Capítulo 11
—¡Agradecido con el de arriba!
Grito Brad mientras salía del elevador con las manos en el aire, no pude evitar soltar una pequeña risa mientras le miraba para verlo dejar una carpeta sobre mi pequeño escritorio provisional.
—Si no fueras la esposa de alguien te besaría como agradecimiento.
—Aceptó una rebanada de pastel de chocolate en su lugar.
—Trató. Realmente facilitaste mi vida, ahora vivo más tranquilo ya que se terminó ese tonto proyecto ahora solo falta terminar la construcción.
—Me alegra que todo saliera bien.
—Fue gracias a ti.
—No hice nada importante.
—Hey chica, no seas modesta tu opinión fue de gran ayuda.
—Si bueno creo que no hubiera sido tomada en cuenta sin la ayuda de Eliam.
—Te apoyo porque fue una buena idea, así que date más créditos.
—Gracias pero—gire para observar en dirección a la puerta de su oficina —desde que sugerí todo ese cambio parece más ocupado, incluso se queda en casa solo trabaja.
—Si bueno, antes que tu llegaras estaba casado con su trabajo y parece que ese viejo amor volvió, deberías volver a seducirlo antes que vuelva con su ex.
Reí ante su comentario pues a mi mente solo veía aquella noche de borrachera tan inusual y no sabía si eso contara como seducción, aunque debo admitir que si aquello no hubiera ocurrido yo jamás lo habría conocido.
—La verdad es que creo que si necesita algo de tiempo libre, ¿crees que puedas ayudarme?
—Será complicado pero puedo darle un par de días para dedicar a la familia.
—Gracias.
—Ni lo menciones, ahora de nuevo al trabajo o te despido—bromeó.
—Estoy segura que es mas fácil tu despido al mio.
—Me hieres—llevo su mano hacia su pecho de una manera dramática antes de entrar a su oficina. Yo seguí observando los documentos continuando la labor de mi trabajo pero el sonido de mi celular me distrajo, conteste para escuchar la voz de Anne para darme una mala noticia, me levante de golpe para abrir la puerta de la oficina de Brad quien comía un trozo de pan.
—Debo salir, es una emergencia.
—¿Que sucedió?
—Parece que mi hermana pequeña se metió en problemas en la escuela.
—Suena a que tiene más problemas contigo.
—No te imaginas cuanto.
—Me gustaría darle un poco más de tiempo a esa pequeña pero supongo que no todo se puede en esta vida, adelante puedes terminar después.
—Gracias.
Cerré la puerta para correr en dirección al elevador, presione el botón un par de veces, las puertas se abrieron y entre con prisa para volver a presionar uno de los botones, en este momento necesitaba calmarme o de lo contrario tendría un gran deseo a muerte por mi hermana, Eliam le estaba pagando su educación en una escuela realmente prestigiosa y ella solo parecía meterse en problemas. No sabía cómo disculparme por esto pero debía solucionarlo para ahorrarle problemas.
Al llegar baje del taxi observando el gran edificio de tres pisos con grandes ventanales, mire el jardín que estaba bien cuidado, incluso había guardias de seguridad, ¿que clase de instituto le consiguió Eliam a mi hermana? Cuando ella dijo que era genial por que las clases que eran más interesantes creí que solo sería eso pero incluso el edificio era extraordinario, me sentía tan intimidada ahora pero debía ir a solucionar mi problema con mi hermana por lo que me dirigí al vigilante de la puerta para que me pudiera indicar como encontrar la oficina del director. Fue un recorrido bastante largo pero no podía evitar sorprenderme en cada momento pues los alumnos eran muy ordenados salían de sus clases en fila para dirigirse a otra aula mientras que los maestros usaban un uniforme también.
Al llegar a la oficina respire ondo antes de tocar la puerta, escuche como me indicaron que pasara al abrir la puerta mire a mi hermana quien me sonrió luego gire para observar a un niño con un pañuelo sobre su nariz y a juzgar por las manchas de sangre en su camiseta sabía que había más que una simple disputa, doble maldición.
Tome asiento para sonreír con cierta pena al director.
—¿Que fue lo que sucedió?
—Lamentamos el llamado de última hora señorita Smith pero como puede ver hubo una pequeña disputa entre su hermana y el joven Johansen.
—¿Pequeña disputa? —ironizo la madre de este—. Esa pequeña es una ruin, golpeo a mi pequeño hasta sangrar.
—Y lamentamos ese hecho señora Johansen, pero hay testigos de que su hijo también molesto a la joven Smith.
—¿Y acaso golpearlo hasta sangrar es la solución? Esa niña es una salvaje.
—Entendemos su molestia pero...
—Exigo que esta jovencita sea expulsada. Es obvio que una persona de su clase no sepa cómo comportarse, las personas de su nivel no pueden estar a la altura de nosotros.
—¿Disculpa? —pregunté un tanto ofendida.
—Lo que escucho, ese nivel tan inferior que tienen no puede comportarse ante gente de alto nivel.
—¿Y desde cuando el nivel social tiene interferencia en los modales? Dice ser de alta sociedad sin embargo no veo los altos modeles en usted o su hijo, ¿que clase de niño intimida a uno que es más pequeño que él, en especial a una niña?
—Ahora entiendo de donde proviene el salvajismo.
¿Que? Ahora si saco boleto. Me levante para tomarla del cabello para así lanzarla al suelo para comenzar a arrancar cada mechón rubio falso de ella mientras me suplicaba que la soltara.
Bueno al menos ese era mi deseo, realmente quería darle una lección pero no podía hacer algo como eso.
—¿Puedo hablar? —mire a Talina quien levantó su mano.
—Adelante pequeña —le permitió el director.
—Ciertamente no estuvo bien que golpeara al iletrado de aquí a mi lado pero creo que por una buena razón. Mi hermana me educó y cuido de mi aunque no era su responsabilidad, me enseñó que todo puede ser conseguido con esfuerzo y trabajo duro, ciertamente el mundo es conquistado por los que tienen poder monetario pero quienes lo trabajan son los que se esfuerzan por alcanzar algo más allá de sus posibilidades. El ser cortes no es obligación si no una parte de uno, la humildad te hace mantener los pies sobre la tierra, la actitud positiva te abre muchas puerta pero en especial una actitud dispuesta, mi hermana me enseñó muchas cosas buenas y entre ellas el defender lo que es correcto aunque a los demás no les parezca—guardo silencio y me miro con una sonrisa—. No me importa lo que diga Johansen, ciertamente es un inculto que no merece mi atención pues solo esta celoso de que sea mejor que él pero no pienso tolerar que hable mal de mi familia, por eso golpee su rostro con el libro, mi hermana merece respeto y si tengo que merecer un castigo por defender lo que es correcto para mi voy a recibirlo por que creo con certeza que mis acciones fueron correctas.
Sentía como un enorme sentimiento de felicidad me invadió, en verdad quería llorar pues nunca la había escuchado dirigirse a mi de esa forma,siempre me pregunté si estaba haciendo lo correcto al educar a Talina pero al escucharla ahora me daba cuenta que estaba haciendo las cosas bien.
—Pues parece que no te educó lo suficiente bien si crees que la respuesta es la violencia, exigo la expulsión de esta salvaje y una compensación por los daños.
Vaya que esta mujer va a acabar con mi paciencia.
—Si esta dispuesta a caer tan bajo para solo recibir dinero aquí tiene —gire para ver a Eliam entrar a la oficina del director para arrojarlo un par de billetes a la mujer quien le miró molesta—. En cuanto a la pequeña no será expulsada, yo me la llevare a otro instituto mucho mejor que este. Lo único salvaje es ver como un mocoso dos años mayor que él acosa a una pequeña por ser el hecho de ser más lista que él sin mencionar que se va a lloriquear a las faldas de su madre cuando las cosas no salen a su manera.
—Señor Stellers—se levantó con rapidez el director —lamentamos la situación pero...
—Prometió que cuidaría bien de ella. Ahora entiendo que es un fracaso como escuela no solo permitió que mi pequeña cuñada fuese insultado, también mi esposa.
—¿Esposa? —interrogó la rubia un tanto asustada, me miró y luego a Eliam quien se acercó para tomar a mi hermana entre sus brazos.
—Nos vamos.
—Señor Steller por favor considere la situación, son solo niños—suplico el director pero él lo ignoro.
—En cuanto a usted señora Johansen dígale a su esposo que no se presente a mi oficina hoy, después de todo usted no quiere nada que ver con personas salvajes.
—¿Que? Pero...
—Nos vamos.
Cuando Eliam tomó mi mano para salir de ese lugar podía sentir una canción resonar dentro de mí cabeza, solo podía verlo a él y cuando él giro a verme sentí como mi corazón latía sin parar, hasta que sentí como alguien me pellizco.
—¿Que demonio? ¿Por qué el pellizco Talina?
—Te estamos hablando pero pareces estar en la luna, ¿todo bien?
—Si, solo pensaba—me excuse un tanto apenada mientras miraba como Eliam subía a mi hermana en la parte trasera del auto, ¿cuando fue que llegamos afuera?
—¿Por qué no me dijiste que te llamaron del instituto?
—No quería molestar, además se que estas muy ocupado.
—Pero puedo hacerme un tiempo para este tipo de cosas, las personas en este tipo de lugares no te toma enserio cuando piensan que no eres alguien con mucho poder monetario.
—¿Y debería usarte como escudo?
—Creo que deberías confiar un poco más en mi, no soy un tirano además estoy interesado en la educación de tu hermana después de todo es una gran inversión.
—Si, lamento que esta inversión sea mala.
—No quise referirme a esto como algo malo, lo que trató de decir es que ella merece algo mejor y creo que me equivoque al dejarme llevar por este lugar por sus instalaciones costosas, creo que debemos buscar algo mejor.
—Entiendo, y gracias por ayudarnos en la oficina del director, podía sentir como en cualquier momento me levantaba para arrancar cada mechón rubio de esa mujer.
Aquello lo hizo reír.
—Como si fuese a permitir que insultaran a mi esposa y mi cuñada, tienes que saber que mientras estés casada conmigo cada insulto que sea dirigido hacia a ti también es para mí.
—Vaya que mi esposo es genial.
—Por supuesto, ¿con quien crees que te casaste?
—Él Eliam Steller.
Aquello lo hizo reír pues sabía que recordó lo que había dicho la primera vez que supe quien era en realidad.
—¿Alguna recompensa para Él Eliam Steller?
Preguntó bromista y lo bese.
—¿Que opinas? La verdad que no tengo mucho.
—Fue valioso pero creo que muy poco por lo que hice.
Mencionó con una sonrisa burlona antes de volverme a besar, lleve mis manos hacia sus mejillas sintiendo como él también me acercaba más a su cuerpo, el sonido del pitido de un auto nos sobresalto a ambos, giramos para ver a Talina bajar el vidrio del asiento trasero.
—Controlen esas hormonas jovencitos, estamos frente a una instituto, al menos esperen a llegar a casa.
Oh Dios.
Podía sentirme en verdad avergonzada por su comentario pero para Eliam fue realmente gracioso pues para no reír incluso cuando nos dirigíamos a casa pero cuando lo oí decir que tenía que darle la razón a Talina me sentí en verdad apenada, este par no tenía vergüenza par hablar pero la verdad es que me sentía un poco más apenada de mis acciones, ¿por qué hice algo como eso?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top