Parte 1

Dedicada a Fandomshipps, sin ella, sinceramente no lo hubiera terminado.

*********

"Estando tan segura de tu amor, hoy despierto más sola que cualquiera. Pues quien nace solo y vive con el desprecio, aprende a lidiar con ello.

La soledad súbita después del más grande amor conocido es sinónimo de muerte.

Si al final no me deseaban, mejor me hubieran abandonado al momento. Por lo menos sé que no dolería tanto."

***

Cinco de la mañana. Otra vez me he levantado antes que el despertador...

...aunque también es cierto que...

...no tengo despertador desde hace ya algunos meses.

A través de mi respiración cansada me pregunto nuevamente lo mismo de cada mañana, siempre desde aquella tarde en el umbral del mundo humano y de las hadas:

¿Vale la pena todo esto? ¿De verdad lo vale?

Y yo sé la respuesta... la sé, pero aún hay cosas que... no se pueden quedar así.

Me siento en la cama y el mareo se agolpa en mi frente, siento escalofríos, náuseas y dolor; estoy consciente del porqué de estos malestares, pero hace mucho que no me interesa comer, así que simplemente escupo a un lado de la cama para quitarme algo del mal sabor que provoca la boca reseca.

Suspiro y volteo a ver a la ventana sin ver realmente nada allá afuera en la nocturna mañana, extraña manía que me ayuda a despabilar y espantar el sueño del que no quisiera irme. A veces sirve mirar a la nada, a veces no.

Maldito mareo y esta sensación hueca en el estómago. Creo que hoy me veré obligada a comer algo.

Observo a Twig que está enrollado en esquina, aun duerme; su pequeño cuerpo se infla levemente cada que inhala y se deja relajar exhalando.

Mi pequeña ancla, sonrío al pensar en que no sé qué haría sin él...

...aunque eso no es verdad, claro que sí sé que haría si mi pequeño ciervo zorro no estuviera.

Igual y tal vez todo sería más fácil.

Me pongo mis pantuflas y bajo por fin de la cama, me dirijo al sanitario para ducharme. Bendita agua helada de los meses de octubre, sé que me hará sufrir hoy.

¿Cuándo me había preocupado por eso cuando aún servía la calefacción?

Tiemblo bajo el chorro de agua que parece estar hecha de agujas. Mis dientes crujen. Temo resfriarme. Bañarse está sobrevalorado. Si no fuera porque es condición de empleo...

Pienso en lo que desayunaré hoy para distraerme de la sensación helada. No estoy de ánimos para prepárame nada y aunque el estómago me duele, no hay ganas en mi boca. Aun me queda una manzana no del todo negra, creo, y algo de té. Lo único que hay desde hace días.

***

Me he quedado viendo el espejo no sé cuánto tiempo, pero ya se me hizo tarde. Ya perdí minutos valiosos y ahora tendré que correr. Todo por tonta pues mientras me miraba las costillas que se marcan, mis delgadas piernas y las ojeras cada vez más profundas, me ensimisme en esa sensación que no logro sacarme del pecho y que aparece cada mañana, justo después del baño al mirarme en el espejo grande. Ese maldito deseo que no logro quitarme de querer regresar el tiempo, de que todo fuera como era antes de saber que soy mitad hada... y... comer panques con mantequilla...y no estar tan sola y no sentir este vacío.

Ya basta. Llegaré tarde al trabajo... no vale la pena gastar más lágrimas...en... en nada que valga la pena.

****

Mi trabajo consiste en mantener limpia y ordenada una pequeña tienda a las afueras, a veces igual atiendo a algunos clientes. La dueña es buena conmigo, me ha dado algunos productos e intenta procurarme, pero yo tiendo cortésmente a alejarla; tiene sus propios problemas con ese hijo mayor que solo llega a sacarle dinero y a gritarle, además de que el tipo me ha ofrecido asilo en no sé dónde, diciéndome que una niña como yo no debía vivir sola. Que él me cuidaría y que nada me haría falta.

Que no me faltaría nada...a veces eso es un sueño.

Obvio no le hago caso a pesar de su insistencia. Su madre le ha dicho que no se meta conmigo.

Repito que la señora es buena, pero de las primeras cosas que entendí cuando quedé sola es que mi vida es mi problema y de nadie más. Sin papá y sin mamá, sin nadie.

SIN MAMÁ...

"Hilda...a mí...un horrible monstruo me arrebató mi infancia y todo lo que yo alguna vez fui; y ahora yo...ahora puedo recuperarlo...como sé que tú, en algún momento, también podrás recuperarlo, cariño. Recuperarás tu tiempo perdido eso es seguro, pero en mi caso, esta es mi única oportunidad de volver a lo que me quitaron. Sé que estarás bien, ya informé a tu padre, así que no estarás sola. No veremos más pronto de lo que crees, Hilda. Te amo, hija mía."

Y así fue como, en la despedida más breve del mundo para a abandonar a la hija que decías amar tanto, quedé en manos de un padre que para ese momento ya estaba del otro lado del país.

No sé si mamá lo sabía, y si lo sabía no le importó, simplemente se quedó con los abuelos y me dejó sin volver a preguntarme si yo deseaba quedarme con ella en el mundo de las hadas.

No podía creer que ni siquiera lo dudo...

Y si, lo acepto...si me preguntan ahora me quedaría sin pensarlo... ¡Pero jamás de los jamases hubiera creído que ella era capaz de abandonarme! ¡Que sería capaz de hacerme algo así!... y ahora ya no puedo volver.

Y me quedé sola.

Para mí era simplemente inconcebible lo que estaba ocurriendo, estaba perdida en un shock que me impidió hacer y decir nada, creo que por eso fue por lo que una voz en mi cabeza (la del abuelo Phinium) me dijo que perdonara a mi madre por sus acciones, me dijo que ella, al ser niña nuevamente en el mundo hada, fue perdiendo poco a poco parte de los recuerdos de adulta, específicamente los que tienen que ver con ser madre. Me dijo que perdió ese instinto maternal y que por eso le fue sumamente fácil abandonarme. Que ellos no pudieron hacer nada para cambiar las cosas.

Eso dicen y eso quiero creer yo con tal de no lastimarme más.

Pero duele. Duele y mucho.

Hay chicos huérfanos que jamás conocieron a sus padres y los añoran, pero yo fui dejada a sabiendas pues, como si fuera algo que de pronto se pudrió. Anders simplemente desapareció. Nunca conté con él ni antes ni ahora y sé que nunca lo haré. Aun así, pasé días y días buscándolo por el pueblo después de que llegué a la casa vacía y me di cuenta de que no estaba teniendo una pesadilla. Que me habían abandonado de verdad.

Lo busqué en las tabernas, hoteles y en las afueras hasta que, al tercer o cuarto día, un hombre en el puerto me dijo que tenía ya una semana que se había embarcado en una expedición que no tenía para cuando volver.

Allí comenzó todo.

-Si, señora, ahorita le traigo las latas de durazno en conserva-

Me ha sacado de mis pensamientos un cliente. Que bueno, la verdad.

***

Mi hombro derecho ahora presenta pequeños cortes. Nadie lo entiende ni lo entenderá, pero el hacerme pequeñas laceraciones con una navaja merma el dolor quemante en el pecho que llega de pronto, aunque Twig me mire feo cuando lo hago. Siempre dejo que corra un poco de sangre y luego la recojo con el dedo para lamerla, solo porque sí, como que me entretiene mientras permanezco sentada en una de las esquinas de la casa.

La casa esta sucia. Al principio procuraba barrer y no quería que se empolvara, pero con el paso de los días y las semanas fui perdiendo todo ánimo hasta que una oscuridad (la de aceptar toda la verdad) cayó sobre mí y simplemente entendí que nada de lo que hiciera valía la pena. Que yo... que, si era para mí, podría vivir o subsistir a como fuera, y la escoba y el trapeador quedaron tirados junto con mi ánimo cerca de las escaleras, donde aún permanecen.

Al final eran dos cosas inútiles, como mamá y papá.

Si era para mí, podría vivir o subsistir a como fuera y en donde fuera.

Ahora hay basura, latas, sobres de golosinas y un olor a algo agrio que no sé de dónde viene.

Y no me importa, de todas formas, nadie va a entrar aquí.

Hoy tampoco tengo hambre. No comeré.

Dejé de ir a la escuela desde el mismo día en que entendí que ya no contaba con mi mamá ni tampoco con mi papá; justo cuando me di cuenta de que la comida escaseaba y que había que pagar luz y otras cosas para las que no tenía dinero.

Por un rato me alimenté de moras silvestres y hongos, pero me dio dolor pasado un tiempo ya que, aun cuando vivía en el campo, siempre tuve comida caliente en casa. Así que, si más salida, conseguí un empleo en una tienda de las afueras de Trollberg, atendiendo el mostrador y dando limpieza al lugar.

Como si no fuera poco, todos estos eventos acarrearon consigo un problema más: se me ha hecho muy difícil ver a David y Frida.

Ellos obviamente están muy preocupados por mí como buenos amigos, es verdad, pero simplemente con mi salida de la escuela, es cada vez más complicado vernos. Me visitan a veces en la tienda o aquí en la casa, pero en la tienda estoy de 6 de la mañana a 6 de la tarde y en la casa solo por las noches. La tienda queda realmente lejos de la escuela y luego ellos tienen tareas, excursiones y eventos escolares a los que no pueden faltar y con los que estábamos juntos todo el tiempo. Ahora no tengo ese tiempo, ahora tengo que trabajar.

Me quieren. Los quiero. Pero el tiempo no nos da ya para mucho.

***

Extraño a Alfur, mi pequeño elfo escritor, pero es mejor que no esté aquí viendo como estoy ahora, sobre todo con los cortes en mi hombro, se hubiera horrorizado al ver la sangre.

Me arrepiento lo feo que le grité y las cosas horribles que le dije, pero...es mejor que sea así. De verdad que es mejor que sea así.

Esa noche en que le grité, había llorado tanto porque tenía hambre, frio y, sobre todo, mucho miedo de una casa tan grande y sola. Afuera una tormenta asolaba y yo estaba hecha ovillo en el centro de la sala, a oscuras porque se había ido la luz, agarrándome la cabeza y gritando incoherencias. Las esquinas en penumbras, los truenos, el viento y el techo que se me hizo inmenso. Lloraba preguntándome por qué mi madre me había dejado, por qué mi papá no me quería, por qué me hicieron venir solo para dejarme sola. Deseaba que alguien me llevara a no sé dónde.

Entendí esa noche que fui una hija no deseada.

Estando en mi peor momento, Alfur se me acercó he intento darme ánimos diciéndome que todo mejoraría. Yo le miré un par de segundos sin ver nada realmente más que mi dolor, y después de un trueno fuerte, simplemente me cegó la furia y le dije que se largara, que él no sabía lo que sentía, que aquí no era ya casa para nadie, que todos se fueran y que quería estar sola, morir sola como me habían dejado.

Que se largaran todos.

Le aventé cosas y luego rompí el contrato. Así fue como no supe más de él.

Luego llore hasta atragantarme, hasta quedarme dormida.

Me despertó ese mañana un dolor estomacal que me llevó a vomitar algo amarillo.

***

Claro que hubo algunos adultos que se preocuparon por mí al enterarse de mi situación; como Kaisa, la bruja bibliotecaria, quien me regalaba frutas de vez en cuando, me visitaba y preguntaba por mi salud. Incluso me invitó a vivir en el gremio de las brujas. Yo sinceramente no tenía ganas de nada así que la rechacé, pero en el fondo pensaba con interés la idea.

Hilda, la bruja huérfana sonaba como a una bella novela como la que ahora quisiera que fuera mi vida.

Desgraciadamente, ella me traicionó y no le acepté nada más, ni comida, ni visitas, ni nada, cuando me enteré de que fue de las que llamó a Servicios Infantiles quienes llegaron hasta la casa y entraron a la fuerza para llevarme quien sabe dónde.

A esos tipos vestidos de blanco simplemente me les escondí, revisaron la casa como si buscaran a un ladrón. Rompieron cosas que aun siguen en el suelo hechas trizas.

Yo no iba a abandonar nunca mi casa en Trollberg y Kaisa sabía mi deseo y no le importó. La llamé traidora y ahora no le tengo un ápice de confianza. Gracias a ella, aun siento que esos hombres me vigilan a donde voy.

***

Yo me cocino, me lavó, me compro mis cosas. Hago lo que puedo.

El problema, el verdadero problema es que cada vez tengo menos ganas de hacer nada.

Cada vez como menos.

Cada vez me levanto más cansada.

Cada vez tengo menos ganas de hacer cosas.

Cada vez tengo menos ganas, básicamente, de existir.

Es un vacío en el pecho que se vuelve un abismo donde mis pensamientos se bañan de algo que quema. Solo quiero quedarme quieta y desaparecer.

Si no fuera por él.

***

Quise regalar a Twig, lo admito, pero no tengo corazón para eso.

Quise regalarlo para poder por fin desaparecer sin culpa. Poder irme y ya y terminar con todo de una maldita vez.

Pero me di cuenta de algo escalofriante.

Me di cuenta de que, si yo hago eso, estaré haciendo exactamente lo mismo que ella hizo conmigo.

Exacta y justamente lo mismo que ella hizo conmigo.

Ella me regaló para quitarse el peso que le representaba, y así desaparecer en paz a lo que ella llamó felicidad.

Y yo estaba pensando en hacer lo mismo con mi amado Twig.

Así que, por esa enseñanza monstruosa que me dio mi madre, no lo haré, no seré su igual, y si mañana me levanto en medio de este basural, cansada, moribunda, enferma y completamente podrida, será porque me queda él.

Mi pequeño, mi niño...

...Mi ciervo zorro.

Epilogo:

Frida, David y Kaisa fueron reunidos por Alfur en un lugar secreto fuera de Trollberg esa noche.

Él comenzó sin preámbulos.

-O hacemos algo ya, o Hilda se dejará morir.-

-Ya no confía en mí, no puedo hacer nada.-

-No debiste llamar a Servicios Infantiles, Kaisa.-

-David, es lo que todo adulto responsable en esta situación haría.

-Yo también creo eso, Kaisa, pero ese ya no es el tema ahora.

-Así es, Frida. El punto ahora es ¿Qué vamos a hacer? Ella está en los huesos, casi no come, si trabaja es para comprar alimento a Twig, quien además es la única razón por la que sigue viva, ella lo ha dicho recientemente y eso me asusta. Además...

-¿Además qué, Alfur?

-Ella se ha comenzado a cortar los hombros con una navaja de rasurar y se... se come su sangre.- Y Alfur se llevó la mano a la boca.

La noche para todos se volvió un susto. La preocupación se salió de control y consternados, solo les quedaba ver como iban a poder salvarla. Y cada segundo era en contra...

***

Hilda pasó la filosa navajita por su hombro en diagonal, marcando que ya llevaba en ese lugar, cinco.

La sangre brotó, la recogió con su dedo y se lo llevó a la boca.

Luego sonrió.

****************** 

Tendrá un capítulo más donde se vera si Hilda vive o muere, si es llevada por extraños, si se vuelve un monstruo o si logra tener un final feliz.

Saludos.

Gendo Uribe

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