CAP 22
Los rompe bolas.
Había pasado ya más de dos meses que recordaba estar sentada en el suelo como una niña pequeña, jugueteando con las hojas caídas del cementerio, luego de escapar de esa encerrona de los Sage.
Mientras le contaba a la blanquecina lápida con el nombre escrito mi madre todo lo que había pasado en las últimas semanas.
Ya que todo esto había llegado de pronto y me había abrumado de una manera sofocante.
Por lo que desahogarme con los únicos que eran permitido hablar del secreto eran:
Los muertos.
Ya que ellos no tenían manera de alertar de las personas del peligro latente.
Era bastante agotador ser la parte que lo sentía todo, mientras que ella solo se limitaba a dictar cuál era el siguiente paso como si solo continuaramos el manual para armar un auto de juguete.
Aunque en la realidad era una bomba que en cualquier momento explotaría.
Así que mientras contemplaba el vapor de mi té recién servido en la isla de la intacta cocina, me limpie una de las lágrimas que rodó por mi mejilla al recordar el momento en que hablaba con mi madre despreocupadamente sin saber nunca lo que en realidad pasaba y que aún seguía sin comprender totalmente.
El sonido de una notificación del móvil me saco de mis pensamientos depresivos de anhelar unos de los pocos momentos que aún recordaba completamente sanos sin llenos de malicia o que eran borrosos.
Y embose una pequeña sonrisa al leer el contenido del mensaje.
Por lo menos había que disfrutar del momento antes de que todo acabará.
O eso me llevaba repitiendo desde hace dos meses cuando acordamos entre el zanahoria engreído y la presente, poder llegar a algo más que relación cliente- abogada.
Ya que pronto terminaría el caso.
Esa nueva emoción.
Era algo que se estaba volviendo una parte interesante de mi monótona vida y tan solo quizás.
Solo quizás.
Podría cambiar el rumbo el último minuto por las vueltas del destino.
Si realmente lograba hacerlo bien ella quizás no insistiria.
Sabía la reputación del mayor de los Sage tanto como la palma de mi mano, pero había algo en él que me atrapaba de una manera peculiar que nunca antes había experimentado.
Lejos de esas capas de chico egocéntrico e insensible, había podido ver qué su objetivo de sacar el secreto aveces se evaporaba por momentos cuando estábamos juntos.
Y solo quedaba el verdadero él.
Solo eran momentos en los que disfrutábamos sin tener dobles intenciones aunque fueran por unos pocos minutos o segundos quizás.
Pero en lo que llevaba de vida lo único que me mantenía respirando aún, eran por esos pocos momentos de humanidad que los recolectaba y guardaba en mí memoria que era lo más preciado.
Así que luego de echar una ojeada al computador, me prepare a ir a la cama, para mañana tener un salida.
Con el mayor de los Sage.
***
- ¿Por qué de todos los lugares exóticos que pudiste llevarme es un burges campo de golf para multimillonarios?- pregunte algo decepcionada.
Mientras el pelirrojo me miraba de soslayo con su típica sonrisa socarrona.
- Pensé que te sentirías en ambiente hay pelotas y palos totalmente apto para las rompe bolas como tú- justificó el mayor de los Sage mientras conducía el carrito de golf.
Me límite a rodar los ojos, el día anterior no me había parecido mala idea pero ahora que estábamos en el lugar me parecía estúpido pasar mi fin de semana en el típico lugar donde los millonarios iban a hablar de negocios con un habano en mano como en las típicas películas.
- ¿Que no te asusta que tenga en mi poder un palo de titanio?- solté con un tono malicioso.
- Ya me has roto las pelotas con tus afiladas palabras- justificó completamente pacífico- además si intentas matarme a palos abran muchos testigos-
- Claro sería tan agradable para ti que hasta tu muerte sea toda una sensación en los medios- rodee los ojos agobiada por su ego.
- Al parecer hoy estás de excelente humor ya que dejaste tu etapa de contestarme con monósilabos como hace un par de días en la visita al buffet.
Mi mente maquino rápidamente una excusa convincente.
- Estaba cansada, porque ya casi damos por finalizado el caso y es donde más arduo trabajo hay-
- Claro- soltó sarcástico para nada convencido de mi pobre excusa
No dije nada y me centre en el césped perfectamente cortado, hasta que el pelirrojo aveces irritante anuncio:
- Llegamos- dijo descendiendo del carrito.
- De acuerdo- murmuré para mí misma convenciendome que está era una excelente idea de fin de semana en vez de estar maratoneando alguna serie interesante.
Me baje del carrito y observé el gran llano con un par de colinas y varios agujeros visibles.
Escuché el sonido de impacto de la bolsa que contenía los palos de golf y el pelirrojo a mis espaldas suspiro entusiasta.
-Bien por cual quieres meterlo- soltó con tono insinuante.
Dejando entre ver sus verdaderas intenciones
- Así que me trajiste aquí para recrear una escena de 365 días enserio - bufé mientras sacaba uno de los palos de golf.
Derían frunció el ceño ante mi referencia con una sonrisa interesada.
- Pensaba que no tenías tiempo para ver ese tipo de programación en tu estricta vida de abogada-
- No es mi estilo de películas pero Eyron casi me obligó a verla un día- exclamé determinando el peso del golf entre mis manos enguantadas.
Ante la mención del barman Derían torció el gesto en una clara señal de disgusto.
- Pensé que él no iba a visitarte en tu impecable morada- soltó mientras imitaba mi gesto de ponerse los guantes.
- No lo hace, la vimos por video llamada yo le comparto mi cuenta de Netflix - aclaré
Solo escuché el bufido burlón de Sage que pareció esfumarse en cuanto me agache para poner el tee en suelo.
- No estaría mal recrear esa escena- razonó torciendo su cabeza para tener un mejor ángulo de mi trasero.
O eso pude apreciar en cuanto volví a verlo con una mirada sin gracia.
- Acordamos hasta que finalizará el caso- le recordé vagamente.
- Tu misma dijiste que ya casi terminabas el caso- se relamio los labios mientras hacia un recorrido visual de mis piernas - Así que tiene de malo hacer un previo eh?- Alzó las cejas en un gesto despreocupado.
Rodee los ojos mientras buscaba una de las pelotas en un compartimento de la bolsa.
- Maldita sea te ves jodidamente caliente con esa inocente falda- dijo sin quitar la mirada de la parte inferior- si tan solo pudiera..-
- Apreciar como te voy a patear el culo en cuanto al puntaje- respondí con una sonrisa de suficiencia en los labios mientras hacia un swing limpio y se escuchó el sonido sordo del moviendo hasta que la pelota bolo hasta entrar en el agujero.
- Eso pronto lo veremos querida Medusa - dijo con su típica sonrisa de superioridad mientras se preparaba para hacer su movimiento.
El cual fallo completamente mientras la bola quedó a 5 centímetros del agujero.
En 3 intentos seguidos.
- Mierda - maldijo por lo bajo al ver que lo había superado.
- Es solo un golpe de suerte ya verás, solo es el calentamiento - se excuso.
- Claro igual que el sexo contigo solo es calentamiento - señalé espaciando las sílabas en la última palabra.
- Vamos al siguiente agujero rompe pelotas-
-Súbete, yo conduzco escogeré un agujero más prometedor para tirar, así será más adorable tu derrota- señalé subiendome al lado del conductor.
- Como digas- soltó malhumorado, mientras lanzaba la bolsa a la parte trasera del carro.
Conduje por unos minutos mientras buscaba un agujero digno en que pudiera, como siempre humillar el ego del Sage de forma divertida.
Me encantaba ver su frustración, así que escogí un espacio con un estanque donde el agujero estaba en medio de una colina pequeña con el banderín.
- Las damas primero - dije extendiendole el palo de golf en cuanto ganamos.
Me arrebato el objeto y lo examinó cuidadosamente para ver si estaba defectuoso.
- Me voy a hacer vieja aquí - bufé al ver que se tomaba su tiempo para tirar.
- Entonces esperaré un poco más para que tengas que usar el palo de golf como bastón- dijo mientras hacia su swing y la pelota llegó cerca del agujero pero descendió rodando por la colina.
- Así que él calentamiento continua, eh?- me burle soltando el apoyo en el palo de golf.
Al parecer esto se estaba tornando algo divertido.
Hice el movimiento impecablemente la pelota dió en el agujero.
Y voltee a ver a Derían con una sonrisa de superioridad, a lo que él solo rodó los ojos.
Tiramos un par de veces más en un par de agujeros, hasta que nos encontrábamos en una colina dónde beneficiaba la caída a ver si el aprendiz de Derían lograba finalmente el cometido.
- Definitivamente estás haciendo trampa- acuso viendo al ver nuevamente un fallo en su tiro- debiste alterar las pelotas -
- Claro al igual que como alteró las tuyas-
- A ver lanza hacía el agüero de allá si puedes- reto señalando un agujero bastante alejado de nuestro punto.
- De acuerdo - acepte y me puse en posición cuando sentí el pectoral de Derían tras mi espalda- Y bien?- solté ante su acercamiento tan repetido.
-Quiero ver si puedes hacerlo bajo presión - contestó- o ver de cerca si haces trampa.
- Excusa de un mal perdedor - solté mientras sentía sus manos en mi cintura - Aprende a ver si logras hacerlo algún día -
Solté el golpe y la pelota salió volando que hasta cierto punto se hizo invisible mientras volaba en el aire y llegó perfecta a su destino.
- Bien ahora intenta tu - dije cediendo mi palo de golf- para que veas que no hago trampa-
Tomo el palo y lo miro con desconfianza luego se puso en posición y lanzo la pelota yo seguí el recorrido de la pelota con un par de binoculares pero al parecer el destino de la pelota cambio de rumbo y claro que dió en el blanco.
Pero no en esperado sino en la cabeza de un individuo un tanto lejos del verdadero objetivo.
- Al parecer al fin le diste a algo- murmuré mirando a quien había Sido la víctima de la mala puntería del pelirrojo.
Cuando noté que era una cabellera rojiza un poco más clara.
Y confirme mi automática teoría en cuanto está volteo a ver molesto de dónde había venido la pelota.
Se trataba nada menos que de Davet Sage.
Jodida suerte la nuestra.
Y junto a él una mata de pelo oscura se hizo presente en mi campo de visión al ver cómo iba a socorrer al pelirrojo.
Eyron.
Que pequeño era el mundo.
- Le di al agujero - soltó esperanzado.
- No para nada- negué entregándole los binoculares - le diste a tu hermano -
En cuanto solté la última palabra me arranco los binoculares de la mano para observar.
- Jodida mierda- bufó
- Deberías dejar el golf o dejar de tratar impresionarme- comenté mientras vi que Davet Sage buscaba al culpable con los ojos entornados.
En cuanto nos ubico, Derían soltó otra maldición.
- Ya vienen hacia aquí -anuncio de mala gana- Creo que tú invocaste al jodido barman de tanto nombrarlo.
- Y tu sellaste tu suerte en cuanto confundiste al agujero con la cabeza de tu hermano-
- Es básicamente lo mismo es un cabeza hueca- suspiro profundamente - pero al parecer puedo echarle en cara que no está tras la pista de nuestra madre-
Solo tardaron un par de minutos para hacerse presente mientras yo esperaba sentada en el auto bebiendo un poco de agua.
- ¿Que hacen aquí?- soltó Derían en cuanto los vio bajarse del carrito.
- Pues me lanzaste casi un proyectil a mi nuca, imbecil- replicó Davet lanzando la bola al pecho de Derían.
- Aww ahora te va a salir un jodido cuerno como un unicornio invertido- se mofo Derían- y puedo notar que tus prioridades cambiaron en cuanto a encontrar a Katherine.
- Ahora tu controlas todo lo que puedo hacer o no? - refutó Davet acercándose de forma amenazante- O acaso solo tu puedes divertirte-
- No estoy diciendo eso- reclamo Derían- solo que estoy diciendo que es una sorpresa encontrarnos aquí, al parecer el mundo no es tan grande para desaparecer un rato de ustedes- soltó con tono condescendiente.
Eso provocó que ambos se comenzarán a empujar entre listos para comenzar una pelea de puños.
- Ok, esto es no es un ring es un campo de golf así que porque no descargan su ira intrafamiliar en este juego tan falico de machos - todos volvieron a verme con cada confusa ante la mención.
- ¿Qué?- soltó genuinamente confundido Eyron.
- No me digan que no notan el mensaje implícito de este juego tan fascinado anteriormente en su mayoría a los hombres por su necesidad de que todo torne alrededor del sexo -
Todos se quedaron mirando como si hablara en japonés.
Los hombres eran de poco entendimiento - me recordé a mi misma.
- Meter las pelotas en los agujeros no les dice algo?- solté algo frustrada y los tres rostros se iluminaron de entendimiento.
- Aunque según la racha de Derían, deja mucho que esperar - solté ganandome una mirada de rabia de parte del mencionado.
Pero pareció aligerar el ambiente.
- No me digas que no a podido meter ninguna- dijo burlón Davet mostrando sus perfectos dientes en una carcajada- eso queda muy mal delante de esta chica, que malas esperanzas me das de virilidad - dió un empujón juguetón en el pecho de Derían mientras iba por su bolso de golf rojo.
- No necesito que un juego de un promedio de mi virilidad -
- en eso tienes razón en la cama eres mucho peor- sincere lo que hizo que tanto Eyron como Davet volvieran a ver divertidos ante mi dolorosa confesión que hizo que la mandíbula de Derían se tensara.
- Así que estás departe de ellos - soltó un tanto frustrado mirándome sin un gramo de gracia.
- Solo digo la verdad- respondí sin rastro de culpa buscando un palo adecuado para mí siguiente tiro.
- Les demostraré a todos que no es asi- soltó quitándome nuevamente el palo de mis manos y posicionandose para el lanzamiento.
La pelota salió volando con rudeza.
- Agachen sus cabezas- bufó Davet haciendo la mímica de que gritaba.
Pero finalmente la pelota rodeo el borde del agujero por unos segundos y cayo, el rostro de Derían se transformó por completo.
- Vieron malditos idiotas- se regocijo estúpidamente.
- Te llevo 53 puntos de ventaja - le recordé lo que hizo que su semblante egocéntrico se esfumará.
- No le arruines el momento- bromeó Eyron mirándome divertido.
Era la primera vez que nos volvíamos a ver desde su clara traicion al ir al psiquiátrico con su actual acompañante.
Al parecer mi expresión lo hizo recordar aquello y me miró un tanto nervioso.
- Tu cállate - le ordenó Derían apuntandolo con un dedo demandante- a ver hazlo tú -
Eyron enderezó la postura y se preparó para su lanzamiento y en un par de práctica de impulso la lanzo dando en el blanco.
Sin rodeos claramente.
Lo que hizo quedar a Derían un tanto más bajo.
Par de rondas lanzando a los agujeros mientras intercambiamos parejas y yo me quedé con Eyron un momento.
En incómodo momento
- Oye lo siento - dijo algo apenado a mis espaldas mientras yo había dado en el blanco.
- ¿Por qué?-solte respirando hondo y prosegui sin voltearme- Por ir tras mis espaldas a ver si ocultaba algo peligroso o estaba loca clínicamente ? - sugerí sarcásticamente y voltee a verlo.
Estaba aplastando el pasto corto con la cabeza del palo mirando fijamente el suelo.
- Solo quería saber algo más de ti, ya que todos estos años no has sido muy abierta conmigo sobre tu pasado-
- Talvez por una clara razón de que no quiero recordar ¿No crees?- balance el palo ligeramente haciendo un semicírculo en el aire- O que crees que conociendo mi pasado podrás ayudarme con mis traumas o algo por el estilo, si no lo cuento es por una clara razón de que no es mínimamente relevante en lo que soy ahora -
Y porque también quiero que sigas respirando.
- Pero se supone que somos amigos y como podré conocerte a fondo sino puedo saber de dónde vienes-
- Vengo del útero de mi madre como todo el resto de los humanos no soy un maldito espécimen, solo que algunas cosas nadie más lo sabe porque no necesito que lo sepan y eso se llama respeto- suspiré - y si realmente eres "mi amigo" deberías esperar a que me sintiera segura para quizás algún día poder contarte-
- ¿Realmente lo harías?- pregunto dudoso.
- Si de verdad hubiera podido confiar en ti quizás.. - exclamé como una opción descartada completamente- Vamos al siguiente hoyo.
Comencé a caminar mientras sentía que él cuerpo de Eyron aún seguía sin moverse del punto dónde había quedado.
Así que clave el tee en el césped para un nuevo tiro.
- Solo dime si realmente estuviste ahí en ese psiquiátrico - soltó y detuve mi andar.
- Y que si lo estuve- solté un poco irritada.
- Eso no cambiará para nada mi perspectiva sobre ti, lo prometo-
- No estoy diciendo que estuve realmente solo lo dije hipotéticamente - aclaré.
- Y porque estabas ahí? - soltó caminando lentamente hacia mi.
- Dije que no estuve - recalque nuevamente algo molesta.
Eyron abrió la boca para decir algo pero fue interrumpido por la llegada de los pelirrojos.
-Vamos a beber algo en el bar deportivo- anuncio Derían desde el carrito.
Y yo rápidamente accione un tiro previamente planeado para que fallara y que pareciera un accidente que apunto directamente a la entrepierna de Eyron.
Ambos hermanos contrajeron el rostro en una mueca de empatía masculina dolorosa al ver cómo Eyron cayó de rodillas en el suelo sujetándose la zona del impacto.
- Disculpa aceptada- murmuré por lo bajo y me dirigí al carrito mientras Davet corría en dirección a Eyron subí al carrito junto a Derían y luego de esperar que el par se subiera nos dirigimos al bar deportivo del club.
Que si bien se suponía era para gente exclusivamente rica estaba considerablemente lleno.
Nos dirigimos todos a la barra a pedir un buen trago yo pedí una margarita lo que hizo embozar una ligera sonrisa en la boca de Eyron.
- Dulce - menciono por lo bajo mientras tenía una bolsa de hielo en la entrepierna.
- ¿A qué te refieres?- menciono Derían confundido ya que al parecer lo había escuchado.
- No...no es nada- respondió Eyron un tanto nervioso al ver que Derían lo había escuchado.
- Claro- dijo algo molesto
Derían se interpuso entre el campo de visión entre Eyron y yo en la barra colocandose de medio lado mirándome.
- Mi rompe bolas favorita - dijo embozando una picara sonrisa- ¿Que te hizo el barman para que accionaras tan dolorosa venganza?-
- Fue un accidente - dije yo tratando de sonar lo más convincente
- Querida Medusa te ví humillarme toda la tarde, lo acepto - reconoció dramáticamente - como para saber que no haces ni un cálculo en falso mientras tienes esa vara de titanio entre tus manos -
- Todos cometemos errores y fue un error de cálculo nos sorprendiste - solté mientras bebía un sorbo de mi trago recién servido - Iré al baño-
-No te escapes- advirtió Derían siguiéndome con la mirada.
Camine entre el concurrido lugar buscando los baños cuando mientras miraba a mi alrededor, mi vista se enfoco en una escena de un hombre musculoso conversando con una delgada y irresistible rubia que trataba de ignorarlo para hacer que se fuera, pero algo llamo mi atención porque justo cuando la chica se distrajo un momento el hombre vacío un contenido en su trago.
Iba a hacer algo para alertar a la chica pero en ese momento un cuerpo choco mi hombro bruscamente, pero no pude reclamarle porque pasó tan rápidamente junto a mi que solo pude notar que era una camarera con el pelo rojizo y se dirigía a dicha mesa, así que retome mi camino pensando que ella también lo había notado...
Luego de darme un leve retoque en el tocador volví a mi lugar en la barra donde Derían me esperaba frunciendo una ceja.
- ¿Porque tardaste tanto?- soltó confundido.
- El baño estaba a estallar- dije rápidamente restándole importancia al asunto
Voltee a ver a la chica rubia de hace un momento estar completamente sola y me relaje un poco.
- En dónde quedamos?- dijo Derían pensativo- Ah sí que en algo si quedamos empatados el día de hoy-
- ¿En qué?- bufé confundida.
Se acercó un poco entablando algo más de privacidad y se dirigió a mi oído y exclamó:
- Ambos le acertamos a una cabeza - soltó burlonamente.
Yo solo me límite a rodar los ojos.
Sage madura.
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Nota de autora:
Después de tres mil siglos después he vuelto, espero no me hayan extrañado y solo diré que apartir de aquí la cosa se pone interesante.
Gracias a todos los que han llegado hasta aquí que pese a la larga espera la trama se pone más buena.
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