CAP 21 parte 2

El infierno a parte de caliente es jodidamente cruel.

Derian

Pensar en que mi estado mejoraría al día siguiente después de haber descansado toda la tarde, solo era una simple fábula.

Deducía si debía conseguir una silla de ruedas o algo para asistir a la audiencia con el juez, porque ni miembro dolía como el día después de hacer un jodido entrenamiento de pierna intenso.

Pero no me agradaba la idea ya que sería el objeto de burla de la cruel abogada.

Así que fiel a mi instinto y a la vida que no habían creado a un marica, aparte de Davet claramente.

Me levanté de la cama y maldije mi refinado y excéntrico gusto mientras baja cada uno de los escalones que hacía que el departamento se viera más moderno.

En este momento detestaba las escaleras con todo mi ser.

Cuando llegue al fin a la planta baja me hice un ligero desayuno y tome una larga ducha para poder caminar con descencia a lo largo del día.

Llame a un chófer, porque no tenia intensiones de conducir el día de hoy.

Mientras pensaba que seguramente, la acción de ayer era una artimaña de la abogada para hacer que no me presentará en la audiencia.

¿Pero por qué no quería que lo hiciera?

Pues eso pronto lo descubriría entre otras cosas.

Baje del auto y le di indicaciones al conductor para que aguardará hasta que obtuviera lo que quería.

Ingrese en el sofisticado buffet de abogados arreglando mi corbata en el reflejo de las puertas del ascensor.

Saludé con una sonrisa coqueta a varias abogadas o secretarias que se quedaban embobadas de verme mientras fantasiaban cualquier cantidad de cosas impuras en sus cabecillas.

Y encontré a mi suculenta defensa del caso hablando con su secretaria a la que me había cogido hace un par de semanas para sacar información de su ubicación.

En esta vida había que hacer sacrificios.

Detalle su vestuario ajustado pero formal del día de hoy con una vestido apretado rojo que hacía relucir sus abundantes atributos.

Pero casi me da un infarto al ver el arriesgado tacón de sus zapatos.

¿No se supone que debería estar tan afectada como yo?

¿O tenía una vagina de titanio?

De todas maneras comenzaba a dudar sobre la humanidad de la abogada cuando está capto mi presencia y con una mueca de fastidio me aseguro que le encanta mi estancia en el lugar.

- Bien necesito que tengas listo esa carpeta antes de las 10 - ordenó a la secretaria con una mirada severa en cuanto esta se distrajo con mi presencia.

-¿Bien, qué haces aquí? Además de venir a distraer a las secretarias ofrecidas aumentándoles el lívido- soltó ácidamente la abogada haciendo que su asistente volviera en sí y le diera una mirada de odio genuino.

 Para luego marcharse al entender la indirecta de su jefa.

¿Acaso Medusa partes de oro estaba celosa?

Aunque no sea propio de su naturaleza frígida, hay que estar abierto a todas las posibilidades.

-¿No se supone que nos veríamos en el tribunal?

Su áspero reproche me tomo desprevenido, luego de nuestro encuentro más cercano del (cual aún siento las consecuencias aunque en menor impacto que esta mañana), esperaba que dicha abogada no estuviera tan rígida luego que hubimos sucumbido ante nuestros deseos más oscuros.

Pero parece todo lo contrario.

Acaso su "excelente humor" era una especie de remordimiento por haberse acostado con este monumento.

Nunca ve había pasado nada parecido, pero esta frase ya esta más que quemada en referencia a Hartley. 

Jamás había tenido nada igual a lo "nuestra relación" lo más relativamente cercano a ella había sido....

Acordamos borrar toda referencia de ella- acusó mi conciencia y me hizo apretar los dientes mientras seguía a la Hartley piernas de acero a su despacho.

- Aprecio el silencio pero en ti es muy fuera de lo común ¿Recordando remordimientos de conciencia a caso?- soltó la abogada en tono dulzón.

Ella dispuso a sentarse en su cómoda silla, mientras yo mire con cierta inquietud la silla que parecía reconfortante pero de textura dura, por lo que decidí, darle una vuelta a su despacho como siempre.

-Me sorprende que andes con ese calibre de tacones-

-¿Acaso te pedí tu opinión a cerca de como vestirme?-

Arrugué mi cara en un gesto de confusión al ver que malinterpreto por completo mi comentario.

- Nada de eso- bufé- Solo  pensé que tus partes delicadas te iban a pasar factura por lo de anoche- 

Se limitó a volear los ojos mientras estaba concentrada en leer unos documentos en su escritorio.

- No fue para tanto- resopló burlona.

No fue para tanto ¡ja! casi me declaró paralitico esta mañana.

Pero para ella no fue nada.

Como diría en el buen francés:

Díselo a mis huevos, literal y figurativamente.

Una idea impulsiva, propia de mi salió por los labios únicamente para ver su reacción.

- Deberías hacerte un tatuaje de advertencia-

Note como se arrugaban sus cejas y me miro sin un gramo de gracia en su mirada pero 100% hastiada de mis chanzas que para ella eran de pésimo gusto.

- Eres la hija perdida de Christian Grey pero al parecer no te hace falta un cuarto rojo porque ya lo tienes incluido en tu parte inferior- hice ademán de ver por debajo de la mesa para ver sus perfectas y largas piernas.

Mirar su rígido semblante me calentó de sobremanera como podía ser jodidamente inexpresiva.

Apuesto a que un maniquí mostraba más emociones que ella. 

-Tengo por seguro que no va a volver a suceder si es por eso que tanto te quejas- se lamio los labios mientras ojeaba el papeleo entre sus labios- Pensé que no eras del los de corto alcance-

Y ahí estaba su típica frase hiriente hacia mi ego.

Bufó cansada provocando que su suspiro moviera un par de los mechones frontales de su ondulada cabellera oscura.

- Bien ya dejemos ese tema exclusivo en el pasado- se acomodo en el respaldar de su asiento y puso las manos entrelazadas en su regazo.

Lo cual me dio mala espina en ese entonces.

- ¿Qué pudiste averiguar sobre mi pasado?- preguntó 

Mantuvo su inexpresivo rostro de Mona Lisa  aunque bien sabía que podía controlarse lo suficiente para no dejar salir la sonrisa de suficiencia, suponiendo que no tenía nada a mi favor.

- Debo decir que aunque no tengas los genitales para soportarme literalmente, tienes figurativamente los suficientes para tener el valor de utilizar mis recursos a tu favor-

Joder, yo pensaba que era egoísta e insensible.

Pero esta chica es el doble que yo al llamar a su "amigo" como un recurso.

- Aunque- pauso seguramente saboreando el sabor de tener la razón- De todas maneras no te ha servido de mucho, como pensabas.

- Como sabrás el edificio de los archivos se incendió misteriosamente sin encontrar al culpable..-

- Ellos dicen que misteriosamente- soltó asombrada- Pero tener tanta información  inconveniente de sus procedimientos para nada para pulcros para el sustento de su institución da por una clara razón del porqué no dieron con el culpable.

Aquello podía sonar razonable, pero eran tan acertado que podría ser solo una cortina de humo para librarse de la culpa.

- Si sigues pensando que fui, yo el día en que se incendio estaba muy ocupada en el caso Miller como para poder transportarme a quemar un edificio- suspiro lentamente- Así que además de esa incriminatoria confesión no tienes más fundamentos, vaya detective Sage pues creo que es una nueva victoria para mi ¿No lo cree?-

Sonrió como sabía que lo haría en cualquier momento sus labios carnosos y rojizos se estiraron en una sonrisa triunfal.

- No del todo- aquello hizo que me viera divertida por mi refutación- Aun soy fiel a mi teoría de tus cicatrices.

- Por fin le eres fiel a algo-

- Pase repasando toda la noche tus cicatrices tratando de descifrar su significado en tu vida-

- Sin éxito espero-

- Algunos tengo una leve razón pero el que verdaderamente me inquieto fue la R a un lado de tu cadera-

Recordé el delicado tatuaje de tinta roja que resaltaba en su pálida piel, con delicada precisión.

 Para ser una mujer de tatuajes esperaba ver por todo su cuerpo pero a excepción de los que decoraban su espalda y sus brazos el resto de su cuerpo estaba a intacto a excepción de esa R y un cuerpo en llamas a un lado de su torso.

- No me digas que tuvo algo que ver con tu excepcional cuñado- chasquee la lengua y vi como meditaba en sus pensamientos, tratando de hallar una excusa creíble.

Jaque mate, Medusa Infernal.

- Revenge- soltó ella mostrándose distraída en su papeleo.

-¿Venganza?¿A quién?-

-Sería poco inteligente contarle a alguien hacia quien tienes una venganza -

Maldición me había dejado devuelta en un callejón sin salida.

Pero claro está, que ya me lo presentía desde mi llamada despreocupada a los Dixon de camino aquí con la excusa de que la abogada había vuelto un poco distinta desde su encuentro desconsolado con el Doctor en la cocina.

Donde dicho doctorcito se mostro recio a explicarme el porque del llanto de aquel día afirmando que no podía decir nada si la castaña no quería decírmelo por ella misma.

- Listo te veo allá- anunció metiendo un par de carpetas a su bolso.

- De ninguna manera iremos juntos, tengo mi chofer abajo-ordené y bufo despreocupada.

- Tengo mi auto, gracias- me rechazó abiertamente.

- No era una propuesta, eres mi defensa y debo tratarte de la mejor manera-

-Bien iré, para que no llores-

Bajamos en silencio y ambos ocupamos el asiento trasero del auto, ocupándome de estar lo más absolutamente cerca de ella para incomodarla.

- Ahora nos pondremos de acuerdo- anunció mirándome y sonreí coqueto- Yo seré la única que hable tu solo harás acto de presencia y yo me encargare de hacerte quedar bien-

-¿Y porque no podre hablar?-

-Me pagas por defenderte no por hacerte sentir bien- 

- Si te pagará por eso da por seguro que me dejarías en la quiebra mujer-

- Por eso por una vez en tu vida has caso a algo que no sea tu conciencia pervertida-

- Lo haré pero primero me permitiré cumplir su ultima petición-

Rápidamente metí la mano para tocar su falda para verificar su tipo de bragas y talvez hacer algo más, pero no pude llegar a hacer nada de eso porque la dichosa Medusa apretó mi mano entre sus piernas hasta un ángulo doloroso donde la tuve que apartar antes de que mis huesos crujieran al quebrarse.

-¡Auch!- me queje masajeando mi mano adolorida.

- Vuelves a hacer eso y te rompo la muñeca- amenazó sin apartar la mirada de la ventana.

- Que solo quería mostrarte mi agradecimiento con tu colaboración en el caso- solté adolorido.

-Pues esa no es la forma y hasta que aprendas que no soy una de las chicas con las que normal mente sales, tendrás que esperar afuera mientras hablo con el juez- 

El auto se estaciono y la mujer a mi lado salió disparada del auto, mientras yo cada hora que pasaba junto a ella tenía una dolencia nueva.

Aun así, me baje del auto y apresuré el paso para alcanzarla cuando la alcance ya se estaba anunciando su presencia ante la secretaria quien le indico que pasará por el pasillo.

En el lugar trascurrían un abundante flujo de gente bien vestida y arreglada, yo seguía a la chica ardiente de vestido rojo, hasta que tuve que parar en seco al ver al tipo que me había puesto la denuncia en primer lugar.

Michael Price, un tipo de cabellera oscura y ojos grises que hacían que las mujeres cayeran como moscas ante él.

El sentimiento de odio era mutuo.

- Usted debe ser la defensa de este patán- soltó saludando de beso en la  palma a Hartley quien a diferencia de mi lo miraba y trataba cortesía que esperaba que fuera fingida.

- Para mi desgracia afirmo ella- sonriente.

- Sage- dijo recobrando la compostura mientras me miraba y nos dimos un apretón de manos.

- Price- saludé de la misma ambigua cortesía.

- Al menos tienes una muy exquisita defensa- afirmó mirando descaradamente el trasero redondo de mi abogada- Pero veremos que tan buena es en la acción- 

Hasta ese punto percibí a una chica de cabello cobrizo vestida con un traje apretado y algo sensual.

- Esto va a ser una jodida pelea de leonas- anunció divertido.

- Ya lo veremos- carcajee falsamente como se hace en este mundo de empatía falsa.

Entramos al lugar y el juez se trataba nada menos que un viejo barrigón que al parecer se alegro del entretenimiento que iba a tener con este par de modelos de derecho, con una mueca de pervertido.

- ¿Ya te la enrollaste?- preguntó en un susurro mi contraparte en este caso y mire a la abogada que me daba un vistazo despreocupado.

Aunque no estaba tan cerca de ella sabía que podía escucharme claramente.

- No aun- respondí y Price me miro con un asombro genuino.

-Derian Sage, que pasa contigo todo lo que estas desperdiciando- siseó.

- Lo estoy guardando para el final- solté para no dejar que manchara mi reputación.

La revisión del caso comenzó y me quede perplejo al ver las palabras y argumentos que la castaña tenía a mi favor. 

Y saber que esa boca inteligente hace un par de horas estaba gimiendo frente a mi cara.

Debo concentrarme en parecer sereno.

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Al termino de dicha reunión o lo que sea que era eso que por poco me quedo dormido y salimos de ahí con más probabilidades de ganar de mi parte, aunque el juez no dejo nada claro, había algo bueno en tener un perversa abogada.

- Quita esa cara de arrogante que tienes- bufó Hartley en cuando entro al auto.

- Que no puedo saborear la derrota del idiota de Price-

- Vaya que maduro- bufó ella al ver como le saque el dedo a la nuca del mismo que estaba en estacionamiento.

- No me digas que el idiota te atrae- bufé encarandola pero ella solo soltó un bufido sosteniendo la mirada- Se parecía mucho a ti a lo mejor sea tu hermano- solté divertido.

-Si crees que conseguirás algo diciendo sandeces te equivocas- miraba al exterior por la ventana meditabunda.

- No me digas que estas considerando la posibilidad que sean parientes- bufé divertido

-Claro como solo pienso en las estupideces que dices- murmuró cansada- Pero..- volteo a verme con las cejas arrugadas de confusión- ¿Por qué mentiste sobre que si me habías follado?-

Sabia que me había escuchado.

- En agradecimiento- solté- No quería que tu credibilidad y imagen se viera afectada por ser la excepción-

Espere algún gesto cariñoso o apenas que su semblante se ablandara, pero solo asintió.

- Ok- soltó fríamente.

Esta abogada me va a volver loco hasta que no sepa lo que oculta.

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Nota de Autora:

Hasta aquí el cap de hoy espero que les haya gustado y dedicaré el cap a mi amiga Dania que hoy cumple sus 18 y se convierte en una mujer recta y derecha ;( te aprecio mucho y besos a todos.

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