Draco era un joven empresario que dirigia su propia empresa "Malfoy Enterprise" era el consorcio más grande de Europa.

El emporio se destacaba por sus maravillosos hoteles y restaurantes a lo largo del mundo, también contaba con acciones de las empresas más importantes del mundo.

Draco era un joven rubio de 1.80 de estatura, tenia la piel muy blanca, cabello rubio platinado y unos hermosos ojos color gris que hipnotizan a más de una chica en cuanto tenían contacto con él.

Contaba con un atractivo sin igual, su cuerpo parecía esculpido por los mismos dioses griegos.

Él rubio había perdido a su padre hace tres años, entonces tuvo que hacerse cargo de las empresas y los negocios familiares, antes solo le importaba la diversión y tener una mujer diferente en su cama cada día.

Él joven rubio recibió un golpe muy fuerte de realidad, que hizo que su mundo superficial diera un giro de 180°... "Cuando su padre en un viaje de negocios sufrió un fatal accidente, que acabó con su vida"

Nunca estuvo en su pensamiento que tendría que hacerse cargo de las empresas, su padre era un hombre joven por lo tanto, el rubio creía que tendría mucho tiempo antes de tomar el control.

También se hizo cargo de su madre y la hermana de esta, que también contaba con acciones en todos los negocios que eran manejadas por su padre.

Era un lunes por la mañana cuando Draco estacionaba su auto deportivo, en su estacionamiento privado en la oficina central del emporio.

Descendió y subió al elevador presionando el botón del piso de Presidencia, cuando las puertas se abrieron avanzó hacia su secretaria.

- ¡Buenos días Hermione! - saludó el rubio - Pasa a mi oficina para que me digas los pendientes que tenemos para hoy -

- En seguida señor Malfoy - respondió Hermione - con un leve temblor en su voz.

Él rubio abrió la puerta de su oficina, tomando asiento en su escritorio de roble y empezó a revisar la correspondencia que la castaña había colocado ordenadamente.

Tocaron a la puerta y sin esperar respuesta, ésta se abrió dejando ver a una castaña que sostenía una bandeja con un café y una tablet.

- Aqui tiene su café señor Malfoy - dijo su secretaria - depositando la bandeja frente al rubio.

- ¡Gracias Hermione! - Draco agradeció - mientras tomaba su café - Ya te he dicho que no me llames señor Malfoy, cuando estemos solos - solo dime Draco me haces sentir demasiado viejo-

- ¡Esta bien señ Draco! - Se corrigió.

- Muy bien aclarado esto - Aseveró el rubio. -¿Cuáles son los pendientes para hoy? -

Hermione tomó su tablet y en voz medianamente alta, declaró la agenda del día de Draco, de la siguiente manera:

Reunión 10:00 am, con los directivos de los hoteles.

Reunión 12:00 pm, con los directivos de los restaurantes.

Y a las 14:00 pm, almuerzo con su prima Dora.

A las 5:00 pm, video Conferencia con la directiva del consorcio en América.

Los señores Zabini y Nott quedaron de venir a las 7 pm.

Esto seria lo mas relevante del día. Terminó de explicar.

- Muy bien trae los contratos que hay que firmar antes de cada junta, y sácame quince minutos de la junta antes de que llegue mi prima,

¡Ya sabes como se pone si me encuentra ocupado! - Dijo el rubio - con una sonrisa ladeada -

- Ya anoté todos los cambios me retiro señor, perdón Draco. - Dijo Hermione - mientras se sonrojaba.

Sin más la castaña salió de la oficina de su jefe, ella ya tenía dos años trabajando con él.

Dora Tonks, prima de Draco, le consiguió el trabajo.

La castaña conoció a Dora en la universidad y pronto se hicieron inseparables, fueron las mejores amigas y la castaña había sido su dama de honor y madrina de su hijo, junto con Draco que, era el padrino.

Ya en su escritorio tomó las carpetas de los contratos para las reuniones, entró nuevamente a la oficina de su jefe, dejó las carpetas y salió.

Cuando faltaban quince minutos para la primera reunión se lo comunicó a su jefe.

La mañana transcurrio sin mayor contratiempo cuando faltaban veinte minutos para que llegará Dora, decidió ir por Draco, antes que hubiera un gran revuelo.

Tocó la puerta de la sala de reuniones y cuando escucho un pase, por parte del rubio ingreso.

- ¡Señor ya es la hora! - replicó Hermione - siendo observada por la mirada atenta de los presentes, lo que causó que se sonrojara.

- ¡Gracias señorita Granger! - contestó el rubio - Puede retirarse. -

- Con permiso - Hermione se despidió - Y sin decir más, abandonó la sala de reuniones.

- Muy bien señores - Draco aclaró - Con todo ya aclarado y estipulados los cambios la reunión se da por finalizada, cualquier duda o pregunta me lo hacen saber através de mi secretaria - Sin decir más, se levantó y salió de la sala.

- Hermione puedes reservar en el restaurante que le encanta a mi prima por favor - Pidió Draco - mientras se acercaba al escritorio de ella.

-- Enseguida Draco - contestó Hermione. -

¿Para cuántas personas pido la reservación? - preguntó mientras tomaba el teléfono para marcar al restaurante.

- Que sea para tres adultos y un bebe - Ordenó él rubio - antes de entrar a su oficina.

La castaña estaba terminando la reservación, cuando las puertas del ascensor se abrieron, por ellas salió un pequeño torbellino de cabellera azul, que saltó encima de la castaña.

- ¡Hola mí osito Teddy! - saludó Hermione - ¿Cómo estas? - Mientras cargaba al lindo bebé, que tenía el cabello del mismo color que el de su madre.

- ¡Mio amoo! - respondió el bebé de dos años.

- ¡Yo también te amo! - Hermione contestó - Mí lindo y tierno bebé. -

¡Hola Dora! ¿Cómo has estado? -

- ¡Muy bien! - Dora respondió - Y tú ¿cómo has estado? - preguntó la peliazul.

- ¡Muy bien! - Hermione aseveró - aún con él niño colgando de su cuello - Ya sabes el trabajo. -

Y es que él pequeño Teddy amaba a su madrina más que a nada.

- Si mi primo te esta sobrecargando de trabajo se va a enterar quien soy - Refutó Dora impaciente. - haciendo que la castaña se sonrojara.

- Yo no estoy sobrecargando a nadie de trabajo Nimpadora - Respondió él rubio - sin darle tiempo a la castaña de contestar.

- ¡No me llames Nimpadora! - Contestó la peliazul con una sonrisa traviesa - Pequeño Draquito.

- ¡No me digas Draquito! - Refunfuño Draco - mientras se sonrojaba hasta las orejas.

Y es que desde que eran niños, se molestaban con eso sobrenombres, los dos eran muy unidos siempre habían convivido juntos, ya que eran hijos únicos.

La castaña solo aguantaba la risa, esos dos siempre que estaban juntos, tenían esas peleas infantiles.

- Draco - llamó Hermione - Tú reservación ya esta lista.

Fue la mejor excusa que Hermione encontró para tratar de aligerar el ambiente, y que esos dos no hicieran más grande su discusión, como era su costumbre.

- Gracias Hermione - Draco agradeció - Toma tus cosas y vamonos a comer. -

- Vamos Herms - Dijo su amiga sin dejarla con opción a rebatir algo - Te vienes con nosotros a comer que tengo que decirles algo a los dos. -

La castaña sin opción a negarse tomó su bolso y los siguió al ascensor.

Draco preciono el botón del estacionamiento privado.

Una vez que bajaron Draco las guió a su deportivo, pero al recordar a Teddy lo paso de largo, llegando junto a una camioneta familiar que tenía para, cuando su prima lo visitaba.

Dora acomodó a su hijo en la silla de bebé que portaba la camioneta, e iba a subirse al asiento que estaba junto a la silla, cuando fue detenida por la mano de la castaña.

- ¡Yo me voy con Teddy! - Hermione aseveró - Tú siéntate junto a tu primo. -

Hermione se escabulló rápidamente al asiento de atras, mientras Dora la observaba con sospecha.

- ¡Esta bien yo me voy adelante! - Contesto Dora sin más.

- Sí ya están listas nos podemos ir - Dijo el rubio - ya impaciente.

- ¡Sí Draco! Ya vamos que muero de hambre - sonrió su prima.

Sin más contratiempo se dirigieron al restaurante, una vez ahi el mitre los condujo a su mesa que ya tenían lista para ellos.

Se acomodaron y les entregaron las cartas, nadie habló, hasta que él mesero, les tomo el pedido y se retiró.

- Muy bien ahora que ya estamos listos tengo algo muy importante que pedirles a los dos - Dora confirmó - muy seriamente.

- ¿Qué pasa Dora? ¿todo esta bien? - Preguntó Hermione - muy preocupada por la seriedad que su amiga reflejaba.

- ¡Verán! - Respondió la peliazul - Necesitó viajar de emergencia, pero no me puedo llevar a Teddy conmigo,

Remus y yo tenemos que ir a ver un problema, con las empresas de él y están ubicadas en una zona muy peligrosa para llevar al niño.

Por lo tanto quería pedirles a ambos que cuidaran de él en lo que nosotros volvemos, mi madre y mi tía ya están grandes para hacerse cargo de un niño tan activo como es Teddy. -

- ¡Por mi no hay ningún problema Dora! - Respondió Hermione - En mi casa Teddy va a estar muy bien, pero el inconveniente seria cuando tenga que ir a trabajar. -

- De eso nada los dos se vienen a mi apartamento - Ordenó Draco - Tengo dos habitaciones que las podemos adaptar, una para Teddy y una para tí, Hermione - y cuando vayamos a trabajar lo dejamos en la guardería de la empresa. -

- ¡Me parece muy bien! - Dora aseveró - abrazando a su primo.

- ¿Pero como me voy a ir a vivir contigo? - Hermione refutó - muy nerviosa.

Nervios que para su mejor amiga, no pasaron desapercibidos.

- Sí, Hermione - Aseveró él rubio arrogante - Mi casa es más grande que la tuya, me imagino y ahí cabemos bien, así Teddy no extrañará tanto a sus padres, sí nós tiene a nosotros juntos. -

- ¡Pues si no hay otra opción! - Susurró la castaña con resignación - Por mi esta bien. -

- ¿Qué día se van? - Pregunto él rubio.

- Mmmm. ¡Mañana! - Exclamó una nerviosa peliazul.

- ¡Queeeee! - exclamaron los dos al mismo tiempo.

- ¡Sí! - Respondió Dora - Está mañana recibió la notificación - por eso no ha venido, esta arreglado todo el papeleo para viajar. -

- Ok si no queda de otra - Refutó Draco marcando un número en su celular - Hermione cuando regresemos a la oficina cancelas todos los pendientes que queden del día y los de mañana.

- Muy bien Draco - Dijo la castaña.

En eso les sirvieron su comida y se dispusieron a comer, sin más contratiempos tenían que ocuparse de muchas cosas.

Terminado el almuerzo regresaron a la oficina, y Hermione canceló todos los pendientes.

- ¡Hermione! ¿Ya terminaste con todo? - Preguntó él rubio.

- Sí Draco - Respondió Hermione - me van a avisar en cuanto este todo reprogramado. -

- Muy bien - Draco confirmó - Toma tus cosas y vamonos. -

La castaña tomó su bolso y siguió al rubio al ascensor, bajaron al estacionamiento y se montaron en el deportivo del rubio.

Salieron rumbo a una tienda de bebés, en donde compraron todo lo necesarios para Teddy, él rubio pidió que todo lo entregarán en su apartamento a la mañana siguiente.

- Para tu cuarto no vamos a comprar cama - Aseveró el rubio - Ya tiene una, pero si hay algo que ocupes me lo haces saber. -

- Sí Draco - Hermione respondió - Ya que tenemos todo lo de teddy listo creo que voy a ir a mi casa a empacar para mañana ir a tu apartamento - ¿Te parece bien? -

- Sí dame tu dirección - Ordenó él rubio - Y yo te llevo y te pasaré a recoger mañana temprano, para que estemos todos juntos, para cuando lleguen con las cosas de Teddy. -

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Les traigo un adelanto de este reto todavía no esta terminado.

Espero que les guste, no olviden dejar ⭐ y comentario.