Capítulo 30

Fue un dia bastante agotador, en cuanto Rossi llego el entrenamiento de ballet fue tan intenso, sentia que podia acabar con el suelo yo misma,  mientras las chicas tenian su descanso yo tenia que seguir ensayando una y otra, tras otra vez, era como el infierno.

-No des los saltos tan largos,  Kimberly- dijo Agreste con seriedad.

Lo unico que podia hacer era seguir sus órdenes en contestación,  a pesar de que mi mente pedía con enorme placer un merecido descanso mi cuerpo con mucha mas firmeza de determinación me hacia seguir bailando sin parar, algo típico de mi hasta cierto punto, nunca escuchando lo que dice mi cabeza.
Mientras daba una pirueta me pareció ver la silueta de Frederick, realmente queria verlo tanto como mi cabeza y mi cuerpo estan de acuerdo en ir hacia donde se encontraba el, eso hizo me distrajo un poco del ballet, perdi la concentración en ese mismo segundo resbale y cai ante el suelo.

-Concéntrate Kimberly.

-Si-conteste mientras me levantaba del suelo observe detenidamente hacia la ventana.

-¿Sucede algo?-pregunto Rossi mientras observaba hacia la ventana.

-No es nada- conteste mientras bajaba la mirada.

-Bien entonces empezaremos de nuevo.

Y asi seguimos hasta que llego el atardecer,  podia sentir las punzada de dolor a la perfeccion, cada latido de mi corazon mientras mis piernas me temblaban.

-Es raro no verlo por aqui.

-¿A quien? - pregunte mientras miraba hacia la puerta.

-No es nada.

-Por cierto, disfrute la cena de ayer.

-Isabella me conto todo- dijo Rossi un poco seria mientras trataba de ocultar la vergüenza- nunca pense que sucedería por tomar una copa de vino.

-Si yo tampoco pense que alguien podria ponerse asi por una copa de vino- comente en un tono cómico.

-Te prometo que para la próxima no volverá a suceder.

-Esta bien.

-Que tengas un buen descanso Kim.

-Igualmente Rossi.

Espere a que Rossi entrara a su oficina, no queria que me viera con las piernas todas temblorosa, a penas y podia dar una cuantos pasos antes de que comenzara a agotarme por completo, tome mis cosas y comencé a caminar como podia, mientras seguia caminando observe a Frederick pasar, cuando note que el concentro su mirada hacia a mi me detuve de caminar y lo salude con una sonrisa, el me devolvió el saludo y siguió en su camino lo cual me alegraba hasta cierto punto, no queria que me viera asi, sentia que parecia algo patetica.
Mientras seguia en mis pasos tortuga, baje la mirada por un momento cerre mis ojos para tomar un pequeño respiro,  mientras abría mis ojos lentamente observe unos zapatos,  conocía esos zapatos a la perfeccion despues de todos los habia pisado sin cesar mientras trataban de entrar al elevador, alce mi mirada y definitivamente estaban ahi esos ojos cafés claros que me quitaban el sueño por las noches.

-¿Practica  con Agreste?- pregunto Frederick afirmando.

-Si.

-Vamos a casa- me dijo mientras me extendía su mano- te ayudare a cargar las cosas.

-No hace falta.

Frederick me miro seriamente por un momento,  mientras soltaba un leve suspiro me cargo entre sus brazos como si fuese una princesa.

-No te estoy preguntando nada Kim,¿entiendes?.

Yo solo pude sentir con la cabeza,  me hacia feliz el hecho de que el me cargara como si fuese su princesa pero el que me dijera Kim me deprimia,  sentia que estaba tan encaprichada por que me dijera Berly, realmente queria que el me llamara asi, si solamente  el me llamara asi en este mismo instante,  podria hacer una maratón aunque estuviese sudando sangre y clamando por ayuda, estaba segura que podria hacer cualquier cosa con tal de que el me viviese a llamar de esa manera, realmente lo extrañaba,  lo añoraba con todo mi corazón.

-No quiero ir a casa-susurre para mi misma.

-¿Dijiste algo?- pregunto Frederick.

-No es nada,  solo decia que estaba agotada.

-Tienes suerte de ser delgada, si no te llevaría a rastras.

-No se si tomarlo como algo bueno o malo.

-Tómalo como un cumplido.

-No estoy segura que pueda tomarlo de esa manera.

-Pense que a las chicas les gustaba ese tipo de cosas.

-No a todas.

-Entiendo,  supongo que ahora tendré cuidado.

-Eres un buen chico- dije mientras agitaban con mi mano el cabello de Frederick.

El solo me sonreía mientras me seguia cargando, si pudiera me encantaría congelar el tiempo en este mismo instante, en cuanto menos me lo esperaba ya habia llegado a mi departamento, cuando abrí la puerta Frederick me dejo en el sillón de la sala con cuidado junto con mis cosas.

-Gracias por traerme a casa-dije mientras observaba como tomaba sus cosas.

-No hay problema.

-Por cierto, ¿como sabias que necesitaba ayuda?- pregunte para evitar que el se fuera, aunque la verdad si tenia algo de curiosidad con mi pregunta.

-Estas algo palida,  sin mencionar que esta ya es la segunda vez que ensayas con Agreste, suelen ser muy agotadores para ti en un inicio pero te acostumbras como al tercer dia.

-Es bueno saberlo.

-Eso creo... Supongo que ahora iré a casa.

-¡Espera!- grité sin pensarlo.

-¿Sucede algo?- pregunto Frederick algo confundido.

-Podrias hacerme compañía.

-¿Quieres que me quede contigo?- pregunto confundido.

-Si sabes creo que me acostumbre a la compañía de mi abuela y ahora siento algo extraño estar sola.

-Ya veo- me dijo mientras se sentaba en el sillón.

Por un momento hubo un pequeño silencio, no pude evitar soltar una risilla mientras lo observaba.

-¿Sucede algo?

-No es nada- conteste mientras negaba con la cabeza- es solo que, recordé cuando te pise los zapatos en el elevador... Son los mismos, ¿verdad?.

Frederick se observo sus zapatos y comenzo a reirse junto conmigo.

-Sabes si eran nuevos.

-¿Encerio?

-Si y recibieron una gran maltratada de tu parte a la primera puesta-comento en broma.

-Como lo siento- dije algo avergonzada- te prometo que cuando tenga unos zapatos nuevos te avisare para estar a mano.

-Lo estaré esperando con ansias.

Despues de esto hubo otro pequeño silencio,  Fredrick me sonrio mientras se levantaba.

-¿Tienes hambre?

-Por supuesto- conteste entusiasmada.

-Que te parece que si mientras tomas un baño preparo algo.

-Esta bien.

Conteste mientras trataba de levantarme, Frederick se acerco a mi y me ayudo a levantarme, el me observo cuando entraba a la habitacion, inmediatamente en cuanto llegue hice todo lo posible por tomar un baño rapido.
Cuando sali de mi habitacion con mi pijama, observe a Frederick de espaldas parecia estar cortando algo, me acerque a el para ayudarlo pero el solo me mando a sentar, mientras lo observaba el me miraba de reojo y me dedicaba una sonrisa.
En cuanto termino de cocinar ambos comimos con mucho entusiasmo realmente moría de hambre.

-¿Que tal esta?

-Riquísimo-  conteste mientras aun tenia el bocado en la boca.

-¿Que obra harás ahora?

-El cascanueces... La verdad es que no me entusiasma mucho la idea de estar en una obra de ballet.

-¿Por que?- pregunto curioso Frederick.

-No lose, creo que estoy destinada a otra cosa.

-¿Algo mucho mas grande?

-No lo creo... Tal vez a algo mucho mejor.

-¿Como que?

Observe a Frederick atentamente, realmente no podia evitar soltar una sonrisa tonta.

-Tal vez lo averigüe con el tiempo.

-¿Tal vez?

-Tal vez.

Mientras seguíamos conversando de cosas triviales,  realmente me sentia feliz el que ambos pudiéramos estar juntos riendo,  era como si todo lo malo desapareciera,  tal como llegaban los "problemas" entre nosotros tambien asi se iban, todo en un abrir y cerrar de ojos.
Sin pensarlos subi mis pies en el sillón para poder acomodaré entre ellos, baje la mirada y observe mis pies, si algo malo era de ser bailarina era como quedaban tus piernas, baje mis pies del sillón y trate de ocultaron, sentia un poco de pena, queria ocultaron de Frederick pero al parecer el habia notado mi pequeña vergüenza.
Frederick se  levanto del sillón mientras tomaba su mochila se sentó en el suelo quedando enfrente de mi, tomo mis pies y comenzo a darles un leve masaje con una crema que saco de su mochila.

-Debes estar cansada... No tienes porque avergonzarte es parte de lo que amas.

No pude evitar sonreír como una tonta, sentia vergüenza pero a la vez una gran felicidad.
Una felicidad que solamente Frederick me podia brindar.

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