Las estrellas me recuerdan muchas cosas, desde el más pequeño recuerdo, hasta la más grande sensación que siento dentro de mí cuando pienso en algo.

Cuando era pequeña me convencí de que las estrellas no eran sólo puntitos en el cielo, sabía que había algo más ahí, que cada vez que mis oculares se dirigieran al manto celeste, imaginaría miles de cosas sorprendentes, aventuras por el espacio, sentimientos volando mientras acariciaba un punto brillante al cual conocemos como estrellas.

Llegué a ma adolescencia, a la juventud, y pronto a la adultez, y sigo imaginando miles de cosas allá arriba. ¿Qué más habrá aparte de cientos de puntitos brillantes? ¿Habrá algún ser vivo pensando lo mismo que yo mientras miramos la misma estrella?

Sin embargo, al expresar mis ideas y sentimientos a mis progenitores y seres queridos, o personas cercanas, pensaron que era una locura. Nadie creía en mis supersticiones, nadie creía cuando yo les contaba que cuando miraba al cielo, en ciertas ocasiones que me levantaba a la media noche, veía las estrellas moverse y de un brillo intenso aparecer una nueva.

Mi madre y mi padre no me creyeron cuando les conté que ví nacer una estrella, a la medianoche en punto, mientras admiraba el manto celestial despejado.

Sin embargo, aunque nadie creyó en mí, yo lo hice, y una fuerza celestial me respaldaba.

Conforme han pasado los años, mi estrella aparece y desaparece.

Nunca sabemos cuál es nuestra estrella hasta que sentimos conexión con algo que ni siquiera conocemos. Me dijeron un día: "es una simple estrella, no puede estar conectada con vos" pero yo sentía algo distinto. Encontrar tu estrella no significa escoger la más brillante ni la más grande, mucho menos la más exótica. Llega un momento, en que miras al cielo y la ves ahí. Reconoces esa estrella en cualquier punto del cielo, la admiras y quieres tenerla entre tus manos.

Las estrellas, para mí, no son simples puntos; son amor, inspiración, y representan cada sueño de cada niño que del mundo, incluso aquellos que ya han crecido.

Hacía mucho tiempo que no miraba hacia el cielo e intentaba contar cada estrella y querer tocar la mía, hacía mucho que no observaba la luna. 

Perdí inspiración a leer, a dibujar, a cantar, escribir, o incluso sonreír.

Tenía severos problemas al actualizar mi historia, pues no encontraba inspiración. No podía leer un libro, pues luego perdía noción de la lectura y no sabía con exactitud lo que estaba leyendo. En ocasiones, me levantaba en la medianoche o la madrugada a ver las estrellas, aunque siempre tuve nictofobia. Eran altas horas de la madrugada cuando obtenía una gran porción de inspiración y me ponía a escribir.

Fue así por bastante tiempo hasta que un día me olvidé de que había un cielo estrellado por tener mi vida gris.

No es fácil ser escritor, pintor, cantante o dibujante.

La mejor inspiración la obtengo en lugares especiales para mí.

Y luego de meses de agonía, finalmente pude volver a ver el cielo, sonreír mientras estaba rodeada por la espesa oscuridad, y obtener la tranquilidad que por meses anhelé.

Aunque dicen que los cristianos nos la tenemos fácil, pues tenemos a Dios con nosotros, muchas veces tenemos las peores batallas para poner a prueba nuestra fé.

Conozco cristianos que tienen problemas con la pornografía, la masturbación y la fornicación. Para los demás no es nada, pero para un Cristiano es difícil, pues el placer que te ofrece lo malo en ocasiones se ve más tentador que lo bueno.

Incluso yo, tengo crisis de depresión, ansiedad, personalidades y bipolaridad, pero, aunque todo sea doloroso, nos toca soportar.

En ocasiones me llamaron maniática religiosa por mencionar a Cristo en una historia que eliminé de wattpad, pero se equivocan. Soy un simple ser vivo con ganas de que todo el sufrimiento humano acabe, que ríe y llora, trato de ser lo mejor con los demás, pues no soy Dios para juzgar a nadie, como lo hacen muchos "cristianos".

Hasta en las iglesias hay hipocresía y maldad. Hay homofobia, cuando nuestras doctrinas nos enseñan que hay que amar al prójimo. Son criticadores, cuando nos enseñaron a no hablar mal de nuestros hermanos y dar mal testimonio.

En esta vida no es fácil, y yo utilizo estas letras para expresar un poquito de lo que siento.

Ánimo, no reprimas lo que sientes.