En multimedia - Mr Loverman

ALEXANDRA COLLINS POV

—¡Prepárense para atacar! —alertó el líder de la manada, Jack.

—No te separes de mi, Alexa —me dijo Tom mentalmente.

—¡Si, no me separaré! —aseguré.

Tom estaba en su forma lobuna, la cual es simplemente hermosa. Es un lobo de pelaje blanco, demasiado bonito. Sus ojos azulados eléctricos, y el aura que emana. Es de una profunda tranquilidad. Todo él, transmite calma.

—¿Ya casi llegamos? —pregunté cuando atravesamos un río.

—Si, ya casi llegamos —me respondió Tom mentalmente.

Atravesamos un sendero, mientras yo me aferraba al pelaje hermoso y único de Tom.

Y así estuve, hasta que llegamos al pueblo del que nunca me debí haber ido. Hellwond.

—Gracias por haberme traído hasta aquí —les dije con una sonrisa. Los chicos ya habían regresado a su forma humana.

Tom sonrió genuinamente al igual que Felipe, pero el líder Jack, no. Me miró y arrugó el ceño.

—Si no fuera por ellos, no estarías aquí —respondió tajante.

—Sí... —agregué yo.

La verdad es que mi agradecimiento, se quedaba corto con lo que sentía.

Esto significa mucho para mi...

—No le hables así —irrumpio Tom.

—¡Si! —habló Felipe—. ¡No porque seas el líder debes tratar así a todo el mundo! ¡Charlatán!

Jack puso los ojos en blanco y después suspiro.

—Bueno, sigamos. —dijo entonces Jack.

Empezamos a caminar y entramos al bosque oscuro y prohibido. Este bosque, es conocido, según por los rumores, por ser demasiado peligroso. Aquí, no solamente te atacan los animales salvajes, sino que también, las entidades y seres sobrenaturales.

—Quedate cerca de mi lado, Alexa —dijo entonces, Tom. Yo asentí y me apegue a él. —Este bosque es demasiado peligroso.

Los chicos discutían entre ellos, sobre donde estaba el maldito desgraciado de Vlad, pero no fue hasta que percibieron un olor a vampiros. Que nos acercamos, a su escondite.

Y allí estaba.

Ahí estaba Madeline.

Oh, cielos... Ella lucía decaída, y gravemente herida... Sentí  como se me partía el corazón en mil pedazos, al verla en ese estado... Jamás debí haber abandonado Hellwond. Madeline... Y los demás, no se rindieron, y yo... Yo...

Apreté los puños mientras sentía como las lágrimas comenzaban a amenazar con salir de mis ojos verdosos...

Madeline nunca se rindió por nosotras... Y yo... Yo decidí irme, para protegerla y al final, me di cuenta de que solo fue una estupidez...

Empecé a caminar en su dirección, pero Tom se dió cuenta de mi estado, y me apego contra su pecho.

—¿T-Tom? —pregunte vulnerable.

—Es ella, ¿verdad?

—Sí —respondí entre lágrimas.

—La salvaremos. —me aseguro.

Y yo me aferré a esas palabras.

.

.

.

La manada de Tom, se acercó aún más a la base secreta del maldito bastardo de Vlad, mientras que yo trataba de mantener la compostura. Ver cómo golpeaban a Madeline, y como ella lo daba todo, fue doloroso. No podía quedarme de brazos cruzados. Y entonces...

—No actúes estúpidamente —me reprendió Jack—. ¿Si te toman como rehén, como crees que terminaremos nosotros? Quédate aquí. Y espera.

—¡¿Me dices qué me espere?! —contesté exaltada—. Ella lo es todo para mí, no puedo perderla, sin...

—Y aún así la dejaste ir —me recriminó y yo solo mire al suelo cabizbaja. ¿Qué más puedo decir contra eso...? Yo tuve la culpa. Y ahora, mis seres queridos están pagando por mi error...—No hagas nada estúpido y quédate aquí.

Todos se fueron, pero Tom fue el único que se quedó conmigo.

Y sabía perfectamente porque.

No iban a permitir que yo me acercase.

Pero... Ver al amor de tu vida, sufrir de esa manera... Y a tus amigos... Era demasiado doloroso. Pero sé que no puedo quejarme... Pues yo...

Yo tuve la culpa...

***

Vlad había percibido la llegada de nosotros, desde mucho antes de que nos acercaramos a su guarida. El olor característico y la energía latente que traían consigo eran inconfundibles. Y supuse, que desde su trono, ubicado en el centro de la base, sonrió con desdén mientras observaba cómo realizaba los preparativos para recibirnos.

—Así que finalmente decidieron aparecer —suspiro con burla, y le escuche decir—. Qué interesante. Así que los perros, han decidido unirse a la fiesta.

Madeline estaba en el suelo agotada. Y verla así, me rompió el alma, y además, observar a Ronny y Elvira, y Carolina aún luchando, mientras daban todo de si mismos, era realmente doloroso. No puedo seguir de brazos cruzados...

—Tus amigos han llegado, querida Orwell —dijo con un tono de burla, mientras se acercaba peligrosamente hacia mi Madeline—. ¿Crees que podrán salvarte?

Madeline le dió una mirada de odio y pronunció:

—Ellos... Terminarán contigo, Vlad.

Vlad soltó una carcajada profunda, la cual resonó por todo el bosque.

—Qué conmovedor. Pero subestimas mi poder.

Mientras miraba la escena, tuve pequeños recuerdos de mi pasado con Madeline, los reviví cada uno.

FLASHBACK

—Alexandra, sabes, yo antes me deprimía escuchando canciones de desamor —me confesó, Madeline. —Pero ahora, gracias a ti, ya no sufro más por eso. Soy la señora amante. Y tú eres mi amante. Somos la canción: "Mr. Loverman".

—Siempre lo seremos, mi vida. Siempre seré tu amante.

—Y yo siempre te amare.

FIN DEL FLASHBACK

Extraño a mi amante...

La extraño mucho... Pese a que está enfrente mío...

¡No, no te puedo perder Madeline!

Me separé de Tom y corrí hacia ella. Mientras mentalmente, me parecía que sonaba la canción de Ricky Montgomery.

¡Eres todo para mí!

Recuerdo tus palabras, Made.

¡Somos dos amantes que buscan su propio lugar en este mundo!

Más lágrimas. 

Escuché como Tom grito: —¡No, Alexa!

Y luego la mirada de alivio de mi amor, me regreso a la vida.

—¡Madeline! ¡Ya estoy aquí! Todo estará bien amor.

—¿A-Alexandra? —Madeline me miró con asombro y brillo.

—Nunca más me iré. —dije entonces abrazándola.

Y entonces, desperté.

Vi a mi alrededor confundida, y me dí cuenta, de que venía en la camioneta con mi mamá.

—¿Mamá? —pregunté confundida.

—¿Qué pasa cariño? —respondió ella. —Parece que tuviste un buen sueño.

¿Sueño...?

¿Pero...?

Pero...

¿Qué está pasando?