Capítulo 07

Abrí los ojos lentamente al sentir como alguien tocaba mi cabeza, gire un poco para observar a Eliam quien estaba sentado en la orilla de la cama, cerré los ojos nuevamente en espera de que fuese algún tipo de ilusión pues algo como encontrarse con una mirada bastante atractiva no parecía ser algo real, sentí como algo golpe mi rostro por lo que volví a abrir los ojos para quitar los brazos de Talina de mi rostro, mire nuevamente a Eliam quien observaba a mi hermana quien dormía plácidamente en su cama, si creo que eso no le había gustado, mire a mi hermana luego nuevamente a él quien soltó una breve risa al escucharla soltar un ronquido.

—Me alegra que tu no tengas ese ámbito nocturno de roncar.

—Ella realmente tiene el sueño bastante pesado—admití mientras la miraba, tuve la intención de levantarme pero Eliam me detuvo.

—Deberías descansar un poco más, el doctor dijo que era bueno para ti.

—Pero es tarde—dije observando la hora del despertador.

—¿Acaso tienes algo que hacer en domingo? —pregunto a lo cual negué —. Solo dedícate a descansar, le diré a Anna que les traiga algo para comer, después te ayudara a prepararte para ir al médico.

—¿Al médico? —pregunté confusa.

—Tienen que hacerte un chequeo, ahora eres mi esposa y no puedes ir por ahí herida, además no debes cuidarte para la pequeña después de todo eres lo único que tiene.

Mire a Eliam un tanto enternecida, quería agradecerle pero las palabras no salían de mi boca, nunca antes alguien había sido tan considerado conmigo, lo vi levantarse para arroparnos entre las sábanas.

—Descansa Aime.

—Eliam, gracias.

Él giro a verme para asentir con la cabeza para después marcharse diciendo que tenía trabajo que atender.
Solté un largo bostezo debido al cansancio que aún tenía, mire a mi hermana para abrazarla nunca antes la había visto tan cómoda mientras dormía, aquello me hizo sonreír pues eso significaba que estaba tranquila y debía agradecerle correctamente a Eliam por ello.
No me di cuenta de cuánto tiempo dormi lo único que sabía es que tenía un hambre feroz cuando desperté por suerte Anne nos tenía el desayuno listo y debía admitir que tenía un gran sazón, debía pedirle las recetas de todos sus platillos pues quería ser tan buena como ella.
Después de una rica comida nos a listamos para partir al hospital pues al parecer Eliam le había ordenado especialmente a Anne que fuese ella la que me cuidara y realmente agradecí el gesto pues fue quien cuido a Talina mientras me encontraba en consulta.

La vida de los ricos realmente era algo cómoda y con muchos beneficios pero sabía que no debía acostumbrarme a ello pues esto era algo temporal pero aún así era inevitable el pensar una vida llena de comodidades ahora entendía un poco el porque Eliam quería esa herencia, creo que fui dura al juzgarlo de tal manera.

—Tiene suerte de que no fuese nada grave señora Steller pero debe cuidarse mejor.

—Si, lamento mucho las molestias doctor.

—Es mi trabajo el ayudarle. Ahora no se meta en más problemas si no quiere preocupar a su esposo.

—Ah si.

El doctor se levantó para abrirme la puerta gesto que agradecí un tanto apenada mientras salía.

—Que tenga un buen día señora Steller —se despidio el doctor.

—Igualmente.

—Ja, señora Steller—se burló mi hermana mientras se acercaba a mi lado junto con Anne.

—No te burles.

—No fue burla, bueno si un poco, es que es tan extraño oír que ya eres una señora.

—¿Algún problema con las señoras? —preguntó fingiendo indignación Anne mientras se cruzaba de brazos.

—No pero..—mi hermana guardo silencio por un momento —algo me dice que no debo decir lo que pienso o obtener un gran pellizco en las mejillas.

—Digas lo que digas o hagas lo que hagas lo obtendrás jovencita.

—¡No! —grito Talina mientras se cubría las mejillas para salir corriendo.

—No se corre en el hospital —le grite pero ella siguió corriendo al notar que Anne fue detrás de ella, vaya que esa señora tenía muchas energías.

Mientras nos dirigíamos a casa escuchaba como mi hermana cantaba junto con Anne, sabía que aunque ella decía que le agradaba era todo lo contrario pues aún permanecía a su lado.
Al llegar a la mansión observe un auto deportivo rojo bastante llamativo, era algo bastante extraño no se sentía como algo que fuese del estilo de Eliam pero en espacial un extraño sentimiento me invadió. Al abrir la puerta mi mirada se cruzo con la de una joven bastante atractiva, su cabello estaba atado a una coleta alta, su cabellera negra parecía brillas y su vestido blanco se ajustaba a su cuerpo.

—Señorita Rebecca, pero que agradable sorpresa, ¿a que se debe su visita?su hermano no se encuentra en casa—preguntó amablemente Anne mientras se acercaba.

—Vengo a verla a ella—la joven miró en mi dirección, yo gire a mi alrededor esperanzada que alguien más estuviese cerca de mí pero la única persona a mi lado era Talina quien levantó sus manos con inocencia antes de hacerse a un lado,esa pequeña traicionera.

—Mucho gusto, soy Aimee y ella es mi hermana Talina.

Le extendí mi mano en forma de saludo pero la aleje tan pronto vi como frunció su rostro mientras me miraba para luego observar a mi hermana. Creo que no le agrado a la que parece ser mi cuñada.

—Así que mi hermano se caso contigo —me miró de pies a cabeza para luego mirar a mi hermana—incluso te deja traer de visita a tu hermana pequeña a su casa.

—De hecho Talina vive con nosotros.

—¿Vive con ustedes?

—¿Si?

— Vaya realmente debe amarte mucho si permite que la pequeña se queda, porque bueno estoy segura que sabes que los niños no le son de su agrado.

Si tan solo fuese consciente de la verdad estoy segura que fuese una burla pero yo solo asentí antes de verla acercarse a mi hermana.

—En verdad que eres bastante linda y adorable, dime pequeña, ¿te gusta Disneyland?

—Nunca e ido a Disneyland, pero e ido al zoológico, museos y bibliotecas, estoy pensando en comenzar en la poesía clásica de Shakespeare, ¿te gusta la literatura clásica?

No pude evitar mi frente con mi mano, en verdad no sabía de donde había salido eso incluso la hermana de Eliam parecía bastante sorprendida pero cuando una sonrisa adorno su rostro sabía que aquello no le fuese del todo extraño pues ahora parecía bastante encantada.

—Tengo toda una biblioteca dedicada a la literatura clásica.

—Siento que acabo de conseguir a una nueva amiga.

—Creo que mi hermano no sólo está fascinado por la belleza de tu hermana tu tambien eres un completo encanto.

—Por supuesto que si, bastó con pestañear para hacerlo caer ante mis encantos.

Rebeca soltó una carcajada al ver los gestos de mi hermana fingiendo inocencia y ternura, esa niña si que podía ser un encanto cuando se lo propone,bueno debía agradecerle por ello pues creo que había pasado algún tipo de prueba de fuego con su hermana.
El sonido de la puerta siendo cerrada en un azote llamó mi atencion gire la mirada y observe a un hombre bastante parecido a Eliam pero mucho más mayor, su cabellera ya estaba adornada con canas y mostraba algo de cansancio en su rostro, ambos nos miramos por un momento, luego giró su mirada hacia Rebecca, detrás de él había una mujer bastante joven con un vestido bastante ajustado de alguna forma sabía que si se agachaba este podría romperse en dos.

—Señor Steller.—dijo Anne bastante sorprendida mientras se acercaba con una bandeja— llegó justo a tiempo, tomaremos café .

Y así fue como Anne inicio el momento más incómodo en toda mi vida, era tan extraño que incluso Talina decidió irse con Anne a jugar lo que sea con tal de estar lejos de este lugar, maldita mocosa traicionera, ahora estaba sola con los que al parecer eran mis suegros y cuñada compartiendo un momento de absoluto silencio en la sala tomando café, tome un poco de mi taza con la esperanza de que alguien hablara primero pero nadie parecía tener la intención de hacerlo, en cambio me miraba en silencio. En cuanto oí el sonido de la puerta abrirse me levanté de golpe, jamás pensé ponerme tan feliz por ver a Eliam, él entró a la habitación donde nos encontrábamos, nos miro a todos con cierta sorpresa y yo fui a su lado dándole un abrazo y un breve beso en su mejilla.

—Ya era hora que llegaras, ni se qué hacer con tu familia.—le susurre sin borrar mi sonrisa.

—La próxima vez corre.— me susurró con un tono divertido, provocando una pequeña risa.
El sonido de alguien tosiendo llamó mi atención , voltee y mire al padre de Eliam mirándonos con seriedad.

—Padre, Rechel.—dijo mientras miraba a la mujer de vestido asfixiante .—Rebecca, que agradable sorpresa. ¿A que se debe su visita?.

—El hecho de que te casaste sin decirnos nada.—hablo su padre.

— Pensé que no te importaría después de todo tu también te casaste con una colegiada sin decirnos nada— dijo Eliam con cierto rencor, de alguna forma quería reír es decir no es como si nosotros hubiésemos echo las cosas tan bien, nada como casarte con una extraña estando ebrio en las vegas, si algo totalmente normal o al menos por aqui si. Le di unas leves palmaditas a Eliam en la espalda para que se tranquilizara.

—¿Quien quiere postre?.— dijo Anne entrando junto con Talina quien comía un panque.

—Bienvenido a casa cuñado—- dijo Talina mientras miraba a Eliam.—¿como te fue en el trabajo?.

Eliam miro a mi hermana, se separó de mi lado por un momento y saco un libro de su portafolio, el cual Talina lo tomo como la cosa más grandiosa del mundo.

—Un libro de Shakespeare, esto sí que es genial, muchas gracias cuñado— dijo antes de irse saltando de alegría.

—¿Que?, ¿enserio tenía que ser Shakespeare?.— pregunte mientras lo miraba.— no pudo haber sido algo como no se un cuento de princesas.

—Ella quería a Shakespeare.— me respondio mientras miraba hacia donde se había ido.

—No deberías consentirla.— le reclame sin darme cuenta, suspire algo desesperada y después no pude evitar sonreír es decir en verdad se había tomado la molestia de escucharnos aunque no era necesario.

—¿Que hace una niña aquí?.—pregunto el padre de Eliam.

—Es la cuñada y vive con nosotros.— respondió él con simpleza antes de sentarse.

—Pero odias a los niños.— dijo la chica colegiada del vestido para asfixiar.

—No a ella.— mencionó con una sonrisa, me miro y me indicó que me sentará a su lado lo cual hice, note como su padre nos miraba con atención por lo cual tome su mano— Ahora, ¿que es lo que quieren?.

—Yo sólo vine a conocer a mi cuñada.— hablo por fin Rebecca después de un rato.-—me agrada mucho, creo que es buena para ti.

—¿Y ustedes?.— pregunto Eliam mientras miraba a su padre.

— ¿Alguna problema en querer conocer a la esposa de mi hijo?.

—Vaya muchas gracias.— respondió — jamás pensé que te importará como tu hijo.


—No vine a discutir contigo Eliam.

—Yo tampoco Gunter.— dijo con algo de burla,note la mirada de rabia en aquel hombre y por agarre de Eliamm sabía que el también estaba furioso.

—Cariño, no tengamos una discusión hoy, ¿si? —mencioné dulcemente tomando su mejilla para que girará a verme—. Sabes, me encanta mas cuando sonríes.

Note una breve sonrisa en su mirada con cierta burla, sabía que quería decir algo pero eso sólo nos iba a delatar, sentí como se soltó de mi agarre para colocar una de sus manos sobre mi espalda para con la otra rodearme con un abrazo.

—De acuerdo, no vamos a iniciar una discusión hoy, después de todo se que no te gustan los gritos.

—Si, así es, querido.

Mencioné un tanto burlona, él me sonrió antes de alejarse para tomar mi taza de café y darle un sorbo de esta.

—Es sabor es dulce como tu.

—Tu padre está aquí, no me hagas sentir vergüenza.

—En mi defensa, fuiste tu quien comenzó con los encantos... Así que padre, si viene a felicitarnos solo debo decir que gracias, ahora por favor si no tiene más que decir puede retirarse.

El padre de Eliam se levantó con brusquedad y su esposa junto con él, lo tomo del brazo y le indicó que se fuera.

—Fue un gusto haberle conocido señorita. Felicidades por tu matrimonio hijo.

Escupió casi con asco aquellas últimas palabras antes de irse, yo mire a Eliam mientras su hermana reía con nerviosismo.

—Salió mejor que la última vez. —comentó su hermana con una sonrisa bastante incomoda.

—Pues agradece por ello a mi esposa, ahora que viste que no pasado nada especial puedes marcharte.

—Eso es cruel hermanito.

—¿Que quieres con exactitud Rebecca?

—Nada, solo me alegro mucho de que por fin seas feliz. Bueno me marchó por ahora, la próxima vez vendré a jugar.

Rebecca tomó un par de galletas antes de marcharse, en cuanto salió Eliam se alejo de mi lado para solar un largo suspiro, me acerque un poco para colocar mi mano sobre su espalda.

—Prometo que la próxima vez voy a correr en cuanto vea a tu familia.

Eliam me miro antes de soltar una breve risa pues había utilizado sus mismas palabras y a quien engaño también tomaría aquel consejo.

—Si, creo que sería lo ideal.

—¿Estas bien? Sabes, puedo escucharte.

—No es una historia interesante, sólo una mala relación entre padre e hijo que se fue agravando con el tiempo, ahora ninguna tolera al otro.

—Bueno se veía bastante interesante, además creo que si le hirió el hecho de no estar presente en nuestra alocada boda.

—Solo quiso que se viera de esa forma pero en realidad estaba buscando ver cualquier tipo de engaño pues es consiente de las normas del testamento de mi abuelo.

—Oh, claro el de que estuvieras casado... Y si no es mucha indiscreción, ¿por qué tu abuelo quería que te cases?

— Ni siquiera yo tengo la respuesta, siempre un hombre de muchos misterios que piensa que todo viene con una lección de por medio.

—Parece algo sacado de algún tipo de libro de autoayuda... ¿Y que se supone que te ayuda a meditar un matrimonio alocado de las Vegas?

—Tal vez a darte cuenta que tienes grandes dotes de actriz.

—¿Acabas de burlarte de mi?

—Jamás me atrevería, cariño.

Mencionó con un tono burlón que me hizo sonrojar, creo que estoy comenzando a arrepentirme de utilizar tal palabra.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top