Querida amiga:

Con la adolescencia llegarán las hormonas alborotadas, las salidas con amigas, los chicos. Te prestarán atención por primera vez como nunca antes. Sentirás mariposas en el estómago y nervios, muchos nervios. Tus manos se transpirarán, los latidos de tu corazón se acelerarán y por primera vez dirás que te has enamorado.

Meses más adelante te darás cuenta que en verdad no era así. Una mala combinación de celos por su parte y tu orgullo porque nadie te controle hará que te des cuenta que eso no es lo que quieres. Hasta agradecerás a tu conciencia cuando no cediste en los momentos que él te presionaba con cosas que no querías hacer.

Serás hiriente y lo lastimarás, pues eres la superada de la relación. Serás una maldita perra, seamos honestos. Pero es culpa de ambos, tú te pasaste de la raya, él algo de todo aquello se lo buscó. Lo bueno de todo es que es un paso más que das acercándote a quién eres hoy.

¿Puedo ser honesta contigo? Desde el futuro te diría que no cambiaría nada, has aprendido muchísimo y deberías estar orgullosa, todos estos acontecimientos te ayudaron a mejorar y a crecer como ser humano.