Capítulo 23
Eliam
Entre a la habitación para ver a Aimee quién seguía acostada cubierta por las sábanas, mire la comida que había dejado en la bandeja para acercarme a ella. No sabía que hacer o decir ella de pronto se comportó de esta manera que me hacía pensar que ella ya sabía la verdad.
—Aimee, deberías comer un poco.
—No tengo hambre.
—No has comido nada en todo el día.
—Estoy cansada.
—Cariño, estoy preocupado por ti—quite las sábanas en busca de su rostro—. Mi amor, por favor no podemos seguir de esta manera, ¿que sucede?
—Es Talina, la escuché hablar con Zoey, no puedo creer que la hice sentir de esa manera.
—¿De qué hablas?
—Ella nunca quiso vivir con él, la hice sentir tanto odio por nuestro padre que se alegra por su muerte, fui tan cobarde en ese entonces pensé que estaba bien estar en casa porque tenía la esperanza de que cambiaría pero nunca lo hizo.
—Cariño, no es tu culpa.
—Si lo es, ella es tan pequeña para tener ese tipo de sentimientos, soy una pésima hermana.
Aimee se volvió a envolver entre sus sábanas y supe de inmediato lo que tenía que hacer me levante de la cama para dirigirme a la habitación de Talina, ella bajó su libro para verme.
—
Tenemos que hablar pequeña Shakespeare —ella me miró por un segundo para luego tomar asiento sobre su cama.
—¿Otra vez quieres consejos sobre mi hermana? Porque de ser así, insisto soy muy pequeña para este tipo de cosas.
—No es sobre eso te prometí no volverte a molestar y voy a cumplir con mi palabra.
—Bien, te escucho.
—Es sobre tu padre.
—Bien, mis oídos cerraron buenas noches—ella se tiro en su cama para arroparse pero yo le quite la sabana.
—Se que no quieres hablar sobre ello pero Aimee esta preocupada por ti y yo también.
—Estoy tratando de actuar normal y sin embargo les molesta, saben deben decidir que etapa prefieren.
—La etapa donde en verdad eres feliz es la que nos importa a tu hermana y a mi.
Ella me miró mientras volvía a sentarse en la cama, rasco su cabeza para cruzar sus brazos y tras soltar un largo suspiro me miró un tanto inquieta.
—Siempre fue alguien ausente en mi vida, no tengo recuerdos lindos como otras niñas de mi edad donde papá las lleva en sus brazos o ese tipo de cosas, es decir las únicas veces que le veía era estando ebrio... No entendía como mi hermano podía querer a alguien así pero se que fue diferente para ella, es decir Aimee si tuvo ese papá que cuido algún día de ella así que pensé que quería regresar ese favor ya sabes como es ella pero—un silencio reino en la habitación note como mordió sus labios mientras apretaba las sábanas con fuerza, con una de sus manos limpio las lágrimas que había brotado y soltó un largo suspiro —fue difícil verla aguantar tantas cosas, ella siempre fue la que cuido de mi, la que me educó y enseño, ella estaba conmigo así que era difícil verla con esos golpes mientras sonreía y decía que estaba bien, era difícil escuchar sus gritos hacia ella, incluso él una vez... Una él durante la noche, tenía mucho miedo y fue aún más aterrador cuando ella trató de protegerme pues casi le hace lo mismo. Se que no debo odiar a las personas pero yo no pude evitarlo, ahora que esta muerto nunca le hará daño y me alegra ese hecho pero no puedo evitar sentir tristeza pues mi hermana lo extraña, ¿que se supone que debo hacer?
Talina soltó el llanto mientras se cubría con las sábanas para evitar que la viera llorar me acerque a ella para abrazarla y es que podía entenderla, ¿como dar palabras de consuelo sobre una persona que causó tanto daño? Entendía esos sentimientos encontrados al igual que la impotencia.
—Se que es difícil y que parece que no hay respuesta a ello pero aunque esa tristeza le invada lo que la hará avanzar serán las personas a su alrededor, tu siempre has sido ese motor que la mantiene llendo hacia adelante, tu eres su felicidad.
Dije limpiando sus pequeñas lágrimas ella me miró para tomar mi corbata y sonar su nariz.
—Se que fue asqueroso pero necesitaba hacer algo para volver a ser yo.
Aquello me hizo reír.
—Un comentario sarcástico hubiera bastado.
—Si bueno, esto también fue bueno.
Esta niña si que me sacaba enormes sonrisas, no pude evitar negar mientras me levantaba para tomarla entre mis brazos.
—Vamos a hablar con Aimee, ella aún se encuentra triste.
—De acuerdo pero si vuelvo a llorar volveré a usar tu corbata de servilleta.
—Tengo un pañuelo.
—Me quedo con la corbata.
Ambos nos dirigimos a la habitación al entrar encendí las luces y baje a Talina al suelo para que se dirigiera con su hermana pensé en salir de la habitación pero ella tomó mi mano para dirigirme también hasta la cama donde me hizo tomar asiento, ella se sentó en la cama tomó una almohada y golpeo con esta a Aimee.
—¡Ataque sorpresa de Talina! —volvió a golpear su rostro con la almohada por lo cual Aimee giro a verla con cierta confusión —. Soy mala con los asuntos sentimentales pero aún así eso no significa que no sienta, no me gusta verte triste, no me gusta que te sientas culpable por un hombre que te hizo daño, aun tengo claro aquel día donde él ya sabes entro a mi habitación y luego entraste tu, me sentía más aterrada cuando te golpeaba que pensé que lo mejor sería que hiciera conmigo lo que quisiera para que dejara de pegarte, pensé en alguna manera de protegerte también pero se que soy pequeña—ella volvió a llorar y note como también lo hacía —por eso no llores por él, no quiero que sigas sonriendo diciendo que todo está bien cuando no es así, quiero verte feliz, yo también quiero que seas feliz así que no llores por una persona que te hizo sufrir tanto.
Aimee se levantó para abrazar a Talina la escuché llorar mientras se disculpaba sin parar, ella negaba sin parar mientras la abrazaba con fuerza. Sonreí al observar la escena me quite la corbata para dársela a Talina quien me miró para luego soltar una carcajada.
—Creo que lo único bueno de haber estado tanto tiempo en ese lugar es que te hizo conocer a un buen hombre, siempre la harás feliz, ¿verdad?
—Siempre cuidare de ustedes —mencioné mientras las abrazaba, Talina me sonrió para acunar su rostro sobre el pecho de su hermana mire a Aimee quien también me brindó una media sonrisa que me hizo sentir algo de culpa, sabía que era doloroso ocultar algo así pero quería proteger esa hermosa sonrisa.
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