Capítulo 17

Eliam

Al abrir los ojos no pude evitar el sonreír ahí estaba ella frente a mi durmiendo con tanta tranquilidad y paz, el día anterior había sido tan divertido que en cuanto llegamos a casa simplemente caímos dormidos del cansancio incluso aún teníamos los zapatos puestos, me senté sobre la cama para quitarme mis zapatos al igual que los de ella tomé la sabana la arrope y me volví a acostar a su lado para abrazarla desde que llegué había evitado el dormir a su lado no quería que las cosas fuesen incómodas o extrañas entre nosotros así que siempre pasaba mi tiempo en mi oficina pero de ahora en adelante pienso a acostarme a su lado para solo abrazarla y respirar su dulce aroma mientras que la tranquilidad de su presencia me arrulla.
No supe en qué momento me quede dormido lo que si sabía es que Aimee ya no estaba a mi lado cuando desperté fue un poco decepcionante pero cuando baje a la cocina en busca de algo que comer y la vi a ella preparando la comida para luego sonreírme el corazón me dio un enorme vuelco, me acerque a su lado para besarla en los labios para luego servirme un poco de café.

—¿Sucede algo? —le pregunté al notar su mirada en mi.

—Vaya que eres bastante romántico Eliam—soltó un comentario con burla Anna a lo cual gire a verlo un tanto apenado, estaba tan distraído que ni siquiera note su presencia.

—Yo...

—No hace falta que te disculpes, puedo notar en tu mirada lo enamorado que estás de tu esposa y me alegra eso, en fin está anciana ira a hacer un mal tercio en otro lugar.

Anna se marchó casi saltando de la felicidad en verdad que esa mujer no podía ocultar su felicidad por otro lado Aimee se veía bastante sorprendida.

—¿Que?

—No es nada, solo me tomaste algo de sorpresa.

—¿Y eso es malo o bueno?

—No puedo quejarme besas bien.

—¿Ah si? —pregunté coqueto mientras me acercaba a su lado, coloque mi mano sobre su cintura para atraerla más hacia a mi para besarla, sus besos se estaban volviendo una completa adicción.

—Uy, amanecieron de buenas a este paso seré tía pronto.

—Talina—note su rostro enrojecido mientras miraba a su hermana quien tomaba una galleta.

—Me alegra que se lleven bien y se diviertan pero recuerden niños no tanto.

—Talina Marilyn Smith.

—Si, si, pero deberías de, ah—soltó un grito cuando miro a su hermana llendo detrás de ella con furia, salió corriendo y note a Aimee con la misma intención pero yo la detuve.

—Esa niña si que es...

—Bastante inteligente y astuta, será bastante interesante verla crecer.

Ella giro a verme se veía un tanto nerviosa pero no dijo nada quise preguntarle que sucedía pero antes de poder hacerlo recibí una llamada que me tomó por sorpresa, nunca pensé que la noticia que me dieron fuese a llegar y mucho menos en este momento tan feliz de mi vida, sabía que esto cambiaría las cosas y cuando mire a Aimee para contarle ella también lo sabía.

La carcajada de mi abuelo resonó por toda la habitación, casi toda mi familia estaba presente mientras mi abuelo miraba bastante enternecido a Talina quien sin pena alguna al entrar a la habitación dijo: "El abuelo moribundo" así sin más lo dijo en voz alta, claramente y sin pena alguna, mientras que mi abuelo aún reía por los comentarios de ella, Aimee parecía morirse de la vergüenza.

—La pequeña si que es encantadora sin mencionar que mi nueva nieta también lo es, espero que mis futuros bisnietos también lo sean.

—No se preocupe abuelo ya se están encargando de ello ferozmente, ellos harán el bebé y yo me encargaré de que sea adorable.

—Te dije que dejáramos a Talina con Ana en casa —me riño Aimee  en voz baja con la cara completamente sonrojada debido a la vergüenza pero yo solo me encogió de hombros.

—Mi abuelo la adora, no te preocupes de ello.

Mencioné mientras miraba a ambos que parecían amigos de toda la vida ahora que lo pienso parecía más nieta ella de mi abuelo que yo mismo o cualquier otro de sus nietos, su recuperación fue realmente una completa sorpresa para todos y mientras que yo estaba feliz sabía que algunas personas solo querían verificar ese hecho, mire a mi padre quien también giro a verme desvíe mi mirada para observar a todos los demás quienes no se veían nada felices, creo que ciertas personas aun no están conscientes de lo que conlleva el testamento de mi abuelo.

—En tantos años no había reído tanto, ahora si puedo morir.

—Abuelo no digas eso, apenas acabas de recuperarte.

—Ciertamente, debe vivir  y conocer a su bisnieto.

—Esta niña si que me da muy buenas razones para vivir, tienes toda la razón. Ahora que saben que sigo vivo y con motivación pueden marcharse, anda vayan y sigan con sus vidas.

—Padre no tomes esa actitud, todos estábamos preocupados.

—Ah otro perro con ese hueso Gunter.

—Abuelo, no todos aquí somos unas artimañas—mencionó mi hermana mientras miraba a la esposa de mi padre—además ahora que estas bien de salud podemos celebrarlo como familia.

—Uh, me encantan las fiestas—mencionó Talina emocionada mientras miraba a mi abuelo.

—A mi también, ¿que es lo que más te gusta?

—El pastel de fresas que hace mi hermana y no se preocupe por morir por intoxicación toda su comida es bastante buena y saludable.

Mi abuelo soltó una gran carcajada antes de mirarnos.

—Confío en la pequeña, entonces debo organizar una fiesta para probar su comida y comprobar que es deliciosa.

—Eliam puede comprobar eso y más.

—De acuerdo, es hora de retirarnos, Talina despidete del abuelo debe descansar.

—Es muy tímida.

—Puedo notarlo.

Mire a Aimee quien se veía bastante apenada no pude evitar reír mientras la abrazaba para calmarla un poco, ella me miro y note como aquella pequeña furia desapareció a pesar de todos los comentarios de su hermana sabía que estaba feliz de que fuese querida.
Uno a uno de mis familiares se fue despidiendo pero yo permanecí en la habitación.

—Las acompañaré en un momento debo hablar de algo con mi abuelo.

Aimee asintió antes de mirar a su hermana con cierta molestia, ella le sonrió antes de salir corriendo mientras que Aimee iba detrás de ella tranquilamente ya que sin importar cuanto corriera tendría su merecido.

—Abuelo, necesito hablar contigo es algo importante que...

—Te casaste con Aimee estando ebrio en una capilla clandestina y con un Elvis de juez.

—¿Como es que? ¿Desde cuando lo sabes?

—Muchacho e vivido mucho tiempo por lo que aprendí varios trucos, nada se me escapa seré viejo pero no estupido, eso y que me llamaste estando ebrio para contarmelo.

—Si lo sabias, entonces es decir, ¿por qué?

—Muchacho, uno comete muchas estupideces de joven aunque alguno más que otros. Antes de que tú fueses consiente de que te casaste estando ebrio yo investigue todo sobre ella por eso puedo decir completamente que ella es alguien fiel, abnegada y trabajadora, sabía que ella era el tipo de persona que necesitabas en tu vida por lo que hice algunos cambios para que permanecieran juntos.

—¿Por qué? Es decir, ¿que clase de plan malvado es este?

—Lo dice el joven que se caso ebrio y aún sigue con al chica para quedarse con la herencia.

—Abuelo yo..

—Se por que lo haces tranquilo, además como dije ella es lo que necesitas escuche por Ana que pasas mas tiempo en casa y que incluso ya come un poco más que por fin te diviertes y dejas a un lado el trabajo, te hacia falta disfrutar de la vida y me alegra que lo hicieras.

—Yo también me alegro de que sea asi.

—¿Pero?

—No me gustó la forma en la que esto comenzó.

—¿Que planeas hacer muchacho?

—Quiero casarme con ella pero esta vez de verdad, quiero proponerle matrimonio, quiero darle el anillo de manera correcta ver su rostro de felicidad, quiero verla vestida de blanco.

—¿Y acaso quieres mi bendición? Estoy seguro de que sabes que estoy más que de acuerdo.

—Digamos que quiero mas bien un poco de ayudo, no creo ser bueno en este tipo de cosas.

—Y en verdad que no lo eres, muy simple, nada genial.

Aquello me hizo reír.

—Mi cuñada dijo lo mismo.

—Y tiene toda la razón... Eliam, acabas de conseguir algo mucho más valioso que una herencia apreciarlo y valora eso.

—Gracias abuelo—dije mientras lo abrazaba.

—No cabe duda que sin importar que tan grande seas sigues siendo mi muchacho—palmeo mi espalda —espero seguir teniendo todas tus visitas diarias como cuando eras pequeño.

—Claro que si abuelo.

—Y trae a la pequeña contigo en verdad que me hace reír con sinceridad.

—Lo haré.

—Ahora ve con tus hermosas mujeres estoy seguro que te están esperando.

—Si.

Me levante para poder despedirme y marcharme de la habitación sintiendo un enorme sentimiento de satisfacción, ahora que todo estaba aclarado debía poner en marcha mi plan de la boda, esperaba poder sorprender a Aime, me detuve al verla de pie dentro de una habitación camine hasta su lado para verla observar un cuadro con atención.

—¿Aimee? —ella se sobresalto mientras giraba a verme abrí la puerta por completo para ver que estaba con Raquel, la esposa de mi padre —¿que haces aquí?

—No es nada importante cariño, tan solo observaba un par de cuadros — tomó un retrato para enseñarmelo— de bebé en verdad que eres adorable.

—Si quieres ver más fotografías vamos a casa.

—Si—ella dejo el retrato antes de caminar a mi lado para tomar mi mano.

—¿Que hacías con Raquel? —le pregunté cuando nos alejamos.

—Nada, tan solo coincidimos un poco, pero, ¿que hay de ti? ¿Está todo bien con tu abuelo?

—Si, de hecho creo que te causará algo de gracia lo que te contaré.

—¿Así? ¿Por qué? Anda dime.

—Bueno verás, digamos que cuando ambos nos embriagamos pedirte matrimonio no fue lo único que hice.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top