Capítulo 31

Mientras abría mis ojos note que estaba en mi habitacion, al parecer me habia quedado dormida, observe el reloj aun era demasiado temprano pero aun asi decidí levantarme a tomar un baño, cuando sali de la bañera senti un leve frío, estaba empezando el invierno en Paris, seria mi primer invierno o al menos el primero que comenzaría a recordar.
Cuando termine de vestirme me dirigui a la cocina, estaba totalmente impecable, Frederick habia limpiado todo antes de irse, realmente era un buen chico.
Aun era muy temprano para ir a clases pero no tenia nada que hacer por lo que tome mis cosas para ir a perder tan siquiera un poco el tiempo, estar tanto tiempo sola en casa era algo deprimente, tome mis llaves y sali del departamento con toda la calma del mundo, mientras tomaba el elevador observe a Frederick salir de su departamento por lo que lo detuve para que el pudiera subir.

-Gracias- me dijo Frederick mientras entraba al elevador.

-No hay de que... Creo que anoche me quede dormida- dije un poco avergonzada.

-Esta bien entiendo, estabas cansada.

-Si.

Mientras seguíamos bajando hubo un momento de silencio estos malditos silencios que hacían que hasta mis pensamientos se oyeran o al menos eso creia.

- ¿Tienes practica temprano?- pregunto Frederick mientras salíamos del elevador.

-No, solo que... Creo que me apetecía salir un poco temprano.

-¿Quieres ir por un café?.

-Me encantaría.

Habia entrado a un pequeña cafetería cerca de la academia, su diseño era rustico me encantaba, sin mencionar que el café estaba delicioso.
Estar en esta cafetería con Frederick sentado enfrente de mi, me hacia pensar, en las miles de cosas que podríamos hacer juntos, incluso podriamos hablar de los orígenes de este coulant de chocolate que estaba comiendo y estaba ciento por cierto segura que jamás, jamás, por nada del mundo terminaríamos esa conversación de mi coulant de chocolate.

-Kim,¿me estas escuchando?.

-¿Que?-pregunte sorprendida- Si...digo, no.

-¿En que pensabas?.

-En nada, supongo que solo mi mente se fue a volar.

No podia decirle que muy dentro de mis pensamientos estaba pensando en todo un futuro con el, al ver sus ojos cafés que me hipnotizaban.

-¿Segura? Tienes rato viéndome con mucha atencion con total atencion.

O no, habia sido descubierta, ¡abortar misión! , ¡abortar misión!, espera un momento solo necesitaba evitar la pregunta o dar otra respuesta, es decir no necesitaba decirle en realidad lo que estaba pensando,¿o si? Claro que no, todo estaba bien.

-El café esta delicioso.

-Si lo esta... Entonces, ¿en que pensabas?.

-Que no quiero tener practicas-conteste con el milagro a que me creyera.

-Supongo que son bastante duras, debe ser cansado para ti.

-Si lo es, pero estaré bien.

-Por supuesto que si... ¿En que crees que estaban pensando cuando hicieron los coulant de chocolate?.

-Lo mismo estaba pensando- dije con una gran sonrisa.

-Crees que halla sido una idea espontánea.

Y asi siguió nuestra platica del coulant de chocolate hasta llegar a la universidad, cada quien tuvo que tomar su propio camino pero aun asi no dejaba de pensar en el coulant de chocolate, en cuanto llegue me cambie, para cuando sali de los veatidores Rossi ya estaba preparando la clase.

-Hoy las chicas saldrán temprano... Pero tu te quedaras a practicar.

-Ya me lo esperaba-conteste mientras terminaba de peinarme.

-Te vi con pinturitas, ¿todo bien?.

-Si, supongo que las cosas entre nosotros dos se arreglan solas.

-Pero para empezar, ¿porque salieron mal?.

Me puse a pensar seriamente en lo que habia dicho Rossi,¿Que es lo que habia salido mal? Nisiquiera yo lo sabia.

-La verdad no lose.

Rossi me observo y comenzó a reírse.

-Los veos a ustedes dos y me recuerdan a tus padres.

-¿Como eran ellos?- pregunte curiosa.

-Eran unos estúpidos, creo que con eso te cuento todo.

-No estoy segura que este bien hablar asi de personas que ya están muertas.

-Hasta ellos sabían que lo eran, asi que no creo que los ofenda.

Solté una leve risa a Rossi, mientras comenzaban a llegar las demás alumnas oí que alguien me llamo desde la puerta, voltee la mirada y observe a Tobías, me dirigui hacia el.

-¿Sucede algo?-pregunté cuando habia llegado a su lado.

-Solo quería verte.

-¿Solo eso?- pregunte algo avergonzada.

-Solo quería preguntarte si quisieras tener una cita conmigo.

-¿Una cita?

-Una cita.

-No lose...

-Si no quieres esta bien no tienes porque ir si no quieres.

-No es eso, solo que tengo practica por las tardes y la verdad me gustaría descansar... Pero que opinas si después de que tenga el casting tenemos la cita.

-Entonces, es un si.

-Si.

-¿Si?.

-Si- conteste con una sonrisa.

-Entonces nos vemos después.

-Claro-conteste mientras observaba como se iba.

Mientras Tobías se retirada, Chloe  venía pasando por el pasillo la última vez que la vi, fue durante el aniversario de los Normant, ella me miro con su típica cara de odio, yo trate de observarlo con firmeza mientras pasaba a mi lado, ella siguió por su camino y yo por el mio.

-Desde aquí sentía el calor de su odio- comento Rossi-¿sucedió algo interesante? .

-No realmente, solo lo de siempre, ella sigue siendo la misma molestia.

-Apuesto que si.

Después de haber terminado las practicas, habia terminado igual de cansada que ayer, cuando sali observe a Frederick quien estaba en cuclillas, me acerque hacia el y me recargue en su espalda, mientras el se levantaba me timonee mis piernas para poder hacerme caballito.

-¿Nos vamos a casa?

-Por supuesto.

Otra vez habia tomado un baño, Frederick habia preparado la cena y cuando terminamos el prosiguio a darme un masaje.

-Dime Frederick, ¿realmente crees que lo logre?- pregunte mientras tomaba un poco de vino.

-¿Que cosa?

-En el casting.

-Por supuesto.

-¿Por que lo crees?

-Eres talentosa en lo que haces.

-Dime Frederick...

-¿Si?.

-Podrías llamarme Berly.

-¿Por que?.

-Me encanta cuando me llamas asi, me haces sentir especial.

Frederick se detuvo de darme el masaje se levanto del suelo y se sentó a mi lado lo mire fijamente a sus ojos, a esos ojos cafés que me encantaban, que nunca me aburrian ni por un segundos, a esos ojos cafés que me enamoraban.
El parecía haberme dicho algo, pero no lograba entenderlo estaba cansada y el efecto del vino no me ayudaba, me acerque a Frederick y me recorte en su pecho.

-Frederick, llámame Berly.

Dije con una voz dulce, el me tomo de los hombros al parecer noto que ya estaba comenzando a alucinar por el sueño y el efecto del alcohol, mientras me tomaba por sus brazos me acerque al rostro de Frederick y comencé a soltar una sonrisa.
Y cuando menos me lo esperaba comencé a besarlo, un dulce beso con el sabor a vino.

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