Misión espacial pionera conocida como "Odisea Estelar". La humanidad había logrado un avance tecnológico increíble que les permitió viajar a través del espacio a velocidades que antes solo existían en la ciencia ficción. El objetivo de esta misión era explorar un lejano planeta llamado Novaterra, ya que se cree que pueda ser un nuevo hogar para la humanidad, ya que la Tierra se volvía cada vez menos habitable.

La tripulación de la Odisea Estelar estaba formada por un grupo diverso de científicos, ingenieros y astronautas, cada uno seleccionado por su experiencia y habilidades únicas. La nave espacial, llamada "Aquila", se lanzó desde la Tierra con una mezcla de emoción y aprehensión. Viajaron a través de vastas distancias interestelares durante meses, enfrentando desafíos tecnológicos y personales, pero finalmente llegaron a Novaterra.

El planeta era hermoso y desconocido, con paisajes exuberantes y una atmósfera adecuada para la vida humana. Los científicos comenzaron a explorar el terreno, mientras que otros miembros de la tripulación comenzaron a estudiar la flora y la fauna locales. Sin embargo, a medida que pasaban los días, empezaron a notar que algo no iba bien.

La tripulación comenzó a sentirse frustrada, desilusionada, triste, con mucha rabia. Unos empezaron a aislarse, y otros se enzarzaban en disputas sin sentido. La tensión en la nave aumentaba, y las relaciones entre los miembros de la tripulación comenzaron a deteriorarse.

Un día, mientras exploraban una zona boscosa, dos miembros de la tripulación, el capitán Thomas y la bióloga María, hicieron un descubrimiento sorprendente. En lo profundo del bosque, encontraron un extraño espejo gigante que parecía estar incrustado en el suelo. Cuando se acercaron, vieron sus propias reflexiones, pero sus reflejos no eran exactamente como ellos.

En lugar de mostrar a los dos exploradores como eran en ese momento, el espejo reveló sus aspectos más oscuros y ocultos. Thomas vio una versión de sí mismo luchando contra sus demonios personales: su miedo al fracaso, su culpa por dejar atrás a su familia en la Tierra, y su constante necesidad de control. María vio una versión de sí misma obsesionada con la idea de la perfección, siempre buscando la aprobación de los demás y nunca permitiéndose cometer errores.

Ambos se sintieron profundamente perturbados por lo que vieron en el espejo, y regresaron a la nave para compartir su descubrimiento con el resto de la tripulación. La noticia se difundió rápidamente, y los miembros de la Odisea Estelar comenzaron a preguntarse si el planeta Novaterra estaba de alguna manera proyectando sus aspectos más oscuros y ocultos a través del espejo.

La tensión en la nave alcanzó su punto máximo cuando los conflictos personales de la tripulación se hicieron evidentes. Se desataron discusiones y enfrentamientos, y parecía que la misión estaba al borde del colapso. Fue entonces cuando el psicólogo de la tripulación, el Dr. Karen, sugirió que debían enfrentar y superar sus aspectos oscuros si querían sobrevivir y completar su misión.

Con renuencia, los miembros de la tripulación se acercaron al espejo uno por uno y enfrentaron sus miedos, inseguridades y aspectos oscuros. A medida que lo hacían, sus reflejos comenzaron a cambiar, mostrando signos de aceptación y crecimiento personal. Thomas aprendió a soltar su necesidad de control y confiar en su equipo. María abrazó la idea de que cometer errores era humano y que buscar la perfección era una carga inalcanzable.

A medida que cada miembro de la tripulación superaba sus aspectos oscuros, la atmósfera en la nave se volvía más liviana y armoniosa. Comenzaron a trabajar juntos de manera más eficiente y a apreciarse mutuamente en un nivel más profundo. Fue entonces cuando hicieron un último descubrimiento sorprendente, algo que les llevaría a la desesperación.

Se empezaron a dar cuenta que todo lo que les rodeaba estaba al revés: Las letras de los documentos, los objetos, e incluso la fauna estaba como se hubiesen cambiado de posición. Y lo peor de todo, la nave no funcionaba. Fueron al espejo, para ver si podían encontrar la explicación a éste fenómeno.  

Por asombro de todos, el espejo volvía a mostrar los mismos reflejos de ellos en sus peores versiones, aunque ésta vez ellos saludaban con la mano... o mas bien se despedían. Sin darse cuenta, se habían intercambiado, quedando ellos atrapados en el mundo del espejo, mientras que sus peores versiones, regresaban a la nave y con ella, de vuelta a la Tierra.

Con los corazones rotos, la tripulación decidió quedarse en Novaterra y establecer un nuevo hogar en su nuevo mundo. No podían hacer otra cosa. Fueron a buscar un futuro para la humanidad, pero ellos fueron los primeros en ser despojados de él.