—¡Te lo dije, te dije que dejarás las apps de citas!

—Lo sé —gimió ella retorciendo su camisa—. Lo siento, pero... —Su última cita había resultado ser de la mafia. El acento italiano y los trajes finos debieron haberle dado una pista, pero como no se convenció hasta que la llevó a cenar con "la familia", ahora estaba más que atorada en una relación que quería terminar.

—No vayas al callejón si eres un gato de casa. Ellie, tú no sabes andar por lugares ni con gente peligrosa, ¿cómo se te ocurrió aceptar una invitación así?

—Porque soy tonta —sollozó—. Oh, Mel, ¡no sé qué hacer! Me pidió que eligiera el siguiente lugar de la cita.

—Tranquila —La abrazó el felino por fin dulcificando su tono—. Tengo un plan. Llevaremos este gato grande a nuestro propio callejón.

—No comprendo.

—Resulta que nuestro bar es uno de los favoritos de los policías. Tal vez, si van allí, él se desanime contigo. Podemos pedirle al oficial Gilthunder que finja ser tu hermano, y yo puedo flirtear contigo, si quieres.

Ella no supo qué le había acelerado más el corazón, la absoluta firmeza de su apoyo, o la noción de él invitándole una copa tratando de conquistarla, pero al final nada de eso fue necesario. Un par de días después, el capo fue detenido por el comandante Escanor, ella no se vio involucrada para nada, y las aplicaciones de citas quedaron borradas de su celular definitivamente.

***

Ay esa Eli XD Pero parece que al fin aprendió la lección, fufufu. Hola a todos, aquí Coco, quien los saluda con muchos besos y abrazos en este fresco lunes de agosto, y espera tengan una fabulosa semana llena de buena vibra y amor. Ando un poco atrasada con ustedes en esta y otras historias, pero no se preocupen. Este último mes de verano aún tengo cosas para hacerlos disfrutar ^u^ ❤ ¡Nos vemos pronto para más!