MADELINE ORWELL POV

Seguíamos recorriendo el bosque, caminando a paso veloz, con Nyssa por delante.

Tras pasar por varios árboles, y dar vueltas tras vueltas, llegamos a una casa de madera.

—Es aquí —nos dijo ella, mirándonos de reojo.

Posteriormente entramos a la casa. Y al entrar, note que todo estaba muy bien cuidado, me imagino que ella es una amante, de la limpieza.

—¿Te gustó algo? Maldita vampira metiche —me dijo el indeseable de Erick.

—Métete en tus propios asuntos, maldito perro.

—¡Se acabó, ¿me oyeron malditas escorias? ¡Se acabó!, Le diré al jefe que no hicieron lo qué él les ordenó y entonces...!

—¿Y entonces qué? —repuse doblandole el brazo. Y ante eso, él se quejo, y me insultó. 

—¿Están casados o porque demonios se comportan así? —nos preguntó Nyssa con una risa burlona.

Solté el brazo de Erick, dándole una mirada de advertencia antes de responder.—No, Nyssa. No estamos casados —dije, intentando mantener la compostura. —Pero cuando uno tiene que trabajar con personas desagradables, es muy difícil no perder la paciencia.

—¡¿A quién carajos crees que estás llamando desagradable, eh maldita chupasangre? —respondió el perro rabioso.

La pulga, (como ahora llamó a ese estúpido llamado Erick) se masajeo el brazo, pero claramente esa herida que le hice solo demorará 30 segundos en sanar.

—Bueno, mis amigos y yo no tenemos porque perder más el tiempo —hablé, girando mi atención hacia con Nyssa. —¿Qué es exactamente lo que quieres de nosotros, Nyssa? Sabemos lo que necesitamos, pero todavía no nos has dicho cuál es tu parte del trato.

Nyssa dejó de reír y su expresión se volvió seria: —Lo que quiero es simple, pero peligroso. Necesito una esencia de sombra, algo que solo puede encontrarse en las profundidades de la Caverna de los Lamentos, en el corazón del bosque prohibido.

Elvira palideció ante sus palabras. —¿Esencia de sombra? Eso es prácticamente imposible de conseguir. Es una sustancia que solo aparece en lugares cargados de oscuridad y magia antigua. ¿Por qué la necesitas?—y posteriormente, Nyssa sacó un pequeño frasco vacío y lo sostuvo a la luz, su vidrio destellando con un tono opaco y siniestro y dijo:

—Este frasco debe llenarse con la esencia de sombra para completar un hechizo que me permitirá sellar un portal de una energía oscura. Y sin ella, el portal seguirá liberando criaturas del inframundo en nuestro mundo. Estoy segura de que no querrían que eso ocurriera.

Tiene un buen punto.

Ronny frunció el ceño y dijo con desconfianza:—¿Y qué pasa si nos negamos?

Nyssa lo miró directamente a los ojos, para después mirarme a mi, mientras que yo me fijaba en su cabello blanquecino—. Si se niegan, entonces no tendrán mi ayuda para encontrar la poción que necesitan. Y créanme, este bosque es mucho más peligroso de lo que imaginan, especialmente sin mi guia. Y además... No creo que al líder, Blaking le parezca divertido, enterarse de todo esto.

¡Con una mierda! Estamos entre la jodida espada y la pared. 

—¿Y cómo esperas que confiemos en ti, de buenas a primeras? —expresé yo, para su sorpresa. —Solo eres una extraña que aprecio de la nada.

Nyssa mantuvo su sonrisa malvada y dio un paso más cerca, sus ojos brillando con una mezcla de desafío y malicia.

—Estamos en la misma situación, querida Orwell —la mire frunciendo el ceño, y entonces ella sonrió malvadamente y dijo con un susurro lleno de peligro: —Yo no confío en ustedes, y ustedes tampoco confían en mi. Pero... A un acuerdo tenemos que llegar, ¿o me equivoco?

Hizo una pausa, permitiendo que sus palabras resonaran en el silencio de la sala. Luego, añadió con un tono aún más siniestro:

—Sin embargo, permítanme dejar algo muy claro. En este bosque, la confianza no es un lujo, sino una necesidad. Y aunque no confíen en mí ahora, deberán aprender a hacerlo. Porque sin mí, cada paso que den podría ser el último. Las criaturas que protegen la Caverna de los Lamentos son despiadadas y no muestran piedad. Solo alguien con mi conocimiento y habilidades puede guiarlos a través de ese lugar sin que se conviertan en alimento para las sombras.

Nyssa se acercó aún más, su rostro a pocos centímetros del mío. —Así que, Madeline, depende de ti y de tus amigos decidir si están dispuestos a seguirme en esta peligrosa aventura. Porque créanme, el tiempo no está de nuestro lado. Cuanto más tarde tardemos en tomar una decisión, más fuerte se volverá el portal de energía oscura, y más difícil será cerrarlo.

Sentí un escalofrío recorriendo mi espalda, pero mantuve mi postura firme. Sabía que Nyssa tenía razón. Estábamos atrapados entre la espada y la pared, y sin su ayuda, nuestras posibilidades de éxito eran prácticamente nulas.

—Está bien, Nyssa —dije finalmente, forzando a mantener la calma en mi voz. —Te seguiremos. Pero que quede claro, si nos traicionas, te aseguro que no saldrás viva de este bosque.

Nyssa soltó una risa suave, sin apartar sus ojos de los míos. —Me gusta tu espíritu, Madeline. Muy bien, partiremos al amanecer. Pero recuerden, una vez que entremos en la Caverna de los Lamentos, no habrá marcha atrás. Así que prepárense para enfrentar sus peores miedos.

Con esas palabras, Nyssa se alejó y comenzó a preparar su equipo. Nos miramos entre nosotros, sabiendo que la misión que nos esperaba no solo pondría a prueba nuestra valentía, sino también nuestra capacidad de confiar en alguien que podría ser tan peligrosa como el bosque mismo.

Mientras la noche caía, cada uno de nosotros se preparaba en silencio, sabiendo que al amanecer nos embarcaríamos en una de las misiones más peligrosas de nuestras vidas, y que la única forma de sobrevivir sería confiar en la persona que menos esperábamos.