Me levante mas temprano de lo habitual pues estaba emocionada por mi nuevo empleo, Eliam me había dicho que me consiguió el puesto de asistente de alguien importante y que si me esforzaba podría ascender rápidamente, vaya que estaba bastante emocionada por esto.
No dejaba de tararear una canción de mi cabeza mientras me arreglaba el cabello, nunca pensé que la ropa de mamá fuese de gran utilidad, estaba tan agradecida de que tuviese un gran estilo sin mencionar que el mismo calzado pues sus zapatilla me quedaban a la perfección, escuche como alguien abrió la puerta del baño gire para ver a Eliam quien soltó un largo bostezo.

—Buen día — mencioné un tanto burlona al ver su rostro de cansancio —¿siempre trabajas tan tarde en tu oficina?

—La mayor parte del tiempo, aunque hoy me quede dormido pensando en un proyecto nuevo del trabajo.

—Debe ser difícil estar a cargo por eso debes de asegurarte de descansar correctamente.

—¿Acaso me extrañas en la anoche? —preguntó burlón.

—No tuve quien me contará un cuento.

—Deberías decirle a tu hermana, estoy segura que caerás dormida ante el primer párrafo de Shakespeare.

Se burlo de mi pues el día anterior mientras mi hermana me explicaba algo sobre el libro que Eliam le había comprado mi cabeza casi cae contra la mesa, en mi defensa ya era demasiado tarde y el sueño se estaba apoderando de mi, gire a verle pues pensaba responder a su broma pero cuando vi su cuerpo desnudo voltee de inmediato, ¿que demonios le pasa? Escuche el sonido de la regadera pero trate de no prestar tanta atención, ¿son todos los hombres así de sinvergüenza?

—Si bueno estaba cansada además ya era bastante noche.

—Como digas.

—Iré a preparar a Talina para la escuela.

—Anne ya se encargo de ello, deberías ir a desayunar algo.

—Claro.

Continúe mi camino con la intención de salir de la habitación pero no pude evitar girar a ver un poco pues a mi mente regresaron los recuerdos de la mañana de aquel día, mi cuerpo choco contra la puerta provocando que me golpeara un poco solté un  pequeño quejido debido al dolor.

—Sabes si quieres ver algo solo pídelo, no intentes espiar.

—Yo no, es decir, me voy a desayunar.

Dije casi a gritos debido a la vergüenza que me invadidas, salí de la habitación con rapidez para dirigirme a la cocina. Mientras bajaba los escalones mire a mi hermana quien tenía sus manos en forma de jarra para luego dar un par de vueltas y peinar su pequeña coleta hacia atrás.

—Este nuevo uniforme me hace ver fabulosa.

No pude evitar soltar una pequeña risa ante su comentario y sus gestos fingiendo ser una diva. Mire su uniforme azul marino, su camiseta gris de vestir y aquella corbata roja que resaltaba, incluso el calzado que llevaba se veía tan elegante podía darme cuenta que la había inscrito en una escuela bastante prestigiosa.

—¿Nerviosa por tu primer día?

—Estoy emocionada, escuche que tendré un examen de evaluación pues mi querido cuñado piensa que debo estar en un curso avanzado.

—¿Querido cuñado? —pregunté burlona.

—Ya te lo dije, la biblioteca me cautivo. Ese hombre es oro.

—Talina sabes que no debes acostumbrarte.

—Eso no cambia que seguiré asistiendo a escuelas bastante prestigiosas, además e visto muchas películas por lo que me doy una idea de cómo terminará esto.

—¿Así? ¿Y según tu como es que esto terminará?

—Es una sorpresa, tan solo tu continua siendo bastante linda con mi querido cuñado.

No pude evitar negar mientras entraba a la cocina para encontrarme con Anne quien preparaba el desayuno.

—Buen día mi niña Aimee.

—Buen día, Anne.

—El desayuno estará listo pronto.

—De hecho vengo a ayudar—dije mientras me colocaba un mandil.

—Oh, entiendo, entiendo, ¿Quieres que tu esposo pruebe tu estilo culinario?

—Más bien quiero aprender de usted.

—Estoy segura que lo hace bien. Ahora le enseñaré a preparar el desayuno favorito de Eliam, ahora que está usted aquí espero que se tome su tiempo para comer algo ese joven cito siempre anda con prisa a todos lados.

—Realmente parecer ser alguien ocupado.

—Lo es, la verdad es que no entiendo como es que te conquistó.

—Digamos que es una persona dedicada y muy astuta.

Aquello hizo reír a Anne casi a carcajadas.

—Ciertamente, debo admitir que también tiene su propio encanto ese niño.

—Si, si lo tiene.

Preparar el desayuno con Anne era divertido, tenía muchas anécdotas vergonzosas de Eliam que sabía que podía utilizar para burlarme de él, ahora tenía con que defenderme ante sus comentarios.
Dejé el desayuno y tome asiento cuando vi a Eliam acercarse, mi hermana tomó asiento a mi lado y ambas miramos a Eliam quien se acomodaba su corbata.

—¿Que?

—Te esperamos para desayunar—mencionó obvia mi hermana—. Es el alimento más importante así que se un buen ejemplo para tu pequeña cuñada y toma asiento.

—Siempre tienes algo que decir de manera inteligente para hacer culpable a alguien, ¿verdad?

—Por supuesto, no soy solo una cara bonita como mi hermana.

Espera, ¿Que?

—Hey, ten más respeto jovencita.

—El desayuno está delicioso —dijo ignorando mi presencia por completo.

—El sabor se siente diferente, ¿cambiaste la receta Anne? Sabes me encanta como quedó.

—La niña Aimee lo cocino para usted, me alegra que el sazón de su esposa también sea de su agrado debería darle las gracias.

Mencionó con cariño Anne como si a un niño pequeño le estuviese hablando, él giro a verme a lo cual yo sonreí.

—Mi esposa tiene un buen sazón.

—No seas tímido, demuestra tu cariño hacia ella.

—Si querido, no seas tímido.

—Estos momentos si que alegran mi viejo corazón, iré por más jugo—dijo Anne mientras entraba a la cocina.

—Buen trabajo—se limitó a responder a lo cual hice un puchero.

—Pero que simple.

—Yo también opino que estas haciendo un buen trabajo, sigue aplicando mis consejos.

Mire a mi hermana un tanto confusa mientras miraba como levantaba su pulgar como signo de aprobación, esta niña si que es extraña.
Al terminar nuestro desayuno, Anne se encargo de llevar a Talina a la escuela mientras que yo me dirigí con Eliam a mi nuevo trabajo, el camino fue algo silencioso pero no incómodo pues su compañía me era agradable, prestaba atención al camino que recorrimos en su auto pues nunca había estado por esta área de la ciudad, me sentía como niña pequeña en su primera visita al zoológico.
Al entrar a un gran estacionamiento mi vista se fijo en el letrero de la compañía, mire a Eliam luego nuevamente el letrero.

—Eliam—le llame a lo cual él giro a verme.

—¿Como lograste que tu jefe me diera empleo en una de las grandes compañías de las Vegas?

—Aimee, esta empresa es mia, yo soy el jefe— sentí como casi me ahogo con mi propia saliva, mire la compañía luego a Eliam.

—¿Como que es tu Compañía? Es decir, esto, entonces tu eres Eliam Stellers, ese Eliam Stellers el de la candena de compañías.

—¿Quien creías que era?.

—No lose, cualquier Eliam Stellers, menos Él Eliam Stellers de la cadena de compañías, siempre te imaginaba como alguien mayor con enorme bigote y muy feo pero eres —me detuve a meditar en mi respuesta mientras lo miraba — bueno nada de eso, santo cielo todo este tiempo pensé que solamente tenías un buen puesto en alguna compañía incluso estaba la posibilidad de que trabajarás con la mafia no lose, pero jamás me imaginé esto, no puedo creer que me haya casado contigo, mi suerte es horrible.

—¿Que quieres decir?— pregunto como si lo hubiese ofendido.

—Hubiese preferido casarme con alguien más normal o por lo menos que no tuviera tanto prestigisio, sabes lo que significa el hecho de que sea tu esposa, Dios mio si la gente se entera como fue que nos casamos estaremos arruinado.

—¿En verdad no sabias quien era?

—Claro que no, ¿como querías que lo supiera?

—Literalmente soy una imagen publica, puedes encontrarme siempre en las revistas, conociste a mi familia pensé que ya lo habías descubierto.

—Pará serte sincera nunca fuiste una persona de mi interés, solo escuchaba de ti por mis compañeros de trabajo.

—De alguna forma me siento herido.

—¿No puedes conseguirme otro empleo? Uno donde nadie tenga que saber que soy tu esposa.

—No. Además, ¿por qué mi esposa tendría que trabajar en otra compañía cuando la mía es la más prestigiosa?

—Vaya que eso sono bastante presumido de tu parte al parecer los rumores son ciertos.

—¿Que rumores?

—Bueno, tal vez te diga si me consigues otro empleo.

—Es tarde, solo vamos adentro.

Lo vi bajar del auto pero no me moví ni un centímetro de mi lugar ahora estaba bastante nerviosa aunque ahora que lo meditaba un poco tenia sentido la mala relación entre su familia, la rivalidad entre su padre y él se debía a los negocios. Escuché como la puerta se abrió gire para ver a Eliam quien me extendió su mano.

—Se que puede ser abrumador el ser mi esposa y el trabajar en mi empresa pero no preocupes estarás bien, además si alguien te molesta puedes despedirlo.

—¿Es tu manera de consolarme?

—No te dejaré sola, así que sal del auto ya es tarde.

Tome su mano para salir del auto con su ayuda, él comenzó a caminar sin soltar mi mano y yo tampoco hice un esfuerzo por alejarme solo quería tranquilizarme un poco, no creo que las cosas fuesen a salir tan mal.
Al abrirse las puertas todas las personas se detuvieron para mirarnos, escuche como comenzaron a susurrar pero eso no parecía importarle al parecer entrar conmigo había causado un gran impacto, al entrar al elevador soltó mi mano para presionar el botón del piso correspondiente.

—Tus empleados parecían estar en shock.

—Nunca había entrado a mi compañía tomando la mano de una mujer, puede que sea por eso.

—Realmente me siento halagada en ser la primera.

—¿Es una burla?

—No, en verdad me siento halagada, me alegra saber que mi esposo no es un don Juan.

—Mi trabajo siempre a sido mi prioridad, no tenía tiempo para salir por ahí con mujeres.

—Si bueno, ahora tu prioridad es tu esposa.

—Realmente te gusta hacer bromas al respecto, ¿verdad?

—Tal vez un poco

Las puertas del elevador se abrieron ambos salimos y mire a un joven alto bastante apuesto quien peinaba su cabellera castaña con cierta desesperación, miro a  Eliam para soltar un largo suspiro de alivio antes de que pudiese acercarse vi como se empujado con fuerza por una mujer quien abrió más su escote para acercarse con una carpeta. ¿Quien demonios es esta tipa?

—Es un verdadero placer ver tu rostro por fin, ¿por qué tardaste tanto?

—Como va el proyecto.

—Oh bueno no podría ir cada vez más peor si alguien no hubiera arruinado las cosas—aquel hombre de elegante traje le arrebato la carpeta a la mujer quien hizo una mueca—. Debemos hacer otra junta para llegar a un acuerdo con más tranquilidad ya que alguien es muy entrometido con mi trabajo.

—Simplemente no sabes como negociar.

—Como si tu supieras hacerlo.

—Scarlett debes dejar de interponer en el trabajo de Brad, en cuanto a ti contrate a la asistente que tanto pedías.

—Mmm interesante niña, ¿que harás con ella jugar a las escondidas? Y hablando de jugar que tal si nos divertimos.

Note la intención de aquella mujer de abrazar el brazo de Eliam pero antes de que pudiese hacerlo yo lo tome del brazo primero para alejarlo, la mujer me miró con furia pero yo no pensaba ceder como si me fuese a intimidar alguien que porta mas maquillaje que un payaso.

—Parece que la pequeña novata es bastante juguetona.

—La verdad es que si lo soy pero solo con mi esposo.

—¿Esposo? —preguntó confusa.

—Scarlett, Brad, mi esposa Aimee. Aimee, mi mano derecha Brad y nuestra ejecutiva estrella Scarlett.

—Espera, ¿Que? Solo quieres que tu esposa sea mi asistente para darme más trabajo y mantenerme vigilado—se quejo Brad.

—No quiero quejas, ahora todos continúen con sus trabajos, Scarlett ve a tu oficina necesito esos informes.

Note como aquella mujer me miraba con odio a lo cual sonreí burlona mientras me apegaba más al brazo de Eliam, él comenzó a encaminarse conmigo a lo cual saque mi lengua y ella me miro ofendida, se que fue infantil ese acto de mi parte pero me sentía bastante satisfecha.

—No sabía que eras del tipo de esposa celosa—mencionó Eliam en cuanto entramos a su oficina yo lo solté de inmediato.

—No lo soy, solo estoy cuidando mi imagen, no quiero que las personas creen un escándalo sobre mi esposo teniendo un amorío con alguien como ella.

—¿Alguien como ella?

—Oh por favor, se que hasta tu sabes a lo que me refiero. Además esa mujer debe aprender a no coquetear a los esposos, ahora que lo pienso me dijiste que podía despedir a quien yo quisiera.

—Por mucho que la idea me agrade Scarlett es la mejor es su trabajo, si quieres que ella ya no esté aquí puedes quitarle su puesto.

—Pues eso haré.

—Bien.

—Bien.

—¿Por qué no vas a trabajar Aimee?

—Bueno después de tal escena de celos estoy un poco avergonzada de tener que ir con Brad.

—No te preocupes, estoy seguro que se llevarán bien ya que ambos parecen detestar a Scarlett, ahora ve a su oficina llevarle estos documentos y dile que te ayude a quitarle su puesto a Scarlett.

—¿Se supone que es tu manera de consolarme?

—Estarás bien, lo se. Además si necesitas algo estaré aquí.

—Bien—me acerque para tomar las carpetas para poder salir de su oficina, mi vista se cruzó con la de Brad quien me miraba con atención—. Necesito que me enseñes a hacer todo el trabajo de una manera casi perfecta para quitarle su puesto a Scarlett y así despedirla.

—¡Al fin! —grito levantando sus manos al aire—. Sabes tu y yo nos llevaremos muy bien.