PROMESA

Obscuridad era todo lo que podía ver, silencio era todo lo que podía oír y aire sin olor era todo lo que podía alcanzar a respirar. Poco a poco mi conciencia empezó regresar de un estado de letargo. Podía asegurar que estaba de pie sobre algo firme, moví mis brazos y toque mi rostro, podía sentir mi cara, mis orejas, mi melena, El dolor se había ido al igual que el mareo y los otros malestares.

- Con que esto es estar muerto -suspiré-

Miré hacia arriba y vi un pequeño punto blanco.

- ¿Una estrella? -sonreí- es algo, pero creo que pudieran ser mas

Apenas termine de decir eso el punto parpadeo y un centenar de estrellas comenzaron a aparecer en la oscuridad formando un cielo único, un cielo único que había visto con un dragón muy especial.

- Eso está mucho mejor -ensanche mi sonrisa- pero puedes hacerlo mejor que eso

Las estrellas parpadearon una vez más dando lugar a una lluvia de estrellas, su luz comenzó a iluminar el suelo que pisaba, empezó a tomar forma, color y olor de tierra y pasto, arboles comenzaron a emerger de forma estruendosa a mi alrededor hasta cubrir parcialmente el cielo. Pude sentir la humedad y frio de la tierra entre mis dedos, su olor inundo mi nariz llenándome de recuerdos de una vida sencilla que probé durante poco tiempo.

- Ya casi -susurré- solo un poco mas

La tierra tembló y se indio ligeramente frente a mi formando un canal ancho, una fuerte corriente agua comenzó a correr llenándolo hasta que un sencillo rio se formó. Seguí el rio con mi vista hasta encontrarme con aquel paisaje familiar de nuevo

- Allí estas -sonreí- ahora si es perfecto

Me adentre al rio y camine rio arriba hasta quedar en el borde de aquella piscina que tanto conocía, levante la mirada y otra vez pude contemplar la majestuosidad de aquella estatua de dragón bañada con las aguas cristalinas. Cerré mis ojos fuertemente soltando algunas lágrimas.

- Me pregunto cómo hubiese sido tener una vida junto a ti Kilian -respiré profundamente- trabajar humildemente y venir aquí todos los atardeceres a bañarnos

- ¡Moo!

Giré rápidamente hacia el origen de ese sonido y vi a unos metros de mí una vaca, la misma vaca que se había comido mis medicinas, la misma vaca que me había confundido con comida en más de una ocasión. La vaca que fue la causante de mi accidente, el accidente que hizo que conociera a Kilian dándole un nuevo sentido a lo que me quedaba de vida.

Mi cuerpo se giró hacia ella quedando de frente, le sonreí e hice una ligera reverencia como hizo el dragón en el escenario aquella noche.

- Gracias por todo -dijé-

- No hay de que

De algo estaba seguro, las vacas no hablaban, levanté la vista rápidamente y vi un enorme dragón en lugar de la vaca, vestía con un traje muy formal color gris obscuro. Todas sus alas estaban extendidas atrás de él, su rostro era diferente al de Kilian, varios cuernos salían de los costados de su cabeza pero quizás lo más característico era el color de su piel, era negra, un negro que sentía que se tragaba toda la luz que chocaba contra él.

Su rostro no reflejaba emoción alguna, era completamente neutral, podía observar ciertos rasgos maduros en el que daban un aspecto más anciano, de repente una ligera sensación de pánico se apodero de mí.

- ¿Qui--- Quien eres tú? -tartamudee-

- Quien soy no importa -respondió metiendo su mano en el bolsillo- lo que importa es que las cosas sucedan de acuerdo al plan y cada quien obtenga lo que se merezca

Saco la mano de su bolsillo una pequeña cadena para acto seguido jalar de esta dejando a la vista un reloj al final de esta colgando frente a ambos. Mi vista se centró en ese pequeño objeto y pude notar que tenía tres pares de manecillas es decir el doble de lo normal, tres manecillas estaban detenidas mientras que las otras tres se movían muy lentamente casi de forma imperceptible.

El dragón le dio un ligero toque con su garra al reloj y las manecillas detenidas comenzaron a moverse rápidamente, las manecillas de los segundos y minutos apenas se podían ver mientras que la de las horas giraba rápidamente alcanzando lentamente a la otra. Fue justamente al alcanzarla que se detuvo, Ahora solo había tres manecillas en aquel reloj, se habían superpuesto con las otras.

- Esta hecho -dijó-

- ¿Qué esta hecho? -interrumpí- ¿Quién es usted? -me atreví a preguntar- ¿Viene a llevarme?

- No -respondió secamente mientras guardaba su reloj- ese trabajo le corresponde a mi hermana

- No entiendo nada -negué suavemente-

- No importa, de todas formas no creo que recuerdes siquiera esto, ahora largo de aquí o mi hermano se molestara por usar su dominio sin anticipacion

Alzo su brazo apuntándome y comenzó a desvanecerse al igual que todo lo que me rodeaba, otra vez todo iba quedando en completa obscuridad como al inicio pero antes de que todo terminara de desaparecer escuche un sonido.

Paginas de un libro o algo parecido pasar rapidamente, luego otro sonido muy curioso y único, como escuchar el viento siento cortado de forma ininterrumpida por algo delgado y perfecto, para finalizar vi una luz sobre mí, una luz blanca y  cálida que inundaba el vacío donde me encontraba.

Desperté pero solo en mi mente, mis ojos estaban cerrados, intente abrirlos pero no pude, intente mover mi cuerpo pero tampoco pude. En su lugar un fuerte dolor lo recorrido sacándome un intento de gruñido de dolor, el miedo se apodero de mi rápidamente, no podía moverme, me dolía el cuerpo, no podía abrir los ojos.

Entonces algo familiar llego a mi nariz que me calmo casi el instante, era el olor de otra criatura que reconocía bien, durante semanas su olor inundo mi nariz gravándose profundamente en mi memoria.

- ¿Kilian? -pensé-

Intente moverme nuevamente pero otro fuerte dolor fue la respuesta junto con otro quejido, intente mover al menos los dedos de mis manos solo para sentir algo suave, sedoso, una sábana. Estaba en una cama y el olor del dragón estaba allí presente, no sabía que ocurría y nuevamente comencé a desesperarme, sentí una suave brisa contra mi cuerpo que me estremeció pero algo aplaco mi sufrimiento, una voz.

- Tranquilo, estoy aquí

Era la inconfundible voz de Kilian que pareció un suave susurro cerca de mi oreja, casi al mismo tiempo que escuché esas palabras sentí como algo suave cubrió mi cuerpo dándome calor, posiblemente una manta. El frio que estremeció mi cuerpo desapareció dejando por fin de temblar, quería abrir los ojos, quería verlo, quería abrazarlo.

No podía, no estaba seguro de que ocurría y tampoco estaba seguro si quería saberlo, no sabía si aún estaba muriendo. Otra vez mi conciencia comenzó a fallar comenzando a divagar entre cientos de ideas y recuerdos de mi vida, no estoy seguro en qué momento me quede dormido.

Otra vez desperté, no estoy seguro de cuando me quede domino ni mucho menos cuanto tiempo había pasado, de lo único que estaba seguro era que a pesar del dolor que sentía mi cuerpo había algo que irradiaba calor cerca de mí, intente abrir los ojos y estos lentamente respondieron a mi voluntad por fin. Se medio abrieron pero veía todo obscuro, parpadee un poco hasta que la obscuridad fue tomando forma en algo más familiar.

- Kilian -dije en mi mente al ver su rostro cerca del mío-

Tenía los ojos cerrados, creo que estaba dormido junto a mí, intente mover mi brazo y este por fin respondió con algo de torpeza deslizándose por la superficie de la sabana hasta estar cerca del rostro del dragón. Dude un poco de seguir pero no pude resistir, lleve mi mano hasta su mejilla con mucho cuidado posando mis dedos en estas, comencé a acariciarlo y me di cuenta que su piel era más suave de lo que podía imaginar.

También descubrí que era muy cálido, en ese momento unas ganas inmensas de llevar mi rostro al de él me invadieron y lo hubiese hecho si no es por hecho de que apenas pude mover una mano. De repente sentí algo sobre mi mano, observe entonces entre sorprendido y asustado como la mano del dragón se había posado sobre la mía sin darme cuenta, observe su rostro pero sus ojos aún seguían cerrados, ya no estaba seguro si seguía dormido pero ya no había vuelta atrás a mi muestra de afecto.

Lo siguiente que pude sentir fue su mano acariciando la mía suavemente como si intentara tranquilizarme, luego la tomo suavemente y la guio hasta su hocico, pude sentir su suave respiración en la palma de mi mano. Era muy cálida y reconfortante, su hocico comenzó a moverse lentamente contra mi mano y comprendí que simplemente estaba frotándolo contra está dando suaves resoplidos.

Mi mente otra vez se llenó de dudas, pensé que podría ser una maña del dragón mientras dormía pero mi duda desapareció cuando vi una de sus alas alzarse atrás de él y comenzar a cubrirme. Su mano abandono la mía en su hocico desapareciendo de mi vista pero no tarde en sentirla deslizándose en mi cintura suavemente hasta abrazarme para jalarme hacia él.

Me había pegado a él, me tenía arropado con su ala y ahora podía sentir su suave respiración entre mis orejas, podía olfatear ahora claramente el olor del dragón ya que me encontraba prácticamente acurrucado bajo su cuello. Olfateé suavemente y pude percibir el olor a tierra, a hierba, a cebada.

Imágenes comenzaron a inundar mi mente como los días viéndolo trabajar en la cosecha, cuando nos bañábamos en la piscina y cenábamos en la noche los festines que preparaba, una sonrisa se formó en mi hocico.

- Ki--- Kilian -logre decir por fin-

El dragón reacciono afrentándome un poco más contra su cuerpo, pude sentir como su hocico se froto contra mi cabeza entre mis orejas de forma suave seguido de una corta lamida que estremeció mi alma.

- Calma, Alan, sigue descansando -respondió por fin-

No podía pedir más en ese momento tan íntimo junto al dragón, nuevamente volví a entregarme a la obscuridad de mi mente.

No estoy seguro otra vez de cuánto tiempo transcurrió ahora, tampoco estaba seguro de que había pasado mas allá de ese momento con el dragón, mientras pensaba en esto una suave mano paso atrás de mi cabeza al mismo tiempo que ponía algo contra mis labios. Instintivamente abrí mi hocico y podía sentir un tibio liquido entrar hasta mi garganta, me costó mucho tragarlo, tanto así que en el primer intento lo vomite con una violenta tos.

- Tranquilo Alan, sin apuros

Su voz me calmo al instante, abrí los ojos poco a poco y noté que el lugar estaba algo obscuro pero pude verlo claramente sentado junto a mí, otra vez puso ese cuenco junto a mis labios pero lo inclino más lentamente. El líquido volvió a fluir en mi hocico hasta mi garganta más paulatinamente.

Comencé a tomar de a poco sintiendo como el ardor en esta se aliviaba, una vez quede satisfecho el dragón retiro el cuenco y con un pequeño paño limpio mi hocico mojado, mi cuello y parte de mi pecho también. Sentir sus manos tocarme de esa forma tan cuidadosa solo hacía sentirme como un cachorro pequeño, en este punto aun no comprendía exactamente lo que había pasado esa noche en que se suponía morí.

- Descansa león -volteo a mirarme- yo te cuidare, no me iré de tu lado

Apenas termino de hablar embozo una suave sonrisa que me hizo sonreír inevitablemente, descendió mi cabeza con cuidado sobre la almohada y me arropo con una manta. Se levanto de la cama y se acercó a mi inclinándose lentamente, llevo su mano a mi cabeza peinando mi melena, luego la bajo a mi rostro acariciándome con suavidad.

Vi por primera vez una mirada diferente a cualquier otra que hubiesen visto antes, una mirada que solo había recibido de la única hembra que me quería de verdad, de María. Se separo de mi lentamente y dio la vuelta dándome la espalda, mientras se alejaba otra vez sentí como el reino de los sueños me reclamaba.

Abrí mis ojos lentamente y pude ver un techo de madera desconocido para mí, giré mi cabeza lentamente a los lados y no pude observar nada más que una cama vacía. Miré más allá de la cama y pude notar que la habitación se extendía considerablemente, una lámpara con una luz tenue iluminaba pálidamente el lugar como con cuidado de no despertarme.

- ¿Dónde estoy? -logre decir-

No podía seguir más allí, necesitaba respuestas así que comencé a mover mi cuerpo con algo de dificultad, primero mis piernas que parecían haber sido golpeadas por el dolor que me produjo moverlas, luego los brazos que al igual que las piernas me dolían mucho.

- Duele -gruñí-

Como pude apoye un brazo y levante mi cuerpo de la cama, empecé a mover mis piernas arrastrándome poco a poco hasta la orilla de esta. Al sentir que llegué al borde puse firme los brazos y moví ambas piernas dejando que cayeran de la cama, las almohadillas de mis patas rosaron levemente un piso frío que estremeció mi cuerpo.

Por fin me hallaba sentado en la cama, solo hacer esa pequeña maniobra me había dejado sin aire, tuve que esperar unos minutos hasta recuperar el aliento y mientras lo hacía comencé a observar las paredes buscando algo que me ayudará a identificar donde estaba. Frente a la cama había dos lámparas en la pared separadas por un gran televisor pantalla plana.

Debía tener al menos unas cincuenta y dos pulgadas de tamaño, miré una pequeña puerta al lado de lo que parecía ser un gran closet con puertas de madera. Quizás eran un baño de aquella habitación, seguí mirando y pude divisar algunos muebles de madera bastante rústicos artesanales muy bonitos.

Intente tragar saliva pero mi hocico y garganta estaban completamente secas, busque con la vista cerca de la cama y vi una jarra transparente llena de agua, al lado de esta un pequeño vaso igualmente lleno de agua. Extendí mi pata hasta alcanzar el vaso con dificultad hasta tomarlo, lo levante con mucho esfuerzo e intente llevarlo a mi rostro pero mi mano comenzó a temblar mucho por un dolor que empecé a sentir en esta.

Antes de que pudiera siquiera probar un sorbo del líquido el vaso se escapó entre mis dedos chocando contra el suelo y rompiéndose escandalosamente.

- Maldición -maldije en mi mente-

Una puerta que no había visto se abrió de repente inundando la habitación con una luz que me dejo ciego casi al instante, cerré mis ojos e intenté mirar a otro lado.

- ¡Alan! -escuche a Kilian- deberías estar acostado

Era Kilian, aunque no podía verlo su voz era inconfundible, escuche unos pasos acercarse a mi posición y el sonido de una bandeja colocarse en una mesa, luego el sonido de unos vidrios rotos siendo golpeados hasta que otra vez el silencio se impuso.

- L--- Lo siento -dije intentando ver al dragón-

- Tranquilo Alan, es solo un vaso -dijó- son reemplazables, en cambio tu no

Sentí otra vez su mano en mi rostro, levanté mi cabeza hacia él y al fin alcance a ver su rostro, podía notar la preocupación en sus ojos.

- Te traje algo de comida -continuó- algo de sopa, es bueno para los enfermos y no quiero un no como respuesta ¿Está bien?

Solo me límite a afirmar moviendo suavemente mi cabeza y desviar mi vista hacia otro lado, Kilian tomo un pequeño banco de la esquina y lo coloco frente a mí para sentarse en él. Sostuvo un plato hondo que había puesto en la mesa de noche y con una cuchara tomo un poco de su contenido para acercarlo lentamente a mi hocico.

- Abre -dijo suavemente-

Intente abrir mi hocico lo más que pude pero mi mandíbula dolía, hice otro intento y logre abrir lo suficiente mi hocico para que el dragón me alimentará con su sopa. Cerré mis labios alrededor de la cuchara y este la retiro poco a poco, era caldo de pollo, simple pero muy sabroso a mi parecer.

- Hey hey -exclamó- cierra bien ese hocico cachorro

Tomo una servilleta y la paso por un costado de mi hocico que había chorreado algo de la sopa con cuidado.

- Otra más -puso otra cucharada cerca de mi hocico-

- Ki--- Kilian -logre decir- ¿Que está pasando?

- Tranquilo Alan, preocúpate por comer esta sopa para que te mejores pronto ¿Sí?

No pude discutir con Kilian, no tenía fuerzas para hablar y apenas abrí el hocico la cuchara ya estaba entrando en mi paladar. Me límite a ser alimentado de forma paciente por aquel dragón hasta que deje el plato vacío, puso el plato en la mesa de noche y tomo otro vaso de agua que puso cerca de mi rostro, extendí mis manos para agarrar el vaso pero termine agarrando las suyas de forma temblorosa cosa que a Kilian no parecía importarle, solo me miraba atentamente mientras me ayudaba a tomar de aquel vaso.

Una vez termine de tomar aquella agua tibia me quito el vaso y lo dejo también en la mesa de noche, se levantó de la silla y se acercó a mí para darme un suave abrazo. No entendí por qué pero mi cuerpo reaccionó por su cuenta dándole también un intento de abrazo, poco a poco me jalo dentro de la cama nuevamente hasta acostarme en mi posición original.

Lo vi entonces despojarse de su camisa y pantalón corto quedando desnudo frente a mi sin pudor como era de esperarse en él, no me importo, ya me había acostumbrado a ver aquel cuerpo sin prenda. Lo vi caminar alrededor de la gran cama para ingresar por el otro extremo, pude sentir su peso en el colchón que hizo moverme un poco, se acostó de lado cerca de mí, giré mi cabeza para verlo a los ojos mientras una lágrima se me escapaba.

- Per--- Perdóname -dije entrecortadamente- solo te he traído problemas

- No tengo nada que perdonarte Alan -puso su mano en mi pecho intentando calmarme- las cosas ocurren por una razón, tu llegada aquí no fue una coincidencia -sus alas se extendieron sobre mi arropándome- vamos a dormir ahora ¿Te parece? -me dedico una sonrisa- el invierno se acerca, por eso hace más frio cada noche, no estas acostumbrado a estos climas

Sentí su mano deslizarse por mi cintura lentamente, podía sentir sus dedos entre mi pelaje y fue allí donde entendí que también estaba desnudo en la cama al igual que él.

- Pero para eso estoy yo -sonrió- los dragones somos de sangre caliente -me jalo suavemente pegándote a él-

Pude sentir más que la última ocasión, podía sentir su cuerpo desnudo contra el mío, era caliente de una forma reconfortante, hundí mi rostro en su pecho instintivamente buscando refugiarme del frio. Ahogué mi nariz con su fuerte aroma dándole una tímida lamida, sentí como su mano llego a mi espalda como queriendo asegurar que no me despegará de él.

Su hocico se froto suavemente contra mis orejas mientras que su suave respiración alivio los dolores que sentía en mi cuerpo, poco a poco volví a caer dormido. Solo que esta vez fue un poco diferente, esta vez en brazos de ese dragón del que me había enamorado sintiéndome muy afortunado.

Mi conciencia regreso nuevamente a mí, había despertado y me encontraba nuevamente postrado en aquella cama, miré a los lados y no vi al dragón en ninguna parte.

- ¿Kilian? -hablé

Ninguna respuesta llego a mi salvo un suave eco producto de mi voz, suavemente me senté en el borde de la cama, esta vez no me costó tanto como la anterior, revisé mi cuerpo y descubrí tenía puesto un pantalón corto de dormir. Me quedaba un poco grande así que supuse que era de Kilian, puse mis pies firmemente en el suelo y ayudado con mis brazos me puse de pie.

Por un momento creí que perdería el equilibrio y caería al suelo pero logre mantenerme firme, los pies me dolían un poco al igual que los brazos pero no lo suficiente para hacerme volver a la cama. Di un paso de forma torpe y luego otro, seguí así hasta que llegue a la puerta de madera, puse mi mano en el pomo y la gire para abrirla dando lugar a una fuerte luz que me cegó.

Di otro paso hacia fuera de la habitación mientas esperaba que la vista se me adaptará con algo de dificultad, la ceguera fue desapareciendo y comencé a ver algunos muebles del mismo estilo de la habitación. Mire las paredes que estaba recubiertas de una fachada de piedras rusticas, creo que se llamaban espataco, sin darle más importancia comencé a caminar en aquella enorme habitación,

Divisé un gran sillón rodeado de estanterías llenas de miles de libros, seguí caminando y me encontré en lo que parecía ser la cocina, sus topes eran de mármol gris que combinaban muy bien con las piedras de las paredes. Las alacenas eran de madera rustica igual con agarraderas muy finas, también pude ver unas hornillas empotradas al igual que una nevera, un microondas y otras cosas esenciales para una cocina.

Seguí caminando y me encontré en lo que parecía ser una sala de estar, había grandes muebles acolchonados alrededor de una fogata, entre los muebles había una pequeña mesa de cristal con una laptop encendida. Me acerque para ver su monitor, solo vi algunas imágenes de plantas que no conocía, mire hacia una pared cercana y vi una cortina, posiblemente una ventana hacia al exterior

Caminé lo más rápido que pude a esta haciendo a un lado la cortina para ver al exterior, el granero donde recuerdo dormir fue lo que vi.

- ¿Entonces estoy en la casa de Kilian?

No tuve mucho tiempo para pensar en eso ya que un ruido me saco de mis pensamientos, una puerta que se abría y cerraba suavemente, giré mi cuerpo en dirección hacia el ruido y pude ver a Kilian colocando una cesta en un mesón de la cocina.

- Kilian

Este al escuchar mi voz giro rápidamente hasta quedarme viendo.

- ¡Alan! -empezó a caminar rápidamente hacia mi- no deberías estar de pie

- No quería seguir durmiendo -di un paso hacia él- no sabía que pasaba, no sabía dónde estabas

- Ya Alan, tranquilo -me abrazo- ya estoy aquí otra vez

Lentamente me guio hasta la cocina para luego sentarme en un banco alto y acolchado, dio la vuelta y comenzó a sacar algunas cosas de la canasta.

- No creí que te pondrías de pie tan pronto -dijó- significa que estas recuperándote bastante bien -saco unos frascos y los puso en la mesa- los del pueblo me traen cosas todos los días, medicinas, comida y hasta flores -alzó su vista mirándome con una sonrisa- bueno en realidad es a ti, no a mi

- ¿A mi? -me confundí- ¿Por qué?, no entiendo nada

Kilian tomo los frascos y regreso a la cocina para darles lugar en las estanterías, lleve mis manos a mi cabeza para restregar mi rostro intentando apartar el sueño que me quedaba, un suave olor que no había notado llevo a mi nariz. Un olor a jabón y que provenía de mis manos, comencé a olfatear mis manos y fui subiendo por el brazo hasta llegar a mi axila, todo olía bien y no recuerdo haberme bañado, mucho menos usar un jabón de ese olor.

- Les dije que estabas enfermo pero ya estabas recuperándote, es simple -puso una gran plato hondo cerca de mi- esto te lo envia Helen, es crema de auyama, te caerá bien, llevas bastante tiempo sin comer sólidos, debes hacer estómago primero con cosas suaves

- ¿Bastante tiempo? -repetí-

En eso mire mis garras, estaba más largas de lo que recuerdo, lleve mi mano a mi melena peinándola, indudablemente estaba más larga de lo usual.

- ¿Cuánto tiempo dormí? -me atreví a preguntar-

- Buenos la verdad es que -dudo un poco- de todas formas te enterarás supongo -suspiro- estuviste durmiendo unas dos semanas más o menos

- ¿¡Qué?! -exclamé- ¡Eso es imposible!

- No lo es Alan -me miro tranquilamente- yo estuve cuidándote todo este tiempo

- Pe--- pero es demasiado tiempo -tartamudee- y yo sigo casi igual -empecé a tocar mis brazos, piernas y pecho- sigo igual, no he adelgazado ni nada y y y -empecé a tartamudear- ¿Porque huelo bien? -me confundí finalmente-

- Eso es porque me encargue de alimentare bien tonto -se rió un poco- más que nada cremas líquidas para ayudar a tu cuerpo a absorber los nutrientes más rápido -explicó- también use algunas plantas medicinales para mantener suficientes calorías en tu cuerpo y evitar que comenzarás a quemar tus reservas, por eso mantienes casi el mismo peso -empezó a caminar fuera de la cocina- cada dos días te llevaba al río para bañarte bien, la higiene es importante ¿Sabes? -volvió a reír pero algo nervioso- aprovechaba el agua tibia de la piscina para darle masajes a tus músculos para que no se atrofiaran mucho por la falta de movimiento pero eso no importa ahora, lo que importa es que comas para que te pongas bien

Se sentó a mi lado tomando la cuchara del plato dirigiéndola a mi hocico como si no fuese la gran cosa, para mi si lo era, ese dragón me había cuidado durante semanas en todos los aspectos. Antes de poder preguntar otra cosa la cuchara ya había entrado en mi hocico para luego tragar la crema que por cierto sabía muy bien.

- ¿Vez? -dijó- sabrosa

- Kilian -tome su mano suavemente deteniéndolo- ¿Que me paso?, por favor dime que me hiciste ¿Cuánto tiempo me queda?

- Alan -suspiró u poco-

El dragón dio un fuerte suspiro dejando a un lado la cuchara para quedar viéndome fijamente.

- ¿Confías en mi Alan?

Su pregunta estaba totalmente fuera de lugar, por supuesto que confiaba en el pero no se trataba de confianza, se trataba de saber la verdad de mi condición.

- Si -asentí-

- No te tortures más con esa pregunta de cuánto tiempo te queda ¿Sí? -llevo su mano a mi rostro- ya no tienes que preocuparte por eso

- ¿A qué te refieres? -lo miré confundido-

- Te pregunte si confías en mi ¿No?, confía en mi en este momento Alan -acarició mi mejilla- digamos que use un truco de dragones -me sonrió un poco- además, no podía dejarte morir, no a alguien tan importante para mí, mucho menos en ese lugar

Algo no estaba bien, no, algo estaba fuera de lugar o más bien fuera de mi comprensión, primero dijo que no me preocupara por el tiempo que me quedaba, luego que no podía dejar morir a alguien tan importante, creo que se refería a mí y por último en ese lugar es decir la piscina del rio. Tal seria mi rostro de confusión que pareció llegarle de alguna forma mis pensamientos a Kilian.

- Alan -interrumpió mis pensamientos- te contare una historia -respiro hondo- hace trescientos años dos jóvenes dragones llegaron a este lugar huyendo de su hogar destruido, se establecieron aquí, comenzaron a cultivar y criar ganado, con los años otras criaturas se asentaron cerca de ellos creyendo que hacerlo les traería prosperidad -suspiró- fueron años dorados para ellos hasta que varias décadas después las invasiones comenzaron, tribus bárbaras y soldados de otros reinos empezaron a batallar en la zona por el control de los recursos, comenzaron las masacres indiscriminadas de aldeanos inocentes y la destrucción de la naturaleza, los dragones en ese entonces tomaron la única decisión que les pareció correcta, proteger esta tierra y sus habitantes dando inicio a una pequeña guerra que duró cinco años , hacia el final de esa guerra a uno de los dragones le tendieron una emboscada al menos cincuenta soldados, lo mataron y mutilaron.

Ya para entonces me había quedado mudo ante el relato del dragón pero aun así algo no estaba cuadrando, algo se me escapaba.

- El otro dragón al ver lo que le hicieron a su compañero fue consumido por la ira -continuó- y con una fuerte bocanada de aire expulsó todo su dolor en una tormenta de llamas en todas direcciones, el bosque comenzó a quemarse ayudando a expandir el fuego hasta envolver los ejércitos enemigos, no quedo nada de ellos, solo sus armaduras dobladas por el fuego y uno que otro hueso quemado -tomó aire- el dragón tomo el cuerpo mutilado de su compañero hasta un río cercano, piedra por piedra bloqueo el flujo de este para desviarlo y así poder trabajar en el río seco, cavo un agujero de al menos quince metros de profundidad en el cual deposito el cuerpo sin vida de su compañero, lo cubrió delicadamente con rocas para luego usar su fuego fundiéndolas hasta sellar el cuerpo del dragón.

Otra vez ese sentimiento de inquietud me invadía, me sentía algo impaciente, no hallaba aun la relación de la historia con su decisión de salvarme.

- Construyó -retomó su relato- un círculo con piedras alrededor de ese pozo, con su fuego y sus manos les dio forma de banco y escalones formando la piscina que conoces hoy en día, luego libero el río poco a poco dejando fluir el agua, esta inmediatamente lleno la tumba sellando el cuerpo de su compañero para siempre lejos de él -se detuvo unos segundos- los habitantes llegaron a los días, y como muestra de agradecimiento hacia el dragón trajeron grandes piedras de mármol blanco que comenzaron a tallar dándole la imagen del dragón caído, su compañero personalmente participó en la construcción -suspiró- años más tarde la estatua por fin se culminó y se puso en su lugar, el tributo fue realizado, para ellos una ofrenda de agradecimiento, para él una tumba de piedra y agua -me miró fijamente- ¿Quieres saber por qué te salve?, te salve porque no podría despertarme por la mañana y verme al espejo sabiendo que perdí a otro ser querido en ese mismo lugar

- ¡Imposible! -pensé- ¿¡Ki--- Kilian!? -dije ahogadamente-

- Los habitantes de entonces pasaron la historia a sus hijos, y ellos a sus hijos, la historia se volvió leyenda, y la leyenda en un mito que se perdió en el tiempo -su mano empezó a temblar- pero yo no la olvide, después de todo ese dragón era mi pareja y yo fui el que le construyo su sitio de descanso final en ese río -unas lágrimas escaparon de sus ojos- y durante doscientos cuarenta y cinco años mantuve la promesa que hicimos de proteger esta tierra y sus habitantes, su hogar, nuestro hogar hasta el día de hoy

Eso era todo, era casi toda la vida del dragón resumida en una corta historia, era lo que ocultaba desde el primer día que llegue, su edad, el origen de la piscina, su nombre. Tenía alguien que le amaba, tenía una pareja y la perdió de la forma más cruel posible para luego pasar todo este tiempo solo sin moverse de este lugar.

Levante mis brazos hasta su rostro para tomarlo con cuidado y verlo directamente a los ojos.

- Perdóname Kilian -le susurré- solo te he traído problemas y ahora te hago revivir esos recuerdos tan dolorosos, nunca debí haber llegado aquí

- No Alan -acercó su rostro al mío- gracias por hacerme sentir feliz de nuevo con tu compañía -froto su nariz con la mía sonriendo- no tienes idea de cuan agradecido estoy por este tiempo contigo

Ya no había más nada que decir, y aunque lo hubiese no quería decir más nada, jale suavemente su rostro sin sentir resistencia alguna por su parte.

- Kilian -murmuré muy bajo-

Su nombre fue la última palabra que salió de mi hocico, mis labios se encontraron con los suyos por fin en un suave roce, pude sentir el calor de sus labios y no pude evitar darles una tímida lamida. Kilian respondió abriendo un poco su hocico, era toda la aprobación que necesitaba de él para continuar.

Presione suavemente mis labios contra los del dragón comenzando el que considero fue el beso más tímido pero también el más esperado de toda mi vida. Abrí más mi hocico al igual que él dando lugar a un suave roce entre nuestras lenguas, era muy caliente igual que sus labios, no era un beso como ninguno otro que haya probado.

Atraje su rostro a la vez que el dragón pasó sus brazos debajo de los míos abrazándome contra él, nuestro beso se hizo más profundo, más fluido y seguro pero sin dejar de perder esa ternura que siempre me demostró en todo momento. Nos separamos muy lentamente, no quería dejar de besarlo al igual que estaba seguro que él no quería dejar de besarme, pero había algo más importante que ese beso y eso era verlo a los ojos después del beso

- Nunca pensé que serias capaz de hacer algo así -susurró- nunca esperé que me quisieras de esa forma aunque gran parte de mi lo deseaba

Mire sus ojos, habían lagrimas claramente en ellos pero estoy seguro que ya no eran de tristeza, pude entender entonces que eran de felicidad, aproveche que mis manos que aún seguían en su rostro y limpie suavemente las lágrimas de sus mejillas.

- Tú me abriste la puerta y me invitaste a pasar -le respondí de igual forma- todas las puertas, a tu tierra, a tu estilo de vida, a tus secretos -le di una lamida en la nariz- me cambiaste Kilian, tanto que me enamoré de ti contra toda probabilidad -reí un poco- me cuidaste en la intimidad de tu hogar de una forma que solo alguien que te ama hace ¿No?

Su respuesta fue una sonrisa y un suave frote de su nariz contra la mía sacándome también una sonrisa, creo que esa era toda la respuesta que necesitaba por su parte en ese momento más allá de las palabras. Sin previo aviso paso uno de sus brazos bajo mi brazo aferrándose a mi espalda y otro por debajo de mis piernas para alzarme sin ninguna dificultad, yo solo pude aferrarme a él por el cuello mientras escondía mi rostro en su pecho por la vergüenza que me provoco aquella situación a lo que el dragón solo rió un poco.

Kilian se dirigió a su habitación conmigo en brazos, tuvo cuidado al entrar para no golpearme con el marco de la puerta, camino hasta la cama y me deposito suavemente en esta para luego el echarse a mi lado. Aun en la tenue luz de la habitación podía ver sus azules ojos que miraban los míos directamente con esa ternura característica de él.

Acerco su hocico a mi cabeza para frotarlo entre mis orejas de forma agradable y luego lo llevo a una de mis orejas, resoplo un poco sacándome una risa y luego le dio una suave lamida que me estremeció, comenzó a lamerla lentamente y mi única respuesta fue un suave ronroneo. En toda mi vida sexual fueron pocas las parejas que llegaron a hacer algo como eso, y las pocas que lo hicieron creo que no supieron hacerlo ya que esa forma en que Kilian lo hacía simplemente era única.

Me pegue un poco más a él y lo abrase por su cintura para pegarlo a mí, no tenía camisa como de costumbre y pude fácilmente frotar mi rostro en su pecho mientras él jugaba con mi oreja haciéndome ronronear. Empecé a lamer su pecho tímidamente a lo que Kilian respondió engullendo mi oreja completamente, eso provocó un fuerte ronroneo de mi parte y una mordida en uno de sus pectorales que luego lamí.

Abandono mi oreja y repitió el mismo procedimiento con la otra, suaves lamidas que terminaron en una oreja devorada por su hocico, no podía hacer nada salvo ronronear y lamer más insistentemente su pecho. Sentí su hocico abandonar por completo mis orejas, me separo de su pecho y me jalo a su rostro, me volvió a mirar de esa forma que me estaba matando y junto su hocico al mío en otro beso.

Este beso era diferente, su lengua entro mucho más en mi hocico buscando rápidamente la mía, sin resistencia alguna se la ofrecí comenzando a jugar con la suya nuevamente, la calidez que irradiaba en mi paladar era como nada que haya sentido antes. Su mano rodeo mi cintura y sentí una garra deslizarse por el borde de mi pantalón, se lo que quería, lo sé porque yo también lo quería hacer con él.

Mientras jalaba el pantalón que tenía puesto lleve mi mano al suyo comenzando a bajarlo de igual manera quedando nuevamente desnudos en esa cama, esta vez no para dormir, si no para consumir un sentimiento que llevaba creciendo entre los dos todo este tiempo que habíamos pasado juntos.

No me había percatado hasta este punto que no sabía nada de ese tipo de relaciones entre dos machos y por lo tanto estaba en un terreno inexplorado a diferencia del dragón. No sabía a partir de este punto que esperar de él o siquiera de mi mismo, en realidad podía hacer algunas conjeturas, en otro tiempo me hubiesen aterrado pero ahora lo deseaba.

Kilian sin dejar de besarme se subió con cuidado arriba de mi permitiendo que lo abrazara mejor contra mí, sentí las alas de su espalda extenderse cubriéndonos a ambos en un pequeño refugio como noches atrás había hecho para darme calor. Cortó suavemente el beso teniendo que separarme de sus labios con mucha dificultad.

Llevo una mano a mi rostro acariciándolo y me puso una ligera sonrisa que me hizo olvidarme de todas esas preocupaciones sobre mi inexperiencia en esta área, sea lo que sea que siguiera lo recibiría a gusto por el hecho de que es con el con quien lo voy a hacer.

- Sé que es tu primera vez -pego su nariz a la mía- ¿Confías en mi?

Es como si hubiese leído mis pensamientos unos segundos atrás para haber dicho eso, otra vez me pidió que confiara en él, solo pude responderle dándole una lamida en su nariz en señal afirmativa. Kilian otra vez junto sus labios con los míos en un beso, sentí como su cuerpo se acomodaba sobre el mío, no estaba seguro de que quería hacer pero no tarde mucho en descubrirlo al sentir mi miembro erecto rozando su parte baja.

El dragón comenzó a mover su cintura de forma lenta hacia adelante y hacia atrás, inmediatamente sentí un suave roce en la cabeza de mi miembro que se iba intensificando con cada ida y venia. Ahora estaba seguro de lo que el dragón estaba haciendo, frotaba la ranura de su cloaca contra mi miembro.

Aferré mis manos en sus costados y comencé a mover mi cintura también en sentido contrario al del dragón intensificando el roce, gemidos ahogados por el beso se escucharon de nuestros hocicos sin dejar de insistir en nuestros movimientos. Moví una de mis manos de su cintura a miembro más específicamente a esa ranura, la roce suavemente con la yema de mis dedos descubriendo que era muy suave y viscosa.

La frote un poco con mi dedo sacando un fuerte gemido ahogado por parte del dragón y me arriesgue a introducir lentamente mi dedo. Estaba suave, viscoso pero sobre todo caliente, muy caliente, metí otro dedo suavemente sacándole otro gemido al dragón para comenzar a sacarlos y meterlos de forma cuidadosa.

Sentí mi miembro siendo apresado por la mano del dragón, bajó su cintura y posiciono la cabeza de mi miembro en la parte baja de su ranura y descendió un poco más haciendo que entrara un poco en su cloaca. La sensación que sentí en ese momento hizo que cortara el beso y soltara un fuerte gruñido de placer.

Kilian bajo su hocico a mi cuello y lo mordió suavemente, no tarde mucho en comprender lo que debía hacer, tome firmemente al dragón por la cintura bajándolo hacia mí al mismo tiempo que subí mis caderas contra el enterrando mi miembro en su interior. Solté un fuerte rugido al igual que Kilian, por fin estábamos unidos.

Kilian comenzó a besar mi cuello de forma apasionada y solo pude responderle comenzando a embestir contra su parte baja, lo que sentía en ese espacio no se comparaba con nada que hubiese sentido antes. Estaba hirviendo mi miembro casi que derritiéndolo y al cabo de unos minutos de embestidas comencé a sentir algo más, algo en su interior, algo sólido pero suave que comenzó a rozar insistentemente contra mi miembro aumentando las sensaciones que recibida.

Se separó de mi cuello y se medio levando sentándose completamente en mi miembro, pude ver claramente aquel gran dragón extendiendo sus alas detrás del mientras soltaba un fuerte resoplido con algunas llamas que escaparon de su nariz. Comenzó a menear su cintura sobre mi miembro un poco más rápido haciéndome rugir otra vez por el extraño roce que sentía en mi miembro.

Tras un minuto haciendo esto el dragón llevo su mano a su ranura e introdujo dos dedos junto a mi miembro soltando un fuerte gemido. Inconscientemente lleve mis dedos que había jugado en su ranura a mi nariz olfateando, era un almizcle único que me hizo gruñir de satisfacción incrementando mis embestidas, al cabo de unos segundos Kilian retiro sus dedos de su interior dejando ver algo negro que emergía de su ranura.

Llevo nuevamente sus dedos a esta extraña punta frotándola insistentemente, la presión contra mi miembro aumento fuertemente a la vez que aquella cosa negra emergía, al fin comprendí que se trataba del miembro del dragón que intentaba salir de su interior. Inconscientemente llevé mi mano hasta su miembro encontrándome con los dedos de Kilian, este giro a verme sorprendido y solo pude responderle con una sonrisa pervertida.

El comprendió al instante que estaba dispuesto a satisfacerlo también, puso su mano sobre la mía presionándola contra su miembro palpitante, este comenzó a crecer más al igual que el placer que me provocaba su presión contra el mío en su interior. Comenzó a tomar su forma final por fin, una punta fina que se ensanchaba gradualmente, tenía suaves pinchos a lo largo de este, y en la base comenzó a formarse una especie de bulto parecido al de los canes.

El tacto de mi mano en su miembro viscoso era muy agradable y el dragón parecía disfrutarlo, comencé a acariciar todo su miembro con mis dedos usando sus gemidos para reconocer los puntos sensibles. Kilian comenzó a subir y bajar sobre mi miembro de forma rítmica haciendo que me perdiera en el placer nuevamente, abandone su miembro y lleve ambas manos a cintura, comencé a embestir fuertemente su cloaca perdiéndome en el instinto como suele pasar cuando estoy cerca del orgasmo.

Mis garras salieron clavándose suavemente en sus caderas sacándole otro gemido a Kilian a lo que él respondió dejándose caer fuertemente sobre mi miembro. No pude aguantar más, solté un fuerte rugido sintiendo el orgasmo apoderarse de mi cuerpo para liberar todo mi semen en esa cálida cavidad del dragón y tras unos segundos de fuertes contracciones y rugidos fue que al fin mi mente comenzó a volver a mí, me faltaba el aire y comencé a respirar ahogadamente.

Kilian levanto suavemente su cadera y pude sentir mi miembro abandonar su interior, volvió a descender colocando su miembro suavemente sobre el mío para inclinarse hasta mi rostro y darme suaves lamidas. Poco a poco recupere el aliento, lleve mi mano a su rostro para guiarlo en otro de esos besos que tanto disfrutaba, lo corte lentamente y lo mire a los ojos.

- Valla que eres un buen ejemplar -rió un poco-

Kilian se había entregado a mi sin ninguna duda, recordé la decisión que había tomado hace poco en mis pensamientos, sea lo que sea que siguiera lo recibiría con gusto porque era con él, y así lo haría.

- Aun no terminamos Kilian -lleve mi mano a su miembro frotándolo- quiero, quiero que -tartamudee un poco-

- Alan no sé si---

- No me importa -le corté- no me importa que sea mi primera vez, no me importa que me duela -lamí su nariz- lo único que importa es que quiero estar contigo en todas las formas posibles, si yo estuve en tu interior, quiero que tu estés en el mío, lo deseo Kilian, te deseo

Gire mi cabeza un poco avergonzado por lo que acaba de decir y un segundo después pude sentir la cálida lengua de Kilian contra mi mejilla en una lamida, su hocico busco mi cuello que comenzó a besar provocando que gimiera sonoramente, definitivamente ese era un punto débil en mi cuerpo. Kilian comenzó a bajar lentamente y al llegar a mi pecho se detuvo para desviarse a mis pezones que lamio con cierta ternura sacándome otro gemido.

Satisfecho el dragón continúo bajando por mi estomago siguiendo el camino de vello de mi pelaje obscuro hasta que por fin llego a mi zona intima, a pesar de mi reciente órgano las atenciones del dragón habían provocado que otra vez me endureciera como si nada hubiese pasado. Sin aviso y sin pudor engullo mi miembro lleno de restos de semen y su viscosidad con su hocico, mi reacción fue encorvarme en la cama sol tanto un fuerte gruñido.

Sentí su hirviente lengua enrollar mi miembro mientras succionaba suavemente, a ese ritmo provocaría otro orgasmo en solo unos pocos segundos pero Kilian pareció percatarse de eso. Abandono mi miembro y bajo hasta mis testículos, resoplo en ellos para luego engullirlos también pero de manera suave y delicada.

Su lengua se enrollo en cada uno de ellos casi de forma juguetona, lleve mis manos a mi miembro instintivamente para comenzar a masturbarlo, sentía que podría morir tranquilamente en aquella posición. Sentí al dragón abandonar mis testículos, entonces sus brazos se posaron en mis piernas separándolas suavemente.

Agite mi cola rozándola en su pecho, la subí un poco enrollándola en su cuello para que se quedara quieta, Kilian por su parte se detuvo y me miro con sus ojos como pidiéndome permiso a lo que solo le asentí suavemente. Puse sentir su respiración en mis testículos a la vez que suavemente levanto un poco mis piernas exponiendo mi parte más vulnerable, abandoné mi miembro y puse las manos en la cama apoyándome.

No tarde en sentir el cálido aliento del dragón en la entrada de mi ano pero a los pocos segundos sentí una tímida lamida de su lengua que me sorprendió. Antes de que pudiera siquiera reaccionar sentí una fuerte lamida en mi entrada que me saco un fuerte gemido, era una nueva sensación para mí que nunca espere experimentar.

Kilian continúo lamiendo diligentemente aumentando el ritmo conforme mis gemidos aumentaban, llegue a pensar por un momento que lo que estaba haciendo era como un beso, solo que allá abajo. No tarde en confirmarlo cuando sentí la punta de su lengua presionando suavemente mi ano.

Me estremecí ante tal presión a lo que el dragón solo respondió con un suave gruñido, su lengua comenzó a deslizarse en mi interior sin el más mínimo pudor posible, sujetó firmemente mis piernas como tomando precaución. Su hocico se abrió completamente y en un abrir y cerrar de ojos sentí una fuerte presión en mi interior que me hizo rugir inevitablemente, Kilian había introducido toda su lengua en mi interior

Me dolía indudablemente, nunca había hecho algo así antes, lo que estaba haciendo Kilian era difícil de creer, sentí un suave resoplido que calentó mis testículos y miembro que se había puesto algo flácido por el dolor experimentado. Había clavado mis garras en la cama por la sensación.

Kilian no hacía ningún tipo de movimiento, sabía lo que hacía, quería esperar a que me acostumbrara a ese dolor para continuar, respiraba algo agitado e intenté calmarme como pude. Empezaron a pasar los minutos y la sensación de dolor fue bajando, mi ano fue relajándose gradualmente y el dragón pareció notarlo, saco su lengua un poco y volvió a introducirla, volvió a doler pero no tanto, se había vuelto bastante tolerable decir verdad.

Kilian no desperdicio más tiempo y comenzó a sacar y meter su lengua en mi ano como si intentase devorarme. Ya para entonces deje de sentir dolor y este fue reemplazado por una sensación inmensa de placer, lleve mi mano otra vez a mi miembro y descubrí que ya estaba duro nuevamente.

Kilian empezó a volverse más salvaje con su lengua, la movía en todas direcciones mientras la sacaba y metía hasta que en determinado momento sentí un corrientazo que me hizo rugir. El dragón se detuvo y aunque no podía verlo sabía que una sonrisa se había formado en su hocico.

Había escuchado sobre eso pero nunca me atreví a hacerlo, se trataba del masaje prostático y era justamente lo que Kilian acababa de hacer, volvió a meter su lengua dentro de mí y comenzó a rozar la punta de su lengua en la zona que me hizo rugir. Otra vez sentí una fuerte sensación de placer que me hizo arquear el cuerpo, sentía que estaba a punto de acabar pero de repente el dragón se detuvo.

Sentí su lengua abandonar mi interior lentamente y observé su cabeza asomarse entre mis piernas con una sonrisa de satisfacción al mismo tiempo que relamía su hocico.

- Ahora -dijo suavemente- estas preparado

Sabía a lo que se refería con eso, todo lo que había hecho no era más que el preparativo para lo que seguía, lo único que estaba haciendo era dilatar mi ano y lubricarlo bien para su miembro. Kilian se posiciono cerca de mi levantando mis piernas colocándolas a un lado, se inclinó sobre mi poniendo su rostro cerca del mío.

- ¿Estás seguro de esto? -susurró-

- Acabas de probar mi interior, literalmente hablando y me gusto -reí un poco- sería un tonto si te detuviera

Sin avisarle lo bese, sin importar el hecho de que había estado en mi interior, el pareció sorprenderse pero me respondió el beso y extrañamente lo que saboree fue jabón

- ¿Qué tan profundo me limpio este dragón mientras dormía? -pensé mientras contenía una risa-

Pude sentir la punta del miembro del dragón rosar contra mi ano, ya era la hora de la verdad, me aferre a la cintura del dragón y pude sentir la punta deslizarse en mi interior sin ningún problema, lo jale contra mí un poco para hacer que entrara un poco más. Rompí el beso soltado un fuerte gemido, Kilian bajo a mi cuello para empezar a besarlo.

Sentí sus brazos apoyarse a ambos lados de mi para dar una pequeña embestida, otro gemido salió de mi hocico pero más fuerte. Calculaba que tenía al menos la mitad de su miembro en mi interior y hasta ese punto no había sentido dolor alguno, solo había sentido placer y creo que fue a causa de su trabajo previo con la lengua.

Sentí una fuerte ansiedad crecer en mi pecho, no tenía más dudas en aquel momento así que saqué mis garras clavándolas en mis caderas y jalándolo fuertemente contra mí. Kilian pareció reaccionar al instante y dio una fuerte embestida introduciendo todo lo que quedaba de un golpe.

Ambos rugimos al instante, puse sentir una leve punzada de dolor que fue rápidamente opacada por placer, pude sentir por fin todo su miembro en mi interior y un sentimiento de plenitud me inundo ya que esa era la forma más cercana en la que podía estar con Kilian. Levante mi rostro y mis ojos se encontraron con los de el para otra vez fundirnos en un beso dando inicio a un suave movimiento de sus caderas contra mi cuerpo.

Sus embestidas eran suaves y profundas, podía sentir mi interior hirviendo a causa de su miembro, sus alas volvieron a desplegarse cubriéndonos para luego pasar sus manos por mi espalda y pegarme más a él. Aceleró sus embestidas suavemente mientras la temperatura entre ambos aumentaba, el sudor no se hizo esperar y pude sentir como el de él se mesclaba con el mío formando un nuevo olor único casi afrodisiaco.

Los géminos comenzaron a subir de nivel volviéndose pequeños gruñidos por parte de ambos, sus embestidas se aceleraron y por fin entendí lo que se sentía ser poseído por otro individuo. No de forma sexual, sino de una conexión más profunda que eso, antes de ese momento él se había entregado a mí y ahora yo me estaba entregando a él con toda mi ser.

Sentí sus garras clavarse suavemente en mi espalda avisándome que ya faltaba poco, pude sentir las espinas de su miembro más fuertemente rosando mi próstata, me aferre a él lo más fuerte que pude mientras esperaba que llegase el momento. El primero en sucumbir al clímax fui yo por el masaje de su miembro, y sin siquiera tocar mi miembro fuertes chorros de semen salieron disparados entre nuestras barrigas mezclándose con el sudor.

A los pocos segundos pude sentir al cuerpo de Kilian tensarse, abrió sus alas violentamente y me abrazo de una forma casi posesiva como queriendo evitar que escapara. Sentí una última embestida que me estremeció, escuché un fuerte rugido que me ensordeció seguido de la sensación de un torrente hirviendo que se abría camino en mi interior a través de mis entrañas.

Sentía su miembro palpitar fuertemente en mi ano, su semen se abría paso en mi interior, era demasiada la cantidad y era muy alta su temperatura, nunca espere sentir algo así en mi vida y mucho menos nunca espere disfrutarlo tanto. Su cuerpo comenzó a relajarse y sus alas cayeron atrás de su espalda, su agitada respiración fue calmándose, se separó un poco de mí y pude ver su agotada expresión igual que la mía, me pregunte entonces cuando habría sido la última vez que Kilian intimo con alguien.

- Alan -dijó ahogadamente-

Llevé mis manos a su rostro acariciándolo, el solo cerro los ojos comprendiendo que todo estaba bien, se movió hacia atrás lentamente abandonando mi interior y en ese momento pude sentir un gran vacío. Solté una suave gemido mientras pegaba mi nariz a la del dragón. Kilian poco a poco se acostó a mi lado sin despegar su rostro del mío, me dio una suave lamida en la nariz y no pude evitar sonreír.

Sentí su mano en mi pecho que comenzaba a acariciarlo, me giré hacia el quedando frente a frente.

- Eres una bestia -le susurré-

En ese momento ambos estallamos en una suave risa, paso su mano por mis caderas acercándome a él, otra vez me beso pero esta vez muy lentamente, casi con cuidado de no hacerme daño. No era un beso lujurioso de eso estaba seguro, solo era un beso afectivo que le correspondí de igual forma, no recuerdo cuanto tiempo estuvimos así.

No sé en qué momento me quede dormido, al abrir mis ojos no pude ver mucho, pero sentí el calor de Kilian envolviendo mi cuerpo, olfatee un poco y reconocí su olor pero un poco diferente, estaba mezclado con el mío.

- Kilian -pensé-

Me acurruqué más en su pecho y pude sentir su mano en mi espalda acariciándola casi que automáticamente, estaba dormido conmigo abrazado, seguramente exhausto igual que yo. Empecé a pesar en lo que acaba de hacer con Kilian, no fue simple sexo, no casual o amistoso, la forma en que me entregué a él y el a mi demostraba algo más allá de eso, era como si hubiese hecho el amor por primera vez en mi vida con alguien.

- Si él está junto a mí de esta forma entonces ya no quiero nada más -pensé- ya tengo todo lo que necesito

Otra vez desperté pero esta vez no pude sentir al dragón a mi lado, me senté en la cama con algo de pereza y pude ver como unos rayos del sol pasaban entre las cortinas de una ventana que antes no había visto. Tenía algo de sed y tiré la vista a la mesa de noche a ver si había algo de agua pero lo que encontré fue un gran plato lleno de una comida que Kilian me había preparado uno de los primeros días que estuve allí, arepas rellenas con un gran vaso de jugo.

- Idiota -sonreí-

No tarde mucho en devorar el plato junto al jugo y quedar satisfecho, tenía mucha hambre debido a que interrumpí a Kilian cuando me alimentaba la noche anterior. Me levanté lentamente y sentí mi cuerpo entumecido, si de verdad había estado tanto tiempo dormido y acababa de tener sexo de esa forma con el dragón entonces este dolor era normal ya que mi cuerpo apenas estaba comenzando a rehabilitarse.

Observe una ropa doblada en una silla, me acerque y la detalle, era mi ropa para ser más precisos justo la que tenía puesto cuando llegue aquí. Un extraño olor llego a mi nariz, olfateé un poco el aire y me di cuenta que era yo.

- Oh -reí- debería tomar un baño definitivamente

Giré mi vista buscando una puerta pequeña y me dirigí a esta, al entra me sorprendí al ver un baño grande de cerámica netamente blanca, brillaba como si la acabaran de instalar mientras que el inodoro y el lavamanos tenía un diseño bastante moderno. Cerré la puerta con llave e hice mis necesidades básicas primero, luego me introduje en la ducha y me di un largo baño con curiosamente el mismo jabón que había olfateado en mi pelaje la noche anterior, solo pude reír ante eso.

Salí de la ducha y me sequé con una toalla rápidamente, salí del baño y me vestí rápidamente ya que estaba algo ansioso por saber dónde estaba Kilian. Salí de la habitación y cruce la sala hasta la puerta principal, la abrí y lo primero que sentí fue un fuerte viento frio que alboroto mi melena, di unos pasos afuera mirando el cielo y pude notar que este estaba nublado.

Observé en todas direcciones buscando a Kilian pero no lo vi. Un ruido llamo mi atención, provenía del granero donde dormía, caminé rápidamente hacia este y al abrir la puerta vi a Kilian de espalda frente a mi moto.

- ¿Kilian?

El dragón se volteó rápidamente y me dedico una sonrisa para después acercarse a mí y darme un abrazo que correspondí, aquel simple gesto matutino era bastante satisfactorio e inconscientemente comencé a frotar mi cabeza bajo su cuello con un leve ronroneo.

- Gato doméstico -se rió un poco-

- ¿A quién llamas gato? -lo mire algo molesto- soy un león

- Lo sé -acaricio mi rostro y me dio un suave beso-

- Kilian -correspondí su beso- idiota

No pude contener las ganas y lo abrace por el cuello para besarlo nuevamente, Kilian solo me abrazo por la cintura pegándome más a él haciendo que el frio que sentí momentos atrás desapareciera. Al cabo de un minuto me separé de él lentamente y solo entonces pude notar otra vez mi moto atrás de él.

- ¿Hacías algo con la moto?

- ¿Ah?, si -se giró y camino hasta esta- le puse los cables que le había quitado y le recargué las baterías

- ¿Por qué? -un mal presentimiento se apodero de mi-

El dragón giro a verme con una sonrisa aunque sé que ocultaba cierta tristeza, tomo la moto por el volante y comenzó a caminar con ella hacia afuera a lo que me limite solo a seguirlo.

- La temperatura descendió cinco grados esta mañana -dijó- y como abras notado el frio se ha impuesto en el viendo

- ¿Y?

- Significa que a más tardar hoy comenzara a nevar -se detuvo y giró a verme- aunque en Irlanda en general no nieva mucho en esta región si por estar a mayor altura respecto al nivel del mar

- ¿Qué tiene que ver eso conmigo? -mi voz vaciló- ¿Quieres que me valla?

Kilian le puso la pata a la moto dejándola en descanso y se acercó a mí lentamente.

- Cuando comience a nevar todos los caminos se cerrarán por al menos tres meses -explico- no podrás regresar a casa

- Eso no me importa -respondí con dificulta- quiero quedarme aquí, contigo - lo mire a los ojos- ¿Tu no quieres que me quede?

El dragón extendió sus alas suavemente y se acercó a mí para luego envolverlas a mí alrededor en un abrazo, froto su cabeza suavemente entre mis orejas hasta que por fin volvió a hablar.

- Tú quieres quedarte, yo quiero que te quedes pero no es lo que necesitas en este momento Alan

- ¿A--- A que te refieres? -hundí mi rostro en su pecho conteniendo las lágrimas-

- Tienes asuntos pendientes, allá en tu mundo, asuntos con tu familia, con tu empresa, incluso con María

- Eso no me importa -frote mi rostro en su pecho- desde que llegue aquí no me importan

- Seria egoísta de mi parte permitirte quedarte aquí sin que resuelvas eso antes -me abrazo con más fuerza- con los años vendrían los arrepentimientos del porque no hiciste algo cuando pudiste, la mejor forma de comenzar una nueva vida es atando todos los cabos sueltos de la anterior ¿No crees?, además, seguro que tienes mucho que contarle a María

- María -recordé el correo- no entiendo ¿Cómo es que ella no está aquí?, se supone que el correo debió enviarse -levante la vista para mirarlo-

- Hable con ella en tu tableta, le dije que no se preocupara, que te cuidaría -froto su nariz con la mía- no vuelvas a poner la inicial de tu nombre como patrón de desbloqueo ¿Bien?

No pude contener una pequeña risa en ese momento, sentí como el dragón me abrazo más fuerte que antes protegiéndome del frio.

- Alan -dijo cerca de mi oído- vuelve a tu mundo, resuelve todos tus asuntos pendientes y si aún me amas para entonces -se quedó en silencio un momento- entonces regresa, yo te estaré esperando aquí, si no lo haces sabré que encontraste algo mejor, de todas formas yo no me moveré -rio un poco-

- Kilian -lo abrace con más fuerza-

- Y si regresas por mi entonces yo te daré mi posesión más valiosa -se separó un poco de mi para verme a los ojos- te daré mi nombre, mi verdadero nombre

En mi mente maldije un millón de veces, no por odio, no porque no me gustaba su idea, sino porque tenía razón en todo lo que había dicho y para rematar me ofreció esperarme junto a su nombre. No pude contenerlo más y hundí mi rostro en su pecho dejando fluir mis lágrimas, no había forma que pudiera conseguir algo mejor que ese dragón en este mundo.

Pasaron unos minutos hasta que pude calmarme y separarme de él, Kilian lamio mis mejillas limpiando mis lágrimas como si fuese un cachorro pequeño, como si fuese su cachorro, me dedico una sonrisa mientras acariciaba mi rostro.

- ¿Mejor?

- Si -le sonreí-

- Buen chico -se separó de mí y camino a la moto- te hice algo para el frio -escuché abrirse el compartimiento de la moto- tuve bastante tiempo para terminarlo

Me ofreció entonces algo doblado que tomé firmemente dejándolo desplegarse en el aire, lo reconocía, era la misma tela que el dragón trabajaba tiempo atrás pero finalizada, era una especie de abrigo sin mangas o capucha. Dorado con bordes gruesos marrones y en esos bordes intrincados diseños de raíces blancas simplemente magnificas y espectaculares.

- Esto no es irlandés, no es celta, no se parece a nada que haya visto antes -apenas pude decir-

- Es algo de mi hogar, de mi verdadero hogar -respondió en un susurró- no veras algo así en otro sitio de este mundo, te lo puedo asegurar

Comprobé la tela con mis dedos y pude sentir al menos tres capas diferentes en su interior, antes de poder decir algo Kilian me la quito de las manos y la abrió frente a mí.

- ¿Puedo?

Solo le sonreí asintiéndole, me di la vuelta metiendo mis brazos entre la túnica ajustándose perfectamente en mi cuerpo, me di la vuelta para quedar frente al dragón y este comenzó a abotonar los botones cerrándola. Era ligera pero muy cálida, era sencilla pero muy bonita con una ranura trasera que dejaba mi cola libre sin problemas, no tenía palabras para expresar mi gratitud salvo un abrazo.

- Dragón idiota -unas lágrimas corrieron por mi mejilla- ¿Cuantas veces tienes planeado hacerme llorar en un día?

- Todas las que pueda -se rió mientras me abrazaba- pero solo de felicidad y no tristeza

- Gracias -me separé de él-

- Toma -me extendió mi tableta- te marque la ruta para llegar a la ciudad, te tomara al menos cinco horas llegar

- Si me hubieses dado esto desde el primer día -lo mire fijamente- yo me hubiese ido y posiblemente ya estaría muerto -mire la tableta- yo no entiendo que paso aun Kilian -negué

- Alan -tomo mi barbilla levantando mi rostro- confía en mí, cuando vuelvas te lo contare todo, te lo prometo ¿Sí?

Otra vez me perdí en su tierna mirada, lo abrace lentamente y lo volví a besar demostrando todo mi afecto que podía en ese momento, ese sería nuestro último beso hasta que nos volviéramos a encontrar en el futuro. Me despegué de él lentamente y lo volví a mirar, ya no había más nada que pudiéramos decirnos. Caminé a la moto con dificultad guardando la tableta y me subí a ella, la arranque al primer intento y pude sentir una punzada de dolor en mi pecho por lo que estaba a punto de hacer, irme de aquel lugar.

Mire a Kilian junto a mi e intente gravarme ese último recuerdo de él en mi mente, nos miramos mutuamente unos minutos sin decirnos nada, me puse mi casco por fin y arranque por el camino principal subiendo la colina. Me detuve un momento y saque la tableta para memorizar la ruta a la ciudad.

Baje la tableta guardándola y admire una última vez la granja del dragón, esta vez no dejaría que la tristeza me invadiera por el simple motivo de que sé que volvería. Acelere mi moto con la ruta en mi mente hacia la ciudad dándole la espalda a todas las experiencias que tuve en aquel lugar, hice rápidamente una lista de prioridades que atender apenas llegase a casa, calculaba de seis meses a un año para resolver todo y poder volver con Kilian, no desperdiciaría mi tiempo en tonterías como siempre lo hice.

Había pasado ya como cuatro horas de camino, había pasado de viejos caminos rústicos a uno pavimentado pero igual de solitario, mi mente no dejaba de maquinar todas las cosas que iba a hacer, desde lo más sencillo hasta lo más complejo. Pude ver entonces algunas señales que indicaban que la ciudad más próxima se encontraba a quince kilómetros pero algo capturo mi atención, una sombra en el camino frente a mí que se alejó inmediatamente después de cruzar una colina.

Me detuve en los límites de la ciudad y volteé hacia atrás quitándome el casco solo para poder apreciar lo que ya en mi corazón ya sabía.

- Dragón idiota -sonreí-

En la cima de la colina pude ver a Kilian saludándome con su brazo, solo pude responderle de igual forma, extendió sus alas y despego con rumbo a su tierra nuevamente.

- Espérame Kilian -me dije a mi mismo- volveré y esta vez será para siempre, es una promesa

- Continuará -

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top