Único
HISTORIA CORTA
NaruHina
MUNDO NINJA | ANIME BORUTO
Este fic no está ligado a un tiempo específico dentro del anime o manga.
NINGUN PERSONAJE ME PERTENECE, SIN EMBARGO LA HISTORIA AQUÍ PLASMADA ES DE MI PROPUEDAD.
[...]
Hinata se levantó en cuanto el tercer timbrazo de su alarma sonó, luego somnolienta se encamino hacia el baño donde tomaría una rápida pero reconfortante ducha, para así comenzar con su rutina diaria.
Abrió la llave entre bostezos cortos, dejo el agua correr un poco mientras observo casi por error su desastroso reflejo. Miro con determinación un pequeño patrón de arrugas en el pliegue de sus labios, pero lejos de horrorizarse sonrió nostálgica, porque ni siquiera tenía tiempo para ser vanidosa.
Entre sus embarazos y ser el pilar que sujetaba el sueño de Naruto se había olvidado por completo de sí misma, que incluso le avergonzaba la sola idea de colocarse un poco de rubor en sus pálidas mejillas.
— Sera otro día — soltó al aire, convenciéndose que un buen baño era todo lo que necesitaba mientras observaba de reojo aquel colorete que aún permanecía en su empaque, el que con tanta ilusión Ino le había obsequiado.
Naruto mismo le había dicho que por sí misma era hermosa y por supuesto le creía, pero de eso ya había pasado bastante tiempo y su amado esposo parecía cada vez más distante y ajeno a su relación, así que quizás, debía esforzarse un poco para lucir linda, linda para él.
Así que con ese pensamiento en mente, Hinata comenzó a desprenderse de su bata.
— Mami — Hina su pequeña niña irrumpió. Hinata se cubrió de inmediato y se dio la vuelta para cerrar la llave — Estas realmente segura que Papá vendrá a casa esta noche —
— Estará aquí, tal y como lo prometió — Hinata la miro con dulzura y toco su cálida mejilla.
— Yupi — la pequeña salió luciendo increíblemente feliz, dando giros y pequeñas piruetas con su adorado oso de peluche, para después llamar con todas sus fuerzas a su hermano mayor — Papá, él, vendrá esta noche —
A lo lejos escucho a Boruto quejarse, pero Hinata sabía muy bien que solo se trataba de una fachada, una clase de barrera que lo protegía ante la decepción.
Afortunadamente para Hinata, en esta ocasión no tendría que inventar excusas, ni tendría que mentir, puesto que su marido había sido quien sugiriera la cena familiar.
Sintiéndose aliviada, procedió a darse un rápido baño había mucho que preparar para aquella noche tan especial.
[..]
Y la hora esperada había llegado, se observó tímidamente en el reflejo del horno de microondas, el colorete tal como lo había mencionado Ino era sutil y le resultaba bastante favorecedor, le rejuvenecí, aunque solo un poco.
— Luces linda — Boruto hablo a sus espaldas, enseguida noto como sus mejillas ardieron en vergüenza y este rio en consecuencia — Él, deberá notarlo o si no — Boruto lanzo un puño al aire.
— Boruto — Hinata lo reprendió.
— Descuida, solo me ejercito —
— Aquí, aquí — Himawari quien portaba un hermoso y elegante vestido plateado arrastro a su hermano al enorme ventanal que daba justo a la entrada del hogar Uzumaki.
— Hima... — Boruto suspiro, aunque le pareciera infantil esperar todo el rato por su padre no se negaría a acompañar a su adorada hermanita, sin embargo suspiro resignado al observar su vestimenta le había advertido, pero parecía que a la menor poco le importo que su hermano le advirtiera que su padre muy posiblemente no tendría ánimos de salir aquella noche.
Por su parte Boruto se colocó lo primero en su closet, no había ni una pizca de esmero en su vestimenta. Hinata lo sabía, aunque Boruto no lo expresara abiertamente no esperaba nada aquella noche.
Con la cena servida y los cubiertos perfectamente colocados, Hinata giro a su alrededor no había nada más que hacer, solo esperar por su querido esposo, escucho a Boruto quejarse por la impaciencia de Hima, la emoción que su hija emanaba era sofocante, tanto así que podía sentir lastima por su hijo mayor.
El timbre sonó, de inmediato Himawari corrió hacia la puerta y aunque Boruto se esforzaba por ocultarlo Hinata descubrió una pizca de emoción en sus azulados ojos.
— ¿Papá? — la niña echó para atrás, ocultándose tímidamente de aquellos ebrios hombres.
— Lo siento Hinata, lo intente pero él simplemente se negó — Shikamaru quien cargaba a Naruto como un peso muerto, estaba intentando de manera desesperada disculparse por el mal estado de su marido y aunque deseaba escucharlas, no creía que Shikamaru debía de asumir toda la responsabilidad. Así que no lo interrumpió y lo dejo continuar hasta que este finalizo con un ¨Se lo repetí, del compromiso familiar pero realmente no supo cuando parar¨ el escucharlo le dolió, que Naruto supiera y aun así lo ignorara le dolía tanto que deseaba llorar, pero simplemente asintió tímidamente.
— Lo entiendo perfectamente, Shikamaru-san —
— Realmente lo lamento Hinata — Shikamaru coloco a Naruto en el suelo, no había intensiones del Nara de entrar más haya, lucia avergonzado y de alguna forma culpable de la situación — Te veré luego — dicho esto el hombre desapareció.
— Iremos con Inojin — no fue hasta que Boruto anuncio sus planes que Hinata se percató del estado de sus hijos, por supuesto a Boruto lo invadía la rabia y a Himawari el sentimiento amargo de la decepción.
— Mami... Papá estará bien ¿No deberíamos colocarle una manta? — escucharla decir aquello le partió el alma.
— Himawari — y era evidente que su hijo se estaba esforzando por no exteriorizar su molestar — Vamos ahora — con fuerza y sin mirar atrás, Boruto sujeto a su pequeña hermanita de la muñeca — Nos vamos ahora — y Hinata no tenía intenciones de detenerlos.
— Vuelvan con bien — fue lo único que atino a decir.
[...]
Hinata bajo las escaleras eran las tres de la mañana y sus lágrimas finalmente habían cesado, tomo el teléfono afortunadamente Ino no había llamado debido al temor de Hima por la obscuridad suspiro aliviada aquello solo significaba una cosa, su pequeña estaba superando sus propios obstáculos.
— ¿Dónde están? — con voz ronca, Naruto le llamo.
— Despertaste — y Hinata camino hacia la cocina en busca de un poco de agua para él.
— ¿Mis hijos, donde están ellos? — y desde hace un tiempo Hinata lo había notado, Naruto había dejado de llamarlos amorosamente por sus nombres y era como si debido a su ausencia se hubiera olvidado del nombré de cada uno de ellos.
— Himawari y Boruto — y aunque no había necesidad Hinata quiso recordárselos, solo por si en verdad lo había olvidado.
— Si, sí, sí... ellos — manoteo aturdido, sujetándose torpemente del borde del estante de los zapatos para poder levantarse.
— Están en casa de Ino — odiaba verlo luchar, pero estaba molesta así que se dio la vuelta, no lo ayudaría.
— Esta es su casa — como pudo se puso de pie — Deberían dormir en su hogar — Hinata paso de él, quizá aún permanecía lo demasiado ebrio como para conectar sus propias palabras, así que solo le ofreció beber agua, pero este de un manotazo le aparto la mano derramando así el líquido en el suelo, Hinata suspiro pesadamente — Despierto a mitad de la noche, en el suelo, sin nadie en casa, que pasa con esta familia —
Sin decir ni una sola palabra Hinata se dio la vuelta, camino a la cocina tomo un par de toallas de papel y volvió a su lado.
— Deberías tener más cuidado — coloco las toallas en el suelo y dejo que ellas solas hicieran su trabajo — Ya pasa de media noche, deberías — se ajustó el camisón — Deberías dormir un poco antes de volver a la oficina —
— Dije que esta es su casa, ellos deberían estar aquí — Naruto manoteo furioso, Hinata retrocedió le estaba sorprendiendo enormemente su comportamiento.
— Lo sé, lo escuche — pero no tenía intenciones de hacérselo notar, por que muy posiblemente lo olvidaría a la mañana siguiente — Me iré a la cama, deberías de hacer lo mismo en cuanto te recuperes —
— Es por eso que detesto esto — soltó al aire.
— ¿Disculpa? —
Naruto se sujetó del barandal de las escaleras.
— Lo que escuchaste — Hinata observo como su esposo se tambaleaba rumbo a su habitación — Odio tener que volver a casa y no encontrarme con nadie — a Hinata el corazón se le apretujo, había sido su error y ahora de manera desesperada intentaba culparlos —Y siempre es por ti, debido a ti — se giró bruscamente y la señalo, Hinata temió que se callera por las escaleras —Insistes tanto en que este en casa, insistes tanto en que vea a los niños que me siento obligado, ellos aún son pequeños, estoy seguro que incluso no han notado mi ausencia como tú, insistes —
— Disculpa — y por un espantoso y tortuoso momento Hinata, tuvo deseos de escupirle en el rostro.
— Disculparte y pedir disculpas. Eso eres tú, solo sabes hacer eso y no tienes una idea de lo desesperante que es —
Hinata cerró los ojos, no tenía intenciones de discutirle, estaba borracho era consciente de que muy posiblemente solo estuviera diciendo idioteces al zar, así que solo lo soportaría como tantas veces en el pasado.
— Descansa, Naruto-kun —
— Vivir a tu lado — le grito, desesperado por atención — Mi vida a tu lado se ha convertido en un ¡INFIERNO! — Hinata quiso pedirle que bajara el volumen que despertaría a todo mundo, pero no pudo, sus ojos comenzaron a nublarse.
— Un, un... ¿Infierno? — Las amargas lágrimas comenzaron a recorrerle las mejillas — Infierno — repitió, analizando su día, sus vidas, pero solo se vio a ella, esforzándose, dándolo todo y únicamente lo mejor de sí para él, para sus hijos, por su matrimonio.
— Hina...tal — el rubio bajo de prisa las escaleras — Perdóname, no sé, no entiendo como fui capaz de... — quiso tomarla, pedirle una disculpa, pero Hinata se apartó silenciosamente, en total calma — Hinata, por favor — pero ella aprovecho para subir de prisa y encerarse en el cuarto de su pequeña, esa noche, esa semana o incluso ese mes no tendría intenciones de dormir en aquella habitación en la que alguna vez, Naruto mismo había nombrado como su paraíso.
Como era de esperarse Naruto permaneció pegado a la puerta, suplicante.
— Deja de actuar como una niña, abre — y era todo lo que decía, no había arrepentimiento en sus palabras, ni una sola pizca de dolor por haber lastimado a su esposa —Hinata, no debería pasar toda la noche en el frio suelo, recuerda mañana debo trabajar —
Por un momento Hinata reconsidero secarse las lágrimas salir de la habitación y fingir que todo está bien, que sus palabras eran lo suficientemente buenas como para hacerla olvidar.
Pero no podía engañarse, no de nuevo.
— Si sales ahora, ambos podremos descansar adecuadamente de ese modo seré más eficaz en mi trabajo y volveré antes de la cena, cenaremos juntos como una familia !Lo prometo¡ —
Pero Hinata ya no creía en sus promesas.
— A diferencia de Boruto — Hinata interrumpió a Naruto — Himawari sueña con ser un Médico Ninja ¿Lo sabias? — Naruto no supo que responder, por supuesto Hinata lo suponía — En este infierno es donde he criado a tus hijos —
— Hinata, para con eso... —
— Tu y yo hicimos una promesa ¿Recuerdas? — Hinata se puso de pie, sujeto la perilla y entre abrió la puerta — En las buenas y en las malas — Naruto no respondió, Hinata no esperaba que lo hiciera — el verdadero infierno, lo he vivido yo, lo he tenido que enfrentar sola debido a ti, por no alejarte de tus sueños yo he tenido que olvidarme de los míos, me he convertido en tu sombra, en padre y madre, cocinera, casera, plomera, maestra y confidente ¿Dígame ahora Lord Hokage? ¿De qué infierno me está hablando? —
— Yo... — Naruto bajo la mirada sintiéndose intimidado — Solo, solo cometí un error. No volverá a suceder —
— Solo uno — Hinata sonrió entre lágrimas — ¿Está completamente seguro que solo uno? — Naruto asintió un tanto avergonzado — Enviaste un clon en el cumpleaños de Himawari —
— Lo explique, te lo dije Sasuke tenía problemas, tuve que ayudarlo —
— Iniciación ninja de Boruto ¿Alguna excusa? —
Naruto cerró los ojos desesperado, intentando recordar.
— Tuve que... —
— Sasuke de nuevo, lo recuerdo. Siempre existe una excusa, siempre debes... —
— Soy el Hokage ahora, pretendes que le dé la espalda al problema, así sin más. Solo porque tú no puedes encargarte de estos asuntos menores —
— Soy esposa, soy madre, soy la mujer del Hokage, soy todo al mismo tiempo y sabes que, me siento exhausta, me canse de esperarte, me canse de mentir debido a ti, me canse de tener que secarle las lágrimas a mis hijos a causa de tus errores, me canse de construirte un paraíso, me canse de intentar hacerte feliz —
Hinata cerro de golpe la puerta y se tumbó de nuevo en la cama.
— Sabes, estoy comenzando a sentirme agobiado así que... —
— Te he amado por muchos años — Hinata lo interrumpió.
— ¿Y ahora me lo reprochas? — Naruto cuestiono en un tono burlón.
— Quizás yo simplemente no soy suficiente —
— ¿Qué intentas decir con eso? — Naruto golpeo la puerta.
— Quiero el div... divorcio— Hinata se detuvo un instante, porque pese a tenerlo decidido lo amaba, lo amaba como nunca antes y la prueba estaba en su corazón y en la manera en que este parecía rasgarse con cada una de sus palabras.
— ¿Te has vuelto loca? — la voz del rubio pareció quebrarse — Bien, rompí la promesa lo acepto, te falle a ti y a mis hijos, pero no creo que amerite un divorcio, Hinata deberías dormir y olvidarlo todo — hablo autoritario — Tu falta de sueño, te hace actuar de esta manera extraña, así que por hoy te dejare descansar y ya tendremos oportunidad de remedir los daños—
Y muy en el fondo se esperaba otra reacción, una súplica, unas cuantas palabras de amor y miles de promesas aunque falsas las hubiese aceptado, pero en cambio luego de su patético discurso lo escucho desaparecer por el pasillo, ignorándola, ignorando su dolor.
— Te exijo el divorcio— grito, sin importarle nada más que ser escuchada.
Pero no fue suficiente. Porque nunca y ante los ojos azules que tanto amaba, Hinata Hyuga había sido suficiente.
— ...... — aunque lo intento sus voz quedo atrapada entre sus sollozos. Había perdido tantas cosas en él que se sintió estúpida por amarlo tanto, por haberlo entregado todo, por haber soportado todo en un matrimonio donde solo ella era participe.
Esa noche Hinata Uzumaki durmió con un solo deseo.
¨El haberse salvado a si misma¨
Quizá y de ese modo, su destino seria completamente diferente.
Quizá y de ese modo, su corazón dejaría de latir dolorosamente.
[...]
Nota del autor.
Y me volvió a pasar estaba terminando de escribir este fic, eran la 1.18 de la madrugada cuando la alarma sísmica se activó y la verdad prefería mirar por la ventana antes que salvar mi vida, para ser sincera me dio flojera vestirme decentemente XD
Bueno al final son cosas a las que uno termina por acostumbrarse, espero que todos estén bien.
Los quiere ItzelBadban.
Jueves 22 de septiembre de 2022.
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