"Algo Más..."

NOTAS: Cuarto y penúltimo capítulo de esta corta historia...

Probablemente querrán pañuelos cerca :3

Finalmente, antes de comenzar a leer, debo decir un pequeño aviso. En caso de que llegaran a leer esta o alguna otra de mis historias en otro lado, es muy seguramente un plagio. Yo siempre uso el seudónimo "RozenDark" y únicamente público en Amor Yaoi, Wattpad, Fanfiction.Net y AO3. También otorgue el permiso para una traducción al chino y solamente se encuentra en la plataforma/app "LOFTER"...

https://aichidongxidepangfengye.lofter.com/

Esto lo digo, debido a los recientes fallos de Wattpad y que esta misma plataforma tiene una página espejo donde lucran con las historias. Por lo que cualquier cosa, les estaré agradecida si me lo hacen saber. De cualquier manera, en caso de algún otro cambio, les daré el aviso correspondiente :3

En fin, los personajes de One Piece son propiedad de Eiichiro Oda. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son hechas por su servidora.

Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/

~°ɞ°~~°ɞ°~


Garp no quería aceptar que Dadan había tenido razón, pero definitivamente era algo que tendría que suceder tarde o temprano...

Desde aquel día, en el que había declarado su autoridad, se había esmerado en vigilar constantemente a su nieta. Incluso había tenido la necesidad de seguirla a donde fuera y asegurarse de que no se metiera en problemas, además de verificar que comiera de manera correcta y tener constantes chequeos con el médico de la villa.

Aun cuando sus cuidados eran enteramente para su cuidado, Lucy había actuado tan descuidadamente, casi como si en verdad deseara no estar embarazada.

"¡Entiende de una vez Lucy!"

Como ya era algo habitual en el hogar de los bandidos, una pelea entre abuelo y nieta se estaba realizando. Los bandidos nerviosamente se movieron hasta lograr salir de la cabaña y evitar que el vicealmirante se desquitará con ellos, pero su jefa como lo había estado haciendo los últimos seis meses, se mantuvo en su lugar, viendo con enojo al testarudo Marine y a su nieta.

Lucy ya había cumplido los seis meses y medio una semana atrás, lo que significaba que el tiempo para terminar con ese embarazo, había terminado. Eso solamente significaba más y más discusiones entre Garp y Lucy...

"¿Qué es lo que quieres que entienda?" Lucy exige saber con molestia. "¡Ya lograste lo que quisiste!"

"¡Entonces cuida de ti!" Respondió. "¡Lo único que quiero ahora es que cuides de ti y de ese bebé!"

Lucy como ya era usual, apretaba los puños con demasiada fuerza, mientras daba una mirada frustrada al notable vientre de embarazo. Ella no deseaba a ese bebé y mucho menos deseaba dejar de lado sus sueños por un error que le costó demasiado caro.

"¡Yo no quiero a este bebé!"

Después de seis meses de cuidar y vigilar constantemente que su nieta llevará hasta el fin aquel embarazo, Garp entendió al fin las palabras que Dadan le había dicho el día que llegó y obligó a Lucy a llevar ese embarazo.

Su nieta, la única hija de su único hijo, lo veía con todo el rencor que llevaba guardando desde que él decidió por ella algo que, en verdad, no le incumbía en lo absoluto.

"Espera un momento, Lucy..."

Al ver que su nieta había decidido salir y perderse en aquel estado, Garp sintió preocupación. Pero la manera en la que su nieta lo alejó cuando logró alcanzar su mano, solamente causó que se alarmara y por un breve instante temiera de la respuesta que le daría.

"¡No te quiero cerca de mí!" Soltó con furia. "Ya lograste salirte con la tuya y, además, has causado que deje mis sueños solamente por un maldito intento por darme una lección. Así que deja ya de actuar como el abuelo responsable que no eres y déjame en paz..."

Garp ni siquiera pudo mediar alguna palabra para defenderse. Tampoco pudo reaccionar a tiempo para tratar de seguir a su nieta...

Dadan a su lado, solamente podía negar por todo lo que había visto, pero al igual que el Marine, no pudo decir algo al respecto, considerando que, en parte, había dejado que las cosas sucedieran de esa manera...

"¿Ella me odia...?" Garp no podía pensar que aquella posibilidad fuera una cruel realidad.

Dadan por su parte, soltó un cansado suspiro. "Te lo dije Garp... Ella también es humana y con tu actuar solamente causaste que creciera rencor en su corazón..."

En cuanto a la futura madre, después de caminar por el bosque, golpear uno que otro animal que había intentado aprovecharse de su estado, ella logró llegar al sitio donde Ace, Sabo y ella ayudaron a aquel viejo a terminar de construir su propio barco pirata. Con mirada melancólica decidió sentarse y observar el mar que tanto la atraía, pero que, por desgracia, no podía tocar...

"Todo esto es tu culpa..."

Llevaba haciendo aquello desde que cumplió los cuatro meses de embarazo y su tiempo para eliminar a ese bebé se le acabó. Generalmente no era de guardar rencores a menos claro, que se lo mereciera, pero ese bebé sin duda alguna se había ganado su desdén.

Ella no deseaba ser madre...

Ella no deseaba cuidar de otro ser...

Ella no deseaba que le impusieran un deber tan importante...

Pero justo, cuando soltaba lágrimas de frustración y maldecía una y otra vez su por su desdichado destino, sintió algo que la hizo cambiar de parecer.

"¿Eso fue...?" Temerosa, guio ambas manos a su notable vientre y aunque por un momento pensó que había sido su imaginación, volvió a sentirlo y esta vez, más fuerte todavía. "¡Una patada!"

El médico le había dicho que dentro de poco su bebé se haría notar, pero en ese entonces no le tomó real importancia al asunto.

Y ahora, que al fin su bebé se hacía notar con fuerza y demasiada energía, ella no pudo evitar llorar por todas las cosas que había dicho minutos antes.

"Lo siento..." Murmuró entre lágrimas. "En verdad lo siento..."

Desde que Ace se fue de aquella manera se había sentido completamente sola. Su abuelo no había ayudado al imponerle algo de esa magnitud, así que la soledad seguía creciendo y carcomiendo poco a poco su alma.

Pero solamente ahora, que sentía la vida creciendo dentro de ella, es cuando aquella soledad, poco a poco comenzaba a desaparecer...

Solo entonces, Lucy se dio cuenta de que ya no estaba sola y tenía algo más en su vida y nada ni nadie podría quitárselo...

"Algo Más..."

Habían pasado dos semanas desde que Lucy y Anne se encontraban bajo la protección de los piratas de Barbablanca y hasta la chica admitía que podía confiar en los tripulantes de aquel capitán o al menos, confiar hasta cierto punto.

En cuanto a Anne, Lucy admitía que le alegraba ver que su pequeña hija perseguía a Ace a donde fuera. De cierta manera le daba algo de nostalgia ver esa imagen, recordando un pasado en el que ella perseguía a Ace y a Sabo. Pero al recordar esa época, la desconfianza volvía a asaltar su mente, recordando así, que en verdad deseaba que Ace no decepcionará a su pequeña hija...

"¡Mami!"

Lucy reaccionó al escuchar la voz de su hija demasiado cerca. Se sorprendió de ver que era precisamente porque Anne se encontraba justo frente a ella, así que le sonrió apenada, mientras comenzaba a acariciar con cariño esa pequeña cabecita.

"Perdón, es que estaba pensando..." Sonriente se disculpó. "¿Qué te sucede? ¿No estabas jugando con Ace hace un momento?"

Anne asintió con una enorme sonrisa, solamente para lanzarse a los brazos de su madre. "Así es, pero me dieron muchas ganas de comer galletas, pero..."

Lucy dio una mirada extrañada, solamente para ver a Ace, quien se había acercado. "¿Cuál es el problema?" Preguntó.

Ace simplemente sonrió, mientras se sentaba justo al lado de Lucy. "Que no quiere comer las galletas que los demás cocineros hacen", respondió por su hija con cierta diversión. "Le dije que podríamos ir a la cocina y hacer la petición al encargado de la cocina que Thatch dejó, pero ella simplemente dijo que no comería galletas que no fueran preparadas por Thatch".

Lucy asintió con calma, solamente para mirar a su hija. "¿Eso es verdad?"

Anne asintió con las mejillas infladas y el ceño fruncido. "El tío Thatchy hace ricas galletas y las hace especialmente para mí", respondió con cierta molestia. "¿Cuándo volverá?" Con cierta exigencia miró a su padre en busca de una respuesta positiva.

Ace por su parte, no pudo evitar soltar una risa. "Temo decir que no lo sé con exactitud. Él fue a una misión en una isla donde uno de nuestros aliados está teniendo problemas y aunque está demás decir esto, como comandante que es, seguramente no tardará demasiado en volver y preparar tus galletas. Eso sí, debes ser paciente, Anne".

Anne entendió hasta cierto punto lo que su padre le había dicho, así que asintió no muy conforme con esa respuesta, mientras ocultaba su rostro en el hombro de su madre. Lucy entendió el gesto de su hija y con calma la rodeó con ambos brazos con una sonrisa divertida.

"¿Te enojaste, Anne?" Preguntó Ace con preocupación.

"No es eso... Usualmente no lo hace o al menos no lo había hecho desde que subimos a su barco, pero ahora ella confía lo suficiente para tomar su hora de la siesta", con calma explicó aquello, sin perder la sonrisa al escuchar el bostezo de su hija. "También tiene que ver que no habrá galletas y de alguna manera quiere olvidar ese detalle. Supongo que nuestra hija es algo caprichosa".

Ace sonrió enternecido por escuchar a Luffy afirmando que Anne era hija de ambos, pero también por la reacción de Anne. "¿Es eso cierto, Anne?"

A él le encantaba escuchar que Anne ya había comenzado a confiar en su tripulación. Incluso podía ver que Luffy también había bajado la guardia, aunque sea un poco, pero lo único que de cierta manera lo entristecía, era ver que ninguna de las dos podía confiar plenamente en él.

No podía culpar a Luffy por desconfiar, cuando él lo había arruinado de la peor manera al decir una mentira que solo género más problemas que soluciones y de alguna manera, su pequeña hija seguía la corriente de manera inconsciente.

Tal vez por esa misma razón es que le alegraba escuchar esas palabras viniendo de Luffy, aun cuando sabía que ella no podía permitirse confiar del todo en él. Al menos su hija había comenzado a confiar y convivir con él y sus hermanos de tripulación...

"No hagas ruido Ace... Estoy durmiendo..." Respondió Anne entre quejas.

Por su parte, Ace no pudo evitar reír completamente encantado. Sin duda alguna Anne era hija de Luffy, tal vez se parecía demasiado a él y aunque no quisiera admitirlo, probablemente se parecía al difunto Roger, pero definitivamente actuaba tan malditamente adorable que Luffy. Y claro que lo último era lo que más le encantaba, porque eso sin duda alguna era admitir que era una bella combinación de Luffy y de él...

"Definitivamente eres tan parecida a tu madre..."

Lucy vio a Ace con sorpresa. "¿De verdad crees eso?" Preguntó incrédula. "Anne suele ser igual de caprichosa que tú, incluso hasta cierto punto una mandona de primera".

"¿Qué?" Ace dio una mirada ofendida. "¡Yo no soy mandón! ¡Tampoco soy un caprichoso!"

"¡Claro que lo eres!" Respondió Lucy de vuelta.

Sin que se dieran cuenta, ambos se veían como lo hacían cuando eran niños y terminaban por discutir por cualquier niñería absurda. Tal vez ese era el momento que Ace había estado esperando para acercarse a Luffy, así que los tripulantes que pasaban cerca, se aseguraban de alejarse y observar con cierta impaciencia a que el comandante de la segunda división logrará un buen acercamiento con la chica.

Sin embargo, el grito de uno de los vigías, avisando sobre la llegada del comandante de la cuarta división, sacó a Ace y a Luffy de su momento, mientras que Anne terminó por despertar por completo y salir corriendo para ver con sus propios ojos que era verdad lo que habían gritado.

"¡Tío Thatchy!"

Y sin que Lucy o Ace pudieran decir algo, la niña corrió directamente hacía el lugar donde se habían comenzado a reunir los demás tripulantes para esperar al alegre comandante.

Ace al ver que Luffy comenzaba a correr directamente hacía Anne, solamente pudo soltar un largo suspiro decepcionado. Al parecer, el breve momento entre Luffy y él, se había arruinado, aunque no estaba dispuesto a dejar las cosas de esa manera.

Lo mejor era ir donde Anne y Luffy y pensar otra manera de conseguir otro de esos momentos...

~..~

Thatch había tenido una problemática misión que casi había durado una semana entera, pero al menos puede decir que la situación estaba bajo control ahora y, además, había conseguido unos cuantos tesoros como recompensa por su arduo trabajo. Por supuesto, se extrañó de sentir un suave golpe en la pierna, llevándose la sorpresa de ver que la pequeña Anne había llegado corriendo directamente para abrazarlo y recibirlo.

Así que como el emotivo tío que era, sonrió como tonto e ignoro completamente a sus hermanos que se habían reunido para recibirlo.

"¿Anne-chan me extraño demasiado?" Preguntó con voz tonta.

Anne asintió sonriente. "Si, extrañaba las galletas del tío Thatchy", respondió con sinceridad. "¿Harás galletas para mí?"

"¿Galletas?"

"Así es... Esta pequeña mocosa no quiso aceptar las galletas que los otros cocineros hicieran, así que te espero todo este tiempo para que tú mismo las hicieras", Marco decidió acercarse para verificar de cerca que ese hermano suyo no tuviera heridas, aunque los rasguños y señales visibles de la pelea también lo preocupaban.

"¿En serio?" Thatch preguntó en tono alegre, todo mientras se aseguraba de agacharse para estar a la altura de la niña pequeña. "Eso es muy dulce pequeña sobrina, pero deberás esperar un poco más para que pueda preparar esas galletas".

Anne dio una mirada de reproche. "¿Por qué?" Al preguntar estuvo a punto de acercarse y exigir sus galletas nuevamente, pero su mirada viajó justo en la pierna donde se había apoyado antes y se asustó al ver esa mancha roja. "¿Eso es sangre...?"

Al escuchar la pregunta murmurada por la niña, todos miraron lo que la niña señalaba. Marco se acercó a su hermano con preocupación, pero Thatch parecía restarle importancia al asunto.

"En realidad, puedo decir que no sentí cuando el ataque llegó, pero hubieras visto cómo quedó el otro", mencionó entre risas.

Marco por supuesto frunció el ceño. "Esto no es gracioso Thatch, debes tener más cuidado".

Thatch simplemente iba a ignorar al mandón de Marco y su repertorio de regaños, pero el repentino llanto de la niña, fue lo que hizo que todos le prestaran atención a Anne.

"Perdón... Yo te lastime..."

El llanto incesante de la niña estaba preocupando a todos y Thatch ahora pensaba seriamente en aceptar que Marco había tenido razón. Casi estaba por ceder ante los caprichos de su adorable sobrina, y dejar para después el descanso y el chequeo con las enfermeras, cuando Lucy llegó y abrazó a la inconsolable pequeña.

"¿Qué le pasó?" Preguntó con exigencia.

Aquella mirada parecía completamente amenazante, hasta el punto de que algunos sintieron que la chica podría matar a cualquiera que se hubiera atrevido a hacer llorar a su pequeña hija. Thatch decidió ser el valiente que se acercara a explicar la situación y al ver la comprensión en la mirada de la chica, todos pudieron respirar con normalidad.

"Anne, ¿Recuerdas cuando aquellos bandidos de Terminal Gray quisieron pasarse de listos al invadir la Villa Foosha?"

Anne asintió entre llanto. "Lastimaron al señor alcalde y tú les diste una lección", respondió.

"Thatchy fue descuidado y lo lastimaron un poco por defender a gente inocente y buena como la gente de Villa Foosha", explicó. "Él estará bien, solamente debe ir a la enfermería y descansar por unas cuantas horas, pero te aseguro que no fuiste tú quien lo lastimó".

Anne asintió, solamente para ver al comandante de la cuarta división. "¿No fui yo quien te lastimó...?"

Thatch negó con una sonrisa. "Te aseguró que el causante fue un tonto que obtuvo su merecido", respondió. "¿Qué te parece si primero voy a la enfermería y descanso un par de horas? A cambio, te haré esas galletas que tanto quieres, te cuento como derrote a esos tontos que quisieron burlarse de Oyaji y, además, te muestro el tesoro que encontré en el camino".

La mirada de Anne brilló de emoción. "¿De verdad?"

Thatch asintió sonriente. "Incluso puedo darles otras formas a tus galletas, ¿Tal vez ositos?".

Anne rápidamente negó. "¡Ositos no! Eso sería como comerme a Teddy y Teddy es mi amigo".

Thatch carcajeó con la ocurrente explicación. "¿Tal vez corazones o estrellas?"

Anne aplaudió de acuerdo con la idea. "Prometo ser paciente entonces", respondió alegre. "Descansa entonces, tío Thatchy".

Thatch nuevamente sintió que podría morir por la ternura de su sobrina, pero debía cumplir con su parte del trato e ir directamente a la enfermería.

"¿Crees que Whiskey me mate por salir herido?" Le preguntó con temor a Marco.

"Seguramente tendrá algo de clemencia si le mencionas el acuerdo que tienes con la pequeña niña que todos en el barco adoran", respondió con burla, Marco.

Al menos Thatch tenía la esperanza de que si contaba su acuerdo, Whiskey no lo drogaría para mantenerlo bien dormido y lo más quieto posible para tratar sus heridas. Solo de pensar en esa posibilidad comenzó a temblar de temor...

~..~

Como Marco había mencionado, Whiskey tuvo misericordia con él en cuanto mencionó el acuerdo que tenía con la pequeña Anne. Así que después de unas horas de descanso y del arduo tratamiento médico, se encontraba preparando con todo su esmero y cariño, esas galletas.

Claro que de cierta manera le divertía ver como Anne esperaba en el comedor, no solo por las galletas, también por la curiosidad de ver lo que había en el interior de ese baúl que se había encontrado. Obviamente no era como si los demás en el comedor, pudieran ignorar el cofre perfectamente cerrado en la mesa donde comían los comandantes y madre e hija.

"Debes terminar tu comida, antes de poder comer las galletas".

Cuando salió de la cocina al haber dejado las galletas en el horno, pudo escuchar el regaño de Lucy hacía la pequeña niña. Anne estaba más curiosa por el cofre que en comer como debía, así que decidió ayudar un poco a la joven madre.

"Si no terminas tu comida, no habrá nada de lo que prometí", advirtió con falsa severidad. Obviamente esa niña podría conseguir lo que quisiera con esos ojitos de cachorrito qué tenía como armas mortales.

"¡Estoy comiendo!" Gritó Anne en respuesta.

Para diversión del chef, la niña comenzó a comer como usualmente lo hacía. Y claro, recibió un agradecimiento por parte de la madre de Anne, quien sonrió, solo para después, seguir comiendo.

"¿Qué se supone que encontraste ahora?"

La niña pequeña había terminado de devorar lo que sería su cena, justo a tiempo para escuchar la pregunta que le habían hecho a su tío Thatchy. Así que curiosa, dio una mirada brillante a su tío, esperando una respuesta a sus dudas.

"Aunque no lo crean esto podría ser lo más valioso que he encontrado en todos mis viajes", Thatch estaba orgulloso por su proeza, pero hasta él sabía que actuaba presuntuoso en frente de esos dos pares de ojos que brillaban emocionados por escuchar su historia y ver el contenido de ese cofre. "¡Encontré esto!"

Todos en el comedor se acercaron completamente curiosos de ver el contenido de aquel misterioso cofre y francamente, no muchos se emocionaron al ver el interior. Aunque claro, las más emocionadas eran Lucy y su pequeña hija.

"Una fruta del diablo... No es algo habitual, pero en este barco, tampoco es algo de gran importancia", Marco simplemente le restó importancia al asunto, mientras seguía leyendo el periódico que no había tenido tiempo de leer en todo el día.

"Marco tiene razón... Probablemente si te la comes obtendrás un poder genial, pero también existe el riesgo de que sea un poder inútil que me de mucha risa" Haruta dio una mirada a la fruta, esperando encontrar algo que en verdad le llamará la atención. "Yo diría que mejor la vendas".

Thatch vio a su hermano y compañero de travesuras. "¿Tú crees...?" A decir verdad, aún no tenía pensado que es lo que haría con esa fruta.

"¿Y por qué no te la comes?" Cuestionó Lucy con una mirada llena de emoción. "Se parece mucho a la fruta que me comí, así que ten por seguro de que te dará un poder genial".

Repentinamente la atención se vio puesta sobre la joven madre. A decir verdad, no todos en la tripulación habían visto los poderes que la chica poseía, incluso Ace se había preocupado, considerando que a Luffy le encantaba hacer uso de sus poderes de goma.

"¿Y exactamente qué poderes tienes?" Cuestionó con interés, uno de los muchos curiosos en el comedor.

Para nadie pasó desapercibida la mirada emocionada que madre e hija tenían. Y la enorme sonrisa que las dos tenían, era para Ace un alivio reconfortante de ver.

"Me comí la Gomu Gomu No Mi. Soy una mujer de goma", al decir lo último, se aseguró de estirar su mejilla con una enorme sonrisa en el rostro.

Anne aplaudió con emoción. "¡Los poderes de mamá son los mejores!"

Todos podían ver la alegría irradiando de ese par, pero ninguno entendía bien como el ser de goma podía dar emoción o siquiera podía ser algo de utilidad. Por supuesto, ninguno quería decir algo al respecto, puesto que tenían la ligera sospecha de que madre e hija se enojarían...

Aunque claro, había una que otra excepción...

"Eso suena a algo inútil si me lo preguntan..."

Ace no pudo evitar golpear su rostro con la palma de su mano. Ya veía venir las quejas y reproches de Luffy, pero él no fue el único que se sorprendió de ver que había alguien más dispuesta a defender a Luffy y sus fantásticos poderes de fruta del diablo.

"¡Pues nadie te pregunto, TONTO!"

El valiente que se había atrevido a decir esas palabras, repentinamente se sintió intimidado con todas las miradas puestas sobre él. Todo mundo en el comedor lo veían con una muda advertencia si se atrevía a decir algo a la niña pequeña que lo veía con enojo.

Sin embargo, el mismo hombre no estaba dispuesto a decir algo para defenderse, considerando que la mirada llena de enojo que la niña le enviaba era un castigo más que suficiente...

"Mami tiene unos poderes geniales y los utiliza de una manera tan genial. Se puede estirar, los golpes y caídas no le hacen daño y puede hacer sus manos y pies gigantes. También puede hacerse súper rápida y sus puños son tan fuertes y rápidos como unas balas, que la gente sea tan tonta para no darle un buen uso a ese poder, es otra cosa, tonto cabeza hueca".

La explicación de la niña le dio demasiada curiosidad al capitán Barbablanca y al comandante de la primera división. Ahora que Anne lo mencionaba, Lucy se había vuelto demasiado veloz el día que la conocieron, así que era demasiado extraño de escuchar que una simple fruta del diablo de la que muchos no podían esperar algo útil, tuviera todas esas cualidades...

"Wow... La pequeña Anne se enojó demasiado", Thatch se acercó con calma a la niña. "Si sigues enojada, tu lindo rostro se arrugará y quedarás tan arrugada como una pasa".

El enojo de la niña se convirtió en temor. "¡No quiero ser una pasa!"

Como era de esperarse, las risas no faltaron en el lugar. La pequeña Anne podía hacerlos preocupar, pero al mismo tiempo les daba alegría con sus ocurrentes cambios de humor.

Lucy por su parte, se aseguró de abrazar con fuerza a su hija. Anne la había defendido, aunque no lo necesitaba y le agradecía, aunque también tendría una buena charla para que no le faltara al respeto a los mayores. Podía ser que ella en su tiempo no fuera la más respetuosa, pero en su defensa, su abuelo no ayudaba mucho y el haber crecido con bandidos de la montaña tampoco era un buen ejemplo, pero Anne la tenía a ella, así que tenía que dar el ejemplo.

Por un instante, todos se olvidaron de la fruta del diablo o al menos casi todos. Había alguien que veía con demasiada insistencia esa fruta y sin que nadie se diera cuenta, una sonrisa maquiavélica surco su rostro al tener demasiado cerca la fruta que por tantos años había estado buscando.

La campana del temporizador que indicaba que las galletas que estaban en el horno sonó, pero la emoción no la pudo sentir la niña al comenzar a escuchar una voz que le decía que comiera la fruta que se encontraba en el cofre...

Algo estaba por suceder y la niña pequeña se sintió cohibida al presentirlo. Aunque no era la única, puesto que su madre solamente pudo abrazar a su hija con demasiada fuerza, también preocupada por el presentimiento de que algo malo estaba por ocurrir.

~..~

Era de madrugada, había cenado hasta quedar completamente satisfecha e incluso había tenido sus tan ansiadas galletas. Su tío Thatchy le había contado todas las aventuras que había tenido durante su viaje, así que Anne no entendía del todo, la razón por la que no podía dormir esa noche.

Con inquietud, miró a su mamá que estaba a su lado, pero ella se encontraba profundamente dormida...

'¡Cómela!'

Anne frunció el ceño al escuchar nuevamente esa voz. "No puedo hacerlo... Esa fruta es del tío Thatchy..." Murmuró con reproche, casi como si esperara que esa voz la dejará en paz.

'¡Cómela!'

"Déjame en paz..." Respondió en murmullo, esperando que la voz desapareciera, para poder dormir con la misma tranquilidad que su madre.

'¡Cómela! ¡Debes comer la fruta!'

"¿Por qué debo hacerlo?" Preguntó. "La fruta es del tío Thatchy, así que es él quien debe hacerlo", con cuidado se bajó de la cama, asegurándose de no despertar a su madre.

'¡Debes comer la fruta o algo malo sucederá!'

Anne se asustó con esa advertencia. "¿Algo malo va a suceder...?" Recordó la sensación que había tenido en el comedor justo antes de recibir sus galletas y temió que algo malo le sucediera a su tío Thatchy.

Lo más silenciosa posible, salió del camarote que compartía con su madre y corrió hacía el comedor. Si no recordaba mal, su tío Thatchy había dicho que esa noche debía limpiar como se debe la cocina y tener listos los ingredientes para el desayuno.

Por un momento, mantuvo la esperanza de que aquella voz se estuviera equivocando, pero al escuchar la voz adolorida de su tío y la voz de alguien más que parecía reír con maldad, Anne supo que algo malo estaba pasando.

Entró silenciosa al comedor y tuvo que contener un grito de horror al ver las heridas que su tío tenía y a su atacante con sangre en las manos. Nuevamente la voz le insistió que se comiera la fruta y esta vez Anne no pudo poner objeción alguna.

Casi como si fuera invisible para su tío Thatchy y aquel tipo de sonrisa malvada, se acercó al cofre y tomó la fruta entre sus manos. Justo antes de comerla, miró a su tío con temor, solamente para negar y comerse de varios mordiscos la fruta de horrible sabor.

"Tiene un sabor horrible..."

Por un momento, sacó en voz alta lo que pensaba, lo que ocasionó que la atención se dirigiera hacía ella. Pudo ver la mirada preocupada de su tío Thatchy, pero la mirada que aquel hombre le dirigía, solamente aterraba a la niña...

"¡¿TE COMISTE MI FRUTA?!"

Anne tenía miedo, pero aun así se plantó con expresión enojada. "¡Esa era la fruta del tío Thatchy!" Respondió. "Me la comí, porque algo me dijo que lo hiciera y creo que era para que tú no la obtuvieras".

Marshall D. Teach estaba furioso con la mocosa. Había esperado por tanto tiempo a que alguien en esa numerosa tripulación encontrará la fruta que tanto quería y ahora que al fin la tenía tan cerca, esa mocosa tenía que llegar y arruinar sus planes.

Claro, solo tenía que eliminar a la niña cerca de una fruta y asunto solucionado, pero eso no quitaba su disgusto, porque sabía que, al hacerlo, sería perseguido no solo por la tripulación...

"¡No te atrevas a tocarla!" Advirtió Thatch con furia, tratando de moverse a pesar de sus heridas.

Teach solamente lo vio con burla. "¿Qué piensas hacer para impedirlo?" Preguntó con diversión. "A duras penas puedes moverte..." Con saña, dio una patada al herido comandante de la cuarta división, riendo al escuchar el gemido dolorido.

"¡Déjalo en paz!" Anne gritó completamente preocupada.

Teach hubiera seguido en lo suyo, pero el grito de la niña no fue lo único que hubo en ese momento. La mocosa que se había tragado su fruta, uso de manera inconsciente sus nuevos poderes y por desgracia, la mesa que sin querer había absorbido con la oscuridad, le fue devuelta justo encima.

"¡Maldita mocosa!" Teach se aseguró de limpiar los escombros de la mesa, para acercarse a la niña. "No solo te comiste la fruta que era destinada para mí, sino que además te atreves a atacarme con mis poderes".

"No te tengo miedo", con molestia, dio un puntapié al hombre que había traicionado a la tripulación de su padre.

"¡Mocosa insolente!" Teach se aguantó el dolor, mientras se aseguraba de tomar el brazo de la niña con demasiada fuerza. "No tengo tiempo para perder y ahora por culpa tuya, tengo que asegurarme de escapar antes de que alguien venga y me atrape".

"¡No quiero ir contigo!" Anne gritó con molestia, mientras trataba de liberar su brazo.

Thatch trató de levantarse para evitar que aquel traidor se llevará a Anne. "¡Déjala ir ahora!" Gritó furioso.

Teach ignoró al herido comandante, mientras se aseguraba de tomar una de las tantas manzanas que habían quedado en el suelo. "¿Sabes? No era mi intención tener que hacerle daño a esta pequeña niña, pero ella no me dejó otra opción. Es una verdadera lástima, porque en verdad tenía la esperanza de tener en mi tripulación al comandante Ace".

"¡Ace nunca aceptaría estar en tu equipo!" Anne gritó con enojo. "¡Él no es un traidor como tú!"

Thatch estaba orgulloso de escuchar las mismas palabras que estuvo a punto de gritar, pero era más su preocupación por la niña. "Ella tiene toda la razón... Estoy seguro de que él hubiera hecho hasta lo imposible por buscarte para hacer justicia por la traición a la familia..."

"Supongo que de todas maneras lo hará, pero ya será demasiado tarde..."

Thatch quiso moverse y hacer algo para evitar que Teach se llevará a Anne, pero la pérdida de sangre y las numerosas heridas fueron lo suficientemente graves para que terminará inconsciente. Lo último que pudo escuchar fue a Anne pidiendo a su madre, mientras Teach se aseguraba de silenciarla antes de que diera aviso de lo que estaba ocurriendo.

"¡Mami...!"

~..~

Lucy repentinamente se sintió inquieta entre sueños. Aun sin abrir los ojos, tanteo justo a su lado, buscando a su pequeña hija, pero al no sentir a Anne, abrió los ojos completamente asustada.

Se preocupó al no ver a su hija en el camarote y más preocupada quedó al ver la puerta abierta. Así que, sin perder tiempo, salió apresurada del camarote, buscando siempre con temor a Anne.

Por un momento creyó que Anne estaría en el camarote de Ace, considerando que su hija había estado demasiado cerca de él, pero al abrir la puerta sin siquiera tocar y ver a Ace reaccionar completamente alarmado, supo que ella no había estado en el lugar.

"¿Qué sucede?" Cuestionó Ace con preocupación.

"Anne no está..."

Ace asintió, mientras salía de su camarote. "Tal vez fue al comedor... Ella es igual de tragona que nosotros".

Lucy asintió apenas. "Tal vez tengas razón..."

Aun cuando Ace había tratado de calmar la preocupación de Luffy con esas palabras, no parecía que lo hubiera logrado. En su lugar, tuvo que seguirla, junto al resto de los comandantes que habían despertado con el escándalo generado por la puerta que Luffy había derribado.

Por un momento esperó que el comedor estuviera lleno de risas de su pequeña hija y de Thatch, pero al entrar, solamente vieron a Thatch completamente inconsciente con un charco de sangre debajo de él.

"¡Thatch!"

Marco fue el primero en acercarse a verificar el estado de su hermano. Aún respiraba, pero las heridas no le decían nada bueno de su estado.

"¡Llamen a las enfermeras!"

Haruta fue el único en reaccionar ante la orden de Marco y corrió completamente apresurado hacía la enfermería. Los demás comandantes rápidamente se dispersaron para verificar que el valiente que había abordado su barco y atacado a uno de los suyos, siguiera a bordo, para impartir justicia.

Marco se aseguraba de mantener estable a Thatch, mientras Ace veía preocupado a Luffy. Ella no estaba viendo a Thatch, ella veía la pequeña sandalia de Anne tirada justo en la entrada del comedor.

"¡Anne estaba aquí!"

Escuchar ese dato solamente incrementó la preocupación de los dos comandantes conscientes en el comedor. Ace rápidamente trató de tranquilizar a Luffy, pero fue Thatch quien solo causó que la preocupación se hiciera más grande cuando despertó.

"Se la llevaron..."

"Thatch no te muevas" Marco pidió con falsa calma. "Perderás más sangre si lo haces..."

Thatch solamente negó, mientras veía completamente arrepentido a la joven madre. "Marshall D. Teach es el traidor... Él se llevó a Anne-chan porque ella se comió la fruta que encontré..."

"¿Hace cuánto fue eso?" Ace preguntó completamente alarmado.

"No lo sé... No pude mantenerme despierto y lo último que vi es cuando se la llevaba..."

Por un breve instante, Ace sintió temor por el bienestar de su hija, pero Luffy no esperó más palabras, así como tampoco espero saber sobre el estado de Thatch. Dio una mirada a Marco y pudo respirar tranquilo al verlo asentir para que la siguiera.

Se sorprendió de ver como Luffy entraba nuevamente en su camarote, solamente para sacar el viejo sombrero de paja que no la había visto usar en todo ese tiempo. Pero al verla sacar lo que parecía una Vivre Card de la cinta roja, y colocarse el sombrero como en los viejos tiempos, supo que ella estaba por cometer una locura.

"¿Qué vas a hacer?"

"¿Qué no es obvio? ¡Voy a ir por mi hija!"

"No tienes que hacerlo, yo me encargaré de traerla de vuelta".

Luffy solamente frunció el ceño. "¡Es mi hija!"

"¡Y también es mía!" Respondió Ace. "Además, Teach era parte de mi división. Es mi deber detenerlo".

"¡Pues no me importa tu maldito deber!" Gritó furiosa. "Fue uno de los suyos el que se llevó a mi hija, así que no puedes culparme si no confío en su tripulación en estos momentos".

Luffy ni siquiera espero alguna respuesta de su parte. En su lugar, salió con demasiada prisa del camarote, hasta llegar a cubierta y aun cuando vio que las enfermeras ya estaban en el comedor y que el capitán de la tripulación se encontraba de pie justo fuera del lugar.

Aun así, ella no estaba dispuesta a quedarse en el barco por más tiempo.

"¡Trata de calmarte Luffy!"

Ace llegó apresurado para tomar el brazo de la chica. Estaba preocupado por el bienestar de Anne, pero también tenía la certeza de que, si dejaba que Luffy se fuera de esa manera, no volvería a ver a ninguna de las dos.

Al parecer, el resto de la tripulación también sabía lo que había pasado, pero la mayoría estaba más al pendiente del estado de Thatch. Aun así, el capitán se acercó con preocupación en su rostro.

"Sé lo que ocurrió y estoy más que dispuesto a hacer lo necesario para llegar a Anne antes de que sea tarde".

"Este barco no es lo suficientemente rápido para llegar a ella", respondió Luffy con seriedad.

"Entonces no vayas sola", pidió con preocupación. "Ace también está preocupado por la hija que tienen en común. Te aseguró que él haría lo imposible por traerla de vuelta sana y salva..."

"¿Y si es demasiado tarde?" La sola idea de que no pudiera ver a su hija nuevamente le aterraba demasiado. "Anne es lo más importante para mí..."

"Eso no pasará Luffy", Ace la tomó de los hombros sin perder la mirada llena de convicción. "Es nuestra hija después de todo".

Luffy asintió con una versión diminuta de su sonrisa habitual. "Nuestra hija..."

"Solo prometan que se mantendrán a salvo hasta que lleguemos a su posición".

Ace asintió. "Eso es lo que planeamos hacer".

Luffy estuvo de acuerdo. "Aunque no prometo nada con respecto a ese maldito traidor".

Al final, todos los tripulantes vieron como tanto Ace como Lucy abandonaban el Moby Dick completamente apresurados. Todos igual de ansiosos de que llegarán a tiempo para salvar a la pequeña niña.

Barbablanca incluso, había dado órdenes a los navegadores para que siguieran el curso en dirección al pedazo de aquella valiosa Vivre Card. Siempre atento de que el papel con el nombre de Anne no comenzará a quemarse o sabría que algo malo estaba ocurriendo con la niña...

~..~

Sabo llevaba días navegando. Demasiado ansioso por volver a ver a Luffy y a Ace.

Era una verdadera fortuna que al viejo loco de Garp se le hubiera ocurrido dejarle a Dragon una Vivre Card tanto de Luffy como de su sobrina. Sin embargo, cuando vio que la Vivre Card de Anne cambiaba de dirección, supo que algo malo estaba ocurriendo. Así que, siguiendo su instinto, cambió el rumbo hacía la dirección a la que apuntaba la Vivre Card de su sobrina, esperando estar equivocado con su corazonada.

Anne mientras tanto estaba demasiado asustada. Aquel hombre traidor la había atado y no entendía bien cómo es que esa cadena con la que la inmovilizó la dejó completamente agotada.

Aun así, ella no le daba el gusto de que la viera llorar, a pesar de que en verdad quería estar en los brazos de su madre justo en esos momentos. Incluso daría lo que fuera por estar cerca de Ace.

"En verdad tenías que comerte mi valiosa fruta del diablo..." Teach aún seguía en negación. "Es una verdadera lástima, porque en verdad llevas en tu sangre una combinación demasiado alocada. Podrías haber sido parte de mi grandiosa tripulación, junto a tu padre".

Anne frunció el ceño con enojo. "Ace no se uniría a ti, aunque su vida dependiera de eso", soltó con voz temblorosa. "A diferencia de ti, él es leal al abuelo Pops".

Teach solo pudo mirar a esa niña con demasiado rencor. "¡Me tienes harto maldita mocosa!" Furioso, alzó a la niña para tenerla justo frente a él. "Esto no estaría pasando si no te hubieras comido lo que me pertenece, pero ahora, por tu maldito error, perdí la oportunidad de tener al hijo del difunto rey pirata en mi tripulación y tampoco puedo darme el lujo de entregarte a la Marina, porque debo quitarte la Yami Yami No Mi. Pero de algo debes estar segura niña... Me voy a asegurar de que sepas que voy a hacer sufrir a tu madre..."

Anne no pudo decir nada al respecto. Escuchó cada una de las palabras de ese traidor. No entendía porque quería entregarla a la Marina o a quien se refería, pero tenía seguro algo...

Tenía demasiado miedo, pero al escuchar las intenciones de ese hombre con respecto a su madre, era como si algo en ella gritará...

Tal vez era pequeña, pero había escuchado cosas de algunas personas con respecto a su madre. Adoraba a su bisabuelo, pero lo que había escuchado, hacía que ella guardará cierto rencor hacia él. Sabía bien que su madre quería ser pirata, incluso sabía que en el pasado ella adoraba usar ese viejo sombrero de paja, pero su llegada al mundo fue lo que arruinó los planes de su madre.

En algún punto deseó no haber arruinado la vida de su madre, pero aún recuerda el día en el que con tristeza le dijo todo lo que había escuchado por boca de los demás y con su mamá lloró, mientras le agradecía el haber nacido...

Su mamá siempre la protegía y siempre le demostraba su amor, así que Anne no estaba dispuesta a dejar que ese hombre le hiciera algo malo a la persona que más amaba en el mundo...

"¡DEJA A MI MAMÁ EN PAZ!"

Teach no pudo evitar soltar a la niña y quedar casi al borde de la inconsciencia. Esa había sido una poderosa demostración de haki del conquistador y todo ese poder venía de una niña demasiado pequeña.

Apenas logró reaccionar, supo de inmediato que era mejor acabar con la vida de una posible amenaza, pero justo antes de que pudiera tocar a la niña, sintió un poderoso golpe que lo mandó demasiado lejos de su bote.

Sabo agradecía el haber seguido sus instintos y el haber llegado a tiempo para salvar a su sobrina. No tuvo tiempo de sorprenderse por el potencial de su sobrina, así que con rapidez y con toda la fuerza que se permitió ejercer, dio un golpe en el rostro de aquel maldito que había intentado hacerle daño a Anne.

"¿Estás bien?" Con preocupación, se aseguró de quitar cada una de las ataduras de la niña.

Anne quería decir que sí, que en verdad no había tenido miedo, pero en su lugar, negó, mientras lloraba desconsolada. "¡Quiero a mi mamá!"

Sabo no pudo evitar ver a Luffy en esa pequeña niña. Y como en el pasado había hecho con su hermana menor, tomó a la pequeña niña en sus brazos, mientras trataba de calmarla.

"Descuida pequeña... Te prometo que te llevaré hasta ella".

Tal vez no era la manera en la que tenía pensado volver a ver a sus hermanos, pero en verdad agradecía el haber llegado a Anne antes de que fuera demasiado tarde...

Jamás se hubiera perdonado si llegaba tarde una vez más...

Y sin que ninguno de los dos lo supiera, tanto el padre como la madre de aquella niña, se acercaban a ese bote a toda prisa...

Continuará...

~°ɞ°~~°ɞ°~

NOTAS: Y eso ha sido todo por este capítulo. Si les está gustando la idea sobre el fic, les agradecería que me lo hicieran saber con sus lindos comentarios :3

Sabo llegó justo a tiempo para salvar a su sobrinita...

Próximo capítulo: "Para Proteger...", Donde Ace se da cuenta de que tiene más que perder...

Chau chau (^3-)/

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