Draco dejo a la castaña en su casa.

Hermione se dedicó a empacar lo necesario, para su estadía en la casa del rubio.

Seria una semana muy interesante, nunca se imaginó que llegaria a vivir con él, que un dia se convirtiera en su amor eterno.

Aunque sea por unos dias podria imaginar lo que seria vivir como si fueran una verdadera familia.

Hermione que se habia enamorado del rubio en la universidad, decidió no hacer nada al respecto dada la fama que tenia Draco.

Ella no queria ser una más del montón y por su amistad con Dora supo que Draco siempre estaria presente en su vida, por lo cual prefirió ser solo una amiga.

En la mañana el rubio llegó muy puntual por ella, eran apenas las 8:00 a.m. tocó el timbre y espero a que le abriera.

- ¡Hola Draco buenos dias! Ya estoy lista. - Dijo mientras lo invitaba a pasar.

- ¡Buenos dias Hermione! Vamonos por que ya no tardan en llegar las cosas a mi casa, pedi que lo entregaran todo muy temprano. - Terminó por decir el rubio.

La castaña tomó su maleta y se encaminó a la salida de su casa, para embarcarse en su nueva aventura.

- ¿Crees qué sea muy dificil esta semana con el niño? - Preguntó Draco mientras conducia.

- No lo creo, Teddy es un niño muy tranquilo - Contestó Herms confiada.

- Sí, pero nunca se ha separado de sus padres ¿No crees que los vaya a extrañar? - Pregunto el rubio.

- Sí, Pero para eso nos va a tener a nosotros - Aseguró Hermione sonriendo tiernamente.

Siguieron el camino en silencio, cada uno iba pensando en como se desarrollaría su semana.

- Ya estan aqui, llegamos justo a tiempo. - Dijo el rubio mientras descendían del auto.

Subieron al edificio y entraron al departamento de Draco y sin perder el tiempo entre los dos, se pusieron a ordenar y decidir donde quedaría cada cosa.

- ¡Creo que a Teddy le va a encantar su nuevo cuarto quedo muy bien adornado! - Exclamó Hermione muy emocionada - ¿No crees que es mucho para solo una semana que va a estar aquí?

- Una vez que vea su cuarto no estaría muy seguro en decir que no quiera volver y después de todo soy su padrino. - Aseveró Draco.

- ¡Si! Hicieron un trabajo maravilloso en la decoración, pero ahora estoy muerta de cansancio. - Respondió Herms con un pequeño bostezo que acalló tapando su boca con la mano.

- Sí ha valido la pena todo el trabajo realizado. - Dijo orgullosó el rubio mientras miraba a, su alrededor.

- ¡Pero si tu solo te has dedicado a dar ordenes! Sobre como querías las cosas. - Enfatizó la castaña.

- ¡Qué! - Gritó Draco mirándola ofendido - Pensar en donde quedaría mejor todo es mucho trabajo, y por supuesto que si cansa ¡Y mucho!

- ¡Esta bien tu ganas! Dar ordenes "Es lo más cansado del mundo" - Suspiró rendida la castaña haciendo comillas con los dedos.

- Bueno si ya dejaste de burlarte de mí, que te parece si te muestro tu habitación y te das un baño, que ya no tardan en llegar con Teddy. - Respondió el rubio fastidiado.

- ¡Si por favor! Que estoy hecha un desastre y mi hermoso ahijado no puede verme así. - Bufó Herms.

- Esta que esta a un lado es tu habitación y la de enfrente es la mía por "Sí ocupas algo". - Dijo Draco de manera sugerente mientras le guiñaba un ojo.

- ¡Qué diablos fue éso! - Pensó para si Herms tratando de calmar su desbocado corazón - Será mejor que me concentre en otra cosa.

Cada uno se dirigió a su habitación para un baño rápido, en cuanto entró a su cuarto Hermione quedo sin aliento ya que era mucho más grande que la habitación que tenía en su casa.

Era una habitación impersonal lo que delataba que era la de visitas, tenía una hermosa cama matrimonial con doceles dorados, un edredón suave en un tono verde selva, que apenas tocó quedo enamorada por su suavidad.

Su maleta ya había sido desecha y su ropa se encontraba acomodada en el impresionante clóset, que apenas si ocupaba menos de una cuarta parte del espacio.

Sacó un cambio informal que constaba de unos jeans color negro y un top rojo el cual se adheria a su cuerpo, como una segunda capa de piel, complemento su atuendo con unos botines de tacón bajo color negro.

Al ingresar al baño ahogó un jadeo de admiración, el lugar era impresionante y del doble del tamaño del de su casa con paredes completamente blancas a excepción de la ducha la cual tenía las paredes en color negro.

Una vez ya duchada y cambiada se dirigió a la sala, para esperar la llegada de Dora, apenas había puesto un pie en la sala cuando sonó el timbre.

Mientras tanto Draco terminaba de abrocharse la camisa cuando escuchÓ el timbre y salió a recibir a su ahijado.

Dora, Remus y Teddy eran guiados a la sala por la empleada del servicio que tenía Malfoy en su apartamento.

- ¡Maina Mió! - Gritó Teddy en cuanto la vió y corrió a su encuentro.

- ¡Hola mi lindo osito! ¿Cómo te has portado? - Preguntó Hermione mientras lo abrazaba y lo cargaba.

- ¡Muy bien maina mió! - Contestó risueño.

- ¿Y para tú padrino no hay abrazo Teddy? - Llegó la voz del rubio desde el marco de la puerta.

- ¡Paino Daco! Mami diche que me moi a elar conhigo. - Dijo Teddy a media voz.

- ¡Así es! Te vas a quedar aquí con tu madrina y conmigo, ¿Qué te parece?

- ¡Gracias por aceptar quedarse con él! - Interrumpió Remus.

- ¡No hay problema! - Contestaron al unísono los dos jóvenes.

- ¡Nosotros nós vamos! Tenemos un avión qué tomar y ya vamos retrasados - Aseveró Remus apurado tomando de la mano a su esposa, para evitar que se arrepintiera.

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Muy bien chic@s aquí les dejo por fin después de meses el segundo capítulo, espero que lo disfruten.

Si les gusto no olviden dejar ⭐ y comentario, que me motivan a seguir escribiendo.

Espero que todas se encuentren bien con todo esto que esta pasando en el mundo.