CAPÍTULO ÚNICO

La década de los 50 's fue una época de conservadurismo y moralidad estricta. En ese contexto, el amor prohibido entre dos hombres era casi impensable. Pero para Jung Hoseok, el deseo y la pasión que sentía, era más fuerte que cualquier prejuicio.

Jung Hoseok era un hombre casado, con hijos y una vida aparentemente perfecta. Trabajaba como abogado en una firma prestigiosa y tenía una reputación intachable en la comunidad. Sin embargo, sus sentimientos hacia los hombres siempre habían estado presentes, pero nunca se había atrevido a explorarlos hasta que conoció a él:

——¡S-Señor! ¡Lo siento mucho de verdad!

El muchacho, avergonzado comenzó a buscar entre sus bolsillo algún pañuelo limpio luego de que accidentalmente había querido destapar un bote de pintura, el cuál fué a caer al hombre de traje costoso quién al verlo, lejos de molestarse, quedó terriblemente cautivado por la belleza del muchacho, quién a juzgar por sus facciones y forma de hablar, supuso que no era de por aquí.

——¿Tú pintaste eso?

El castaño asintió, viendo con orgullo el enorme mural que había hecho para una floristería.

——¿Es bonito, verdad?

Kim Taehyung por esos años, era un joven artista, recién llegado de la ciudad y del que Hoseok se había enamorado perdidamente desde que lo conoció. Él era un hombre libre, sin ataduras ni responsabilidades, y su espíritu aventurero, había atraído a Jung desde el primer momento que se conocieron. Siendo que desde su primer encuentro inesperado, decidieron formalizar una amistad que poco a poco se convirtió en algo más hasta el punto de enamorarse el uno del otro.

Pero su amor estaba destinado al fracaso.

——¿Realmente me amas, Hoseok? ——cuestionó el muchacho, mientras su cuerpo desnudo se aferraba fuertemente al contrario quién lejos de separarlo, lo mantenía junto a él mientras esparcía besos dulces sobre su cuello y labios.

——Te amo… ——murmuró, dejándose llevar por el reflejo de esos ojos miel, los cuáles le veían con amor——pero sabes perfectamente que esto no podría llegar a ser…

Y tan pronto cómo dijo aquello, el joven comenzó a llorar.

Ya que si bien era cierto, la sociedad de la época no aceptaba la homosexualidad y si se descubría su relación, sus vidas se destruirían. Jung Hoseok tenía mucho que perder, su reputación, su trabajo, su familia. Y si Taehyung no quería aceptarlo, en el fondo tenía miedo de ser perseguido y discriminado por su orientación sexual.

A pesar de todo, continuaron viéndose en secreto, encontrando momentos robados en los que podían estar juntos. Fueron momentos dulces, llenos de pasión y amor, pero también llenos de miedo y angustia por lo que pudiera pasar si alguien los descubría.

Un día, mientras estaban juntos en un parque, fueron descubiertos por un grupo de jóvenes que comenzaron a insultarlos y amenazarlos. La situación se volvió violenta y Hoseok y Taehyung tuvieron que huir para salvar sus vidas.

Esa misma tarde, Hoseok estaba tan enojado que tenía miedo que alguien cercano a él pudiese descubrirlo. Tanto así que tras dejar a Taehyung en su departamento, se cuestionó si realmente valía la pena seguir con todo, mientras Taehyung se maldecía al tener vivir así; enamorado de alguien que no podía corresponderle de todo. Un amor agridulce del que gracias a la época y los prejuicios, jamás podrían disfrutar.

——¡P-por favor no te vayas! ——rogaba desconsolado el castaño luego de ver al mayor bajar apresuradamente por las escaleras——¡Yo te amo…!

——Es que esto no puede ser, Taehyung——murmuró, con la voz hecha pedazos——. No podemos… tú y yo——se señaló así mismo con los ojos repletos de lágrimas——Yo estoy casado, tú eres libre… y si bien, hemos cometido toda clase de encuentros desde la vez que nos vimos, sabes perfectamente que algo cómo un felices para siempre no podría llegar a ser.

——Tú dijiste que me amabas…

——Quizás no debí de abrir mi boca esa vez.

Desde ese entonces, sus vidas habrían cambiado para siempre. A pesar de los largos meses en constante pasión a escondidas del mundo, de besos y mucho amor del que desgraciadamente habría llegado a su fin, Taehyung pensó que era momento de no continuar al darse cuenta que entre ellos dos, él era el único dispuesto a dejar todo por Hoseok, quién a diferencia de este último, no podría arriesgar su vida y reputación por más amor que sintiera por el otro.

Siendo que después de su último encuentro tras meses de no haberse visto, sus salidas a escondidas y todo ese amor que Taehyung había deseado conservar, habría llegado a su fin cuándo de forma inesperada, Hoseok habría ido a visitarlo, pero no cómo a Kim le hubiese gustado.

——Quiero que sepas que esta será la última vez que vas a saber de mi, Taehyung. ——confesó, mientras que el castaño por su parte, hacía un esfuerzo sobrehumano por no llorar——Ya que mi esposa lo sabe y bueno… Hemos decidido que por el bien de mi reputación y mi familia, lo mejor es irnos del país.

Taehyung no le respondió. Más bien, aprovechó el momento en que lo tuvo al frente para propiciarle un golpe en la cara, seguido por un *Viaje bueno, Jung" antes de echarlo a gritos de su departamento.

——Sólo espero que esta vez sea en serio——berreó, mientras el contrario contenía sus fuerzas tras ver al castañito romperse en mil pedazos——Porque te juro que a partir de hoy quiero dejar de ver tu jodida cara——jadeó entre lagrimas——, y quiero olvidar que alguna vez estuve contigo.

Y tal y cómo Taehyung lo decretó, eso se cumplió.
Pues años más tarde, tras una salida del trabajo de Jung, este se habría enterado por medio de un período que un joven de 34 años habría perdido la vida tras un accidente de tráfico en la ciudad donde residía. Un accidente supuestamente intencional luego de que haya sido partícipe de marchas a favor de la comunidad LGBT por aquellos años. Por otro lado, el dolor y la tristeza lo invadieron, y se dio cuenta que el amor que había perdido era lo más valioso que había tenido en su vida. Pero debido al miedo, a las injusticias, a las normas y estigma que había por esos años, eran los causantes de que jamás haya tenido el valor suficiente para haber defendido a su único amor. Pero ahora que lo había perdido, sabía que ya no había nada más por hacer más que lamentarlo para siempre.

Incluso, hasta en su vejez.

. . .

——¿Quién es él, abuelo?

Ante la pregunta de su nieto, el anciano miró con atención el libro que llevaba en sus pequeñas manos. Era un libro de fotografías, dónde curiosamente había fotos suyas y la de alguien más las cuáles había ocultado entre sus libros que se hallaban muy bien colocados entre esos enormes estantes.

Al ver de qué se trataban, este suspiró y pidió a su nieto que se las mostrara.

——Sé que este eres tú, pero… ——señaló a un muchacho joven a su lado, ¿Quién es él?

El anciano sólo sonrió, mientras dirigía su arrugado pulgar hacia el rostro de este, al cual acarició suavemente, antes de susurrar.

——Quizás mi primer y único amor.

——¿Por qué quizás? ——le miró curioso——¿Acaso mi abuelita jamás te gustó?

——Tu abuela fué una buena compañera de vida. Sin embargo… ——tragó saliva con pesadez——en mis años de juventud quizás el estar con otro hombre no era lo más correcto que digamos.

——¿Y él dónde está? ——esa pregunta destrozó su corazón, tanto así que al ver los ojitos curiosos de su nieto, por un momento juró ver los del alegre castaño a quién le rompió el corazón——¿Jamás lo volviste a buscar?

——Él…

Pero no pudo decirlo. Ya que al ver llegar a su hijo, este guardó silencio y simplemente sollozó.

——¿Taehyung?, ¿Por qué haces llorar al abuelo?

Ante esto, el hombre mayor negó y tomó el libro de fotografías antes de cerrarlo. Jeon  Jungkook, su nieto, a diferencia de lo que a él se le recriminó, había podido vivir la vida perfecta que a él le hubiese gustado vivir. Él era un hombre exitoso, con una vida hermosa al lado de su verdadero amor, un chico, y junto a su único hijo, Jeon Taehyung. Nombre que curiosamente su pareja, Jimin, había sugerido tras haber conocido la historia de quién alguna vez había sido Kim Taehyung, un activista de los años 60 's el cuál desgraciadamente, habría muerto por un acto cruel de homofobia.

Y del que curiosamente, ellos no tenían idea de que él mismísimo Jung Hoseok, había tenido la dicha de conocer y además, de poder compartir su corazón.

——Abuelo, ¿estás bien? ——preguntó su nieto luego de verlo secar sus ojitos——¿Te sientes mal?

——No-No——negó mientras abrazaba su librito con fuerzas——No pasa nada.

——¿Está seguro, señor Jung? ——la pareja de su nieto se le acercó también——Porque si se siente mal, sabe que podemos traerle a su enfermera para que lo cuide.

——No se preocupen por este anciano, estoy bien——trató de reír, mientras golpeaba ligeramente el brazo de su nieto——En realidad tenía algo en el ojo, así que no pasa nada. ¿Ustedes ya se van?

Jungkook asintió. Tomó a su hijo entre sus brazos y le comentó;——Tengo una junta hoy, y Jimin va a ir a la escuela de Tae ya que tiene junta de maestros. Después de todo, vendremos más tarde para la cena de navidad.

——En ese caso——le sonrió a los tres——, cuídense mucho.

Su nieto sólo asintió, depositando un beso en la frente antes de decirle adiós.

——Llama al teléfono si necesitas que venga a verte, ¿si?

Hoseok asintió——Trataré. Aunque sabes que soy malo con la tecnología actual.

——Es fácil abuelo——se carcajeó el chico——sólo es cuestión de buscar mi contacto y darle a llamar.

——Bien, bien, váyanse ya antes de que se les haga tarde.

Dicho esto, la pequeña familia se despidió. Tomaron sus abrigos y al partir, Hoseok aprovechó nuevamente para ojear ese pequeño libro de recuerdos que había conservado a escondidas de su ya actual difunda cónyuge.

Revisó cada página, algunas con solo textos y otras con pequeñas fotografías blanco y negro que había tomado junto con Taehyung.

Y ya al final, yendo específicamente a la pasta de esta, pudo ver un lindo retrato de él y Taehyung en el cuál decía:

Te amaré en esta y en las otras mil vidas.
-Taehyung, 1956.

Hoseok lo leyó una y otra vez hasta que de pronto, la puerta de su hogar comenzó a ser tocada por lo que una vez dejó su pequeño librito de recuerdos junto a otra mesita, tomó su bastón y entre pequeños pasitos, se dirigió hacia la puerta creyendo que era su nieto o alguien más para después abrirla, siendo que al momento de dar el primer paso hacia afuera, se encontró con todo completamente diferente incluyéndolo a él.

Su forma de caminar era más rápida, tanto que no necesitó de un bastón para andar. Además, noto qué una vez se vio las manos, ya no había arrugas ni imperfecciones a causa de la vejez.

Él sabía que pasaba. Y si bien, aún no quería asimilar lo que le había ocurrido, todos sus miedos parecieron esfumarse cómo el viento al oír una voz familiar detrás de su espalda. Era una voz dulce que le caló desde la punta de la cabeza hasta los pies.

Y finalmente, al darse la vuelta y ver quién era quién le llamaba, rompió en llanto y extendió sus manos al ver que quién esperaba por él, era nada más y nada menos que Kim Taehyung.

——Bienvenido a casa, Hoseok.

Él contrario corrió, desesperado antes de hundirse entre sus brazos y llorar desconsolado al tener la dicha de tenerlo entre sus brazos una vez más.

Sólo que a diferencia de ser "una vez más", era que esta vez, sería un "para siempre" tal y cómo Taehyung se lo prometió.

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