Capítulo 05
—No lo entiendo. ¿Por qué vamos a irnos a vivir con el señor no importante que se supone que no volveríamos ver jamás?
— Bueno, es algo difícil de explicar a una niña de tu edad.
—Soy más lista que las niñas de mi edad así que adelante, explica la situación.
Cerré la pequeña maleta de mi hermana para observarla, abrí la boca un par de veces pero al final siempre la cerraba, se que ella es alguien muy inteligente y que comprende las cosas con rapidez pero simplemente no podía decirle a mi hermana que por una equivocación de borrachera había terminado casada con un desconocido y que por un deseo egoísta decidimos seguir con el compromiso para que él pudiera obtener la herencia de su abuelo moribundo y yo una mejor manera de vida para ella.
—Recuerdas aquella película sobre las Vegas donde dijiste que los protagonistas eran unos completos idiotas.
Ella guardo silencio como si tratara de recordarlo para luego asentir con la cabeza.
—Si, fue tan poco realista, ¿que tipo de persona comete ese tipo de estupidez?
—Si bueno, tu hermana terminó siendo ese tipo de idiota y cometí esa estupidez, lo que me recuerda que debo quitar esa palabra de tu vocabulario Talina.
Ella se quedó callada de alguna forma entendía si se sentía decepcionada pero cuando soltó una gran carcajada me quede tan impactada, nunca la había visto reír tanto hasta el grado de soltar un par de lágrimas, me miró antes de negar con la cabeza para luego sentarse en su cama.
—¿Y por qué debes seguir casada con él? ¿Acaso ninguno de los dos tiene dinero para el divorcio?
—Escucha la situación es un poco más complicada de lo que parece. Al parecer él necesita una esposa para recibir una herencia y nosotras una oportunidad para salir de aquí.
—Interesante negociación, vaya que esto tomó un curso interesante. Si escribes un libro esto podrías hacerte famosa.
—No sigas bromeando con los desgracias.
—Hablo enserio pero bueno, creo que será interesante.
—Si, pues yo creo que...
Un fuerte estruendo captó mi atención, escuche el grito de mi padre el cual me sobresalto, tomé a Talina para acostarla en su cama, la arrope para besar su nuca.
—Recuerda que sin importar lo que escuches no salgas de la habitación—ella asintió temerosa a lo cual le sonreí —buena chica.
Salí de la habitación colocando el seguro de la puerta, guarde la llave en mi bolsillo trasero para observar a mi padre, lanzó un jarrón en mi dirección, escuche como se rompió en pedazos a tan solo un par de centímetros de donde me encontraba, se veía basta molesto y sabia que se debía a que su dinero se había terminado. Su mirada se cruzó con la mía por lo cual comenzó a acercarse lentamente, mire hacia abajo pues no le gustaba sentirse desafiado pero aún con ello sentí como me tomó del cabello a la fuerza para arrastrarme hasta la sala donde me empujo, caí en el suelo.
—Maldita sea, ¡¿Por qué!? ¡¿Por qué eres así Valeska?!
Grito enfurecido.
No me atreví a mirarlo, detestaba cuando me confundía con mamá su actuar siempre terminaba siendo más violento. Sentí como me volvió a tomar del cabello arrastrando mi cuerpo contra el suelo, cuando lo vi llendo en dirección a su habitación comencé a forcejear contra él, me miró molesto antes de levantarme a la fuerza para empujarme lejos, sentí por un momento como el aire me hizo falta cuando me golpe el abdomen contra un mueble de madera, el comenzó a gritarme mientras me golpeaba yo solo me protegía mi rostro para evitar heridas visibles, mordí mi labio con fuerza para evitar el gritar, no quería asustar a Talina y que ella saliera para hacer algo imprudente.
—Me alegra que estés muerta Valeska—lo escuche decir mientras se detenía de golpearme, le mire de reojo para verlo tomar el dinero que había dejado de manera intencional en la mesa para verlo marcharse, si quería irme tranquilamente el no debía estar presente en la casa, solté un suspiro de alivio cuando escuché el sonido de su auto.
Traté de levantarme pero un horrible dolor me invadió, me apoye con cuidado del sillón para levantarme lentamente debía ser cuidadosa si quería que las heridas sanará con normalidad, entre al baño para tomar una ducha rápida para que la sangre debido a los raspones se limpiará más rápido, volví a mi habitación para tratar mis heridas una vez que coloque el medicamento y las oculte fui a ver a Talina, abrí la puerta lentamente para verla oculta entre las sábanas, ella lloraba en silencio provocando un profundo dolor en mi pecho, me acosté a su lado para abrazarla.
—Tranquila, estoy bien, estoy bien. Te prometo que jamás volverás a pasar por esto, lo prometo.
Durante la noche no pude dormir debido a los pensamientos que me invadieron, la vida de Talina hasta ahora fue tan complicada, situaciones como estas no tiene porque vivirlas una niña de edad, debería disfrutar de cada una de sus etapas, jugar con otros niños de su edad, quejarse por la escuela pero al mismo tiempo disfrutar de esta, debía poder dormir sin temor a lo que sucediera detrás de la puerta y sin tener que aguantar el llorar pero a partir de mañana sabía que su vida llevaría un mejor rumbo, esperaba que las cosas con Eliam fuesen diferentes, aunque no era un hombre normal no parecía ser una mala persona así que tenía un poco más de confianza ante un futuro mejor.
A la mañana siguiente fui la primera en despertar salí con cuidado de la habitación para ver la soledad de la casa, me dirigí a la habitación de mi padre para ver que esta se encontraba vacía a lo cual suspiré con alivio, sabía que debía estar en algún lugar de la ciudad completamente ebrio así que no tenía por qué preocuparme por su presencia, fui a la habitación para despertar a Talina para prepararnos para nuestra partida, Eliam dijo que pasaría de manera puntual así que tenía que estar lista antes, acomodé todas nuestras maletas cerca de la puerta y me asegure de llevarme todo lo importante conmigo pero en especial dejar una nota de mi partida con Talina aunque dudaba mucho que nos fuese a buscar ya que le éramos una carga.
Escuche el sonido de un auto me asome por la ventana para observar una limosina, vaya que este hombre era algo exagerado pero no iba a menospreciar tal gesto por lo cual antes de que pudiese tocar la puerta yo la abrí, note su mirada de sorpresa pero aún así no dijo nada solo se limitó a responder mi saludo por simple cortesía.
—Por favor, permita que le ayude señorita que —escuche decir al chófer a lo cual Talina le extendió su maleta.
—Pero que buen servicio. Buen día señor no es importante y no volveremos a ver nunca mas —mencionó sarcástica mientras miraba a Eliam.
—Realmente te es bastante gracioso el restregarmelo en la cara, ¿verdad?
—Ya sabes que si, además mi nuevo cuñado se debe acostumbrar a mis encantos —pestañeo sus ojos sin parar mientras miraba a Eliam quien solo le dio una media sonrisa antes de abrirnos la puerta, mi hermana fue la primera en entrar y después yo, vi como Eliam tomó asiento a mi lado para luego indicarle al conductor que nos pusieramos en marcha.
—Mira Aimee, son dulces.
—No Talina, es muy temprano para dulces además no son tuyos.
Ella hizo una mueca pero aún con ello no despegó su mirada de los dulces.
—Tu dices no pero técnicamente no es tuyo así que debo preguntarle al dueño, ¿puedo comer un dulce, cuñado?
Interrogó captando su atención.
—Talina, por favor, prometiste comportarte.
—Eres astuta debo admitirlo—lo escuche decir miro el plato de dulces para tomar un caramelo para lanzarlo hacia mi hermana quien lo atrapó con éxito.
—Hey, no deberías pasar por alto mi autoridad sobre mi hermana y en cuanto a ti tomare eso—me levante del asiento para tomar el caramelo a lo cual ella hizo un puchero, miró a Eliam en busca de ayuda pero él solo se encogió de hombros.
El silencio reino por un par de minutos haciendo el camino algo incómodo, yo solo quería recostar me un poco ya que la espalda estaba comenzando a doler, vaya que esos golpes habían sido más fuertes que en ocasiones anteriores.
—Sabes, estoy algo decepcionada ya que lo medito con cuidado—hablo rompiendo el silencio que se había formado, mi hermana observó fijamente a Eliam, note como le miró de pies a cabeza-¿Se supone que este es tu príncipe azul?
—¿Que? —pregunté un tanto confundida.
—Ya sabes todo el tiempo por las historias que me cuentas, rostro atractivo, porte elegante, con un aura misteriosa, pero en especial con cara de idiota....
—Talina...
—Yo solo digo que lo imaginaba un poco más, ¿genial?
—¿Que te hace pensar que no soy genial? —interrogo Liam mientras se cruzaba de brazos acción que mi hermana imitó.
—Pará empezar haberte acostado con mi hermana para luego obligarla a casar...
—Ten come un dulce —Me apresure a introducir el caramelo en su boca, ella me miro con recelo pero no comento nada mas-. Buena niña, ahora guarda silencio.
Eliam me miró a lo cual yo le sonreí apenada, cuando estemos a solas tendré una sería conversación con esta niña sobre las cosas que si debe y no debe decir en voz alta frente a este hombre, a este paso ambos van a volverme loca.
Mire por la ventana notando que nos encontramos en los suburbios más ricos de Las Vegas, gire a ver a Eliam por un momento pues no era consciente de su trabajo, ¿que si es de la mafia? Pero de ser así no me habría buscado ni ofrecido un trato, hubiera sido más fácil amenazarme bueno aquella opción está descartada así que puede que sea solo alguien con un trabajo importante.
Mire a mi hermana quien no ocultaba su sorpresa debido al lugar donde nos encontramos, incluso al llegar ella fue la primera en bajar de auto con total emoción pues la casa era enorme. Baje con cuidado del auto para encontrarme con la mirada de una mujer mayor quien se veía bastante emocionada, soltó un grito para correr hasta nuestro lado, normalmente no me importan los abrazos ya que estoy acostumbrado a ellos pero ahora mismo mi cuerpo de dolía debido a los golpes por lo cual solté un quejido.
—Me está lastimando.
—Oh como lo siento-se apresuró a decir mientras me soltaba—. Es solo que estoy bastante emocionada, nuestro pequeño Eliam casado y con una mujer tan encantadora, ¿no lo crees Luis?
—Definitivamente —respondió el conductor de la limosina.
—Soy Ana la ama de llaves, si necesita algo no dude en llamarme, estoy realmente encantada de estar a sus servicio.
—Gracias.
—No hay de que agradecer, realmente estoy feliz de que esto por fin sucediera además como bonus extra un pequeño angelito también llegó, eres tan linda—Ana miró a mi hermana quien retrocedió un par de pasos pero no pudo huir de los cariños de la mujer mayor quien la abrazo—. Andando pequeña criatura del cielo, te daré un recorrido por tu nuevo hogar.
—Soy Talina no criatura del cielo o angelito.
—Pero que adorable nombre, vamos, vamos no seas tímida.
—Ayuda—pidió extendiendo sus manos en mi dirección pero yo solo me despedí de ella, creo que esto sería un buen castigo por su actitud.
—¿Piensas quedarte de pie frente a la entrada?
Mire confusa a Eliam quien ya se había encaminado dentro de su hogar yo le mire un tanto apenada mientras me acercaba a su lado pero con cuidado.
Lo escuché decir que después Ana me daría un recorrido por la casa ya que él estaría ocupado así que solo se limito a explicarme los detalles de los lugares por donde pasamos.
—Esta será nuestra habitación.
Yo me acerque a pasos lentos para entrar por la puerta que el había indicado, trate de no verme tan sorprendida pero la verdad es que si lo estaba, la siempre habitación era mucho más grande que mi antigua casa, ¿como es posible que dentro de una habitación tenga más puertas aparte de la de entrada?
—¿Donde esta el baño? —lo vi señalar una puerta blanca a lo cual entre con rapidez, me quede de pie mirando el jacuzzi, la vida de ricos si que es tan extravagante, me acerque hasta el gran espejo para quitarme mi camiseta, a diferencia de ayer los moretones ya estaban mas visibles-. Esto se ve horrible.
—Bastante diría yo.
Solté un pequeño grito debido a la sorpresa, gire para ver a Eliam de pie en la puerta, me coloque con rapidez la blusa pero el no dejaba de mirarme. ¿Como se supone que voy a explicar esto?
—Llamaré al médico.
—Eliam espera, no le digas nada de esto a mi hermana.
—¿Por qué una niña tendría que saber de la pésima condición de la única persona que le queda?
—Gracias.
Lo vi cerrar la puerta del baño por lo cual volví a quitarme la camiseta para ver mis heridas, con el tiempo cada una de ellas iba a sanar así que no me preocupaba estar herida solo quería un poco de paz por primera vez en mi vida.
Después de haber tomado un baño y haberme vestido espere paciente en la habitación hasta que el médico llegó, innumerables veces me observaba lo cual me causaba nerviosismo para luego mirar a Eliam quien también me miraba con severidad.
—¿Y como sucedió esto? —preguntó por fin el medico mientras lo veía escribir una nota.
—Supongo que la excusa de caer por una escalera no va a funcionar, ¿verdad?
—Puede intentarlo si quiere.
Solté una risa nerviosa mientras me rascaba la nuca.
—Digamos que estuve involucrada en una pelea.
—Algo me dice que no fue la ganadora.
—Digamos que fue un empate—trate de bromear pero el doctor sólo me miró antes de darle la receta a Eliam.
—No parece tener ningún hueso roto pero puede ir al hospital para verificarlo, no debe hacer ningún esfuerzo, ni cargar nada pesado, le recomiendo mantener algo de reposo por un par de días tan solo para relajar los músculos dañado. Y señora Steller ya no se meta en más problemas solo va a preocupar a su esposo.
El médico se levantó se despidió y se marchó, vi como Eliam tomó asiento en la cama para mirarme, yo solo me acomodé en la cama fingiendo obedecer las ordenes del médico.
—¿Siempre sucedían este tipo de cosas en tu hogar? —preguntó pero yo negué.
—No siempre, al principio solo bebía y dormía por varios días pero los últimos se volvió un poco violento. Solía encerrarme en la habitación con Talina pero eso solo lo hacía enojar más y se volvía más agresivo, así que aprendí a enfrentarlo mientras escondía a mi hermana en su habitación.
—¿Acaso eres estúpida?
—Creo que si. Se que lo normal sería llamar a la policía pero algo muy dentro de mi me hacía creer que el iba a cambiar, bueno me equivoque. Así que, si, creo que tienes a una estúpida por esposa, lamento ese hecho.
Lo vi acercase un poco, coloco su mano sobre mi cabeza para palmearla con cuidado.
—También eres valiente.
—Sabes, me haces sentir como una mascota si palmeas mi cabeza de esa manera.
Eliam se alejo a lo cual reí pues sabía que lo había avergonzado, lo vi abrir la boca pero escuché como alguien tocó la puerta.
—¿Puedo entrar o están teniendo sexo salvaje otra vez?
Negué con vergüenza mientras escuchaba a mi hermana, escuche como Eliam soltó una risa mientras se levantaba a abrir la puerta.
—¿Ya terminaron? —preguntó fingiendo inocencia.
—Si, así que ahora tu hermana es toda tuya. Debo ir al trabajo a ocuparme de algunos asuntos, volveré tarde si necesitan algo llame a Anna.
Abrace a mi hermana cuando se acercó a mí lado, mire a Eliam quien salió de la habitación y no pude evitar sonreír, realmente era una buena persona.
—No vas a creerlo Aimee, me mostraron mi propia habitación y es exageradamente enorme pero es grandiosa, incluso en esta casa tienen una biblioteca, puedes creerlo una biblioteca, Ana me dijo que podía ir a cualquier lugar de esta casa sin problema, esto es fabuloso realmente te conseguiste a un pez gordo estando ebria, tienes que hacerlo más seguido.
—Si eso no pasará pero me alegra que estés cómoda.
—Estas de broma me fascina, me siento como Bella cuando el príncipe le regalo aquella biblioteca, ahora se porque se quedaron juntos.
—Estoy segura que fue por amor.
—Eso dices tu pero yo veo las cosas como Bella y creeme que fue por la biblioteca, ahora se que mi cuñado si es cool.
—Si, si lo es.
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