Vomito.

- ¡¿Por qué carajo sugieres algo como eso, Lisa?! ¡Son nuestros padres por el amor de Dios! -Lori estaba molesta. Nunca creyó molestarse de esa forma. Lucy, Luna y Lynn estaban igual que ella, pero no gritaron, aunque sus miradas mostraban molestia y sorpresa de que Lisa sugiriera asesinar a sus padres.

Lisa suspiró. Se esperaba una reacción así de sus hermanas. Sus padres, quizás no fueron los más atentos, ni los mejores, pero aún eran sus padres y estaba segura que, incluso ella, los amaba. Hacer algo como lo que le propuso... era normal que reaccionaran de esa manera. Incluso le sorprendía que aún no la hubieran golpeado.

-Te lo vuelvo a repetir; su actitud no es normal es la de un individuo en un estado de locura. ¿No vieron sus ojos? -Luna lo hizo, y debía admitir que se sintió algo incomoda.

- ¿No sería mejor intentar ayudarlos en lugar de asesinarlos? –Lisa rodó los ojos en un intento por evitar reírse.

- ¿Dime cómo? Quiero escuchar tus sugerencias, Lori. -Dijo con algo de sarcasmo. Lori se molestó por el tono en su voz.

-Tú puedes hacerlo. -La señaló. -Solo que se te hace más fácil apartarlos del camino.

-Piensas que una niña de cuatro años puede darles terapia profesional a dos adultos que son mucho más grandes y fuertes, los cuales están en un estado total de locura. -Lisa la miró con una mirada de indiferencia. Lori gruñó con molestia. -Hagan lo que quieran.

Pero sabía que al final los matarían. En el momento que intentaran hacer algo indebido con alguna de ellas los matarían. Solo debía esperar y estar preparada para cuando sucediera. Aunque puede haber la posibilidad de que se molesten cuando alguno de ellos lo haga.

-Mejor dinos si ya sabes algo sobre lo que paso. -Dijo Lori, cambiando el tema. Lo de sus padres era algo que no quería tocar mucho.

-No, pero he notado ciertas cosas como que no hay satélites. Intente conectarme al internet para hackear alguna red con la laptop que conseguimos al salir. Y por desgracia no tuve éxito.

- ¿Cómo sabes que no hay satélites? -Preguntó Luna con curiosidad.

-No hay ninguna señal disponible, tampoco hay señal de teléfono y lo mismo para la señal de televisión. -Señaló abajo. -Solo me intriga que aun haya electricidad, dada la situación no lo espere. Pero creo que aun puedo realizar algunas cosas.

-Por cierto, ¿sabes qué paso en el cielo? -Lynn señaló arriba.

-La verdad no lo sé. -Lisa se tocó el mentón para pensar en algo. -Puede que hubo una inversión de la materia entre el mar y el cielo. Quizás las nubes están en el océano. Pero es extraño que no pueda tocar ningún animal marino. -Sus hermanas alzaron una ceja. –Incluso intente capturar un pez, en el centro comercial, momentos antes de reunirme con ustedes, pero solo lo traspase. Otra teoría que tengo es que solo sean ilusiones o reflejos de los océanos. La verdad no puedo explicarlo.

-Ya veo. No te preocupes, Lisa. -Lori suspiró.

-Está bien. Mejor dinos: ¿Cómo está Luan? -Preguntó Luna. Lisa hizo una mueca de asco.

-Su boca ahora es más grande y ya no tiene dientes porque estos, junto con sus frenos, se mezclaron en la carne de su rostro. No tengo una explicación para eso. Mi teoría es que sus moléculas se excitaron de tal manera que terminaron por mezclarse con el resto de su rostro. -Algunas de ellas entendieron a medias lo que dijo. Pero no le preguntaron, con que Luan estaba bien era suficiente. -Pueden verla, solo no la despierten, necesita descansar. Además, si esta despierta podría sentirse algo perdida por todos los sedantes le di.

-Sí, queremos verla. –Ordenó Luna. El resto de sus hermanas también asintieron.

Lisa pensó que era mejor verla cuando estuviera despierta. O un poco más tranquila. Aunque tampoco era una mala idea verla mientras estaba dormida para que después no fuese tan difícil para ellas ver su nuevo aspecto. Desearía tener esa pomada que había desarrollado para sanar las heridas, pero no estaba por ningún lado, aunque muchas de las cosas ya no estaban en su lugar. La teoría que tenía es que se desintegraron, o, al igual que el cielo y océano, cambiaron su ubicación.

Al estar enfrente de la habitación de su habitación ella abrió la puerta, pero los rostros de todas se mostraron confundidas al no ver a Luan.

- ¿Dónde está Luan? -Preguntó Luna, algo preocupada. Entró a la habitación de Lisa y la miró con un semblante molestó y nervioso.

-No puede ser posible que se haya levantado. -Dijo Lisa, entrando a su habitación para buscar, aunque rápidamente se dio cuenta que era imposible que siguiera adentro de su habitación. -Le di un sedante que la dejaría dormida durante mucho tiempo.

-Deberíamos buscarla afuera. -Ya estaba oscuro, pero Lori no se detendría por algo así. Puede que le tuviera miedo a la oscuridad, aunque no le importaba.

-No creo que este afuera. -Comentó Lisa, acercándose a la ventana, pareció ver algo con curiosidad por un momento. -Si se levantó, cosa que dudo, no debió llegar lejos. Le inyecte tranquilizantes por lo que si se levantó de seguro está perdida.

-Entonces, según tú, ¿Dónde puede estar? -Preguntó Lynn sarcásticamente.

-Quizás se levantó y esta con alguno de nuestros hermanos. Aunque pensándolo bien es algo poco probable porque Lola, Lana o Leni se hubieran gritado al ver su aspecto. -Respondió. Dio un suspiró algo cansado. -La verdad no se me ocurre donde. Búsquenla dentro de la casa, pero no salgan de aquí en estos momentos. -Eso último parecía más una orden.

- ¿Hay algún problema afuera? -Preguntó Lori. Lisa señaló la parte la ventana, su hermana mayor se acercó para ver cuál era el problema y vio un color entre rosado y morado bastante brillante. - ¿Qué es eso?

-No lo sé. Pero podría ser peligroso, debemos tener cuidado.

Luna, Lynn y Lucy se acercaron a la ventana para ver qué era lo que había visto, al verlo quedaron con una expresión de sorpresa. Lisa dijo que no sabía exactamente que era, pero debían tener cuidado. Salieron de la habitación de Lisa para buscar a Luan. Lisa no lo hizo al ver que su laptop se había encendido, pero no mostraba el escritorio, sino estática. Quizás solo había funcionado por un momento, la apagó y salió de su habitación.

Muchas cosas ya no funcionaban correctamente. Pero no le interesaban los aparatos como teléfonos o computadoras, sin internet, o alguna señal, no se podía hacer mucho. Y tampoco la iba volver a ocupar, no podía darle un uso en sí. Antes cerrarla observó que la pantalla estaba algo rota. Estaba segura de que no la tenía cuando la uso, o puede que sí y no se dio cuenta. La verdad no era muy importante. En estos momentos lo importante era Luan. Unos segundos después de que Lisa salió de su habitación la laptop hizo un ruido de estática y de ella comenzó a un líquido blanco.

Lisa vio a sus hermanas revisar en sus habitaciones. Sus hermanos pequeños se notaban algo confundidos por esto.

- ¿Qué pasa, Lisa? -Preguntó Lincoln, acercándose a ella. - ¿Qué están buscando?

Lincoln no era tan inmaduro, pero era un poco más sensible a cierto tipo de cosas. Hace unos momentos no lo llamó a él porque sabía que se pondría como loco al mencionar lo que quería hacerles a sus padres.

-Luan desapareció de mi habitación. -Respondió. Lincoln abrió los ojos sorprendido y aterrado. -Es extraño porque con la cirugía y los sedantes que le di no debió despertarse. -Negó con la cabeza. –Y aunque lo haya conseguido no pudo haber caminado.

-No importa por lo que sea, Lisa. Les ayudare a buscarla. -Lisa le sonrió.

- ¡Lucy! -Su hermana se acercó salió de su habitación y vio a Lisa. -Ve con Lincoln a la parte de abajo y busquen a Luan. Si pasa algo extraño grítanos.

-Está bien. -Lucy tenía uno de los bates de Lynn, así que podía defenderse en caso de que fuera necesario.

Ambos bajaron a la planta baja. Lucy y Lincoln observaron que sus padres ya no estaban en el sofá. No habían bajado así que no podía saber dónde se habían metido. Pero la televisión seguía prendida, emitía un ruido de estática. Todas pensaron que por esa razón aún seguían sentados en el sofá viendo la estática.

Ambos se dirigieron primero al comedor donde no encontraron nada; Lincoln buscó debajo de la mesa, pero estaba vacía, a excepción de un líquido blanco brillante. Le resultó algo extraño y le dieron ganas de tocarlo.

-No deberías hacerlo. -Lincoln dio un brincó por el susto.

- ¡Lucy! ¡Deja de hacer eso! -Dijo Lincoln, en un tono de nerviosismo, saliendo de la mesa.

-Perdona. -Que dijera eso le sorprendió un poco. No era algo que hiciera comúnmente. -Pero con lo que está pasando no deberías tocar cualquier cosa.

-Está bien, Lucy. -Lincoln le sonrió. -Deberíamos decirle a Lisa sobre esa cosa. Parece que es pegajoso.

Ambos se levantaron y se dirigieron a la cocina, también estaba vacía. Pero algo que llamo su atención fue que podían ver por las ventanas de la cocina las nubes de afuera, y de estas salía un color purpura y rosado. A Lincoln le pareció muy hermoso el color, pero Lucy tenía razón en que no sabía nadie lo que estaba pasando. No era normal ver algo así, ni mucho menos ver animales marinos nadando por el cielo.

No había nadie en la cocina así que iban a irse, sin embargo, Lucy quedo viendo la parte de afuera.

-Lucy, ¿Qué pasa? -Lincoln se acercó a ella. Su hermana lo ignoró. - ¿Lucy? -Se puso enfrente de ella; sus ojos estaban de color rosa mientras su boca tenía la forma de una sonrisa. Lincoln dio un paso hacia atrás - ¡¿Qué te...?! -Lucy lo miró.

-Me está hablando... -Lincoln sintió un escalofrió recorrer su espalda.

- ¡LUCY! -Gritó, moviéndola con algo de violencia. Su hermana cerró y abrió sus ojos con lo que pareció reaccionar. - ¡¿Qué te pasa?!

-Yo... no sé a qué te refieres. -Lucy parecía algo perdida.

- ¡¿Te sientes bien?! -Preguntó preocupado y nervioso.

Lucy se tocó la cabeza. Se sintió algo mareada cuando vio el color de afuera. No pudo encontrarle un sentido a lo que paso. Era como si su mente se desconectara por un momento por ver aquel extraño color. Quizás era radiactivo y eso causo el dolor en su cabeza.

-Si, solo... -Al volver mirar hacia afuera y ver ese color su cabeza comenzó volvió a dolerle, nuevamente y vista se nubló. -me dolió un poco la cabeza. Estoy bien. –Respondió, girándose para salir de la cocina.

Lincoln no estaba seguro de que tan cierto fuese eso, pero al menos parecía volver a ser ella misma. Pero le avisaría a Lisa sobre lo que vio. Salió detrás de Lucy y se dirigieron a la sala.

- ¿Crees que deberíamos ir por las demás para revisar el sótano? -Preguntó Lucy. Lincoln lo pensó un poco.

-No creo que las necesitemos. -Respondió Lincoln, acercándose a la puerta del sótano. La abrió y encendió la luz. Vio que, aparentemente, no había algo extraño o fuera de lugar. Todo parecía estar en orden. -Además, Lisa solo me dijo que las llame en caso de que papá y mamá se comporten raros con nosotros.

Lincoln comenzó a bajar las escaleras, la luz del sótano comenzó a parpadear un poco, pero eso podía ser porque el foco falló dos días antes de este asunto, así que no le asustó. Lucy se quedó detrás de él, y tampoco pareció encontrar algo fuera de lugar. Aunque llamó su atención que al bajar había un líquido negro en la pared.

-Oye Lincoln. Mira... -Su hermano pareció notar la misma sustancia.

- ¿Qué es eso? -Preguntó. Parecía ser algo viscoso. Lincoln no lo tocó. -Creo que podría ser peligroso. Le diré a Lisa sobre esto y el líquido blanco debajo de la mesa del comedor, ¿no Lucy? -Se acercó a su hermana, quien seguía mirando el líquido con algo de curiosidad. Pero algo que ambos notaron es que no parecía tener un olor.

-Si... deberías decirle a Lisa.

Lincoln subió las escaleras y escuchó los pasos de Lucy detrás de él. No encontraron a Luan y tampoco sabían dónde más buscar. Quizás la habitación de sus padres. Pero puede que estuvieran en su habitación y por la actitud que ambos mostraron no quería acercarse a ellos. La verdad su actitud le asustó a él, y a alguna de sus hermanas. Aunque Leni y las gemelas no parecían notar ese comportamiento... extraño.

- ¿Crees que deberíamos ir a la habitación de mamá y papá? -Preguntó, mirando la habitación de sus padres. –Lisa nos dijo que gritáramos en caso de que pasara algo. Por lo que supongo que deberíamos decirle a Lori o Lisa antes de... -Volteó y no encontró a Lucy. - ¿Lucy?

Regresó al sótano para ver si se había quedado abajo, pero la escucho subir las escaleras. ¿Y cómo saber que el sonido de las pisadas pertenecían a Lucy? Sintió un pequeño escalofrió en su espalda al preguntarse eso. Le asustó un poco la situación de las pisadas y le asustó estar solo. Además, no sabía dónde estaba Lucy. Quizás salió y él no se dio cuenta. Ojala fuera eso, iba a volver a subir las escaleras. Sin embargo, la luz se apagó dejándolo a oscuras por unos segundos.

¿Por qué tenía la sensación de que alguien estaba con él?

-¿Estás aquí, Lucy? –Preguntó ligeramente nerviosos.

Silencio. El silencio lo hizo ponerse incomodo, pero al escuchar como rasguñaban, aquel sonido chirriantes en la pared hizo que subiera las escaleras para salir del sótano. Lucy no estaba ahí. Pero Lincoln no estaba solo. Algo estaba a su lado. Y él no quería saber qué es lo que era.

- ¡Chicas! ¡¿En dónde están?! -Preguntó, casi gritando, pero solo había silencio.

Al llegar a la parte de arriba escuchó de nuevo el silencio. ¿Y cómo podía escuchar el silencio? La pregunta lo hizo sentirse como un idiota. Se acercó a la habitación de Lisa. Vacía. Completamente vacía. No había nada, ni siquiera su cama, escritorio, o la cuna de Lily. La situación comenzó asustarlo mucho más de lo que ya lo estaba. Salió y esta vez fue a su habitación. Fue lo mismo. No había nada. Repitió la acción con todas las habitaciones encontrándolas vacías. ¿Qué carajo estaba pasando? ¿Por qué no había nadie?

- ¡¿En dónde están?!

Escuchó un ruido en la cocina, se asustó de nuevo. Y por un momento deseó no haber hecho esa pregunta porque quizás si había alguien más y puede que no fueran sus hermanas. Pero, ¿Qué tal si era una de sus hermanas pequeñas? Puede que estuvieran solas. Aunque si eran ellas hubieran gritado. ¿O puede que se había lastimado? Quizás si eran sus hermanitas pequeñas, indefensas, sin que nada las protegiera de algo que él o cualquiera pudiera hacerles. Agitó su cabeza. ¿Qué clase de pregunta se había hecho?

Decidió bajar. Tenía que saber que fue eso. Al bajar notó que la televisión estaba encendida y parecía haber un par de figuras en la televisión. Pensó que la señal ya le había llegado. Ojala pasaran el programa de Ace Savvy. De nuevo agitó su cabeza. ¿Por qué estaba pensado en algo así en estos momentos? Aunque no tenía nada de malo querer ver televisión. Además, no había ruido. Podía sentarse en el sofá y esperar que la señal regresara para ver su programa tranquilamente. Pero sus hermanas. Pasó una mano por sus ojos. Debía concentrarse. Fue con rumbo a la cocina. Y en el momento que llegó le cegó la luz; era un color rosado como el que Lucy vio junto a Lucy momento atrás, solo que este era mucho más brillante. Cerró los ojos mientras volteaba su cabeza.

-Al fin llegaste, Lincoln. -La voz que escuchó era parecida a la de un chico, que le resultó extrañamente familiar. -Siéntate con nosotros.

Lincoln dejó de sentir el brillo de la luz en sus ojos. Cuando abrió sus ojos observó a varias sombras de personas sentadas en la mesa del comedor. Cada una parecía ser la sombra de varones. Giraron su cabeza para verlo, lo cual incomodó a Lincoln. Inmediatamente comenzó alejarse de ellos, aunque sintió como su cuerpo se volvió pesado en el momento que dio el primer paso.

- ¡¿Te alejas?! -Escuchó el sonido de la silla moviéndose. -Pero nuestro señor. Él te necesita. -Lincoln sintió como sus piernas se pegaban al suelo. No se podía mover, su cuerpo se sentía bastante pesado. Tembló un poco al escuchar los pasos detrás de él, e inmediatamente a alguien sosteniéndolo de la camisa. - ¡¿Por qué te quieres ir, Lincoln?! -La sombra lo cargó de la camisa y luego lo arrojó al suelo con mucha fuerza, Lincoln se quejó por el dolor y la sombra se le acercó rápidamente para darle una patada. - ¡¿Por qué te quieres ir?! -De nuevo lo golpeó. Lincoln sintió mucho dolor, y su cuerpo seguía sin poder moverse. -En la morada... él te espera soñando... -Lincoln se quejó un poco por el dolor. Aquella sombra lo miró un momento. Lo cargó del cuello de la camisa. Lincoln no encontró ojos, pero sabían que lo miraban fijamente. El rostro se acercó y comenzó a lamer el suyo. Lincoln sintió algo de asco al tener la sensación de esa lengua en su rostro. -No eres Lincoln. -Lo tomó del cabello y golpeó su rostro contra el suelo en repetidas ocasiones. -Pero... podrías ayudarme.

Se agachó y le susurro algo que Lincoln no pudo entender. Las palabras que escuchó le provocaron una sensación de un miedo que no podía explicar. Incluso tuvo la sensación de que todo rastro de cordura se iba ir de él al intentar repetir una palabra en su mente. La sombra comenzó alejarse de él. Lincoln se dio cuenta que con cada paso que dio dejó un rastró de polvo con la forma de su cuerpo. ¿Qué rayos pasaba? Ni siquiera podía entender que estaba pasando.

¿Por qué no estaba en su hogar? ¿Dónde estaban sus hermanas? Miró hacia donde esa sombra se fue y vio algo parecido a un tentáculo; era bastante largo. Comenzó acercarse a él, cuando tocó su cuerpo sintió que era bastante pegajoso. Pero la sensación pegajosa estaba junto con un choque eléctrico. Se movió por todo su cuerpo, envolviéndolo por completo. Lo levantó y Lincoln alzó la mirada solo para ver algo que nunca se imaginó ver.

El simple hecho de haberlo visto sintió, nuevamente, como su mente comenzaba a perder todo rastro de cordura mientras dos puntos de un color azul brillante lo miraban; el resto de su cuerpo no podía encontrarle una forma exacta; era como una masa de carne con varios tentáculos saliendo mientras en lo que parecían ser bocas, solo que estas eran líneas de carne de donde había una gran cantidad de dientes y todas parecían estar diciendo cosas muy extrañas. Además, no podía entender lo que decía porque hablaban en un idioma que nunca había escuchado y todas hablaban al mismo tiempo.

Aquel ser lo miró por un momento y Lincoln cerró los ojos, no podía seguir viéndolo, si lo seguía haciendo sentía que se volvería loco. Aunque tuvo la misma sensación con las voces que escuchaba, sintió que sus oídos iban a sangrar para finalmente morir, lo cual le era mejor. Era mejor morir que seguir escuchando su voz.

Sintió como aquel tentáculo se movió por su cuerpo nuevamente y se detenía por unos segundos. Lincoln no sabía si era aquel tentáculo, pero sintió como algo mucho más baboso y húmedo le pasaba por la cara. Inmediatamente después tuvo la sensación de estar cayendo por algo, no sabía qué, pero en ese momento tuvo algo de miedo. Al abrir los ojos Lincoln se encontraba nuevamente en el sótano. Su cabeza le zumbaba un poco; mientras que sus piernas y brazos le dolían un poco.

Intentó ponerse de pie, pero sintió algo húmedo y caliente en nariz. Pensó que era algún moco que escurría de ella, y al pasar sus dedos observó que no eran mocos, sino que era sangre. Le estaba sangrando la nariz. Rápidamente usó su camisa para limpiarse la sangre.

- ¡¿En dónde estás, Lincoln?! -Lucy entró al sótano, al verlo se acercó rápidamente a él. Lincoln se confundió un poco por su actitud. - ¡¿En dónde estabas?! -Preguntó, mientras lo abrazaba con mucha fuerza.

-Yo... -Era tan incierto. Ni siquiera podía dar un sentido a lo que vio. Incluso cuando lo intentó recordar tuvo la sensación de que se volvería loco. -solo me caí. -Respondió finalmente.

- ¡Me diste un susto de muerte, Lincoln! -Lucy parecía estar más tranquila.

-Lo siento, Lucy. -Lincoln la abrazó y le dio un beso en la mejilla. Lo cual sonrojo a Lucy.

-Está bien. -Lincoln sabía que a Lucy nunca no le gusto el cariño. Nunca le reclamaba que lo hiciera porque a ella le gustaba que la abrazaran, al menos no se quejaba que él o Luan lo hicieran. - ¿Puedes caminar? ¿O quieres que llame a las demás para que te ayuden?

-No, si puedo hacerlo. -Lincoln se puso de pie. Lucy lo sostuvo de su mano mientras ambos subían las escaleras del sótano. -Aun así, creo que debería ir con Lisa para que me revise. Me duele mucho la cabeza.

-Tranquilo, hijo. -Ambos se quedaron helados cuando vieron a sus padres. -Solo necesitamos estar con él para que nada nos pase.

-Qué... -Fue lo único que salió de la boca de Lincoln, sintiendo algo de miedo al ver a sus padres.

Ambos le sonrieron y tomaron a ambos de las muñecas. Los jalaron por el suelo, Lucy intentó apartarse de ellos. No tuvo éxito. Sus padres eran mucho más fuertes.

- ¡CHICAS, BAJEN EN ESTE INSTANTE! -Gritó Rita. El resto de sus hijas se asomaron por las escaleras. Lisa tembló al ver a Lincoln y Lucy con ellos. - ¡BAJEN AHORA!

Lisa tocó a Luna para llamarla. Luna volteó y ella hizo la forma de un arma con sus dedos. Luna hizo una mueca. Tenía el arma en su falda, pero no quería usarla, no con ellos, por otro lado, tampoco quería que pudiera pasarles algo a ellos. A ninguna de ellas.

-Vayan a la cocina. -Ordenó señor Lynn. Ambos arrojaron a Lincoln y Lucy al suelo.

Lincoln y sus hermanas caminaron con dirección al comedor donde cada una se sentó y esperaron a sus padres. No entendían la razón del porque les hicieron caso. Su comportamiento era demasiado extrañó, tanto que querían escapar de ellos. Pero no lo hicieron, ¿Por qué? No podían entenderlo. En el momento que les ordenaron, tuvieron la sensación de obedecer. No podían explicarlo, solo que debían obedecer, sin importar que fuera lo que les pidieran.

Algo que le dio curiosidad a Lisa fue que Lily; parecía bastante atenta a lo que hacían. Quizás ya estaba paranoica, ¿Qué podía hacer una bebé de un año? Lily apenas sabía hablar y Lisa estaba haciendo teorías demasiado estúpidas. Lily la miró y le sonrió mientras giraba su cabecita de lado luego alzó su dedo índice y lo pasó por su cuello; pero la imagen comenzó a distorsionarse en estática, lo mismo pasó con la cara de sus hermanos; su piel comenzó a verse de un color blanco que parecía estarse derritiendo.

- ¿Te pasa algo, Lisa? -Preguntó Lynn, tocándole el hombro para llamar su atención. Lisa tenía la cara pálida. Lynn pensó que quizás tenía algo. - ¿Te sientes bien? Chicas creo que algo le pasa a Lisa.

- ¿Lisa? -Lori se acercó a ella, en efecto, notó que estaba pálida. - ¿Te paso algo?

Lisa la miró y luego a Lily; Leni la estaba cargando y esta parecía ser una bebé nuevamente, ¿siempre lo era? Su cabeza comenzó a dolerle. Ya se estaba volviendo loca Lily la volteó a ver y de nuevo le sonrió de una manera que la hizo sentir incomoda.

-No te metas con ella. –Escuchó una voz femenina.

De un momento a otro, sin poder entenderlo, se encontraba en el baño, pero no era el de su hogar, Lisa lo sabía, se parecía, aunque no era su baño. Estaba frente al espejo viéndose fijamente; su reflejo tenía una sonrisa y solo parecía verla fijamente sin moverse. Lisa tuvo una sensación extraña. Parecía que no tenía nada en su cabeza.

¿Por qué tenía una sensación así? Si su cerebro no estuviera dentro de su cráneo ella moriría. Quizás tanto tiempo resolviendo operaciones matemáticas la estaba volviendo loca. Iba lavarse la cara, pero vio en el lavabo su cerebro, no sabía porque razón, ni como, pero estaba segura de que ese era su cerebro. Palpitó un poco. Lisa tembló antes de intentar tomarlo para meterlo por una de sus orejas, quizás la izquierda. Ese era el lado que más usaba. Sin embargo, su reflejo golpeó el cristal del espejo.

-No lo mereces. -Dijo, sosteniendo un taladro.

Comenzó apretó el taladro haciendo que se moviera el porta mechas y lo bajó con dirección al lavabo. Lisa vio un agujero en su cerebro mientras salía algo de sangre y le salpicaba la cara.

-Eres una estúpida. -Lisa escuchó otra voz femenina, pensó que era de Lily, después de todo, ¿Quién era la que se estaba comportando tan raro? Volteó, pero vio algo que no era posible. - ¿Por qué me ves de esa manera, perra? -Era una versión femenina de Lincoln. Ella la agarró por el cabello y golpeó su boca contra el lavabo, provocando que dos de sus dientes se le cayeran. -Dime en donde está, perra. -La tomó por el cabello y vio directamente a los ojos. -Lo quiero. ¿En dónde está?

-Yo... yo no sé... -Aquella chica de nuevo la golpeó haciendo que más sangre saliera de su boca.

-Voy a ir por él. Si te atreves a tocarlo, o alguna de esas perras las mató. ¡JURÓ QUE LAS MATÓ! -La soltó.

Aquella chica de cabello blanco se arrodilló y comenzó a trazar un símbolo raro en el suelo y dijo unas palabras que Lisa no pudo entender.

- ¡¿Qué te pasa, Lisa?! -Lisa miró a Lori, quien estaba preocupada por su mirada perdida. Al momento que las vio respiró pesadamente. Se sentía mucho más relajada ahora que vio a sus hermanas. - ¿Lisa? ¿Te sientes bien? -Esta vez preguntó un poco menos asustada al ver Lisa parecía haber reaccionado.

-Si... -Ni siquiera podía entender que estaba pasándole. –solo me duele la cabeza. -Dijo finalmente, sonriéndole forzadamente a Lori. -Pero estoy bien.

- ¿Segura? Te está sangrando la boca. -Lisa no se dio cuenta, pero sintió un sabor a hierro en su boca.

-No sé qué fue lo que paso... -Dijo en un tono de confusión. Movió su lengua por su boca y no sintió que faltara alguno de sus dientes, ni tampoco sintió heridas, pero podía sentir algo de dolor al tocar en ciertas partes de ella. -Yo... estoy bien.

-Me alegro, hija. -Dijo Rita, entrando a la cocina, sosteniendo un par de platos grandes. -Es hora de que coman. Necesitan comer para sobrevivir. -Rita colocó dos platos a mitad de la mesa. -Regresa a tu lugar, hija. -Lori no respondió, solo se limitó a obedecer. Se sentó nuevamente en su silla. –Y por favor no hagan ruido.

Todos en la mesa asintieron. Su madre les sonrió. Rita se dirigió a la cocina. Mitras que sus hijas, al menos las mayores, se observaron intentando decir o hacer algo, pero no podían. Por alguna extraña razón no podían moverse, ni pronunciar alguna palabra. Era como si realmente tuvieran que obedecer a su madre, sin importar qué, debían hacerle caso. Se quedaron un momento callados hasta que de nuevo escucharon pasos. Su madre salió de la cocina junto con padre, ambos llevaban frasco, y dentro de este había un líquido de color negro, no podían saberlo con exactitud por la poca iluminación que había en la cocina. La mayoría imaginó que se trataba de pintura, y porque sus padres comenzaron a trazar símbolos extraños en el suelo con el líquido del frasco.

Lisa y Lucy miraron con atención, pues se le hacían vagamente familiares. Lucy recordaba que los había visto en algún libro de demonios, ¿o era de algún otro? No lo recordaba con exactitud. Solo vio el libro unos momentos antes de regresarlo a su dueño. ¿Y quién era el dueño? ¿Haiku o ella? ¿Por qué se preguntaba quién era el dueño? Por otro lado, Lisa recordó que los había visto una vez que estaba navegando por internet viendo algunas cosas sobre cultos a ciertos demonios, pero como siempre le parecían muy tontos nunca se quedó por mucho tiempo para ver esas páginas y a qué demonios pertenecían exactamente.

Sus padres inclinaron la cabeza, y comenzaron hacerse cortes en sus brazos. Las líneas de sangre comenzaron a caer. Pero aquellos cortes que Lynn y Rita hacían tenían ciertas formas de símbolos extraños. A Lucy se le hizo familiar, pero con la situación se le hizo difícil recordar, su mente no podía procesar los recuerdos dónde alguna vez en su existencia hubiera visto alguno de aquellos símbolos. En estos momentos se sentía desesperada. No podía moverse. No sabía la razón exacta. Su cuerpo no se sentía cansado, ni tampoco parecía estar inmóvil como cuando estaba afuera. Esta vez era como si no pudiera rechazar la orden de sus padres, quizás su subconsciente le estaba negando la orden al resto de su sistema nervioso. Era extraño.

Rita y Lynn dijeron unas palabras que no entendieron y al terminar se sentaron. Cada uno en las sillas opuestas. Ambos dejaron caer unas gotas de sangre en las partes del símbolo, después se miraron el uno al otro. Ambos miraron a sus hijos con una sonrisa de oreja a oreja. Aquella sonrisa era tan grande que les resultó incomodo a todos. Rita chasqueó la lengua antes de ponerse nuevamente de pie y fue a la cocina nuevamente. Unos segundos después regresó con unos cuchillos. Once en total.

-Es para puedan cortar la carne. -Dijo Rita, colocando un cuchillo del lado izquierdo del lado donde estaban sentados sus hijos.

Pero si no había nada. ¿Que se supone que iban a comer? Fue lo que se preguntaron todos. Lucy pensaba que habían invocado algo. No podía tener otra explicación; los símbolos raros, la extraña obediencia y las palabras extrañas que habían pronunciado. No había otra opción.

-Ahora esperen, chicos. -Dijo el Señor Lynn, mirando el símbolo.

Rita también observó el símbolo que hizo junto a su esposo, y, de un momento a otro, la sangre que sus padres dejaron caer sobre ellos se iluminó de un color oscuro brillante. Lynn y Rita se miraron con una sonrisa.

-Es la hora. -Dijo Rita, señalando la mesa.

Nadie entendió a qué se refería exactamente con eso, pero todos sintieron como la casa comenzaba a temblar. Lisa miró que la mesa se abría de una parte; era como una grieta pequeña. Y de aquella grieta comenzó a salir algo de color rosado, era como polvo. El polvo comenzó a moverse de una forma que parecía estar formando algo. Se colocó encima de la mesa mientras comenzaba a tener la forma de una persona, pero mucho más extraña. Todos, a excepción de los padres, arrugaron la nariz por el olor que aprecio de pronto. Era muy asqueroso. Todos apartaron la mirada en un intento por no vomitar. Pero no pudieron. El olor era muy intenso. Los hermanos, a excepción de Lily, sintieron mucho más asco, aunque el olor se fusiono con uno parecido a la carne podrida.

Lisa intentó ver que era. Alzó la mirada y lo que vio la dejó con una expresión de asco y miedo; Luan estaba en la mesa, pero no era todo: sus mascotas estaban pegadas a ella mientras que un líquido entre azul-rosado caía de lo que parecía ser su boca. Luan movió sus ojos para ver a Lisa, quien casi se cae de la silla por el susto que aquello le provocó.

-Adelante... -Lynn tomó el cuchillo e hizo un corte en su piel, los animales lloraron y Luan solo gimió de dolor. El líquido que expulsó aquello le salpicó parte de su ropa. Lynn solo se limitó a reír. Limpió una parte con sus dedos y la chupó. -Está salada. Eres muy salada, hija. -Acercó el cuchillo a su boca y lamió el líquido nuevamente. –Esto está algo salado. Pero me gusta.

Hizo un corte en aquel cuerpo y se llevó la carne a la boca. Masticó un momento antes de ver a sus hijas, quienes lo miraban con una asco y confusión total. Rita golpeó la mesa, haciendo que sus hijos la mirara a ella con algo de miedo en sus ojos ya que su mami estaba muy enojada.

-Dejen de mirar y empiecen a comer. –Ordenó, señalando aquello de la mesa.

Los hermanos intercambiaron una mirada, no querían hacerlo, pero no pudieron evitar hacer el corte en eso que parecía ser Luan unida a las mascotas. Pero, si había desaparecido, puede que... realmente era Luan. No lo notaron hasta que miraron su rostro, y arrancar un trozo de carne que de sus ojos salían lágrimas. Sostuvieron el trozo de carne un segundo, temblando y en sus ojos se les notaba un cierto miedo por consumir la carne. El trozo de carne era gelatinoso, sin poder evitarlo, se lo llevaron a la boca.

Sabía asqueroso. Era como comer carne cruda con un sabor a podrido. La sensación de estar masticando ese trozo de carne gelatinoso y que venía de lo que parecía ser Luan hizo que todos, a excepción de Lily, Lynn y Rita, vomitaran. Sus padres los miraron con una cara de molestia.

- ¿Qué no aprecian la comida, malditos malagradecidos? -Lynn se puso de pie. Se acercó a Leni y luego se tocó el mentón. - ¿No pueden ser igual que su madre? –Algunos de sus hijos solo seguían vomitando. Algo que a Lynn molestó. ¿Por qué no eran buenos hijos? ¿Qué no se esforzaba lo suficiente? Sonrió, agachándose. Pasó su mano por el vómito y lamió sus dedos. Tenía un sabor agrio, pero aún conservaba el sabor de la carne. -Coman. -Ordenó su padre, señalando el vómito.

De sus ojos salieron pequeñas lágrimas, aún tenían el mal sabor en su boca. Pero no podían desobedecer. Pasaron sus manos por el vómito, las náuseas volvieron. ¿Por qué seguían haciendo caso de sus órdenes? Lo que les pedía era algo tan asqueroso. ¿Qué estaba pasando? Se llevaron el vómito a la vomito a la boca.

Esta vez, al menos, Luna, Lori, Lisa y Lucy lograron soportar las ganas de vomitar, pero el resto no. Lily en su sillita aplaudía sin que tuviera una expresión en su rostro, y solo estaba mirando lo que hacían.

-Coman. -Ordenó Rita, señalando el vómito de quienes lo habían repetido.

-Ya basta... -Gritó Luna, al borde del llanto por ver al resto de sus hermanos tragándose el resto de su vómito. -déjenos en paz... -Pasó la mano por el arma que tenía en su cintura. No quería hacerlo. Pero, ¿tenía otra opción? Podía seguir viendo como sus padres obligaban a sus hermanas y hermano hacer esas cosas tan asquerosas.

- ¿O qué? -La voz no pertenecía a nadie de la casa, ni siquiera a alguien que ella conociera. Al ver al frente observo algo que no podía entender, ni siquiera describirlo; era como si lo que estaba viendo era una liga que empujas y se extiende. En aquella imagen hubo un pequeño bulto que empujó hacia enfrente y termino por romperse. Como si fuera algún vidrio. Las grietas aumentaron de tamaño hasta que salió un chico envuelto en una capucha. Luna no se movió. Aquel hombre se acercó a ella y sacó el arma que estaba en su falda. La colocó en sus manos y apuntó hacia enfrente. -Hazlo. No pasa nada. Solo hazlo...

Luna apretó el gatillo, sintiendo la vibración en su mano mientras esta se sacudía con algo de violencia, observó cómo se le hacía un agujero en la cabeza a su madre, quien estaba enfrente junto a su padre, ambos, con un cuchillo. Le salpicó la blusa a ella y a Lynn, quien estaba aún lado. Después se rió y volvió a disparar el arma; la bala impactó en la cabeza de su padre y de nuevo le salpicó de sangre. Lisa y Lucy se sentían mejor, pero Luna no paró, apuntó el arma a Luan y disparó, esta vez no solo le salpicó a Luna, si no a todas ya que el cuerpo de aquel ser explotó cuando la bala impactó contra su cuerpo. La sustancia por la que todos eran cubiertos era de una sustancia de color azul y rosado, aunque no era sangre como tal. Pero, junto a la sangre, también explotó la carne. Cuando cayó al suelo vibró mientras comenzaba adquirir la forma de un líquido, y, unos segundos después, comenzó a evaporarse.

-Luna... -La llamó Lori, acercándose a ella, quien aun tenía la mirada pérdida. Y no parecía ver a algo en especial. - ¿Podrías...? -Luna miró a Lori, quien estaba llorando, ¿por qué estaba llorando? ¿Acaso le paso algo?

- ¿Qué te pasa? -Preguntó Luna, apartando a Lori. Giró su cabeza y le sonrió. -No dejaría que te pasará nada, hermana.

-Luna, dame el arma. -Ordenó Lori con algo de miedo porque llegará hacerle algo. Luna se la entregó, sonriéndole.

-No eran mis padres, ni tampoco era Luan. -Dijo finalmente, alejándose de Lori. -No eran mi familia, ni tampoco era mi hermanita que adora las bromas. -Abrazó a Lori, quien se sintió un poco incómoda. Se apartó de ella y le entregó el arma. -No me siento bien. Me voy a dormir.

Miró de reojo a sus hermanos; Lincoln parecía estar algo confundido, al igual que el resto de sus hermanas, pero no le importaba, giró su cabeza, y, nuevamente, miró a sus hermanos; la imagen permaneció un rato estática, después observó cómo la imagen de enfrente comenzaba a romperse acompañado del sonido de tela siendo desgarrada. Sonrió y se dirigió a las escaleras mientras comenzaba a tararear una canción.

Lisa permaneció algo tensa hasta que Luna se fue. No podía explicar que paso con su hermana. Pareció entrar en un trance extraño. Aunque no parecía que iba a lastimarlos. Suspiró pesadamente y se acercó a sus hermanos. Aún parecían algo aturdidos por haber vomitado, y ver como asesinaban a sus padres no ayudó en nada.

Al menos se había librado de algo. Estaba segura de que era mejor que los asesinaran así, y con Luan, pues no entendía cómo es que su cuerpo apareció con forma de polvo. Y ahora su cuerpo se había desintegrado. Puede que fuera lo mejor. Así no sufriría al estar en ese estado tan extraño. Leni parecía estar mirando la parte exacta de donde había estado el cuerpo de Luan. Su vestido estaba manchado con algo de vomito junto con un líquido de color negro, o era rojo.

La imagen cambió, Lisa vio a una sombra que sostenía un serrucho. La sombra la saludó y comenzó a cortar la cabeza de Leni. La sangre salpicó a todas, pero a nadie pareció importarle, solo seguían mirando si las pequeñas estaban bien. La sombra logró abrir su cráneo y sacó algo rosado y viscoso.

-Tenías razón: Leni no tiene un cerebro como tal...

-Lisa, ¿te sientes bien? -Eso la sobresaltó. Desvió la mirada hacía Lucy un segundo, después la regresó con Leni, quien estaba con Lincoln mientras Lori calmaba a Lana y Lola. - ¡Lisa!

- ¿Qué? -Preguntó algo desorientada.

- ¿Qué si estás bien?

-Estoy... -La verdad no podía entender nada. La situación le estaba jodiendo su cabeza. Sentía como si una aguja se clavara repetidas veces en su cabeza. -estoy muy cansada, Lucy. Me siento muy cansada. -Respondió con cansancio.

Lucy le revolvió su cabello y la tomó de la mano.

-Todos nos sentimos así. -Suspiró y se acercó a sus hermanos.

¿Por qué la estaba tomando de la mano si Lucy no era así? Quizás no era su hermana. Quizás era un sustituto. Los sustitutos son malos, ¿verdad? Solo consumen el cuerpo de las personas que son felices. Lisa se acarició entre los ojos. Ni siquiera podía entender en que rayos estaba pensando. Su mente parecía estar enviando mucha información, más de la que podía procesar.

Se acercaron a sus hermanos. Leni estaba cargando a Lily en sus brazos; Lincoln sostenía en cada mano a Lana y Lola; Lynn intentaba asimilar lo que pasaba; y Lori no podía entender nada. Su cabeza daba muchas vueltas.

-Todas dormirán en mi habitación. -Ordenó.

- ¿Y Luna? -Preguntó Lynn. -Eres una estúpida al no tomarla en cuenta.

-Claro que pensé en ella, pero ella se fue. Tus ojos no están viendo correctamente, ¿verdad? -Lori le dio un puñetazo a la pared. -Tantos deportes te han dejado como una pendeja, Lynn...

¿Por qué tanto ruido?

- ¡CIERREN LA PUTA BOCA! -Gritó Lincoln.

- ¿O qué harás? Nadie en esta casa tiene el más mínimo respeto por ti, Lincoln. -Lola se soltó de su mano, Lana hizo lo mismo y ambas se fueron.

-Dormir juntos. –Lincoln se rió. -Si, como no. -Le escupió a Lynn. –Sobre todo contigo, perra.

-Pequeño hijo de puta... -Lynn iba a golpearlo, pero Lori detuvo su golpe.

-Lárguense... ¡AHORA!

Lincoln rodó los ojos y se alejó. Lori sostuvo a Lynn hasta que escuchó el sonido de las puertas. Y Lynn solo se tragó su furia. Miró a Lori, quien la soltó y se fue.

-Yo no soy una estúpida. -Dijo Leni, pero Lisa sintió que esas palabras eran para ella.

-No las quiero ver en mi habitación, perras idiotas. -Lori las miró con algo de furia y luego se fue.

Lisa y Lucy se sintieron confundidas, ¿qué paso? No encontraron una razón para lo que acababa de suceder. Sus mentes intentaron procesar lo sucedido, pero no había una razón.

-Deberíamos quedarnos en la habitación de mamá y papá. -Sugirió Lucy.

-Está bien.

Ambas se dirigieron a la habitación de sus padres. Al entrar notaron que todo estaba normal, no parecía haber algo extraño. Eso las calmó, tenían miedo de encontrar otro símbolo extraño. Esperaban que cuando para mañana las cosas mejorarán. En estos momentos todos parecían tener ganas de matarse , y sin alguna razón aparente. Si eso continuaba Lisa intentaría darles tranquilizantes para evitarlo, o para que se relajaran para que no hicieran una tontería. Pero por el momento solo quería dormir. Se sentía muy cansada. Demasiado cansada.

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