Capítulo 44

Todos estaban ocupados con el funeral, reciviendo a la gente con sus condolencias, yo solo me limitaba a estar sentada en un sillón cerca del ataúd de mi abuela, no habia llorado desde ese dia en el hospital, tampoco queria verla dentro de ese ataúd, aun queria mantener el recuerdo de su sonrisa en mi mente, cerré los ojos por unos segundos y solté un gran suspiro.
Por fin decidí levantarme de aquel sillón y salir afuera de la funeraria, tanta gente desconocida para mi, tanta gente que aun no sabían de mi amnesia, me desesperaba, realmente estaba algo molesta, sali a un jardin donde se podían observar a la perfección las flores, me recargue en el barandal tan solo para dejar escapar unos cuantos suspiros.

-¿Kim?- escuche preguntar a mi abuela desde la puerta.

-Ahora no abuela- conteste sin mirarla.

-Pero Kim...

-Quiero estar sola-conteste sin volverla a mirar.

-Kim-insistio ella.

-Quiero estar sola abuela-dije casi gritando- por favor solo déjame sola.

Oi como ella se retiraba de la puerta, yo solo pude colocar mis manos sobre mi rostro, me sentía realmente horrible.

-¿Kim?

Pregunto una voz conocida, sabia de quien era voz pero nisiquiera me limite a contestar solo permanecí en silencio para poder ahogarme junto con mis penas.

-¿Kimberly?-volvio preguntar.

Yo seguí permaneciendo en silencio.

-Berly, no me ignores- dijo Frederick mientras se acercaba a mi y me tomaba del brazo- por favor mírame.

Baje mis manos de mi rostro y observe con atención aquellos ojos cafés estaban llenos de tristeza, senti como pequeñas lagrimas recorrían mis mejillas una tras otra, Frederick comenzó a limpiar mis lagrimas con delicadeza con su pulgar mientras me observaba atentamente, despues de soltar un leve suspiro llore en los brazos de Frederick, tal como un niño llora a su madre asi era mi llanto, llena de agonía y dolor, apretaba con fuerza la espalda de Frederick no queria ser soltada de entre sus brazos que me hacían sentir tan protegida, mientras seguia en mi llanto interminable de dolor oí como Frederick tambien lloraba levemente conmigo mientras me abrazaba con fuerza.

-Por favor no me dejes nunca-le dije a Frederick mientras a un lloraba- por favor no me dejes tu también.

-Jamas te dejaré-dijo Frederick mientras tomaba entre sus manos mi rostro y me mirada fijamente a los ojos-siempre estaré contigo.

No podia evitar seguir llorando, esas palabras me hacían sentir una leve alegría en este corazón que estaba lleno de dolor.
Enfoque mi mirada en esos ojos cafés que derramaban pequeñas lagrimas, el coloco su frente junto con la mía, mientras me acariciaba el cabello, mi llanto comenzó a cesar.
En cuanto menos me lo espere me habia quedado dormida, cuando abrí los ojos, mi pecho se sentía tranquilo pero algo vacío, ese sentimiento sabia de donde habia empezado, despues de todo habia perdido tambien a mis padres. Lo unico que observaba al abrir los ojos era el asiento del conductor de un auto, estaba acostada en el regazo de Frederick quien me acariciaba la cabeza con delicadeza,moví la cabeza un poco para saber donde estábamos, era un panteón ya estaban a punto de enterrarla, Frederick noto que habia despertado por lo que dejo de acariciar la cabeza, me levante y procedi a sentarme a su lado, observe un momento a Frederick quien me estaba mirando con una leve sonrisa.

-Frederick.

-¿Si?-dijo dulcemente.

Realmente se habia quedado conmigo todo este tiempo,solté un leve suspiro y trate de recargarme en su pecho, el noto lo que estaba tratando de hacer por lo que se acomodo para que pudiera recargarme en su pecho, lograba oír como su corazón latina, parecia estar algo nervioso, pero decidí mejor no decir nada, ambos estábamos en un silencio tan cómodo donde lo último que sobraban eran las palabras.

-Gracias-dije mientras trataba de abrazar a Frederick.

Frederick me tomo de los brazos y me sentó de nuevo, me acomodo el cabello,mientras me daba leves sonrisas, comenzó a acariciar con mucha delicadeza mi mejilla, yo tome su mano y cerré los ojos, no con la intención de indicarle que estaba bien, lo unico que senti fue como recargos su frente contra la mía donde acto seguido me dio un pequeño beso en la mejilla.

Por fin habia salido salir del auto y dirigirme a lo que ahora era la tumba de mi abuela, estaba llena de flores a su alrededor, solté una leve sonrisa y deje una rosa, despues de un rato volví al auto con Frederick y Alex, nos diriguimos a una casa con un enorme jardin.

-Ya hemos llegado a casa, Kim-dijo Alex mientras bajaba del auto.

Yo baje algo dudosa pero aun asi decidí entrar a la casa, todo esta limpio y ordenado, observe la casa con atención su diseño tenia un toque franceses, entre a una habitación que estaba acondicionada para practicar ballet, me acerque a un pequeño muro donde habia fotografías, la mayoría de las fotos eran mias de niña practicando ballet, tambien habia otras de mama y la abuela cuando eran un poco mas jóvenes, solté una leve sonrisa al notar que mi mamá tenia la hermosa sonrisa de la abuela, sali de la habitación y observe a Frederick quien miraba hacia las escaleras, me dirigí a el y tome su mano para subir juntos las escaleras, entramos a un pequeña habitación donde lo unico que habia era fotografías y cintas de video, junto con algunos instrumentos musicales.

-Tu abuelo solía hacer videos musicales-dijo mi abuela mientras entraba a la habitacion- fue algo que le enseñó a hacer a tu padre antes de caer enfermo, a el le fasino y empezó a hacerlo tambien, aunque era horrible cantando pero tu madre tambien era buena cantando.

Solté la mano de Frederick un momento y tome un album de fotografías.

-Si quieres podemos llevarnos todas las cosas.

Yo solamente asenti un poco la cabeza, mientras seguia observando los álbumes.

-¿Que hay de la casa?-pregunte algo preocupada.

-Es tu casa Kim, puedes hacer se ella lo que quieras-dijo mi abuela mientras me daba una leve sonrisa- por cierto, antes de morir tu abuela Isabel me dijo que te entregara esto-comento mi abuela mientras me daba una carta.

-Gracias-conteste al no saber que decir mientras tomaba la carta.

-Te dejaré a solas-dijo mi abuela mientras se retiraba.

-Frederick, ¿podria darme un momento a solas.

-Claro.

Observe como el salio de la habitacion y se sentó en el pasillo, solté un leve suspiro mientras me sentaba en la silla, abrí la carta y note que estaba escrita en francés y no en español.

Querida Kim,
se que debido a tu amnesia tal vez no recuerdes mucho sobre como hablar español o tal vez si, pero aun asi me encantaría evitar el que alguien mas lea la carta para ti solo para traducirla. Últimamente he notado que no me queda mucho tiempo, por lo que decidí escribirte esta carta, puede que no me recuerdes o que tal vez no signifique nada para ti, pero aun asi me gustaría que siguiera mis consejos.
Se que todo puede resultar algo difícil para ti debido a la amnesia pero no dejes que eso qué impida a hacer todo lo que amas, si no puedes mover la roca, pues puedes escalarla, no te sientas agobiada por las cosas que no quieran decirte o por lo que hayas olvidado sigue adelante a pesar de todo y nunca olvides sonreír.
Por cierto sobre Frederick se que el suele ser un poco...despistado.
Mas bien es algo cobarde para hacer las cosas siempre tu has tomado la iniciativa para todo, por eso Kim, si el no te dice que te ama tu hazlo, no te rindas por tu amor por el, despues de todo siempre lo has amado desde que eras una niña y el tambien a ti.
Solo te dire Kim que si a pesar de haber tenido amnesia te volviste a enamorar de el asi sera siempre aunque creas que puedas tomar otro camino el siempre estara en tu corazón ahora si el aun esta a tu lado a pesar de todo y aunque creas que a veces esta distante es porque te ama, puede que este un poco dudoso sobre lo que tu sientes por el, por eso toma la iniciativa no te rindas jamas y lucha por lo que amas.

Con amor tu abuela, Isabel.
P.D. Besalo a la fuerza si es necesario.

Solté una leve sonrisa al terminar de leer la carta, abuela la verdad es que si te recuerdo al menos en mi corazón si te recuerdo y en cuanto a Frederick creo que estas algo equivocada tal cosa como el y yo, dudo mucho que llegue a pasar.
Lamento tanto por no tomar tu consejo pero hace tiempo que me rendi con el para poder tomar otra decisión.

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