Desde ese día las cosas se volvieron incómodas o al menos para mí lo eran, trataba de evitarlo pero era imposible ya que vivo con él sin mencionar que es mi jefe, me alegraba el hecho de que Talina tuviese un horario diferente al mío, podía tomar la excusa de acompañarla a su nueva escuela o incluso ayudarla en su tarea mientras que el trabajo le pedía a Brad que fuese el quien le viera mientras que hacía los mandados pero sabía que no podía estar así por siempre tarde o temprano tenía que hablar con él sobre aquel pequeño encuentro casi íntimo no quería ni pensar en loa lejos que hubiera llegado si Talina no nos hubiera interrumpido.

—Voy a volverme loca. 

—Es parte del matrimonio —mencionó alguien con comedia, gire para ver a Austin acercarse —¿Se encuentra bien señorita Steller?

—Si, no es nada importante, tan solo pensaba en voz alta.

—Va por el buen camino, hablar sola es un buen paso hacia la locura —bromeó mientras se servía algo de café.

—Si, eso creo.

—Sabe cuando algo me agobia me gusta mantener mi mente ocupada en las cosas que me gustan, suelo dar un paseo, escuchar música o leer un buen libro.

—Si le soy sincera, no tengo nada especial que me guste... Antes de casarme con Eliam pasaba la mayor parte de mi tiempo trabajando o cuidando de mi hermana, bueno realmente creo que mi rutina no a cambiado mucho, aunque ahora tengo a una persona más en mi vida.

—La ventaja de no tener un pasatiempo en específico es que siempre puedes experimentar cosas nuevas hasta encontrar algo que te guste.

—No sabría por dónde empezar hay tantas cosas.

—Puede empezar por algo simple, tampoco es necesario que vaya a los extremos. Que tal si recordamos un poco el pasado, cuando era niña, ¿que le gustaba hacer?

Aquello me hizo meditar un poco, rara vez recordaba los momentos del pasado pues siempre trataba de concentrarme de sobrevivir el día a día o incluso debía admitir que también evitaba esos recuerdos pues no quería parecer que estaba renegando de algo.
Cerré los ojos por un momento mientras recordaba a mi madre, la imagen de ella siempre fue algo que mantuve de manera vivaz en mi mente, me gustaba pasar tiempo con ella, oírla cantar canciones de cuna mientras acariciaba mi mente, me gustaba la manera en la que ella me contaba historias pero en especial el como tejía, me hacía mis propios guantes y bufandas para el invierno, incluso me hizo algunas muñecas, me era un recuerdo tan tierno que aún me hacía sonreír mientras me hacía soltar una que otra lagrima.

—Oh como lo siento, debí sorprenderte —tome una servilleta para limpiar las lágrimas que habían brotado sin parar, cuando quise girar para evitar que Austin me viera él me extendió un pañuelo —. Gracias y lo lamento.

—No creo que tengas que disculparte, de alguna forma entiendo esa felicidad acompañada de tristeza.

—Cuando recuerdo a mi madre muchos buenos momentos vienen a mi pero supongo que esos mismos recuerdos son los que duelen, fue dura su muerte, creo que su pérdida no sólo destrozó a mi familia también una parte de mi.

—Puedo comprenderte, cuando mi madre murió fue difícil creer sin alguien a tu lado apoyándote, posiblemente para muchos su ausencia no fue notoria pues mi padre se volvió a casar y alguien tomó el lugar de ella en el negocio familiar y las responsabilidades del orden en casa pero nunca tuvo un papel como madre... Incluso aunque pasa el tiempo el vacío está ahí y da la impresión de que nunca va a desaparecer, pero sabes algo aunque ese vacío de tristeza está ahí también a su alrededor hay varios sentimientos de alegría llenando con amor aquel amor recuerdo.

—Si, tienes razón.

De inmediato pensé en mi hermana, ella aún era una bebé cuando mi madre hizo falta en nuestra vida pero nunca deje que ese vacío le afectará en ella, todo lo que una vez mi madre hizo por mí lo hice yo también para ella, verla crecer a sido hasta ahora una de mis más grandes alegrías, mi hermana es... A mi mente vino la imagen de Eliam, la manera en la que me apoya, me sonríe, incluso en la que bromea conmigo también es un sentimiento de alegría que me llena y debo admitir que me duele el tan solo pensar en la idea de que algún día tambien deje algún vacío.

—Parece que ya encontró la respuesta para evitar quedar loca.

Aquello me hizo reír mientras a sentía, antes de poder darle las gracias escuché como la puerta de la pequeña cafetería de la oficina fue abierta, Eliam me miró y con rapidez se acercó.

—Wou, tranquilo amigo, no fui yo—se apresuró a decir Austin mientras levantaba sus manos con inocencia cuando Eliam lo tomó del saco.

—Entonces, ¿por qué esta llorando mi esposa?

—No lo sé, deberías hablarlo con ella no conmigo. Los dejaré a solas—Austin retrocedió cuando Eliam le soltó, me miró y sonrió —no olvide lo que le mencione.

—¿Que sucedió? —preguntó Eliam en cuanto Austin salió.

—No es nada grave, tan solo recordé a mi madre. Sabes algo aunque fue triste su adiós nunca me dejó sola, ella me dejó muchas cosas que aún me hacen feliz.

Eliam soltó un leve suspiro de alivio, acercó su mano a mi rostro para limpiar las lágrimas mientras sonreír.

—Dime, ¿cuales son todas esas cosas? Si esta en mis manos también quiero hacerlo.

Me acerque a él para abrazarlo.

—Eliam, lo siento.

—¿Por qué?

—Por evitarte todo este tiempo, es solo que fue algo incómodo, sabes.

—No te preocupes, la próxima vez prometo cerrar la puerta con llave.

Yo me separe de él para golpear su hombro.

—Ja, ja, ja. No hablo sobre eso, bueno si en parte, es solo que no está bien dejarnos llevar por un simple sentimiento de pasión cuando no hay amor de por medio. Es obvio que fue un error y estoy segura que piensas igual así que, sigamos apegándonos al plan original, ser una buena imagen de e esposa hasta alcanzar nuestros objetivos.

Le extendí mi mano pero él no la tomó, solo miro mi mano antes de mirarme.

—¿Que? No me digas que...

Eliam me beso, aquello me tomo por sorpresa cuando se alejo quede paralizada pensé en preguntar el por qué pero volvió a besarme.

—Quiero hacer un nuevo acuerdo.

—¿Cual?

—Uno donde te quedes conmigo.