Advertencia: primera escena sexual explícita de esta obra. Procedan con precaución gatitos 😽

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Desde que era pequeño, Meliodas creía que estar en la cama de Elizabeth era natural. Perseguir el pescagato, rodar sus bolitas de estambre, darse un baño de lengua. Jamás imaginó hacer algo como lo que estaba haciendo en ese momento.

—¡Angh! —gimió mientras continuaba tocándose. Cambió la caña por su miembro, su estambre por sus esferas, y no había baño que lo calmara, pues estaba completamente afiebrado—. Es como... si estuviera en celo —jadeó, aumentando la velocidad de su mano—. Estoy ardiendo. Tengo miedo, ¡Ellie! —pero llamarla solo empeoró su condición.

Desde que se convirtió en humano, todo se había vuelto extraño. No es como si hubiera dejado de amarla, al contrario, la amaba más, pero la manera en que pensaba sobre ella se había transformado. En especial desde que lo miro de "ese" modo. No tenía sentido seguir negándolo. La deseaba. Y eso lo aterraba, pues le parecía completamente antinatural.

—Quiero aparearme contigo —lloró rindiéndose por fin y llevando ambas manos a su entrepierna—. Quiero que seas mi compañera. Quiero que me ames como yo te amo, ¡Elizabeth! ¡Aaaah! —gritó liberándose sobre las sábanas. Cuando por fin se calmó lo suficiente para ver la gran mancha blanca, de nuevo se horrorizó—. Tengo que limpiarlo. —Su gato interno se lo impidió.

Debía dejarle su olor, una pista de su deseo. Lo esparció lo suficiente para que no se viera. Esa noche Elizabeth tuvo uno de los sueños eróticos más fuertes de su vida. 

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Fufufu 😏💕🔥 Les dije que el rumbo de esta historia estaba por cambiar. ¡Hola a todos! Aquí Coco, quien les desea un maravilloso inicio de semana, y espera que puedan perdonarla por abrirla con esto, ¡kyaaah! >///< Nuestro gatito está que explota. ¿Será que Ellie se da cuenta antes de que pase algo grave?