CAP 23
El hombre amordazado y atado en una silla frente a mi, comenzó a recuperar la conciencia ya que sus ojos comenzaron a parpadear mientras sacudía la cabeza tratando de aclarar sus ideas y el lugar donde estaba.
Asi que tome mi posición frente a él con el objeto de titanio entre mis manos, con una luz concentrada de una bombilla tras mis espaldas.
- ¿Dónde estoy?- trato de gesticular a través de la tela que le cubría la boca.
Lo cual era un dramatismo para desesperarlo ya que bien podía quitarle la mordaza que igual nadie lo podría escuchar.
Así que comencé mi primer acto.
Comencé a caminar frente a él solo con un conjunto de reveladora lencería negra de encaje que resaltaba de sobremanera mis atributos.
- Que dónde estás no creo que sea la pregunta adecuada- solté comenzando a rodearlo mientras pasaba la cabeza del objeto suavemente por sus hombros- La pregunta correcta sería: ¿Por qué estás aquí?-
- No me digas que esto es una sorpresa perversa de una acosadora- dijo un tanto pervertido mirando mi conjunto con lujuria.
- Preferirías completamente que lo fuera- asegure mientras solté un golpe a su espinilla con el objeto delgado entre mis manos.
Lo que provocó que chillara de dolor y se diera cuenta de la verdad del asunto.
- Déjame salir- pidió el hombre a través de la mordaza con los signos de nerviosismo reflejados por su rostro de manera en que gotas de sudor en su frente comenzaban a caer por su cara debido a la amenaza que su instinto de supervivencia presentía frente a él.
- Shhhhhh- dije colocando la cabeza del palo de golf sobre sus labios cubiertos por la tela- Aunque la verdad sabes muy bien el por qué estás aquí no... John Stevens-
Dije mientras miraba su nombre de la tarjeta de membresía del club campestre y se la lanzaba a la cara en un chasquido de dedos.
La mayoría de veces ni me interesaba saber su nombre antes de proceder, pero estaba tan aburrida que quería tener un poco más de drama en la escena.
- Déjame salir ¡por favor te lo suplico!- lloriqueo mientras yo coloque el palo de golf sobre mi hombro sosteniendolo de la empuñadura.
Esbocé una sonrisa astuta.
- y tuuu crees que te dejaré salir , solo porque me lo súplicas y ya?- solté incrédula - ¿Que hay de las chicas que ni siquiera pueden suplicar de que no las viol*s?-
Me miró un tanto asustado ante mi acusación lo que yo solo lo mire con suficiencia.
- Tu solo te limitas a ir por el camino fácil ¿No?, les coqueteas un poco solo lo suficiente para poderlas invitar a un trago y en un instante que se distraigan alteras la bebida, para que en menos de 15 minutos digas que están ebrias y están a tu completa disposición para aprovecharte de ellas y solo te limitas a viol*rl*s como un maldito cerdo para luego desecharlas por ahí como si fueran basura-
El se debatía entre implorar misericordia o buscar una manera de salir aunque fuera dejándome inconsciente o algo por él estilo.
- Tampoco hombre eres que siempre usar la misma técnica de, siempre, no te esfuerzas solo usas tu jugada habitual y todo gira tranquilamente en su ciclo vicioso- suspiré fingiendo pena- o giraba en tiempo pasado hasta el día de hoy.
Al oír mi sentencia las alarmas en el cerebro del hombre se activaron, mirándome con horror.
Y eso que no le había tocado ni un cabello.
Aún.
- Por favor cambiaré, no lo volveré a hacer- dijo tratando de sonar convincente al ver que yo no se diga continuo suplicado- me entregaré a las autoridades lo juró -
Fruncí mis labios en una mueca de disgusto.
- Sería genia que hicieras todo eso sí estuviéramos en un programa de rehabilitación - fruncí la nariz en un gesto de reprobación- pero no lo estamos.
Dicho esto levanté el palo de golf asegurando mi agarre en la empuñadura y lance el primer golpe con un sonido seco directo a sus partes inferiores.
El hombre se retorció en medio de las ataduras gritando insultos.
-Maldita zorra!- gimió de dolor ante el siguiente golpe en el mismo lugar.
- Pues está maldita zorra te dará una maldita lección que nunca olvidarás- dije dando otro golpe a sus rodillas repetidamente tratando de conseguir el crujiente sonido de los huesos rompiéndose.
El hombre grito de dolor retorciendose como el gusano que era, mientras lágrimas salían por sus ojos.
- Y no lo olvidarás porque será lo último que vivirás - sentencie.
Para luego comenzar a golpear sin rencor alguno cada parte de su cuerpo hasta destrozarla, salpicandome completamente del liquido caliente con olor a hierro.
Sus gritos de dolor y súplica, se escuchaban cada vez más ajenos ante mi necesidad de robarle su último aliento de vida, cada vez que golpeaba con el palo de golf sus genitales su cabeza y su caja toráxica.
Su cara quedó completamente destrozada, con un gran agujero donde algún día fue su "mejor atractivo", quedando irreconocible,mostrando su verdadero ser.
Un monstruo.
No habían dientes en sus mandíbulas sus cuencas estaban vacías.
Mientras que él resto de su cuerpo estaba por el mismo rumbo de destrucción.
Y luego de una inhalación por mi esfuerzo realizando todo quedó en silencio.
Ningún sonido de súplica, ningún hueso crujiendo, ni ningún ruido externo gracias a los muros de concreto que nos rodeaba.
Bueno actualmente me rodeaban.
Mientras yo estaba cubierta de pies a cabeza por su caliente sangre, lo que hacía que mi entrepierna se humedeciera de sobre manera y sintiera esa exquisita sensación de placer atorada en mi vientre.
- Bien- exclamé orgullosa de obra de arte.
Me dirigí a ponerme un protector de plástico sobre mi cuerpo y un par de guantes de PVC para comenzar a rodar el barril de químico que dejaría al reciente difunto sin rastro alguno.
Coloque el barril en lugar seguro, mientas comenzaba a lanzar las partes mutiladas que habían quedado, que hasta las ataduras habían perdido la función de contener que escapará.
Terminado de deshacerme de las partes del cuerpo que más había quedado como carne molida que como un cuerpo en sí, comencé a quitarme la protección y a lanzar en el contenedor de químico al igual que mi conjunto de lencería.
Terminada mi tarea, subí alegremente a tomarme una merecida ducha relajante por todo mi esfuerzo.
///////////////
Unos sollozos casi inaudibles, me hicieron levantarme de golpe en mi cama y pude ver una figura acurrucada entre una de las esquinas de la habitación que de noche se tornaba un gris oscuro espeluznante la cual llamo mi atención.
Pero me provocó que me levantará de la cama de un salto ya que inmediatamente note la larga cabellera negra cubriendo la mayor parte de su cuerpo diminuto hecho un ovillo que solo dejaba descubierto sus pálidos pies mientras abrazaba el resto de su cuerpo.
- Hell- corri agachandome hasta estar a su altura- Hell- repetí con angustia al ver que no respondía.
Me acerque un poco más y iba a tocar su hombro cuando al más mínimo roce de sus cabellos entre mis dedos la hizo reaccionar.
-Alejate- chillo empujándome agresivamente haciéndome caer de trasero en el suelo.
Por el instante que pude ver pude notar que portaba una bata clínica la cual estaba completamente rasgada o eso pude notar.
- Hell déjame ayudarte- pedí con suavidad manteniendome a una considerable distancia.
- ¡No!- demandó determinada pero el ahogo de un sollozo le hizo perder fuerza en su demanda.
- ¿Que te hicieron?- trate de nuevo con la esperanza de obtener alguna respuesta de su parte.
Pero se quedó inmóvil en la misma posición con la respiración agitada.
- Muchos...- dijo con la voz entrecortada- nunca habían traído a tantos pero están llegando, los estoy llevando límite- trato de explicar.
Pero si respuesta me dejó más confundido de hallarle sentido.
¿Muchos qué?
Castigos.
Tratamientos.
Personas.
No quería hacer más preguntas al respecto porque no sabia si me seguiría respondiendo o me atacaría dado su estado tan vulnerable.
Así que me levanté y fui a buscar un uniforme extra que tenía.
- Toma, puedes ponerte esto - coloque conjunto de pantaloncillos y camisa blanca cerca de ella.
Ella abrió uno de sus ojos grises en dirección al lugar de la ropa y luego dirigió su ojo hacia mi dándome una clara petición.
Me sorprendí al ver que pese haber escuchado unos sollozos agudos no podía ver alguna lágrima o rastros de ellas en su rostro, lo cual me extraño un poco.
- Claro te daré tu espacio- dije acatando y poniéndome de espaldas a ella caminando unos pasos para darle privacidad.
En ese instante ella se puso de pie o eso pude sentir y ligeramente voltee a ver para ver si podía entender algo.
En efecto pude corroborar que su bata estaba totalmente rasgada y tenía un par de hematomas, que no, no pude detallar por la rapidez del vistazo.
Pero en último instante también pude notar un par de líquido viscoso esparcido en lo largo de sus piernas, lo cual ella comenzó a limpiar con lo que quedó de la bata con algo de ira.
Voltee la mirada hacia la pared del frente y todos las tuercas pudieron encajar.
Muchos eso quería decir que...
Mierda.
En ese momento que me di cuenta de lo que había estado pasando todo este tiempo me voltee rápidamente, para ofrecerle mi ayuda para parar eso de una vez por todas.
Cuando la imagen de su delgada espalda dónde se podía ver claramente su columna y sus vértebras con cierto espanto note que las mismas estaban marcadas con hematomas en forma alargada por toda su espalda.
Cómo si hubiera sido apaleada.
Las marcas se me hicieron muy familiares por una extraña razón.
Lo que hizo que algo dentro de mi se detuviera y que en realidad todo se volviera estático y silencioso.
- ¡Draven!- se escuchó el grito alterado de una voz femenina acercándose, al igual que un par de tacones ruidosos caminando con rapidez.
Y lo que ví a mi alrededor ya no eran las paredes del psiquiátrico sino las paredes de la antigua mansión Sage y en particular las de la biblioteca, de caoba.
Tenía alrededor de 7 años o eso supuse al observar mis pequeñas manos que mantenían un crayón y una hoja con un dibujo a medio hacer.
- ¡Draven Sage!- escuché gritar nuevamente a mi madre en entrando a la habitación desprendiendo fastidio e ira por cada uno de sus poros mientras vestía un entallado y formal vestido verde - ¡Dónde maldita sea están mis pendientes de zafiro!-
La pregunta me dejó un poco descolocado pero desde mi perspectiva no podía si quiera moverme parecía un simple espectador en mi propio cuerpo.
No podía hacer ninguna acción solo podía observar.
- Mamá, no se de que hablas- solté un tanto apenado fuera de mi completo control.
- Ja- soltó con ironía - ¡Seguramente se los diste a la zorra con la que me engaña tu padre!- vocifero si.
- Mamá, yo...yo no lo hice- defendí completamente seguro de inocencia y algo temeroso.
- ¡Eres un jodido niño malcriado, que cree que puede robar mis cosas para dárselo a una puta barata! - dijo tomándome fuertemente del pelo y llevándome hasta la chimenea mientras yo me resistía a su brusco agarre- ¡lo que necesitas es educación para que sepas solo a quien realmente deber obedecer y no seas como tu padre!-
Terminado su sentencia mire asustado como tomaba el atizador en sus manos y me lanzaba al suelo por lo que me sostuve con mis dos palmas a tiempo para no caer de cara, pero solo sentí el primer golpe del atizador en mi espalda.
- ¡Mamá no por favor de nuevo!- susplique sintiendo como mis lágrimas llegaban a mis ojos por el ardon en mi espalda.
- ¡No debiste haber robado mis pendientes!- murmuró fuera de si.
Comenzó a golpearme con el atizador en mi espalda repetidas veces.
- Basta, basta- repetía entre lloriqueos con mi voz de niño pero sentía el ardor incrementarse en mi espalda
- Si no lo escuchas no es realidad, si no lo escuchas no duele- me repetía mentalmente mientras me tapaba los oídos con ambas manos y cerraba mis ojos para no sentir el dolor.
- ¡Basta!- grite levantándome de golpe en la cama, con toda la piel cubierta de una capa de sudor y la respiración agitada, mis ojos estaban apunto de salirse de las cuencas con la rapidez que los había abierto por completo.
Mire a mi entorno y descubrí que estaba en la habitación oscura de la casa de Davet.
Las malditas pesadillas habían vuelto.
Me pase una mano por el rostro lleno de frustración tratando de calmar mi respiración.
Cuando escuche un par de voces en la parte baja de la casa.
Seguramente ya había llegado de su salida- recordé.
Después de saber que mi madre había escapado, el resto de mis hermanos a (excepción de Derían que le importaba una mierda todo este asunto), decidieron que debía quedarme en la casa de alguno por mientras encontraban a mamá.
Ya que al estar suelta el que mayor riesgo contaba era yo.
Por lo que llevaba más de 1 mes viviendo aquí ni siquiera podía salir muy seguido por "mi seguridad".
Volví a escuchar el par de voces, por lo que decidí bajar un poco para despejarme de la agitada pesadilla que acababa de tener.
Aunque en verdad eran fragmentos del pasado que venían a atormentarme por las noches.
Lo cual tiempo atrás había logrado superar, pero con la llegada de que Hell realmente existía, había sido un claro detonante para echar a la mierda todo lo antes logrado.
Baje la mayoría de escalones de la escalera de caracol, pero comencé a bajar más cautelosamente en cuanto escuché un par de voces en la cocina.
- Apuesto a qué Hartley me llamará en 5 minutos- aseguro una voz varonil con cierto acento de extranjero debía de ser la nueva conquista de Davet que últimamente lo traía pegado como una nueva parte de su ser.
Pero lo que detuvo mis pasos a tres escalones de llegar a suelo fue la mención de ese nombre.
La mención de su verdadero nombre.
Hartley.
Así que decidí prestar atención a lo que hablaban.
-¿Pudiste arreglar las cosas con ella?- pregunto la voz de Davet.
- Supongo que sí, o eso dió a entender con su aceptación de disculpa aplicado a mis bolas- se quejo el brasileño.
- Hay algo en ella que es muy peculiar-
- ¿A qué te refieres?- soltó interesado el acompañante de mi hermano.
- No cualquier tipo de chica logra engatusar de esa manera a Derían como lo está haciendo ella, es como si Derían mostrará su lado más humano-
- No es por ofender pero Derían si quiera tiene esa opción en su sistema- se burló el moreno en voz baja.
- Es muy difícil de diferenciar pero cuando pasas creciendo toda tu vida a su sombra puedes diferenciar algunas cosas- exclamó mi hermano- pero volviendo al tema original que es lo que hace a esa chica diferente, primero el cambio drástico en Derían y después su pasado con Draven, es mucha conexión para ser solo una jodida coincidencia del destino-
- Tienes razón en eso pero todos mis años que llevo de conocerla, que en verdad si son AÑOS - recalcó la última palabra- nunca he descubierto que es lo que la hace tan eficaz...tan prohibida, talvez sea el secreto que tanto menciona tu hermano lo que hace tan atrayente - explico el moreno- ¿Y por cierto como sigue tu hermano?-
Baje un escalón más ante mi mención sin despegarme de la pared que daba en dirección a la cocina.
- Parece estar bien- comenzó Davet- pero la última vez que creímos que estaba bien terminamos internandolo en el psiquiátrico una semana después.
- Si necesitas que le dé algo de terapia-
- No necesito terapia- exclamé firme interrumpiendo a el brasileño en cuanto cruce con rapidez al marco de la cocina.
Ambos voltearon su cabeza como resortes muy sorprendidos por mi inesperada presencia.
- Draven - se aclaró la garganta que había quedado con la boca abierta un segundo atrás listo para responder a su acompañante- ¿pensé que estabas dormido?- dijo Davet tratando de ocultar su nerviosismo ante mi inesperada interrupción.
- Lo estaba -asegure meditando en mis próximas palabras no podía contarle sobre mis pesadillas porque el bien sabía lo que ocurría cuando iniciaban con mucha frecuencia.
Por lo no me ayudaba ante mi reciente negativa hacia la terapia, aceptarlo enfrente de ellos.
- Solo tenía un poco de sed - asegure y Davet paso a relajar un poco el rostro.
- Ah eso..está bien quieres un sándwich estoy preparando un par por si quieres unirte- ofreció Davet mientras desenvolvía el pan.
- De acuerdo- afirme sentandome en uno de los taburetes de la isla de la cocina.
En cuanto lo hice el brasileño a un banco de distancia se levantó de un respingo ofreciendole la ayuda a mi hermano un tanto nervioso.
Podía sentir como lo intimidaba estar cerca de mi.
- ¿Y cómo estuvo el viaje?- pregunté tratando de hacer algo de conversación.
- Mmm bien algo entretenido - aseguro mi hermano mientras untaba el pan- nos encontramos a Derían en el campo de golf y me asestó una pelota en la nuca, el condenado.
Giro a un lado su cabeza y me mostró la zona inferior que un tenía poco inflamado.
Quizá el recuerdo de lo mencionado hizo que el chico que ponía los panes en la tostadora, provocó que soltará un par de carcajadas.
- Lo siento, lo siento- se disculpo entre risas y trato de mantener la compostura- Solo recuerdo el sonido hueco de la pelota contra el impacto de tu cabeza -
- Al parecer estar un poco hueco - bromee un poco lo que solo provocó que mi hermano dibujara una sonrisa leve en su rostro ante mi intento de burla.
- Pero que hacía Derían en ese lugar, el no acostumbra frecuentar esos lugares, ¿Tenía un trato que cerrar ahí o estaba acompañado?
El brasileño se rascó un poco nervioso la nuca mientras trataba de intentar a ayudar a Davet para estar algo distraído.
- No lo sabemos- hablo Davet por los dos mirando neutralmente a el otro chico a su lado, mientras tenía una sonrisa en el rostro.
Lo cual no cuadraba.
- Estaba completamente solo- aclaró el otro tipo mirándome rápidamente antes de darse la espalda.
- Y cómo estuvo tu día?- preguntó Davet aclarandose la garganta mientras abría un frasco de pepinillos.
- Bien- solté mientras asentía- Retome un par de planos que deje a medio hacer y estuve un rato en tu gimnasio- explique repasando mi día tan monótono- Ah y uno agentes que contrataste llamó y dijo que aún no habia nada de mamá-
- Les dije que me marcarán al móvil personal- renegó el algo frustrado- Tu no tienes porque preocuparte por esas cosas de eso nos estamos ocupando Dean y yo ¿De acuerdo?- aclaró él con una mirada serena pero fija para ver si habia acatado.
- Si lo sé - resople calmado - solo tomé la llamada porque el teléfono no dejaba de sonar-
Pase mi vista por el contenido de la isla sin interés apoyando mis codos, hasta que mi atención cayó en un par de guantes blancos femeninos al otro extremos de donde yo me encontraba.
Alcé la vista de nuevo a dónde se encontraba mi hermano, para parecer que no me había detenido a estudiar los extraños y ajenos guantes deportivos.
Si se suponía que ellos estaban solos al igual que Derían ¿Por qué habían unos guantes femeninos en la cocina?
Ambos no habían notado mi desvío de atención así que me esforcé por preguntar algo para aligerar el ambiente tan tenso por mi presencia y aclarar más mis sospechas del porqué claramente estaban mintiendo.
Y a lo que claramente ya estaba acostumbrado.
- ¿Y quien tuvo más puntos?- miré con curiosidad a Davet quien me miró un tanto sorprendido por mi pregunta interesada.
- Si lo vemos en un resultado aislado Eyron, es muy bueno y en realidad me sorprendió - reconoció Davet enviándole una mirada coqueta al moreno.
- Te lo dije soy bueno con los palos y los hoyos- reconoció orgulloso el recién mencionado Eyron.
Davet tenso el gesto al percatarse que entendí el doble sentido de la oración y Eyron pareció ver qué el comentario era fuera de lugar porque palideció un poco.
- Draven- soltó este último tratando de arreglar su metida de pata- ¿Quieres con todos los aderezos o tienes uno en específico?- pregunto mostrando una sonrisa cordial un tanto nerviosa mientras me miraba.
- Sin aderezos - respondí amable forzando una sonrisa de labios cerrados.
- A la orden- respondió volteandose de espaldas para seguir en su tarea de terminar los sandwiches.
En ese momento el sonido de una notificación de un móvil, el cual se hallaba en el lugar de la isla donde anteriormente estaba sentado el barman.
Por instinto eche una ojeada rápida para ver qué de trataba y pude leer el contenido de la pantalla de bloqueó del movil.
Sexy lawyer
Te dejaste mis guantes?
Se podía leer en la pantalla de bloqueó de quién había enviado el mensaje, junto a la imagen de perfil.
Lo que hizo que mi respiración se ralentizara al caer en cuenta que la persona de foto era de Hell....es decir Hartley de quién se trataba.
- Listo aquí tienes tus sandwiches, guapo - puso frente a mi un plato con dos sandwiches partidos por la mitad.
En realidad ella estaba con ellos, y por eso ambos negaron su presencia frente a mi sabían que podía ser el detonante de algo, debido a el reencuentro de la otra vez.
Pero ¿Por qué carajos este tipo la tenía agendada con ese nombre?- solté el pensamiento en mi cabeza, lo que desencadenó un caos en mi mente con un millón de preguntas.
¿Que tipo de relación tenían que había la confianza que la guardara con un nombre tan informal?
¿Había tenido algún tipo de relación con ese tipo?
¿Aún la mantenía?
- Gracias- solté automáticamente sin filtrar mi voz por lo que salió en un ligero tomo hostil.
Lo que sorprendió un tanto al individuo frente a mi al cual quería rodearlo con mis manos en su cuello cortándole el acceso de oxígeno.
Mi hermano levanto la vista alertado ante el modo de mi respuesta y volteo a ver al brasileño.
Cerré los ojos por un segundo y trate de controlar mi respiración.
Controlate- pedí en mi cabeza.
Eyron volteo a ver la pantalla encendida y corrió rápidamente a tomar su móvil.
Este tipo y mi hermano compartieron una mirada de confidencialidad, sobre el cambio de comportamiento revelado por mi respuesta.
Yo solo deje de tensar los nudillos bajo la mesa y tome uno de los sandwiches y le di un mordisco tratando de actuar normal.
- Mmm- gemi de satisfacción - están buenos- aclaré en un modo más afable.
Ambos me miraban alertas y quietos en sus posiciones ante mi cambio drástico de comportamiento.
- ¿Ustedes no van a comer?- pregunté extrañado aún con la boca llena.
- Si claro- dijo mi hermano un tanto receloso jalando un banco para quedar sentado frente a mi
- ¿Derían cuántos puntos hizo?- reanude mi curiosidad por los puntos.
Solo que ya no parecía una pregunta curiosa debido a que ambos individuos en la mesa tenían la certeza de que había alcanzado a leer el contenido del mensaje.
- Estuvo pésimo, de hecho a lo único que le dió fue a la cabeza de tu hermano - dijo el brasileño que me resultaba altamente molesto.
- No era de extrañar - solté dándole otro mordisco a mis sandwiches.
Terminamos de comer hablando del supuesto día de golf sin ninguna mención de Hell en sus anécdotas lo que me estaba carcomiendo por dentro saber que me estaban mintiendo tan cómodamente a la cara.
- Yo lavare los platos - me ofrecí levantándome y recogiendo un par de platos.
- No te molestes yo puedo hacerlo- refunfuño Davet volteandose hacia la dirección mía.
- No soy un jodido niño y lo sabes déjame hacer algo- me queje sutilmente- No me trates como si fuera un inválido -
- Esta bien - dijo Davet levantando las manos en rendición - no quería que sintieras eso bromeaba -
- Claro - dije y dejé resbalar uno de los platos que cayó al suelo, pero lo hice ver accidental.
-Mierda- soltó Davet a ver el desastre en el suelo- iré por la escoba.
- Yo ire...- dijo Eyron levantándose de golpe también buscando algo- dónde tienen el periódico? - pregunto confundido.
- En la sala- indique mientras me agachaba recoger algunos trozos lo que pareció espantar al barman que se esfumó en esa dirección.
Yo aproveché dicha distracción para tomar rápidamente los guantes y guardarlos en el borde de mis pantaloncillos sin que se notará.
- Aquí está el periódico - apareció Eyron con una hoja de papel listo para envolver los pedazos rotos.
- Aquí está la escoba- anuncio Davet- ¿ estás bien?
Davet me inspeccionó superficialmente buscando alguna herida y yo asenti con la cabeza
- Lo estoy- asegure - solo que la nueva medicación me marea y me pone un poco torpe- me excuse tratando de acallar la maldita voz que me susurraba cada que tomaba algún trozo filoso y lo dejaba caer en el periódico que él moreno sostenía.
- Son los primeros días si persiste tendremos que volver a cambiarla- seguro Davet tomándome de la mejilla para revisar mis pupilas.
- Yo puedo revisar la prescripción si gustan- ofreció Eyron y ambos asentimimos.
Me safé de su agarre volteando la cabeza y me sacudí las manos para que ningún pequeño trozo se me clavara.
- Iré a descansar - anuncie luego de haber desaparecido el desastre del plato roto.
- De acuerdo, llama grita si me necesitas - soltó Davet burlón con su bromita habitual mientras me despeinaba la cabeza.
- Bien, Kim Imposible - solté de mala gana y me despedí del barman con un asentimiento de cabeza.
- Duerme bien - soltó esté con una sonrisa gentil.
Dejé a ambos hipócritas y subí a la habitación, aún la impotencia de saber que estuvieron con ella y me mintieron corría por mis venas.
Al igual que el extraño nombre que ese tipo Eyron le tenía en su móvil.
Pero me senté en la cama y saque el par de guantes y los sostuve entre mis manos.
Eran un tanto pequeños en comparación a mis manos pero los inspeccione con atención.
Ya que eran de ella.
Mientras me recriminaba que debí haber aceptado la invitación de ir con ellos al club.
Si tan solo lo hubiera hecho talvez la hubiera podido ver estaba vez sin tanta revelación de golpe.
Quizá podría verla con más detenimiento y ver cada detalle de ella, su versión más madura.
Acerque el par de guantes a mi cara y pude sentir un liguero olor a perfume femenino.
Inhale la escencia entre la tela mientras me guardaba en mi sistema el olor a perfume sutil, pero elegante que contenía aún la tela.
Era su jodida escencia.
Algo de ella que podía tener cerca después de tanto tiempo, luego de pensar que no era real, ahí estaba tocando los guantes como si fueran una especie de reliquia sagrada.
Y todo porque le pertenecia a ella.
Los admire por un momento indefinido y luego en lo profundo de la noche baje para dejarlos nuevamente en su lugar.
Procurando que ninguno en especial el barman, hubieran notado su ausencia.
Ya que por mi los hubiera guardado como mi tesoro más preciado, pero sabía que tarde o temprano por obvias razones sabrían que yo los tenía.
Así que los dejé en su lugar porque debía aparentar ya estar rehabilitado y estar cuerdo.
La perdida de mis estribos por el mensaje, fue un leve desliz, pero a comparación de otros episodios lo había manejado de maravilla.
Aunque no hubiera tomado mi medicación prescrita hace 3 semanas solo por precaución por la reciente aparición de ella.
Cuando ahora era cuando más lucido tenía que estar para poder encontrarla y hacerla mía.
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Bueno otro capítulo más para que la cosa se ponga potente.
Voten y dejen sus comentarios sobre sus teorías o lo que quieran sobre la historia.
Gracias!!
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