Cap 24

El día tan esperado y sorpresa querida

El gran día había llegado finalmente, las resoluciones estaban en mis manos mientras sonreía satisfactoria por  finalmente haber terminado el caso el cual me mantenía invicta de ningún caso perdido en mi labor de abogada.

Suspiré mientras metía la copia de las resoluciones en un sobre de manila y daba por terminado mi labor con el Sage, hablando laboralmente.

Envié el mensaje que debía enviar, mientras cerraba todos los documentos de mi portátil.

Mire con detenimiento el sobre enfrente de mi, pero sin darle vueltas al asunto me levanté de mi escritorio buscando mi chaqueta para salir de mi oficina, cuando el sonido de una notificación en mi móvil captó mi atención.

Me voltee de vuelta al escritorio y ví que era una notificación de Eyron preguntando que cuando volvería a pasar por el bar y que aún tenía mis guantes que había extraviado el día de golf.

Rodee los ojos porque aunque debería ir a celebrar mi caso que me declaraba como ganadora invicta, la victoria no sabía a victoria ya que fue un caso relativamente sencillo al finalizar la abogada de oposición no era una digna oponente.

Por lo que solo había que seguir con la rutina programa de hace semanas e irme a mi casa a descansar.

O quizá ir a sorprender a Derian sobre la resolución que había llegado antes de lo que le había anunciado.

Talvez haga una cena o salgamos a un lugar a celebrar en el peor de los casos.

Tome mi chaqueta y salí de mi oficina pasando por el escritorio de mi adorable secretaria para lanzarle la resoluciones originales en su escritorio.

- Necesito que subas las resoluciones al expediente electrónico del caso a más tardar el día de mañana- dije secamente ignorando su mirada de odio que siempre me había importado un bledo.

- Por supuesto- dijo a regañadientes, me sorprendió que me contestara pero al segundo siguiente me di cuenta del porqué.

- Harley supe que ganaste el caso de Sage,  no dude de ti ni por un segundo- dijo mi jefe muy contento a mis espaldas.

- Era pan comido- le dije yo con una pequeña sonrisa.

- Debemos celebrar esta gran victoria que puso en renombre nuestro bufette que te parece si salimos a cenar o algún bar tu preferencia.

- Muchas gracias Sr. Willow pero ya tengo planes, en otra ocasión- sonreí cordialmente y el hizo un movimiento con la mano restándole importancia.

- No importa está debe ser como ganar una maratón de principiantes para ti - dijo mientras me seguía camino a las puertas del ascensor con las manos en los bolsillos.

- Al por el estilo así es- dije mientras seleccionaba el botón del ascensor.

- Bueno pero igualmente felicidades Kerr- dijo mi jefe luego de darme una par de palmadas en la espalda.

- Gracias señor Willow- dije y desapareció de mi vista en cuanto doblo por el pasillo.

Subí al ascensor y chequé mi móvil para ver si tenía alguna señal de vida del pelirrojo insufrible que desde hace un par de horas no me había escrito ni aún había respondido mi mensaje de si estaba en su apartamento.

Pero igualmente planeaba llevar acabo la sorpresa.

Conduje devuelta a mi casa para recoger un buen vino que tenía reservado para una ocasión digna de abrirlo y talvez ponerme un poco más informal o por lo menos cómodo que la ropa de oficina para celebrar la ocasión.

/////

Después de durar media hora decidiendo si ponerme un vestido o un par de jeans le quitaría importancia a la celebración, di por sentado que me vistiera con lo que vistiera conociendo a Derian no iba a durar con la ropa puesta mas de 5 minutos luego de  que cruzara la puerta de su apartamento.

Ya que había terminado oficialmente el caso y ya no había una relación cliente- abogado que nos detuviera.

Por lo que opte por un vestido suelto color crema con estampado floreado en todos cálidos y con un pronunciado escote que complemente con unas sandalias altas.

Ya que no iba a durar mucho tiempo vestida, porque iba a complicar el proceso.

Mire en el retrovisor del auto que mi maquillaje estuviera impecable y mis ondas en el cabello perfectas y me dirigí rumbo al apartamento del mayor de los Sage.

En cuanto llegue tome la costosa botella de vino tinto añejado, al igual que él sobre de manila y le di las llaves al botones que esperaba en la entrada me dirigía al ascensor cuando la señorita de recepción llamo mi atención.

- Señorita repitió- haciendo que volteara a ver-podría acercarse necesito sus datos para dejarla subir-

Fruncí el ceño no era la primera vez que visitaba a Derian y más aún las semanas anteriores que lo visitaba con más frecuencia.

Talvez la joven rubia recepcionista era nueva y estaba siguiendo el protocolo.

- Vengo a visitar a Derian Sage
.. soy una conocida- dije luego de sobre pensar unos momentos que podría decirse que era de él.

Luego que le entregará el sobre en mis manos podría ser todo menos su abogada nuevamente.

- Déjeme ver si se encuentra en su apartamento- dijo la joven un tanto nerviosa llamando por el teléfono espero unos instantes y torció el gesto.

- Al parecer el señor Sage no se encuentra- dijo la señorita.

- Yo creo que sí se encuentra solamente que es muy perezoso para contestar llamadas- le dije yo sonriendo amigablemente.

- De acuerdo- dijo ella y yo asentí.

- Podría darme la tarjeta de repuesto es que quiero darle una pequeña sorpresa- dije y le pase un billete por la barra del escritorio.

- Señorita no sé si eso sea...-

- No te preocupes la devolvere- le dije yo en tono de confidencialidad.

La joven dudo un par de segundos y me pasó la tarjeta.

Le agradecí y reanude mi camino al ascensor.

Al final ni siquiera me pidió mis datos, que extraña recepcionista, basto con mi pequeño soborno para que olvidara sus deberes.

Mientras el ascensor subía el casi interminable edificio acomode levemente mi escote para que se vieran mejor mis atributos y acomode por última vez mi melena.

Finalmente iba a celebrar el cierre del caso a mi manera.

Las puertas finalmente se abrieron y afiance mi postura y camine decidida en dirección a la puerta.

Pase la tarjeta por la cerradura electrónica y pase por la puerta.

En cuanto ví el interior de la habitación me paralice.

Todo enmudeció a mi alrededor y solo podía escuchar el retumbó de los latidos de mi corazón palpitar con fuerza.

Derian estaba besando a otra chica frente a mis narices y ni siquiera se había dado cuenta de mi presencia.

Posterior escuché el sonido de un  impacto sordo muy cercano a mi posición, pero no preste atención a que era porque al parecer eso había podido llamar la atención de las dos personas frente a mi.

Y todo pasó en cámara lenta.

Vi el rostro de Derian pasar de reflexivo a él completo pánico al ver que era yo y rápidamente se alejo de la chica poniéndose en un lado opuesto a la que ella se encontraba.

En cuanto a la otra chica con el cabello rubio oscuro solamente me miraba sin ninguna emoción solamente como si esperara para mi reacción, no había ninguna pizca de regocijo o desprecio en su mirada por interrumpir aquel encuentro.

- Har...tley yo..yo..no sé cómo explicarlo - Derian fue el primero en romper el silencio y sacarme de la parálisis en qué estaba inmersa.

Dándome cuenta que él crujido que había escuchado anteriormente era la botella de vino caer y estaba de forma horizontal al frente de mis pies.

Y en ese momento fue donde las emociones dieron salieron al flote de golpe.

Lo primero que sentí fue una mezcla de ira y decepción.

Apreté mis puños a los lados mientras sentía una especie de tristeza subir hacer un nudo en mi garganta y amenazaba por picar mis ojos con lágrimas.

Pero respire hondo y con unas fuerzas inhumanas, afloje los puños de mis manos y procedí a hablar.

- No se preocupe señor Sage solamente pasaba a dejarle los documentos finales que daban por terminado el caso el cual gano- dije sonando completamente ajena a las emociones que me estaban consumiendo por dentro y coloque el sobre en la superficie mas cercana- y sin más me retiro hasta aquí termino el contrato de mis servicios, tengan buena noche-

Recogí rápidamente la botella de vino del suelo.

Lo cual fue el tiempo suficiente para que Derian reaccionara a mis palabras y se dispusiera a detenerme.

- Hartley por favor espera- dijo- podemos aclarar todo este asunto.

- No hay nada que aclarar- mi voz se quebró por un momento por lo que trague saliva- Sr. Sage solamente soy ...era su abogada y mis servicios ya finalizaron - dije tratando de que mi voz no se viera afectada mientras tomaba el pomo de la puerta.

Al parecer mis pensamientos de que ahora sería todo menos su abogada no estaban en los planes del destino.

Ahora solamente ser su abogada era lo único respetable que me quedaba.

Derian se apresuró a detener la puerta con la mano para evitar que saliera.

Por lo cual nos dejó en una posición de cercanía de frente a frente.

Sus ojos me miraban con desesperación mientras veía por medio de ellos como su cerebro estaba ideando una y mil formas de salir de la cagada en la que se había metido.

- Por favor- susurro él con ojos suplicantes.

- Por favor te digo yo déjame salir- demande manteniendole la mirada mientras una maldita lágrima rodo por mi mejilla- No se porqué pensé que cambiarias- susurré.

- Déjame arreglarlo- dijo el tratando de tocarme pero me aleje y me miró con dolor ante mí acción.

Yo lo único que hice fue reforzar mi agarre en el cuello de la botella de vino que tenía en la mano.

Cerré los ojos por un segundo tratando de serenarme lo unico que quería era destrozar su cara con la botella que tenía en mi mano del dolor e ira que sentía.

- Primero debes aclarar las cosas con ella- le dije dando un cabeceó en dirección a la chica que parecía una espectadora ajena a que era parte de la ecuación que afectó este momento.

Derian siguió la dirección de mi cabeceó y su rostro se volvio rígido con un rictus de seriedad al ver a la chica que al parecer era parte causante de que estuviera en esta posición de súplica de parte de él.

- Hartley - llamo de nuevo.

-¡No repitas eso una vez más!- dije exaltada harta que lo único que supiera decir era ese nombre y Derian me miró sorprendido por mi demostración de furia - y déjame salir lo digo por última vez, porque no podrias arreglar nada con ella aqui en primer lugar-

Algo en mi mirada lo hizo obedecer y quitó su resistencia a la puerta.

Quizás fue eso o que mi argumento fue contundente.

Pero sin pensarlo dos veces abrí la puerta y salí del lugar en un abrir y cerrar de ojos.

Mi pecho subía y baja por la velocidad en la que respiraba sin control, corrí al ascensor y seleccione el hobby tratando de sofocar las ganas que tenía de llorar.

Porque fui tan estúpida como pude pensar que podría tener algo de color de rosas o quizá algún tipo de relación más cercana con él.

Trataba de callar esos pensamientos porque sino iba a salir del ascensor siendo una cascada de lágrimas.

Trague saliva y regule mi respiración justo a tiempo para salir del ascensor le di de vuelta la tarjeta a la señorita de recepción que me miraba con atención.

Talvez ella ya lo sabía y por eso su negativa a qué subiera tan rápidamente.

Pedí mi auto y el botones se bajo del mismo y me subí con rapidez dirigiendome dónde fuera lejos de ese lugar.

No sabía dónde ir pero mi casa jamás sería una opción, menos el bar Eyron no tenía el ánimo para escuchar sus lamentos y positivismo ante la situación además que ahora estaba relacionado directamente con uno de los Sage, así que no quería que tuviera información de mi estado actual para que después sirviera de informante de Diablo mismo.

Me estacione en un centro comercial y estacione el carro con la botella de vino en mano, camine por las calles sin rumbo hasta a la parte trasera de un bar o algo por el estilo y me senté a la orilla de la acera  y destape la botella de vino mientras continuaba caminando y dejé salir lo que tenía dentro comencé a llorar y maldecir por ser tan estúpida.

Porque pensé que él cambiaría por mi.

Volvía a repasar una y otra vez la escena que vivi como una tortura  autoimpuesta, para ver si me convencía por ultima vez que los Sage son los individuos mas despreciables del planeta.

Para que por lo menos fuera decisión mía tener ese criterio y no por imposición de...

Maldita sea necesito no pensar en nada.

Termine la botella de vino y podía sentir los efectos del alcohol correr por mi sistema pero aún podía pensar con algo de claridad y quería apagar por completo cualquier rastro de raciocinio porque todo me recordaba a él.

Tantas promesas, caricias, sonrisas que pensé que eran sinceras, seguramente todo fue para tenerme asegurada en el caso y que no le jugará en contra porque él es el rey de los manipuladores y yo caí directo en su trampa de pensar que sería diferente.

Que idiota fui, soy y seré.

Me repetía mientras le di vuelta a la cuadra y entre en el bar el cuál tenía una música muy alta y rápida para mí gusto pero necesitaba alcohol hasta perder el sentido.

Lo cual no era responsable de mi parte pero aparentemente no llevaba una buena racha de mis decisiones fueran muy acertadas que digamos.

- Un tequila- pedí sentandome en uno de los bancos de la barra.

- Enseguida - dijo una mujer de cabello azul sirviendo lo que le pedí me lo tome de un trago y le pedí otro.

Llevaba el quinto shot y sentía la como el trago quemaba mi garganta talvez así se quitará la sensación y el recuerdo que tenía en la garganta cuando ví ese escena.

No fue absolutamente propio de mi actuar de esa manera.


No sabía cuanto tiempo llevaba en aquel bar pero sentía que en cualquier momento me podría dar un coma etílico de todo lo que había tenido

- Señorita gusta que le invite a un trago- dijo una voz cercana a mi y negué con la cabeza ya todo se veía borroso para mí pero no aceptaría tragos de extraños- Si quieres de puedo llevar a casa.

- Ya la señorita dijo que no- hablo una voz femenina de forma cortante- además ya vamos a cerrar-

Yo alce un poco la vista ya que tenía la cabeza recostada en la barra.

Y la voz que provenía era de mujer de la barra la cual tenía un porte de advertencia del tipo a mi lado.

- Bien - dijo el hombre desconocido resignado- maldita zorra- susurro por debajo.

- Otro por favor- pedí tratando de acercar el shot pero solo conseguí que se volteara.

-Creo que es suficiente- declaró la chica la cual suspiro con pesar- te pido un taxi a casa?-

Negué con la cabeza.

De todas las opciones volver a casa no es una opción.

- Cass...a nooo...- balbucee notablemente ebria.

-Tienes un amigo o alguien cercano con el te puedas quedar-

Eyron podría ser una opción pero el factor de contarle lo sucedió no me apetece en lo absoluto no declararé mi humillación de incredula ante nadie.

Y mi lista de amigos y cercanos se resume a Eyron solamente.

Por lo que volví a negar.

- Diablos- dijo la mujer de mala gana.

- Bien espera un momento.

Escuché que talvez se marcho y después comenzaron a despachar a la gente.

-No puedes acoger a cuánta persona desampara de encuentres Mag- escuché una voz replicar a lo lejos- además esa chica ni siquiera debe ser de por aquí.

- Tu no te metas donde no pedí tu opinión Chuck.

- Niña vamonos- dijo la mujer ayudándome a levantarme y sentí como todo me dió vueltas.

Me condujo hasta una camioneta gris y minutos después de que me subí y comenzó a conducir cerré los ojos para descansar la vista y todo se volvió oscuro.


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