Epilogo.

Lincoln sintió un poco húmeda su cara, estaba acostado sobre la barra del bar. Al levantar la cabeza observó que era el vodka que Royd no le quiso dar porque era un "niño pequeño", dos palabras que aún le daban risa y le hacían burlarse de él mismo. Miró a su lado donde había un vaso con el agua ardiente que Royd pidió. Ya lo había probado y no parecía tener sentido que alguien se volviera adicto; tenía un sabor amargo y, dependiendo lo que fuera, le raspaba un poco la garganta. Pero no era lo peor que había hecho o pasado que tomar alcohol. Tomó de golpe el contenido de aquel vaso. No lo hacía porque le gustara, simplemente tenía algo de frio y el agua ardiente, o el vodka, calentaban su cuerpo.

Observó mejor el interior del bar. Se le hizo extrañó que nadie comentara o susurrara cosas, o que "Ellos" no lo estuvieran molestado; era extrañó, el bar parecía tener años de abandonado y el ambiente era un poco triste, por llamarlo de un modo; el lugar estaba completamente en ruinas con un color gris. Y había personas, unas pocas que estaban en mesas tomando cerveza sin decir una palabra. Escuchó el crujir en el suelo, al bajar la mirada observó a un animalito muy raro, tenía varias patas que parecían ser brazos y estas tenían bocas; la imagen pareció bailar un poco y Royd apareció con la mirada completamente perdida. Aquel animal se le pegó al cuerpo, comenzó a masticar, a él le pareció que estaba extrayéndole completamente todo, incluso el alma. La imagen le resultó un poco asquerosa.

Él cayó por... ¿estrellas? Lo que alcanzaba a ver eran puntos brillantes, con figuras extrañas que no podía darle una forma, lo único que se le acercaba a una descripción es que parecían cuerdas enredadas unas a otras de forma extraña, de algo que nunca había observado en sus vidas. Su cuerpo fue arrastrado hasta una boca completamente negra. Sintió húmedo. Todo era iluminado era por puntos que a veces entraban y alcanzaba a ver un océano. Aquella sustancia se movió un poco hasta que fue vomitado en el bar. Parecía un sueño. Sin importar cuanto pasara el tiempo, o cuantas veces sufriera, siempre esperaba que fuera un sueño. ¿Dónde estaban "Ellos"?

Salió del bar rápidamente. Estaba lloviendo y el aire silbaba. Caminó un poco observando montones y montones de cadáveres. Y un poco más al fondo alcanzó a ver una criatura, no era para nada de donde salían "Ellos", esta parecía ser mucho más grande y parecía estar hecha de una mezcla de órganos humanos y algunos tentáculos que no parecían ser de este mundo.

¿Este era el fin? ¿El apocalipsis? ¿Su muerte? Aquella muerte que su mente bloqueó porque no podía entender. Solo estaba viendo su muerte, o la del mundo. Le pareció irónico como intentó ayudar a sus hermanas. ¿Cuál era el propósito? Al final terminarían en este caos, que no tenía idea de cómo sucedió. Pero le daba lo mismo. En todo caso tendría otra oportunidad.

–Claro que no –dijo una voz detrás de él –, esto será algo que te va gustar.

Lincoln se giró solo para ver a una versión de sí mismo en mujer. Ella le sonrió.

¿Quién carajo eres? –sintió como su cabeza le era arrancada de su cuerpo.

No se asustó, solo pensó que ya era su fin. Pero nunca llegó, sintió todavía su cuerpo, que comenzó convertirse en polvo. Era una sensación extraña; igual a como si le estuvieran haciendo cosquillas. De repente se miró salir de la misma sustancia de la que salió en ese océano. Su versión femenina le sonrió.

–Es un océano de tiempo. Simplemente hecho de tiempo y ya. Tú sales de ahí para volverte uno con todo.

Lincoln observó detenidamente la sustancia; era completamente negra. La miró detenidamente y sintió que vio algo que no quería ver, algo que podría volver loca a una persona. Oh, Dios, lo sentía. Sentía cada gritó, cada llanto, cada miedo, cada sensación placentera o dolorosa de una persona. Gritó fuertemente mientras apartaba la mirada. Su versión femenina le sonrió. Se acercó a él, comenzó a quitarse la ropa.

– ¿No quieres el coño de una puta de once años? ¿O te da asco que pase lo mismo con Cristina? –Lincoln se quedó callado, sintió como su mano avanzar lentamente por su cuerpo.

¿Quién eres?

–Solo una puta más a la que te vas a coger, ¿no es lo que estas pesando, desgraciado hijo de puta? –rió de una manera demencial, a Lincoln le pareció que estaba más loca que él. Pero no la dejó sola, comenzó a reír con ella. Rieron, al mismo tiempo que sus cuerpos se dejaban llevar –. Me llamó Linka... –dijo entre gemidos por sentir en sus piernas el pene de Lincoln.

Soy Lincoln... pero siento que no lo soy, así que...

– ¿Si...?

Lincoln apretó sus pequeños pechos. Eran bastante rosados, tanto que le parecieron unas ubres de vaca. Era extraño, pero sintió un golpe en su estómago después de ese pensamiento.

–Me llamó Nega.

– ¿Y?

Lincoln amentó el ritmo.

–Soy... soy la lengua negra. El Dios sin trono.

Linka lo besó con salvajismo. Explorando cada rincón con su boca. Había caído completamente en a ella. Se dejó llevar. Linka sabía que ese chico había vivido durante años, no lo mató por las cosas que iban con él. Las cuales se las comió.

Nega la miró. Poco después se sintió envuelto en esa sustancia negra. Comenzó a flotar sintiendo cada rastro de locura y miedo que había experimentado durante años. Fue entonces que pensó que... quizás, tan solo quizás, tenía un propósito. Un solo propósito. Ir con Linka a donde le dijera. Hiciera lo que ella le pidiera. O simplemente empezar de nuevo. Tenía la sensación de que podría morir y volvería a tener otra oportunidad, pero ya no saldría de aquí. Estaría con Linka para toda la eternidad. ¿Qué más daba? Simplemente intentar ayudar a sus hermanas no tenía sentido.

...

Lynn se despertó de golpe. Al sentarse sintió algo arenoso entre sus dedos. Al mirar abajo observó una buena cantidad de arena de arena de color blanco. Estaba desorientada. No recordaba nada más que Lincoln y ella haciendo... y a Lori y Lisa entrando en su habitación mientras Lincoln la...

Agitó su cabeza intentando no pensar. Era un poco vergonzoso pensar en eso. Pensar en aquella situación donde ambos lo hicieron por primera vez, experimentaron placer y dolor. Pero no era algo para estar orgullosos por la persona con quien ambos decidieron hacerlo. Ahora se sentía sucia. Se sentía una ramera en todo el sentido. ¿Por qué hacerlo con su propio hermano? Por el hecho de que fuera la única persona que estuvo dispuesta a comprenderla, a aceptarla por su actitud. ¡Que estupidez!

Se puso de pie. Fue cuando se dio cuenta que estaba completamente desnuda. Se sonrojó y colocó sus manos sobre sus partes más íntimas. Sin embargo, no había nadie a su lado. Era simplemente un desierto en todo el sentido de la palabra. Lo único que podía ver delante de ella era arena. Lo que la extrañó un poco fue el sol de color de blanco que iluminaba todo a su alrededor, pero no cegaba. Podía ver el sol directamente y los ojos no le lagrimeaban.

Al mirar el cielo notó que este emitía un brillo extraño y parecía que había... ¿peces? No; no era eso. Lynn observó detenidamente, había una cosa que tenía el rostro de una persona. Su boca pareció abrirse mostrando un montón de dientes podridos que le mostraron que dentro de aquella boca había una gran cantidad de personas pequeñas que repitieron la acción de abrir sus propias bocas y mostrarle lo mismo que la primera. Eran millones y millones de bocas que le mostraban lo mismo de la primera que vio. Era infinito. No; era infinito más uno. Quizás infinito más mil. Más dos mil. Más tres mil. Más un millón. Sintió que su cabeza iba a explotar...

– ¿Lynn? –ella se asustó un poco por escuchar de repente. Pero se sintió agradecida que pudiera salir de ese trance.

Miró hacia abajo donde observó a Leni con una mancha completamente negra debajo de ella. Por un momento pensó que se había cagado. Pero no era así, lo que había debajo tenía la forma de un bebe muy pequeño.

– ¿Qué es eso? –fue lo único que atinó a preguntar.

Estaba ligeramente asustada. No sabía en donde estaba. Observó una cosa con cabezas infinitas dentro de ella y ahora Leni con un bebe muerto debajo de su cuerpo.

–Yo... no sé dónde estamos –respondió, ignorando la pregunta.

–Yo tampoco. –Lynn miró incomoda el feto. ¿De dónde había sacado que era un feto? Tenía la forma de un bebe o un pie. Ya no sabía que pensar. Esa cosa debajo de ella le parecía completamente repugnante y le asustaba un poco. Se le olvido donde estaban, el sol blanco, o el hecho de que ambas estaban desnudas en medio, de lo que parecía ser, un desierto –. Aléjate de esa cosa.

–Me gustaría, pero no puedo moverme. –Leni soltó una risa nerviosa –. Me duele mucho el cuerpo sobre todo de...

– ¿Qué te duele? –Leni apartó la mirada sonrojada. Lynn pensó que se refería a su vagina. Ahora que lo veía mejor esa cosa parecía estar conectada, por decirlo de un modo, con su interior. Le resultó un poco repugnante. Pero no podía dejar sola a su hermana. Se acercó rápidamente a ella. Se puso en cuclillas y tomo el hilo de esa cosa –. No te muevas.

Leni le hizo caso. Lynn lo agarró fuertemente. Era bastante pegajoso y parecía ser parecido a una barra de caramelo que alguien se sacó de boca e hizo la broma pesada de dárselo a alguien más solo para que sus manos estuvieran pegajosas. Pero muy a pesar de su asco y lo resbaloso que estaba esa cosa, logró arrancarla con sus manos. Lo arrojó lejos. Y cargó a Leni, llevándosela a bastante distancia.

– ¿En dónde estamos? –finalmente hizo la pregunta Lynn.

–No sé.

No sabía porque preguntó. Si ella no lo sabía, mucho menos Leni. Hacer esa pregunta y lo que había visto le hizo pensar que algo no estaba bien.

–Ni se para que te preguntó. –El rostro de Lynn cambió por uno molestó –. De todas eres la más estúpida. Oh, dime, ese feto fue porque no sabías distinguir entre un violador a una persona normal.

Leni rió fuertemente.

–Dime entonces, si quedas embarazada por dejar que Lincoln plantara su semilla en tu vientre y esa cosa sale deforme, ¿Quién de las dos sería más perra y estúpida?

Ambas se quedaron calladas. Después se vieron un poco confundidas. ¿Qué había sido eso? Nunca habían peleado de ese modo, al punto de decirse malas palabras y...

– ¿Cómo sabes lo que hice con Lincoln?

– ¿Cómo sabes lo que me...? –no pudo terminar la pregunta. Mucho tiempo y aun odiaba tener que recordar.

"Que buena estas".

"Esa no es mi vagina, Lincoln".

Se miraron un momento. Su alrededor comenzó a moverse. Parecía ser distorsionado de un modo que era difícil de explicar. Era una sensación de mareo y a la vez no. Era algo completamente diferente. Entonces el bebé comenzó a llorar. Ambas se quedaron heladas sin poder decir otra cosa. ¿Qué estaba pasando?

– ¡Vámonos de aquí! –exclamó Lynn. Pero Leni se le quedó mirando sin poder decir nada. Sus ojos la miraron fijamente, y lo que ella veía era un miedo enorme. Lynn se acercó rápidamente a ella, la jaló con fuerza haciendo que se cayeran en la arena –. ¡Reacciona, Leni! ¡Tenemos que irnos de aquí!

–Es mi hija... o mi hijo... ¿Por qué se salió de mí? ¿Acaso es porque no podré ser una buena madre? ¿Por qué no me da una oportunidad? –Leni se giró, el trozo de carne estaba completamente desfigurado y parecía tener un rostro encima del otro, haciendo que no se pudiera ver más que bocas y ojos, unos encima de otros –. Ven a mí, hija...

Leni extendió sus brazos, pero Lynn se lanzó contra ella. Aquella cosa había lanzado varios tentáculos, por esa razón Lynn la empujó. Sin embargo, aquella cosa pareció enojarse. Por Dios, esa cosa estaba enojada.

– ¡Vámonos, Leni!

– ¡Aléjate de mí, puta!

Lynn le dio un puñetazo que le dio directamente en la mandíbula. Leni vio un montón de puntos brillantes mientras se sentía aturdida. Lynn nunca la había golpeado de ese modo. Eso y que ese golpe no se comparaba al que ella le dio.

–No me importa si me odias –Lynn la cargó –, pero no te voy a dejar aquí con esa cosa.

– ¡No le digas así!

Se intentó zafar del agarre de Lynn. Aunque solo pudo moverse por poco segundos, después dejó de pelear por el dolor que sentía en su cuerpo. Alzó la mano hacia su hija. El suelo comenzó a temblar, ambas volvieron a caer mientras también le salía un vapor y puntos brillantes se movían a toda velocidad. La arena parecía partirse, al mirar enfrente vieron una cosa hecha totalmente de intestinos, huesos y ojos. Leni comenzó a vomitar mientras Lynn la miraba completamente sorprendida. Aquella cosa envolvió a la hija de Leni; pero aquella cosa partió su cuerpo haciendo que varios trozos saltaran por todos lados.

Lynn volvió a cargar a Leni, quien tenía la mirada perdida. No supo por cuanto tiempo corrió, quizás fueron horas, quizás minutos; pero no se detuvo hasta que las piernas comenzaron a fallarle. Esperaba que su hubieran alejado lo suficiente para que nadie las siguiera. Realmente estaba cansada y no creía poder correr de nuevo. Al mirar a su alrededor observó que la arena era un poco más blanca que antes y el solo ahora era completamente azul. Leni parecía estar llorando. Lynn se levantó para ver un poco a su alrededor. No tenía idea de donde estaban; si tuviera su teléfono. Aunque tenía la sensación de que ni siquiera esa cajita de cables le ayudara. Quizás estaban en Nevada porque Lisa llevó a su familia de excursión y la radiación les hizo tener alucinaciones causada por las pruebas nucleares que hacen en ese lugar, o simplemente un experimento. ¿Cuál era la diferencia?

No podía guiarse para dónde ir, lo único que parecía haber era arena y nada más. Sentía que si volvía a caminar no encontraría más que lo mismo. Suspiró, volviendo a caminar hacia una colina.

–Espero que no me decepciones, se ha vuelto aburrido porque solo hay locos –dijo una voz que Lynn no conocía. Al avanzar un poco se encontró con una niña rubia muy bonita. Le recordó un poco a Leni. Junto a ella había un chico de cabello blanco de unos veinte años, que le recordó a Lincoln –. ¿Y Lisa está segura de que cayeron aquí?

– ¿Qué es lo peor que nos puede pasar? –dijo, riendo.

– ¿Realmente quieres saberlo?

–Ya. Solo fue una broma.

¿Lisa? ¿Y si era su hermana? Quizás esto era un castigo que les impuso Lisa. Puede que lo hablaran con sus padres, y ellos autorizaron darles un escarmiento con cosas que no podía entender. No se le ocurrió hasta que recordó que mientras estaba con Lincoln, Lisa entró a su habitación y empezó a reír. Puede que lo hiciera de castigo a lo que hicieron Lincoln y ella. Pero aunque lo fuera, a Lisa se le paso la mano, se le paso mucho la mano. Conociéndola un poco, o eso esperaba de su hermana, tampoco haría algo tan extremo, o sus padres y hermanas dejarían que Lisa les hiciera algo así, o eso quería pensar. O puede que ni siquiera se trataba de su hermana, ¿Cuántas mujeres había en mundo con el mismo nombre? Y no sabía porque, no confiaba. Regresó hacia donde estaba Leni. Debería irse de ahí, no sabía que estaba pasando, le dolía mucho la cabeza. Al llegar observó se quedó completamente muda, parecía ser una pesadilla o una alucinación; una cosa parecida a un reptil le había abierto el estómago a Leni.

Aquella cosa la miró. Lynn gritó fuertemente, al voltear miró a las dos personas de hace unos minutos. Ambos le sonrieron, mostrando dientes enormes y afilados.

–No deberías comértelos, Lola –la regaño la niña.

–No eres mi jefa para decirme que hacer.

–Pero Lily tiene razón, Lola –agregó el chico –, no podemos comérnosla.

–Su cuerpo se va a regenerar, Linky. Si no son como las otras familias, no van a morir tan fácil.

–Tienes razón –aseguró, acercándose a ella –. Y aunque no la tuvieras, no puedo enojarme contigo.

Los tres se miraron con deseo. Era la misma imagen que Lincoln y Lynn habían tenido antes de hacerlo. Y lo que la había confundido era que esa niña Lola lo llamó "Linky". ¿Era Lincoln? ¿Cómo? Su hermano era incapaz de convertirse en algo asi.

"¿Estas segura, linda? Esa cosa lo llamó como tus hermanas pequeñas y sabes perfectamente que es algo de ustedes".

Lincoln tomó a Lynn y Leni. El cuerpo de Leni comenzó a temblar como una gelatina, al poco tiempo la sangre desapareció. Lincoln se decepcionó un poco por no poder limpiarla como a una niña pequeña que tiene un accidente. Miró al cielo, sintió que había empezado a temblar un poco.

–Creo que ya viene...

El suelo se partió, de este salieron varios tentáculos que intentaron partir a Lola. Pero se convirtió en una criatura que no puede ser descrita con palabras. Usó su fuerza y regresó al suelo a esa cosa. Parecía como una película de ciencia ficción donde un hombre con súper-poderes golpea a un ser mucho más grande que él.

"Vamos, señor gato, ¿eso es todo?"

Nuevamente todo pareció moverse mientras comenzaba a tener otro aspecto. Todos se cayeron al suelo mientras intentaban quitar las imágenes que se amontonaban entre ellas. Lisa se lo explicó, pero sin importar el tiempo no lo soportarían. Soportaron cosas peores (o eso sentían) y aun no lograban mantenerse cuerdos en este tipo de situaciones. Cada treinta horas, al menos pare los de ese lado, todo entraba en su cabeza, de todas sus dimensiones. Y a pesar de que intentaban soportarlo, nunca lo lograban. Lisa se los dijo, nunca podrían. Era la locura misma, era simplemente la existencia de esta y sin importar qué hicieran, jamás lograrían aguantarlo. Solo había tres personas capaces, entre ellas su hermana Lucy.

– ¿Leni? –llamó a su hermana. Esta pareció quejarse.

– ¿Se sienten mejor, chicas? –preguntó Lincoln, soltando una risa e intentando ponerse de pie –. Mierda, nunca poder soportarlo. –Le dio una patada a Lynn –. Puedes destruir soles, soportar estar dentro de un agujero negro pero no puedes soportar la locura de los recuerdos de tus otras contrapartes.

Algo blanco lo golpeó fuertemente. Lynn al levantar la mirada miró a un chico igual a él, solo que este llevaba una capa de color rojo.

– ¿Qué carajo? –Lynn preguntó en voz alta.

–Nuevamente nosotros, viejo.

Este se convirtió en una criatura igual a la de Lola y le dio un golpe en toda la cara, haciendo que sus dientes junto con algo de sangre salpicaron todo. Lynn alcanzó a oír como crujía. El otro le regresó el golpe en su cuerpo. Lo levantó y agarró su cabeza de reptil, estrellándola contra el suelo, le soltó un golpe haciendo un agujero mucho más grande en la arena. Lola le dio un golpe, lanzándolo lejos. Lily iba darle otro, pero este chico le sopló, haciendo que se fuera lejos. Volvió a ir rápidamente hacia su copia, le dio un par de puñetazos en la cara.

Lynn volvió a cargar a Leni y comenzó a correr. Entonces a todo el suelo comenzó a salirle vapor mientras se pudría, o eso parecía. Lynn se detuvo en seco, miró para todos lados.

"Ya viene, Lincoln. Tienes que prepararte".

"¿Por qué ya no sales?"

"¿Qué te paso, tía Lisa?"

–Puedo oler tu vagina desde aquí, Lynn –esa voz era de Lincoln –. Siempre me pregunte si te la depilabas o te dejabas el vello, o supongo que podría averiguarlo.

Lynn escuchó como venían hacia ella, pero rápidamente se hizo aun lado. Aunque lograron rozarla no la lastimaron de gravead. No obstante, la herida fue profunda. Al mirar a su agresor vio que, en efecto, era Lincoln, solo que llevaba una cruz pintada en la cara.

– ¿No quieres hacerlo, Lynn? –le preguntó, dándole una lamida a la sangre de su cuchillo –. Vamos, te encantara, solo tienes que quitarte la ropa y...

Su cuerpo explotó cuando la lagartija cayó sobre él. El Lincoln con la capa estaba usando como saco de boxeo a Lily, cuando se acercó Lola, la esquivo para darle un golpe, haciendo que volviera a caer sobre la lagartija.

–Sigue doliendo –dijo Lincoln, riendo, atravesando a Lynn –, pero duele tan rico.

El Lincoln de la capa se volvió a dejar caer, volviendo hacer que reventara aquel Lincoln.

–Intenta respirar –le dijo el sujeto de la capa.

–Oye, héroe –lo llamó Lola, dándole un golpe.

–Necesito ayuda.

–Nadie va venir. No vas a morir, pero créeme que nos vamos a divertir, hijo de perra.

Lynn comenzó a sentirse con sueño.

...

Lynn se despertó de golpe. Estaba en una habitación completamente blanca, solo parecía tener una puerta. No supo si abrirla o esperar a que alguien entrara. Miró para todos lados intentando buscar algo como una cámara de video como en las películas, pero al parecer era una habitación aparentemente normal, solo por su color blanco. Por un momento pensó que quizás era el bunker de Lisa. Lo pensó porque una vez la encontró remodelando y por lo que había visto hace unos momentos. Puede que su hermana tuviera una fuga de gas y lo que vio no era más que una alucinación.

Se dirigió a la puerta y girar el picaporte se abrió. Por un momento pensó que estaría cerrada y alguien le hablaría por un altavoz. Quizás las películas de ciencia ficción le hacían hacerse ideas que no eran correctas. Al mirar observó un pasillo de color gris con varias puertas que tenían un número.

– ¿Hola?

–Al fin despertaste –dijo Lucy, detrás de ella. Lynn pegó un gritó, cayó al suelo con el corazón agitado –. Dios, Lucy, casi me das un susto de muerte.

–Lo siento. –Lynn alzó una ceja confundida. Al mirar mejor a Lucy observó que parecía ligeramente más alta que ella y un poco más desarrollada; sus pechos se podían ver, a diferencia de los suyos.

– ¿Lucy?

–Sí. Pero no tu Lucy.

– ¿Qué?

–Te llevare con alguien para que te explique.

Lynn se sentía como en un sueño. Pensó que no podía ser verdad; no podía haber visto a tres Lincoln, mucho menos que estos estuvieran matándose entre ellos. Y los nombres de Lola y Lily. ¿Qué clase de experimento había echo Lisa para que tuviera una alucinación de ese tipo? Ahora Lucy. Lo peor es que se dio cuenta por su cuerpo. No era ella, o quizás sí. La cara era de su hermana completamente. Hasta su modo de salir de la nada.

–Sé que quizás lo veas como una pregunta tonta –exclamó, miró sus pies y continuó –: pero, ¿de verdad eres Lucy? ¿O porque dices que no eres mi Lucy, a que te refieres con eso?

Lucy suspiró. Era difícil. Muy difícil. Ni ella, que llevaba varios años no lo entendía del todo o su mente le bloqueaba el entendimiento. Dio una vuelta hacia la derecha, caminó un poco más hasta que se detuvo en una puerta de color marrón.

–Ella te explicara.

Lucy le señaló la puerta. Lynn no estaba segura. Pero su "hermana" no parecía mentirle. Esperaba que no fuera algo de lo que pudiera arrepentirse. Al entrar observó a una mujer de cabello de cabello castaño y un moño azul.

– ¿Quién eres tú?

–Me llamó Jordan Rosato –le respondió inmediatamente –. Era amiga de Lincoln, o no sé si me conoces...

–Sí, pero... –Lynn la miró de arriba abajo. Parecía tener unos treinta años. ¿Cómo podía decir que era Jordan?

–Bueno, es parte de la explicación. –Le hizo una seña para que se sentara –. Todos los que estamos aquí somos versiones alternativas de diferentes mundos. Yo vengo de un mundo donde Lincoln era un programa de computadora.

– ¿Qué?

–Sí, así es. Venimos de mundos diferentes, en tu caso vienes de uno donde tenías una relación amorosa con Lincoln. –Lynn desvió la mirada sonrojada. Aún era un poco embarazoso, mucho más porque no parecía juzgarla de que fuera con su hermano –. Tranquila, nadie de aquí juzga algo así. Con todas las mierdas que pasamos casi todos los días, una relación incestuosa no es para tanto. Puedo decirte que hasta conocemos a varios hijos que tuvo con tus hermanas.

– ¿Hijos? –preguntó Lynn, interesada.

–O si, tuvo once con ustedes.

–De acuerdo. Digamos que creo que este sueño es real. ¿Podría saber en dónde está mi familia?

–Quizás devorando planetas enteros o peleando con otras cosas solo porque su cabeza no le da para más –contestó sarcásticamente. Lynn la miró con dureza, parecía querer golpearla –. Cuando una familia de ustedes pasan por aquí se convierten cosas que no puedo describir; algunas otras no les pasa nada como a ti, razón que aún desconocemos. Mi esposo Lincoln las salvó, porque ustedes pueden ayudarnos.

– ¿Tu esposo?

–Hay un Lincoln que tiene súper-poderes y, bueno, es mi esposo. –Jordan rió un poco –. En su dimensión acabo con algo que llamaban "héroes", y cuando terminó, su planeta fue succionado por un agujero negro. Nos conocimos y empezamos a investigar un poco más de este lugar junto con Linka. Llegamos a la conclusión que este lugar es un planeta que se formó porque alguien intentó abrir la puerta a otra dimensión, causando que cada dimensión que fuera tragada por un agujero negro llegue aquí.

– ¿Entonces estoy en otra dimensión?

–Podría decirse que si –respondió Jordan secamente. Lynn se rió a carcajadas.

–Eso es imposible, ¿sabes?

–Viste cosas imposibles hace unos momentos y aun lo piensas. No tiene sentido que pienses eso.

–Yo solo... no quiero hablar, ¿sí? Déjame pensar un momento. –Lynn dio un paso afuera, antes de irse, miró de nuevo a Jordan –. ¿En dónde está Leni? Estaba conmigo cuando desperté en ese desierto.

–Sigue dormida. Debido a que perdió mucha sangre está muy débil. Tranquila, no va morir, pero en este momento no creo que pueda despertar.

Lynn asintió y salió. Jordan sacó una botella de whisky con un vasito en la parte de la tapa. Se sirvió un poco y se tomó de golpe; repitió la acción varias veces hasta que sintió a su boca hacer muecas. Lynn no le creía, intentaría escapar en cuanto Leni despertara; pero en el momento que volviera a reunirse con todas sus variantes, entonces crearía sus palabras y le explicara que una mejor su papel aquí.

Ya habían empezado las investigaciones desde hace cuatrocientos años. Pero no creían que aun pudieran viajar todavía, físicamente no, pero si por medio de los sueños. Y harían para encontrar a Lincoln.

La puerta se abrió. Lincoln entró. Se quitó la capa mientras se sentaba en sus piernas. Tenía un moretón en su ojo y parecía estar algo rojo.

– ¿Qué tal te fue?

–Creo que ya no tarda en venir Lucy. Ya sabes a quien me refiero.

–Legión.

Lincoln asintió. Jordan le dio un beso en los labios para intentar calmarlo. Pero debía admitir que hasta ella estaba realmente asustada. Desde que llegó Lisa, las posibilidades de que esa Lucy llegara ahí eran grandes y si eso pasaba, nada saldría vivo. Escucharon de la leyenda de los Holders. Esperaba que pudiera resolverlo pronto. Para eso necesitaban traer al Lincoln que creo esa dimensión.

– ¿Cuánto tiempo nos queda?

– ¿Quizás unos dos o tres años? Todos se están preparando para acabar con todo esto. Quedará esperar a ver qué es lo que pasa.

...

NA: El epilogo. Que no se si queda claro lo que vaya a pasar. Aún falta mucho por mostrar y no les miento cuando digo que esto es un prólogo. Si quieren saber más, pues habrán dos historias: la primera de la historia de Linka y la segunda que se llamara "Los otros". Aun no sé cuándo las publicare. Pero les garantizo que será antes de que termine el año.

Muchas gracias todos que leyeron la historia y por sus comentarios. Los aprecio mucho para seguir escribiendo y también gracias a los que la siguieron. Hasta la próxima :)

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