evitó que lo usara.


"Caminemos".


No sabía qué pensar. Aunque no estaba lejos, al menos era una hora de caminata desde aquí hasta su departamento. Y por lo que había escuchado de Misato, en las pocas ocasiones que había ido a bodas y eventos similares, se supone que los tacones altos son bastante incómodos. 


Pero por otra parte, era ella que la había dicho que camináramos. Además... ¿De verdad podía decirle que no? Cuando miré de nuevo esa tímida sonrisa angelical, me di cuenta de que no podía.


Tímidamente, le ofrecí mi mano. No sabía si la aceptaría.


"Vamos..."


Rei me sorprendió al tomar mi mano con la suya. De nuevo, estaba asombrado por el modo en que se sentía contra la mía. Por primera vez, noté cómo era más pequeña que la mía y cómo los dedos se veían más delicados.


Los dos sonrojándonos, nos dirigimos a su departamento en silencio. No necesitábamos intercambiar palabras. La presencia del otro era todo lo que necesitábamos.



Cuando finalmente llegamos a su departamento, Rei me invitó a pasar un rato, antes de irme a casa. No quería entrar, pero tampoco quería darle la impresión de que no estaba cómodo con la idea. Además, desde esa noche, nada había sucedido en las pocas veces que la había visitado.


Aún así...


Se veía tan sexy en ese vestido...


"Tal vez soy yo del que debería tener miedo..." pensé, al darme cuenta de la clase de pensamientos que pasaban por mi mente.


Habían pasado unos cuantos días desde mi última visita, pero el departamento seguía impecable. Aparentemente, Rei había cogido un fervor por la limpieza. Sólo esperaba que lo hiciera por ella misma y no por mí.


Dado que no había sillas en su diminuta casa, ambos nos sentamos en la cama. Rei empezó a observarme. Por un momento traté de evitar su mirada, pero mis ojos nunca fallaban en encontrarse de regreso con los suyos. 


Dándome cuenta de que necesitaba romper el silencio que nos mantenía encerrados en esta intimidad silenciosa, dije lo primero que me vino a la mente.


"¿Te... te gustó la película?"


Esto tuvo el efecto deseado, aunque noté un destello de dolor en la expresión de su rostro antes de que recuperara su usual e impenetrable semblante. Pero entonces, sonrió y sus ojos parecían arder con una pasión que rara vez había visto en ella.


"Sí". Su voz parecía más suave de lo usual. "Pero hay algo que no entendí".


"¿Qué es?" pregunté, deseando ayudar.


Sin darme oportunidad de reaccionar, su cuerpo se inclinó contra el mío.


"Esto..." susurró, mientras me envolvía en sus brazos y ponía sus labios contra los míos.


Al principio, simplemente me congelé, con los ojos abiertos como platos, sin entender realmente qué estaba pasando. Después, lo bastante pronto, mi cerebro se las arregló para darse cuenta mientras me derretía lentamente en el cálido abrazo de Rei. 


La sujeté firmemente por detrás y le devolví el beso lo mejor que pude.



"Creo que ahora lo entiendo".


"¿Estás segura, Rei-chan?"


De nuevo, nuestros labios se encontraron, esta vez con más pasión, mientras ambos yacíamos en la cama. Me sorprendí a mí mismo cuando me di cuenta que mis manos parecían vagar por toda ella, incluso en lugares donde jamás me habría atrevido a tocar en un estado mental normal. 


Fui recompensado por un pequeño gemido por parte de Rei y un beso más profundo.


No sé si las cosas pudieron haber ido más lejos esa noche. Tal vez. Pero nunca tuve la oportunidad de averiguarlo.


No supe por qué, pero de repente pensé en Asuka.


Rompí el beso y me levanté.


Rei me dio una mirada sobresaltada.


"¿Qué pasa, Shinji-kun?"


Traté de sonreír.


"Nada, Rei-chan", mentí. "Sólo quiero asegurarme de que las cosas no vayan tan rápido..."


Era una pobre excusa, pero pareció satisfacer a Rei. De hecho, se sonrojó un poco. Supongo que se preguntó cuán lejos podría haber llegado.


En silencio, maldije a Asuka. ¡Maldita!. ¿Por qué tenía qué existir?


Entonces, hice una decisión, Mañana sería su única oportunidad. La llevaría en una cita, me aseguraría que se divirtiera y le explicaría que podíamos ser buenos amigos pero nada más.


Porque, en mi corazón, sabía que ella ya había perdido...


Acababa de enamorarme de Rei.











Escrito el 20 de Febrero de 1999.

Traducido el 20 de Junio del 2006.

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